Partida Rol por web

-Buenas Noches, estaba esperando la situación propicia para reunirme contigo a solas, supongo que ya habrás hablado con Lissandra y estarás al corriente del giro de acontecimientos. De todos modos creo que será mejor que hablemos en un camarote. solos y alejados de oídos indiscretos.-Krampus mantuvo la sangre fría, no creía tener necesidad de la temer a la assamita; al menos no en aquella ocasión. De todos modos quería que fuera ella la primera en hablar para poco a ir poder ir rascando y averiguando los términos que había pactado con Lissandra.

No os preocupéis mi ferry es honrado no subiría precios y menos a gente decente. Digo cuando me habla de ello.

Las bodegas mm no sé luego me pasaré a ver si pasó algo.

Escuché la conversación de Zarza y Gaia mientras seguía observando los detalles de la nave en la que nos encontrabamos. Cuando comenzaron a ponerse nostálgicas me acordé de Brooklyn, de su vida, su ambiente... Llegué a Europa acompañando a Aguilar hacia algunos meses y desde entonces todo se convirtió en un caos. Fue ahí cuando me pregunté si volvería a ver las calles de Nuew York alguna vez.  Entonces Zarza dijo algo que captó mi atención; escuchó algo raro en las bodegas. Cuando Martin dijo que se pasaría más tarde no pude evitar preguntar.

- ¿A qué te refieres con algo raro Zarza?- Pregunté con un tono curioso. No sabía si ellos serían los únicos vástagos que viajaban esa noche en la embarcación

Asiento confirmando las sospechas del Nosferatu. Lissandra me mantuvo informada en la medida de sus posibilidades.

Salimos del bar y lo conduje al camarote más cercano eludiendo miradas indiscretas. Tenía el mapa del ferri memorizado por lo que avancé firme y segura de mí misma.

Abrí la puerta del camarote y le hice un gesto para que entrara. Una vez en el interior y para evitar confusiones abrí la boca. Pudo ver la ausencia de la lengua en la cavidad bucal además de unos caninos largos y muy finos.

No podía hablar pero podía decir "sí" y "no" acompañado de algunos gestos.

Krampus la acompañó de forma discreta, sin llamar la atención ni hacer aspavientos. Entró en el camarote calmado y buscó el típico blog de notas con la publicidad de barco para que a Idona le fuera más fácil escribir. A las malas le dejaría un teléfono móvil si no encontraba.-¿Lo de la lengua a si Totemtaz? Empiezo a pensar que es un cabo suelto que habrá que acabar cerrando, sabemos que va a reunirse con el Tremere. ¿Es tú labor acabar con el Tzimitce tras la reunión? De no ser así me gustaría saber cual es tú función en Londres, para evitar pisarnos. Toma este es mi nuevo número de teléfono, si me pasas el tuyo podremos comunicarnos si hay necesidad.-Krampus se sentó pesadamente como si estuviera abatido.-A estas alturas ya sabrás que vamos a darle al Viejo con todo lo que tenemos, desde varios frentes: granjas de sangre, Transaxa, dinero y sus asociados a sueldo. ¿A qué departamento te ha asignado Lissandra? Si tienes que eliminar tú a los objetivos estratégicos yo te pasaré la lista.

Me sabe mal lo de la lengua, creo que cagarse en el mensajero siempre es un error. Si te puedo ayudar en algo o tienes alguna pregunta que hacerme intentaré respondértela lo mejor posible. Y aunque pueda sonar algo estúpido, gracias por dejarme salir con vida en aquella ocasión. Se que no era nada personal, vuestro clan es el mejor en lo suyo, me siento mucho más tranquilo teniéndote de mi parte que no como rival. Sino fuera así a estas alturas ya estaría frito.-Krampus le tendió la mano en señal de agradecimiento, se notaba la tristeza en su voz aunque no tuviera nada que ver con la situación actual. Iona no era más que otro peón en aquel macabro juego llamado Yihad, por tanto Krampus no le guardaba rencor alguno. Las cosas eran como eran y solo con la muerte del Viejo llegarían a su fin.

-¿Lo de la lengua a sido Totemtaz?- Niego ligeramente con la cabeza -Empiezo a pensar que es un cabo suelto que habrá que acabar cerrando,- subo los hombros. No me importa -sabemos que va a reunirse con el Tremere. ¿Es tú labor acabar con el Tzimitce tras la reunión?- Niego -De no ser así me gustaría saber cual es tú función en Londres, para evitar pisarnos.- No respondo. Me quedo seria mirándolo. -Toma este es mi nuevo número de teléfono, si me pasas el tuyo podremos comunicarnos si hay necesidad.- Cojo el número. Lo observo, se sienta.-A estas alturas ya sabrás que vamos a darle al Viejo con todo lo que tenemos, desde varios frentes: granjas de sangre, Transaxa, dinero y sus asociados a sueldo.- Asiento -¿A qué departamento te ha asignado Lissandra? Si tienes que eliminar tú a los objetivos estratégicos yo te pasaré la lista.- Arrugo el entrecejo y niego con la cabeza. Dibujo una "L" con el pulgar y el índice de mi mano derecha. Poso la izquierda en mi pecho. Junto las dos manos como puños y las separo. La relación entre Lissandra y yo ya no existe.

-Me sabe mal lo de la lengua, creo que cagarse en el mensajero siempre es un error. Si te puedo ayudar en algo o tienes alguna pregunta que hacerme intentaré respondértela lo mejor posible. Y aunque pueda sonar algo estúpido, gracias por dejarme salir con vida en aquella ocasión. Se que no era nada personal, vuestro clan es el mejor en lo suyo, me siento mucho más tranquilo teniéndote de mi parte que no como rival. Sino fuera así a estas alturas ya estaría frito.- Asiento.

Me señalo la lengua y dibujo una "S", "E", "T" dejo de mover las manos cuando lo entiende "Seguidores de Set". Abro la boca y me acerco a él para que vea que la superficie de donde debería emerger no hay ni rastro de ella. Entonces le muestro una escena "cortan una mano", "cortan piel del antebrazo", "ponen tu misma piel sobre el muñón de la mano", "la mano jamás te volverá a crecer. Nunca". Me señalo la lengua indicando que eso es lo que me hicieron.

Pongo una mano sobre el hombro de Krampus pero niego con la cabeza. En mi mundo lo hay lugar para camaradería, ni para amistad o cualquier relación que implique la compasión. Lo miro con firmeza. Poso mi mano en su pecho, pongo mi mano en mi pecho, las junto indicando una dirección. ¿Qué dirección? Hago el gesto de cortar el cuello y señalo hacia arriba, a la cúpula, al que maneja los hilos. Repito el gesto de señalar hacia arriba y me señalo la lengua. No me mueve un contrato, para mí es una venganza, es personal.

Miré a Nicholas y me encogí de hombros. -Seguramente no sea nada. Martin tendrá algún tocapelotas a bordo. A veces los camioneros se emborrachan y la lían en los ferris.- Alzo las manos. Miro en la dirección en que se ha marchado Krampus. También me apetecería estar sola, pero no en un lugar como este. Ya tendré tiempo de hacerlo en Londres.

-¿Llevas mucho tiempo haciendo esto, Martin?- le pregunto esbozando una sonrisa.

Cuando Krampus notó que Idona se separaba y se sentaba hizo lo mismo, de momento la Assamita se hacía entender aunque le Nosferatu le dejó cerca el blog, para alguien como ella debía ser una humillación muy grave rebajarse a eso para comunicarse. Suspiró profundamente símbolo de lo humano que era el joven vástago, luego apoyó los codos sobre la mesa cruzando ambas manos y apoyando la barbilla sobre ella.-No entiendo porqué precisamente el Sindicato te ha hecho esto ¿sabes qué papel juegan ellos en todo esto?.- Krampus puso la mano sobre la mano de Idona y la miró a los ojos no con tristeza, ni compasión sino con respeto.-Nuestra intención es acabar con el Viejo cuando cortemos todos esos cabos él correrá a esconderse al lugar más seguro que conoce y nosotros estaremos esperándole allí. Se que esto es algo personal para ti, pero en parte te debo la vida, y Lissandra me la debe a mi. Se que con mi teléfono podrás rastrarme por eso te lo he dado, el contrato que te propongo es sencillo. Cúbrenos las espaldas a mi y a mi coterie hasta que llegué el momento final, si aceptas yo me ocuparé de que Lissandra de devuelva la lengua y podrás acabar con el Viejo lo que te plazca. Puedo entender tú deseo de venganza y haré cuanto esté en mi mano para que te la puedas cobrar en persona.-aquel trato y aquel contrato era totalmente innecesario, pero Krampus era de los que devolvían los favores. No lo hacia por compasión, lo hacía por honor pues sabía que los Assamitas gustaban de esa practica. Ambos buscaban un objetivo común, él conseguía la mejor protección para los suyos y podría restaurar el "honor" de Idona sin ofenderla; ofreciendoselo como un pago por un servicio dado.

Observo al nosferatu no acostumbrada a que los vástagos en torno a mí se muestren con esa naturalidad. Permití que pusiera su manos sobre la mía. Mi piel pálida oliva contrastaba con su blancura mortecina. Callé a su pregunta sobre el ministerio, la causa era el viejo, el desenlace fue la mutilación. Lo que hubiera en medio era secundario.

Asentí cuando Krampus explicaba su relación con Lissandra, afirmé cuando me habló de un nuevo contrato. Pero salté horrorizada apartándome de él cuando propuso que la Tzimisce me devolviera la lengua. Negué con la mirada, negué con el rostro, zanjé con el gesto de mis manos.

Sin embargo, me serené. Él no estaba familiarizado con la filosofía assamita, con mi forma de pensar y carecía de sentido propiciar una situación en la que tuviera que explicar ese tema. Así que di un paso y asentí de forma general, pero me señalé la boca y negué solemnemente. Podía ser una sombra que garantizara seguridad, sin más. No hablar de los pormenores era una ventaja, me daba libertad de acción para cumplir el objetivo. Luego, llegado el momento, daría el golpe de gracia. Sin embargo, el pago que ofreció Krampus no era, ni por asomo, moneda que pudiera tener en mínima consideración. No.

"Seguridad para tu coterie a cambio del golpe de la destrucción de El Viejo por mi mano"

Escribí en el blog y señalé la última parte con énfasis. Por mi mano. Tenía muy claro en mi cabeza qué pasaría si ellos incumplían su parte del trato.

La reunión ya estaba durando demasiado, no quería que los demás le echasen de menos y él no terminaba de comprender el porqué Idona quería seguir estando mutilada, sin embargo era su decisión. El joven Nosferatu creía saber lo que aquello significaba, sin embargo la seguridad de los suyos era lo prioritario. Le ofreció la mano a Idona para cerrar el trato y le pidió su teléfono, así le podría enviar mensajes en caso de apuro. Se despidió apresuradamente para volver dando la vuelta completa al barco para reencontrarse con los suyos.

Gaia escuchaba las palabras de Zarza mientras miraba el mar, a la gatita el agua no le agradaba mucho, y por sus palabras, a la amiga de Krampus, no sabría decir si le gustaba o no, empleando un vocabulario tan complicado que no sabía interpretarlo - ¿Te gusta entonces el mar o no? - Simplicidad en su forma de hablar, ¿Por qué aquella criatura no decía un claro sí o no? 

- Si cada paso que damos te hace sentir libre, entonces es que vas por el camino correcto - Dijo la hembra mirando a Krampus, el cual parecía no estar interesado en charla alguna, mientras que la mirada intensa y verde de Gaia recorría el cuerpo de Kresse, el dueño del ferry con curiosidad - Hay ruidos abajo - Confirmó la gangrel apoyando a Zarza, aunque cuando Nich se interesó por el problema, la hembra se agarró a su cintura rompiendo, como habitualmente, la distancia que les separaba - No te preocupes, ya sabes que YO cuido de TI... - remarcó mucho las palabras de hembra dominante, algo que cada cierto tiempo le divertía hacer - No te preocupes, no va a ser nada que deba preocuparnos y menos si no le reocupa a él... - comentó con una sonrisa, soltando a Nich y aproximándose a Kresse la hembra le olisqueó, esperando que respondiera la pregunta de Zarza.

Me encojo de hombros. Ya se sabe la gente que se toma unas copas de mas a veces da problemas. sonrio. Pues llevo unos años si. Se puede hacer algo repetitivo o rutinario, pero es como un nuevo viaje cada vez, una aventura no sabes que pasara. Es lo que tienen los gangrel.-le respondo a zarza

Despues cuandlao veo a la gangrel olisqueandome. Eres un poco canida? oliendo buscando si la persona es de confianza o no?seguramente huela a mar y a otras cosas

Gaia ladeó la cabeza cuando dijo aquel tipo que cada viaje era una aventura, sobre todo si había gangrels, o al menos lo interpretó la hembra de aquella manera, al fin y al cabo solía entender los que quería o le convenía.

- Somos muy previsibles como clan. Si nos tocas las narices hay fiesta, si no, hay tranquilidad - respondió encogiéndose de hombros - ¿Cánida? Oh no, soy más felina, los canes son demasiado amistosos, están cómodos entre extraños... Yo no soy así, soy más... - Volvió a olerle, intuía que le incomodaba y eso le hacía gracia - Desconfiada... - Y no tenía reparos en decirlo abiertamente - Sí hueles a mar, pero esas otras cosas que dices... ¿A qué será? ¿Almizcle por haber tenido sexo? ¿Restos de alcohol en tu sudor? ¿Drogas o sangre que hayas tomado? - Parecía que bromeaba, pero la realidad es que Gaia caminaba rodeando al varón, sin quitarle su mirada verde de encima, calibrando qué podía averiguar de él por su porte, palabras y olor - ¿Qué tienes pensado hacer cuando nos dejes en el puerto?... - Mostraba curiosidad.

Borré la sonrisa del rostro repentinamente. Agaché la cabeza y me agarré el brazo izquierdo con el derecho. Incluso pareció que me hundía sobre mí misma soportando el peso de mis desgracias. Recuperando aquel rol con el que más cómoda me sentía, con el que más me ignoraban.

Martin me había visto así al embarcar y con una actitud más normal en un vampiro justo tras el despertar. Aquello le daría qué pensar.

Idona aceptó tu mano tras intercambiar números de contacto. Saliste del camarote y diste el rodeo. Para cuando el resto...

Gaia daba vueltas al señor Kresse oliéndolo sin disimulos. -Sí hueles a mar, pero esas otras cosas que dices... ¿A qué será? ¿Almizcle por haber tenido sexo? ¿Restos de alcohol en tu sudor? ¿Drogas o sangre que hayas tomado?- Comentaba la Gangrel mientras Krampus aparecía por el otro lado tras su paseo por cubierta.  ¿Qué tienes pensado hacer cuando nos dejes en el puerto?... - fue lo último que preguntó Gaia.

Nicholas se mantenía distante, en un segundo plano. Zarza estaba más cerca con su habitual actitud abatida y temerosa. Martin parecía divertido con la actitud de Gaia.

-Colonia, tabaco, sudor de otro, grasa de motor (del barco), moho, humedad, sal...- Olores que ya habías captado en el barco. Sin embargo no huele a armas, drogas o sangre. Nada que pueda resultar, a vuestros ojos, sospechoso. Es un ferri que opera en una ruta concurrida. Podéis ver las luces de cinco barcos más en torno a vosotros por lo que, cuando transporta algo de contrabando, extrema las precauciones.

Te llama la atención que, en su ser, huele a algo parecido a los Gangrels, algo muy familiar, como un primo lejano. Es como si no fuera Gangrel pero oliera a uno o quizá como si fuera un Gangrel extranjero, extraño... Recuerdas que Raider te habló de que, dentro de los clanes había sutilezas que diferenciaban a un grupo de otro. Algunos vástagos lo llamaban "Líneas de Sangre" -¿Sería Martin Kresse de una línea de sangre Gangrel distinta a la tuya?-  

- Me eres familiar Kresse - Dijo ella después de haberle olisqueado - Eres de otra Línea de Sangre... ¿Estoy en lo cierto?... - Su mirada felina se fijaba en él con interés, aunque estaba demasiado callado, tanto que no estaba segura de si él deseaba mantener aquella conversación con ella, quizás era de los que preferían mirar el mar - Quiero bajar a tierra... Jamás debería haberme alejado tanto de casa... - Impaciencia.