Partida Rol por web

Munchen: Nächte von Blut

Un nuevo poder.

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24/08/2013, 20:16
Cliente A

El hombre atiende, aunque su cara al principio es poco amistosa, pero cuando le propones el segundo plan, un brillo de ambición pasa por sus ojos y sonríe.

- Muy bien, esa es muy buena idea. Aunque no será necesario pedir un préstamo. Espero tenerlo todo en 24 horas. Mañana recibirá sus honorarios.

El cliente se levanta, dispuesto a marcharse.

- Ha sido una velada formidable. Es un hombre estupendo, una compañía enriquecedora. ¿Le gustaría quedar mañana? Para después de cenar, mejor, no vaya a hacerle una jugarreta de nuevo. Pero esta vez no para los negocios, para algo más informal. ¿Qué le parece?

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25/08/2013, 12:22
Wilhem Krauser

Wilhem sonrió, su cliente estaba complacido, eso era lo fundamental en su negocio. Luego le propuso quedar al día siguiente, en principio, Krauser no tenía planes, así que aceptaría. El señor "A" podía ser sumamente interesante para su futuro y su cuenta bancaria.

- Me parece perfecto, caballero. ¿Conoce el After-Night? Es un local muy céntrico al que suelen acudir profesionales liberales tras su jornada laboral. Es un sitio tranquilo donde podremos tomar una copa y charlar sobre diversos temas.-

dijo el abogado, proponíendole un lugar para la reunión informal.

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27/08/2013, 15:51
Cliente A

El hombre asiente y sonríe.

- Allí nos vemos, después de cenar. A las 10:30 es buena hora. Que descanse.

Te da un apretón de manos y se dirige a la puerta de la entrada.
 

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27/08/2013, 22:06
Wilhem Krauser

- Muchas gracias, caballero, no quedará defraudado por mis servicios.-

dijo Wilhem a modo de despedida. Tras el apretón de manos, vio como el hombre se marchaba.

Krauser reflexionó, un asunto sumamente interesante, con una OPA de por medio y empresas extranjeras implicadas. Una solución de alto nivel para un problema complejo. Estaba satisfecho.

Recogió los cubiertos y los fregó, luego se fue a dormir.

El día siguiente: rutina. Desayuno-trabajo-comida-trabajo-cena. Luego se dispuso a ir al After-Night, el local de moda entre los profesionales de élite. Entró en el establecimiento y se sentó en un apartado -una mesa y dos sillas dispuestas en un rincón que otorgaban cierta intimidad- y esperó al señor "A" mientras se tomaba una copa y escuchaba la música.

No tardaría en llegar.

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29/08/2013, 20:26
Cliente A

El hombre llega más que puntual. Clavado a la hora aparece por la puerta del local, pregunta al recepcionista y éste lo lleva ante ti. Por el camino no deja de fijarse en todo el lugar, en cada detalle.

Cuando llega a la mesa te da la mano y se sienta.

- Buenas noches, Wilhem. ¿Le importa que le tutee? Nunca había estado en este local. No esta mal para el estandard. ¿Ha visto ya su paga? Espero que le satisfaga.

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30/08/2013, 16:05
Wilhem Krauser

Wilhem estrechó la mano de su cliente, ahí estaba.

- Claro, puede tutearme si lo prefiere.- le dijo al hombre.

Aquéllo prometía, no parecía un cliente de visto-y-no-visto, daba pie a pensar que podría iniciarse una más que interesante -y lucrativa- relación profesional entre el abogado y el empresario. Wilhem sonrió complacido ante la idea.

- Sí, he visto mi cuenta, una más que generosa minuta, por la cual le estoy muy agradecido.-

le contestó. Una suma de cinco cifras, no estaba nada mal para rendondear sus cuentas y tener un año más que productivo. Incluso podría darse algún capricho.

-¿Qué tal va ese proyecto de OPA?-

le inquirió para iniciar la conversación y romper el hielo.

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31/08/2013, 16:58
Cliente A

. Va bien, va bien, Wilhem. Mi gente trabaja rápido y seguramente lo tengan solucionado todo en unas semanas.

La conversación comienza con la charla banal habitual, que no dura mucho, pues ya os habíais puesto al día la noche anterior. Hay un breve silencio mientras bebéis, pero no parece incomodar a tu acompañante. Más bien parece que lo está provocando.

- Quiero conocerle algo mejor... Me resulta fascinante su carrera y creo que es un hombre prometedor. Pero me gustaría saber cuales son sus más altas ambiciones. - Te mira directamente a los ojos y un ligero escalofrío te recorre el cuerpo. - Y sea sincero.

Parece que esté preguntando a tu alma, y extrañamente te sientes tentado a contárselo.

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01/09/2013, 15:20
Wilhem Krauser

Lo que en principio parecía una simple conversación de negocios había iniciado otros derroteros, más profundos y complejos, que a primera vista sorprendieron al abogado. Sus más altas ambiciones, preguntaba el Señor "A".  Wilhem pensó un instante mientras escrutaba a su interlocutor: un tiburón de los negocios, un depredador del libre mercado, un triunfador, a todas luces. Decidió contarle la verdad, aquél tipo le caía en gracia.

Krauser sonrió antes de contestar.

- Lo más alto - dijo mientras señalaba el techo con el índice de la mano derecha y tomaba un sorbo de su whisky.

- No me conformo con el dinero, la clase social ni el respeto de mis oponentes. También quiero el poder. Influencia directa sobre quienes mandan en realidad, es decir, las grandes empresas y los grupos de presión, que son quienes controlan los hilos tras el escenario. ¿Qué le parece esa respuesta?-

le dijo sin perder la sonrisa. Luego repuso:

- Esa pregunta da pie a múltiples cuestiones, las metas personales de cada uno, una reflexión sobre el ego particular de cada cual o la estructura de poder en nuestra sociedad más allá de lo que intentan vender a la masa los medios de comunicación.-

 

Notas de juego

la cosa se está poniendo realmente interesante xD!

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04/09/2013, 19:44
Cliente A

El hombre sonríe, pero esta vez con complicidad. Es como si esperase esa respuesta o quizás, como si le gustase.

- ¿Las grandes empresas? ¿Los lobbys? Amigo mío, eso no es ni la punta del iceberg. - Se le escapa una risa algo burlona. - La mentira es mucho mayor de lo que pueda imaginar...

Da un par de tragos a su copa, terminándola. Se levanta y se atenaza el traje.

- Voy al servicio, luego querría enseñarle algo. Le esperaré en la salida.

Y tras una última sonrisa, se va.

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05/09/2013, 15:09
Wilhem Krauser

Al parecer, el señor "A" contaba con información de primera mano sobre la realidad socio-económica del país. Lo suficentemente importante como para desdeñar a las grandes empresas y los grupos de presión. La cosa se estaba poniendo realmente interesante para el abogado, al que se le podían abrir muchas puertas si cultivaba aquella relación profesional.

Wilhem sonrió mientras su cliente acudía al servicio y terminó su copa. Luego se dirigió a la salida donde se dispuso a esperar al señor "A".

Quizás le presentara a las personas adecuadas para seguir progresando dentro de la élite. O eso esperaba Krauser.

Un hombre sumamente curioso, un auténtico triunfador, según parece. Veremos qué quiere enseñarme...

pensó Wilhem intrigado, mientras veía entrar y salir a los clientes del After-Night.

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08/09/2013, 17:02
Cliente A

El Señor A llega al momento y, con un gesto de la cabeza, te invita a seguirle. Salís del After-Club y a apenas un par calles, un coche sale de un parking privado. Es negro, con el cristal tintado. Largo, aunque no del tamaño de una limusina. Es más bien como los coches oficiales que llevan los ministros.

El vehículo frena enfrente vuestra y un hombre, de piel oscura, vestido con uniforme, sale de la puerta del conductor y abre la trasera. "A" te invita a pasar primero.

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08/09/2013, 21:05
Wilhem Krauser

Wilhem observó el vehículo, alta gama, color discreto y cristales tintados. Se preguntó si era un vehículo oficial, dado que tenía todas las papeletas de serlo, sobre todo tras aparecer el conductor vestido de uniforme y abrirles la puerta.

Muy ceremonioso todo, con clase.

El abogado entró en el interior del coche y esperó a que entrara el señor "A". Las expectativas de aquel encuentro estaban el alza, Krauser ardía en deseos de saber qué quería enseñarle su cliente. Algo importante sería.

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09/09/2013, 17:13
Cliente A

El coche recorre un buen trecho. Avanzáis por una de las vías principales, con el Jardín Inglés a vuestra derecha. Por el camino, tu acompañante se mantiene en un silencio solemne.

El vehículo se detiene y el hombre te invita a salir cuando el chófer os abre la puerta. Estáis frente al segundo edificio más alto de Munich: las Highlight Towers. Dos torres de 126 y 113 metros unidas por un pasillo exterior de cristal. Un edificio donde se encuentran algunas de las empresas internacionales más importantes del mundo.

El señor A avanza hasta el edificio y entra. Hay un portero y un recepcionista, pero le dejan pasar con solo mirarlo. Lo sigues hasta un ascensor y saca una tarjeta que inserta en la ranura correspondiente, pulsando un piso. El último.

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09/09/2013, 21:54
Wilhem Krauser

Fiuuuuuuuuuuu!!!! este tipo debe ser la créme de la créme, ningún mindundi de medio pelo tiene un despacho aquí arriba.

pensó el abogado mientras acompañaba al señor "A". Estaba realmente intrigado, si bien no puso en conocimiento de su interlocutor sus dudas y aspiraciones. Quería ver qué le enseñaba, debía ser realmente importante, si no, no lo hubiera llevado al centro neurálgico de la economía y el poder de la ciudad.

Wilhem estaba muy satisfecho, con sus buenos servicios se había ganado -aparentemente- un aliado sumamente poderoso que quizá le abriera nuevas puertas.

Notas de juego

vamos allá!

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11/09/2013, 10:03
Cliente A

El ascensor se para en la última planta, la número 38. Las puertas se abren, dejando otra de metal con una cerradura magnética. El hombre saca unas llaves, se gira un momento para sonreírte, y abre la puerta.

La puerta se abre directamente al despacho... bueno, si se le puede llamar así. Es prácticamente una casa al completo. La sala por la que entráis es gigantesca, con dos televisores, sofá, bar, billar... y jurarías escuchar los ruidos familiares de un jacuzzi más allá. El Señor A enciende unas luces tenues y avanza hacia la pared, formada por planchas de cristal negro translúcido.

Bajo tus pies se arrodilla la ciudad de Munich al completo. El hombre descorcha una botella de vino y sirve dos copas. Te pasa una y se queda observando el panorama.

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11/09/2013, 12:18
Wilhem Krauser

Menudo lugar tenía el cliente, en principio parecía un despacho pero era prácticamente un apartamento, con jacuzzi y todo. Le daba sopas con ondas a la vivienda del abogado. Krauser sabía reconocer a un triunfador cuando lo veía y el señor "A" lo era fuera de toda duda.

Wilhem recibió la copa de vino y lo probó, juraría que era un Rioja, cosecha especial. Como no podía ser menos, el cliente tenía unos gustos exquisitos. Al nivel de su despacho.

- Unas vistas realmente increíbles. Supongo que la gente que vale la pena suele mirar a su alrededor desde estas alturas-

comentó el abogado.

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13/09/2013, 11:02
Cliente A

Al hombre se le escapa una risa ante tu comentario.

- Tienes buen ojo, Wilhem. Y buenas ideas.

Con un movimiento del brazo, abarca las vistas de la ventana.

- ¿Ve todo esto? Observe a la gente paseando a última hora de la noche. Intentando llenar su vida con lo que ellos consideran placeres y que apenas les duran segundos en su esclavitud. Mire, y dígame. ¿Qué ve?

Y como antes en el After, el Señor A te observa penetrando hasta tu alma.

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13/09/2013, 14:51
Wilhem Krauser

Wilhem reflexionó unos instantes, el cliente quería saber su opinión sobre la ciudad, la sociedad y el contexto en el que se movían.

- Veo al populacho moverse en un sueño de fin de semana, mientras siguen encadenados a sus hipotecas, hijos, trabajos... una existencia miserable que ni tan siquiera ven porque viven enganchados a la televisión, al alcohol o las drogas. Veo una sociedad corrupta, mediocre y con un futuro incierto. La verdad, me niego a participar de este suicidio colectivo que, personalmente, me sabe a poco. Yo quiero más-

le dijo con absoluta sinceridad al señor "A". En el fondo, el abogado sabía que pensaba como él.
 

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16/09/2013, 13:37
Cliente A

Una sonrisa lobuna aparece en su rostro y te vuelve a llenar la copa.

- Sabía que no me defraudarías, y no lo has hecho.

Se apoya en la ventana con la mano abierta hacia la ciudad.

- Hormigas... eso es lo que veo yo, hormigas. Pero ellas por lo menos saben lo que son, aunque no quieran admitirlo. Las peores son las que se creen superiores. Politicuchos de tres al cuarto, empresarios de multinacionales... No son nadie. Ésta ciudad, Munich... - En ese momento cierra la mano, como si atrapara el paisaje. - Es mía. - Se gira a ti, aún con la sonrisa en su rostro. - Y algunos ni siquiera saben que existo.

Se sienta en un sillón con terciopelo y te invita a hacer lo mismo a su lado.

- Bueno, al grano, Wilhem. Se que esperas algo más. Que sabes que no te he traído a darte la charla. Quiero que te unas a mí, pero antes, quiero que sepas qué significa eso.

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16/09/2013, 14:09
Wilhem Krauser

Se estaba desarrollando una conversación de alto nivel, sociedad, política, economía... una visión realista del contexto en el que se movían Wilhem y el señor "A", por brutal y descarnada que fuera. El abogado sonrió torcidamente cuando el cliente le propuso unirse a él. Lobbys, grupos de presión, empresas de alto calado... el señor "A" decía tener la ciudad en sus manos, el abogado quería saber cómo, exactamente.

- Usted dirá-

le inquirió, realmente interesado, Krauser.