Partida Rol por web

El viaje transcurrió con los vampiros sumidos en una atmósfera de silencio tenso sólo rota por las indicaciones que Hacker te daba para llegar al muelle. El ferri entró por la desembocadura del Támesis y, efectivamente, se detuvo en el muelle más apartado, destartalado y mal iluminado que pudiera haber por los alrededores.

-Allí- indicó Hacker. Unas oficinas altas desde la que se podía ver y, si se tenía cuidado, no ser vistos. Condujiste hasta la parte trasera, subisteis las escaleras y entrasteis. Había tres edificios más rodeando la zona y dos grúas enormes. Además de un sin fin de construcciones más bajas (almacenes, talleres, casetas...)

La dra Underdown bajó las persianas de láminas de aluminio lo que permitía dejar sólo una rendija para dificultar que os vieran desde ahí abajo.

Te preguntaste dónde estará Blazh¹

Ratón bajó al muelle mezclándose entre el personal que la miraba de forma lasciva. Se acercaron dos topos con monos de caucho. Podía verse el deseo en su mirada. Ella le acarició el mentón a uno y el cuello a otro antes de deslizar micrófonos en sus bolsillos y dar algunas instrucciones para colocarlos. El walkie que había dejado sobre el escritorio crujió -Dejadlos por ahí. No hagáis preguntas y será la noche de vuestra vida- la voz de la Brujah derrochaba seducción, tanta que ponía los bellos de punta.

-Pondré uno junto a la pasarela- dijo uno trabajador -Yo lo llevaré encima y me acercaré a todos los miembros del pasaje- respondió el otro en una ávida competición por el premio prometido.

En la distancia, el ferri se acercaba lento pero constante.

La salida del navío se hacía por la sección inferior. Primero los caminos, después los vehículos más pequeños. El pasaje lo hará escalonadamente a través de una pasarela lateral en el segundo nivel por lo que pocos quedaban en cubierta. El muelle en comparación era diminuto.

A primera vista, no hay nadie esperando a los familiares que pudieran venir. Sólo una enorme explanada para que los vehículos pudieran maniobrar y varios operarios.

Al descender al segundo nivel y mirar a través del acceso, hay dos operarios más dando indicaciones. -Hagan una fila ordenada. Por favor.- Deslizaban sus miradas por el pasaje que aguardaba su turno para salir y en su voz se mezclaba el cansancio acumulado y la urgencia del horario.

Habéis llegado al territorio de Aloisius por lo que extremar las precauciones se hace vital. Chiqué y Ania deberán estar esperandoos en las cercanías del muelle... si todo va bien. Gaia, Zarza, Krampus y Nicholas esperáis agazapados en las penumbras del fondo mientras los mortales van saliendo poco a poco. Tenéis ese tiempo para pensar si salir por la puerta principal (como todos) o buscar alternativas.

Vaya. Normalmente los operarios no están tan atentos al pasaje. Sus miradas se deslizan vacías y dan órdenes al aire sin enfocar en nadie en concreto pero esta vez... miran a cada persona a la cara intentando ver algo en sus rostros.

-¿Cómo afectará a tu negocio que a la salida intentasen algo contra tus "invitados" Gaia, Krampus, Zarza y Nicholas que aguardan su turno agazapados en las penumbras del fondo del segundo nivel?- Mientras ocurra fuera del muelle en el que sueles atracar todo irá bien. Pero, ¿cómo saberlo?

El ferri entró por la desembocadura del Támesis y, efectivamente, se detuvo en el muelle más apartado, destartalado y mal iluminado que pudiera haber por los alrededores. La salida del navío comienza por la sección inferior. Primero los caminos, después los vehículos más pequeños. El pasaje lo hará escalonadamente a través de una pasarela lateral en el segundo nivel por lo que pocos quedaban en cubierta. El muelle en comparación era diminuto.

Hay un edificio de oficinas alto (tres plantas) desde el que se puede ver sin ser vistos. En torno a él hay tres edificios más rodeando la zona y dos grúas enormes. Además de un sin fin de construcciones más bajas (almacenes, talleres, casetas...)

Víctor detiene el vehículo fuera del perímetro del muelle. A la sombra de un camión enorme.

Un ligero olor a sangre atrae vuestra atención. Intercambiáis miradas antes de asomaros a un pasillo. Al fondo hay dos hombres a los que solo veis un par de segundos antes de perderlos al girar por un acceso lateral. -No me encuentro muy bien- comenta uno con el rostro visiblemente magullado por una paliza reciente pero limpio. El otro lo lleva cogido de un brazo y lo zarandea para que guarde silencio. Éste último es anormalmente grande y los alógenos del fondo del pasillo muestran su nuca y sus manos anormalmente blancas.

Y, tras ellos, un destello oscuro, fugaz, mortal, que te provoca la misma sensación que la mantenida en tu inusual reunión -Idona-

Está siguiendo a la pareja a buena distancia. Demasiado lejos como para querer atacarlos pero con el clan Assamita nunca se sabe.

Bradislav saca al apaleado mirando en todas direcciones. No tiene intención que ningún miembro del pasaje despistado vea lo que está haciendo.

La Assamita hace rato que desapareció.

Estás ahí, fumando un cigarro, mientras aguardas a que los vehículos y la mayoría del personal abandonen el barco. -¿Se pasará Martin por aquí?-

- de modo que te quieren seguir y me quieren matar... ¿Que tal si les acechamos y matamos nosotros primero? - sus ojos se volvieron rojos y olisqueó el ambiente para saber qué animal estaba en mayor número en las cercanías... Ratas, gaviotas,... Esas eran las opciones más acertadas o quizás esos gatos callejeros.

Emitió un sonido inaudible al oído común "desean atacarnos, matar vuestra especie, evitar vuestra reproducción, seres inhumanos que no aman a su bestia como yo, algunos Incluso utilizan ese apestoso polvo que explota... ¡Atacar! ¡Buscar! ¡Aniquilar a quien juegue con polvo explosivo! Se esconden, nos temen, solo con cobardía osan atacarnos [...]", Continuaba su comunicación, para que quienes se unieran a defender su territorio pudieran compartir la ubicación de sospechosos, optó por citar a ratas dado que en defensa de su territorio pueden ser más agresivas y sus sentidos están bien desarrollados. Quien combate a una gangrel escondiéndose está gritando querer morir en deshonra, o necesitar huir como los cobardes que son, Ania no iba a permitir que un usuario de sucia pólvora le amenazara, si le querían muerta, que lucharán cara a cara y demostraran merecer seguir vivos.

Impulsiva como buena gangrel, inicio su primer movimiento, después de todo una llamada no evitaba poder hacer cualquier otra cosa después.

Gaia observaba a los humanos alineados y ordenados para salir, pensando que si estuviera entre ellos, por supuesto se encontraría fuera de la fila, llevando la contraria, cual era su carácter.

- ¿Salimos como los demás? - Preguntó mirando a Krampus, su alfa - Huele a sangre, voy a inspeccionar - La hembra comenzó a caminar persiguiendo a los dos varones, con la sutileza de una gata, intentando no hacer ruido y fijándose en la palidez de uno de los varones. 

Lyons intentaba escuchar las conversaciones para entender qué había pasado con ellos, no por ayudar u obtener información, si no por su curiosidad natural que parecía emerger en cualquier momento.

Detuve momentáneamente a Gaia -Lo mejor será separarnos y desaparecer. Nos conocen y no pueden vernos juntos. Mucho menos a mí con vosotros. Aún espero jugar la baza de la rea desdichada torturada por los enemigos-

Hizo un gesto a Krampus para que saliera por un corredor lateral -Krampus, tú desapareces mejor que yo. No te lastraremos en tu salida sin ser visto. Si te parece bien, yo me quedaré con Gaia y ambas saldremos al amparo de la noche y con alguna que otra distracción animal. Nicholas, eres el de apariencia más "mortal". Tú sí puedes mezclarte con la multitud y salir por la puerta principal. Ponte esta gorra, no alces mucho la visera pero que tus oídos estén bien atentos.-

Así, Krampus se dirige en una dirección, Nicholas va por la pasarela principal y Zarza y Gaia siguen a los dos hombres.

La libertad que te dio Zarza te permitió ser sombra entre las sombras que desaparecía antes que el ojo humano pudiera captarte. Así, diste un rápido rodeo y no tardaste en alcanzar a Idona quien reveló que no tenía intenciones de atacar a los dos hombres (perseguidos ahora por Zarza y Gaia) que tomaban una salida alternativa.

La posición era buena, habíamos dado con el sitio correcto y la primera pieza del dominó había caído. Blazh estaría por allí, en algún lado, suponía que una posición desde la que pudiera ver todo y permanecer oculto. ¿Dónde? Aprovechando el momento en que Ratón bajó al muelle, intenté discernir donde se había colocado, solo para tenerlo controlado; no me fiaba del todo.

Las palabras a través del intercomunicador me sacaron de mi contemplación de la zona. Mi sire aún me sorprendía, así como de lo que eran capaces los hombres por cumplir oscuras fantasías y satisfacer sus necesidades más primarias. No era de extrañar que los vampiros inteligentes hubieran medrado tanto en una sociedad así, ni que tomaran a la gente como ganado. Se lo ganaban a pulso. En cualquier caso, ya teníamos ojos y oídos, podríamos tener controlado a aquél grupo, y dar un golpe mortal. La sangre correría esa noche y mis enemigos sabrían que habían cometido un error traicionando a La Camarilla.

Con una sonrisa, sabía que solo me quedaba esperar un poco más. Solo un poco, a que el ferry terminara de llegar.

Gaia se paró en su avancecuando Zarza tomó las riendas de la situación, dividiendo al grupo. Por un lado estaba Krampus que podía salir del ferry de manera más sigilosa que ella. Por otro lado, Nicholas, con su aspecto tan humano no tendría problemas en mezclarse entre la gente. Y allí quedarían la nosferatu y la gangrel, ambas persiguiendo a ambos varones.

- ¿Cuál es tu plan? ¿Qué nos capturen?... Si vas de rea desdichada, eso quiere decir que nos llevas directas a un trampa. ¿Es así? ¿Esos hombres son el cebo para darnos caza? - Gaia no era muy lista, pero no se le ocurría motivo alguno por el que debieran separarse de esa manera tan brusca. No obstante, siguió a Zarza sin dudar, al fin y al cabo sus sentidos no le decían que hubiera nada extraño. ¿O sí?

La conversación telefónica había dejado algo confundido a Chike hasta que enlazó ideas... - Siempre es útil el tener un espía en el bando enemigo... si se desata un combate, es mejor saber quien es para evitar que muera - Su primera intención era obtener información antes que enfrentarse a ellos y el hecho de que quisieran captarlo le generaba muchas dudas... se mantuvo pensativo durante un rato mientras esbozaba unos inicios de un plan... Ania, como era habitual, era la viva imagen de la acción impetuosa y cuando empezaba a desatar su control sobre las bestias sintió que debía tratar aquello como una partida de ajedrez contra un enemigo al que no podían subestimar.

- Creo que a largo plazo nos es mucho más útil la calma en este momento, perder a un espía bien posicionado es algo que no podemos perder... Y dejar vivo únicamente a un vampiro llamaría demasiado la atención - Esperaba que Ania entendiera el valor y la importancia del plan que trataba de desarrollar - Creo que lo más provechoso para nosotros sería capturar a esa tremere y al resto dejarlos con vida aunque pudieran estar estacados... - exponía los argumentos aunque no de una manera decisiva, estaba dispuesto a escuchar alteraciones de su plan, o idea más bien y entendía que la opinión de Víctor sería importante pues es quien más conocía actualmente la situación e incluso el mundo actual. 

Sospechaba que la idea no gustaría demasiado a Ania, pues era una gangrel, una luchadora, una superviviente y ante una amenaza su primera reacción sería siempre eliminarla. Por desgracia la supervivencia de los vampiros muchas veces estaba ligada a situaciones complejas con resoluciones difíciles. - Quizás usar los animales para vigilar de manera disimulada y poder hacernos una idea de la situación sea un primer paso importante... llegado el momento causar una distracción que los separé... - Comentaba la manera de actuar en un tono bajo de voz, pues bien sabia de la capacidad de los vampiros para escuchar en la distancia. - Quizás yo pueda servir de distracción y tu - dijo hacía Ania - encargarte de capturar o estacar a la tremere. Víctor puede controlar la situación desde una posición protegida y actuar sólo en caso de ser necesario porque alguna de las partes se vea en un aprieto... - Aunque lo decía así, estaba bastante convencido de que si alguien tenía un aprieto en la situación, fácilmente sería él, pues Ania estaba convencido que podría enfrentarse incluso a los cuatro si se lo proponía... 

Dicho eso, busco algún trozo de madera que pudiera romper para transformar en estaca en caso de ser necesario, así como algún trozo de tubería o hierro que le sirviera de arma improvisada a pesar de esperar no necesitarla y poder despistar a quienes esperaba le persiguieran gracias a su dominio de la ofuscación... 

Una vez expuesto su plan, dejaría que sus sentidos se ampliaran con el oído tratando de escuchar a quienes se acercaban o alguna conversación de los trabajadores que mostrara estaban comprados por uno u otro bando... 

Ania escuchó lo que Chike decía, pero con una sonrisa tranquila negó encogiéndose de hombros - la orden de detección y ataque ya está dada, puedo variar fácilmente las órdenes que le doy a mi ghoul, pero otras criaturas salvajes no son tan comprensivas, buscan órdenes sencillas y que se habitúen a su propia supervivencia. ¿Crees que frenarán tras decirles que esas personas buscan quitarles su territorio y aniquilarlas? - no parecía molestarle la idea de Chike pero ya estaba hecho - Además, no creo que mueran, pero si se verán obligados a correr jeje ¿Te harías cargo si para hacernos salir ellos a nosotros disparan a nuestros muchachos? Esas apestosas armas de pólvora quizás no nos maten directamente pero duelen... Y he escuchado claramente que su intención incluye llenarme de plomo maloliente, no necesitamos revelar nuestra ubicación, pero que bailen ellos para nosotros, después de todo saben que veníamos - miró a Víctor al decir eso - no tenemos un espía en su bando, el espía esta en ambos, y no me importa mientras sea entretenido.

-¿Capturar?- negué con la cabeza enérgicamente. -Uno de esos dos ha recibido una paliza. El otro lo lleva agarrado del brazo. Eso es lo que escuché cuando estábamos en cubierta pero Martin eludió la pregunta. Por lo demás, no tengo ni idea de quiénes son ni me importa. Sólo quiero salir por donde ellos.- Susurré. Efectivamente, nos condujeron a una salida por debajo del nivel del muelle.

Sin embargo, para cuando nosotros salimos por ahí habían desaparecido.

-Vayamos por ahí- dije señalando a nuestra derecha en la dirección que más nos alejaba del ferri, un pasillo en el cemento iluminado al final por focos de la superficie.

Así hicimos. Caminamos en silencio con la esperanza de escuchar. Agudizamos nuestros oídos pero... nada. Llegamos al otro lado 

El ferri llegó y las labores de amarre se efectuaron sin contratiempos. Los trabajadores empezaron a salir. Como era habitual, primero los vehículos. Camiones grandes y pequeños se desparramaban por el muelle como un líquido vertido hasta que, de pronto, algunos trabajadores empezaron a chillar.

Las ratas parecían haberse vuelto locas. Algunas del tamaño de caniches. Trepaban por los camiones y vehículos, por el ferri, se veían por el muelle atacando aparentemente al azar. El caos se extendió con ellas. Un camión embistió un turismo, otro atropelló a un operario del muelle. Nadie daba crédito a lo que estaba viendo. Los hombres ser armaron con palos y herramientas. Las aplastaban con sus botas e incluso se escucharon un par de disparos.

-¿Quién habría provocado aquello?-

Sólo los operarios más avispados pudieron advertir que las ratas iban a por todo ghoul o vampiro que portara armas de fuego. Y tratándose de un ferri que ejercía labores de contrabando para los seres de la noche... la mayoría de los allí presentes fueron asediados por las ratas.

Lo primero que detectan los oídos de Chike es que allí había por lo menos cinco bandos echándose las culpas los unos a los otros. La tregua de aquel ferri de contrabando de drogas y armas entre vampiros se había ido al carajo. Las ratas no parecían distinguir y atacaron a todo "vampiro con un arma de fuego" o, al menos, a los más cercanos al muelle.

-El espía está en MI BANDO- sentencié visiblemente molesto al darme cuenta de lo que estaba sucediendo. Guardé silencio y observé. Quizá la antigua Gangrel tuviera un enrevesado plan que a él se le escapaba pero lo dudaba.

-¿Y ahora?-

El ferri llegó y las labores de amarre se efectuaron sin contratiempos. Los trabajadores empezaron a salir. Como era habitual, primero los vehículos. Camiones grandes y pequeños se desparramaban por el muelle como un líquido vertido hasta que, de pronto, algunos trabajadores empezaron a chillar.

Las ratas parecían haberse vuelto locas. Algunas del tamaño de caniches. Trepaban por los camiones y vehículos, por el ferri, se veían por el muelle atacando aparentemente al azar. El caos se extendió con ellas. Un camión embistió un turismo, otro atropelló a un operario del muelle. Nadie daba crédito a lo que estaba viendo. Los hombres ser armaron con palos y herramientas. Las aplastaban con sus botas e incluso se escucharon un par de disparos.

-¿Quién habría provocado aquello?-

Sólo los operarios más avispados pudieron advertir que las ratas iban a por todo ghoul o vampiro que portara armas de fuego. Y tratándose de un ferri que ejercía labores de contrabando para los seres de la noche... la mayoría de los allí presentes fueron asediados por las ratas.