Partida Rol por web

Ainia se quedó retirada del resto viendo como Rain se acercaba y hacía el comentario de Yoda, lo que a otros compañeros pareció hacerles gracia y a ella no tanta. Al escucharlo se cruzo de brazos y adoptó una posición malhumorada refunfuñando para sí misma –deberíamos ser cuidadosos, estas cosas solo nos ponen en peligro.

Cuando Brok desenvainó la espada, Ainia a pesar de la distancia instintivamente retrocedió un paso poniéndose en guardia por el sobresalto. –Si él atacara ¿Podríamos morir en realidad? Si en Matrix es posible, aquí puede ser que también. – ese mundo ya empezaba a parecerle menos de ensueño.

Conforme Brok envainó la espada de nuevo, ella volvió a su actitud de mal humor. Podían estar en serio peligro y el resto eran demasiado escandalosos y sus razas también eran un problema - no podían haber escogido simples humanos, no.- suspiró, no podía odiarlos, estaban juntos allí y de algún modo tenían que trabajar en equipo para llegar a la ciudad sin despertar desconfianzas.

Siguió con su mala actitud hasta que Yui pasó entre ellos, un poder le invadió y relajó, lo que le permitió escapar de su cabreo y poder escuchar las palabras de Zaira para comenzar a hacer cálculos – Sí, somos 11, un equipo de 5 y otro de 6, Navi se puede esconder fácil así que solo seríamos como dos grupos de 5 eso no llamaría la atención. Si los hacemos equilibrados y sin grandes incompatibilidades de raza puede funcionar. Podemos ir al mismo sitio pero con distancia por medio para que no puedan relacionarnos.

-Nosotros hacemos un grupo de cinco- dijo en un tono bastante seguro ladeando la cabeza-Zaira, Morduk, Umbra y yo. Son plazas fijas- contó con los dedos- tanque, dps cuerpo a cuerpo, dps a distancia y distracción social- en realidad no sabía qué cualidades tenían el bárbaro o la exuberante demonio con sorpresa pero tirar de estereotipos era bonito y gratis.-La última plaza es... variable o Zaira puede ceder su puesto y ser dos variables- le echó un ojo a Zaira-ahí ya no me meto.

Intercambió una mirada con Umbra. Separarse de ella no era una opción y Morduk era el rey de la cueva, no parecía especialmente torpe y era fácil presuponer que ganaba a cualquiera a fuerza bruta.

-No os ofendáis, pero no tengo intención de quedarme aquí en medio mucho más tiempo así que... voy andando y tal, para ir recorriendo camino, pienso mejor en movimiento y tengo muchas excusas que poner para justificar  que una de mi raza esté con seres inferiores...- Dijo haciendo un mohín de desprecio abierto y completamente visible para todos. Se había tomado una raza especialmente tiquismiquis con el tema de la variedad de especies y estar parada no iba a ayudarla en nada.-No iré deprisa, no quiero alejarme del todo antes de que hayáis tomado las decisiones que necesiteis- sonrió recogiéndose un mechón tras una de las puntiagudas orejas y se llevó las manos a la espalda mientras seguía la dirección que Yui y Morduk habían indicado, una como orientación y el otro a modo de pregunta.

La chica arisiana les dio un consejo y se fue con su monstruoso acompañante.El chico se concentró un poco en los que estaban allí y el barbaro y las demás. Encontró a Navi en la cabellera del barbaro, haciendo una extraña mueca con los mofletes ¿qué le había pasado a la hada?Antes de que pudiera decir algo a Navi o preguntarle algo, todos empezaron a hablar de como repartirse y tal. Pensaban aun como jugadores, como party y como un mnropg de esos... y dado que les faltaba ideas ¿porque no hacerlo así? Su destino sería el pueblo ese y buscar una taberna... como minimo tenían dinero pero no sabían las tarifas, esperaba que sí, que fuera suficiente. Suspiró al oir a Lym, había tardado poco en interpretar su personaje... la perfecta elfa dorada...

A él, mientras le dejaran ir con Navy, todo lo otro le daba un poco igua (más que nada porque era su conocida y amiga de hacía mucho tiempo):

-Si hacemos esas matemáticas, el segundo grupo queda bastante por el estilo... pero bueno, estás cosas podemos hablarlas mientras caminamos... ¿no? No tengo nada que objetar realmente, por mi, así ya esta bien...

El chico hizo una señal a la hada, para que viniera con él. Vamos que cargarla no le fuera a suponer un problema. Quizás deberían haber hablado más como hacer los personajes para que aquello no pasara... aunque no había manera de evitarlo, es decir, lo que había pasado, pasado estaba. Había parecido una buena idea, dar una sorpresa, así que los personajes eran un poco secretismo. Centrando un poco su atención a Navi:

-¿Navi que pasa?¿porque esa expresión tan... desafortunada? ¿que el guerrero y la chica japonesa te dan miedo?

La joven elfa contuvo la respiración y se puso en tensión en cuanto el caballero desenvainó su espada.  Por suerte, la mujer detuvo a tiempo la mano del guerrero. En un abrir y cerrar de ojos, la tensión se convirtió en una aparente calma. La sonrisa de la mujer no terminó de tranquilizar a Lym.

Ésta se dio cuenta de que tenía los puños cerrados, apretando con fuerza. Sus piernas se habían adelantado unos centímetros, preparadas para ir a la carga. Pero no fue necesario. Lymsleia dejó escapar silenciosamente el aire que mantenía contenido y trató de aparentar serenidad.

La conversación terminó y la pareja prosiguió su camino. Al pasar cerca, Lym notó como un escalofrío le recorría todo el cuerpo. Se giró en dirección a la pareja para contemplar sus espaldas que se alejaban. La elfa no sabía exactamente qué era aquello que acababa de notar.

Tampoco pudo indagar demasiado, puesto que una nueva conversación se abría en el grupo. Lym se colocó al lado de Ainia y escuchó.

"Creo que voy entendiendo el por qué se separaron los de mi raza con los elfos dorados" La actitud de Yenna le chocó a Lymsleia, quien incrédula observó la forma en la que se había expresado. No le gustó cómo sonó lo de "seres inferiores".

- No creo que sea buena idea separarnos, no sabemos dónde estamos y tampoco deberíamos perdernos de vista. Aún así, entiendo que siendo los que somos será muy difícil pasar desapercibidos, por lo que acepto la propuesta. Me parece que yo iré con el segundo grupo.

Cuando terminó, Lymsleia se tocó el cuello tras atravesar sus cabellos. Volvió a pensar en la misma sensación de antes, cuando la pregunta de Katsumoto hacia Navi le llamó la atención. Su intuición le dijo que Navi había experimentado algo parecido.

- Navi, tu también lo has notado, ¿verdad?

Morduk asintió y esbozó una ligera sonrisa antes de girarse hacia el camino que les habían indicado y a su vez escuchó lo que decía Yenna.

Las dos hembracas y el trabelo de las tetas bien puestas, al menos la vista la tendré entretenida -pensaba mientras cogía el rumbo y, al escuchar al rubio alzó la mirada y susurró algo para que el hada de su cabeza le escuchara- Creo que quiere que le hagas caso, vuela y apóyate en él, ¿mm? -y la dio un ligero toquecito con el dedo para que se pusiera en marcha. No es que a él le molestara, era que el otro chico parecía querer su atención un poco.

Cuando alcanzó a Yenna comenzó a hablar con ella- ¿Y qué tipo de guerrera eres? ¿Dos armas? ¿una arma? ¿escudo? ¿arma a dos manos? ¿a distancia?

¿Separarnos? ¿Ya? Jo...

La gente hablaba sobre qué grupo ir cada uno. No quería separarme. Teníamos que volver todos juntos a casa.

Miré a Lym.

- No sé lo que he sentido, pero no me gusta.

Todos empezaban a moverse, asi que me "desabroché" el mechón de pelo.

- Gracias Morduk. Suerte - Le di un besito en la frente y me dirigí, de nuevo volando, a velocidad caracol. Insconcientemente fui en la dirección de Katsu pero, cuando estuve enfrente suya, me paré para mirarle, aunque le retiré la mirada rápidamente. Me senté en su hombro.- No me pasa nada. Tonto- Dije en un susurro, sonrojada.

Cuando pudo sacudirse de encima aquella extraña sensación de atracción que dejó tras de sí la chica oriental, Alice volvió a centrarse en lo que decía el grupo. En general le pareció bien lo de separarse, en su cabeza la idea de terminar sola había empezado a tomar cierta forma, al principio le pareció una locura, pero, dado que estaban en un mundo que no era el suyo, tendrían que adaptarse a las "normas" de ese mundo, y una de las pocas cosas que ella sabía de la raza que había elegido era que se habían ganado con creces la enemistad del resto de razas porque hacía un porrón de años habían intentado aniquilarlos a todos y controlar Gaia.

Qué prepotentes esos Shamjin, claro que les habían bajado los humos dándoles de su propia medicina, lo que pasaba es que, aunque había pasado el tiempo y los siglos, la mayoría de las razas seguían viéndolos como enemigos potenciales y peligrosos. 

Menuda mierda. 

Y allí estaba ahora, en el propio papel que ella misma se había adjudicado: El bando contrario al de todos los demás.

Mientras cavilaba silenciosa sobre todo esto, se formó un grupo que se puso en marcha. Ni siquiera se sintió con ánimos de opinar al respecto de nada. Esperó a que la gente que quedaba comenzase a moverse, en la dirección que fuese, para seguirles. 

Se quedó tranquila, despidiendo con un gesto con la cabeza a la extraña pareja. No había tenido ninguna prisa en hablar con ellos, menos la tendría ahora. Cuando Zaira se giró propuso algo interesante.

-¡Hombre, eso me gusta!-comentó, conforme con la idea de no ser una panda de gallinas cloqueando y correteando de un lado al otro como pollos sin cabeza. Era gracioso, porque la chica rubia tenía alas en la cabeza y Zaira en la espalda. Cuando Yenna estableció el grupo, aplaudió brevemente.

-Nunca me fallas, me apunto al equipo molón-comentó sonriente, mirando a la tetona y al cachas-Además, somos tan guapos que a lo mejor nos tiran monedas solo por nuestra guapura. Y algo de beber no me vendrá mal tarde o temprano-bromeó mientras escuchaba al resto. Parecían conformes incluso.

Caminó detrás de Yenna. Literalmente, porque pasó sus brazos por la cintura de la elfa y la abrazó antes de soltarla para caminar a su lado, mirando hacia atrás.

-Entonces, ¿quedamos así? Damos una vuelta, recolectamos información y luego nos encontramos en la posada más barata que haya para pasar la noche y ponernos al día. Alguna quest habrá-luego miró a Morduk y señaló a Yenna con el pulgar-Machacacráneos, con sus propias manos. Es un buen truco, lo aprendió de mí-bromeó mientras caminaba animadamente. De todos, al parecer ella, aparte de Morduk y Ainia, era lo más normal y la que pasaría más desapercibida en la multitud. Perfecto.

Le eché una mirada asesina a Yenna.

-¿Pretendes librarte de mi? Si es así, dímelo directamente. No te molestaré. Tsk.-Mis palabras sonaban serias pero a la vez se notaba diversión en mi con ellas.

Luego comencé a andar-Pues a mi si mi ha gustado-Y lancé una mirada pícara hacia Navi antes de aligerar el paso hasta situarme a la misma altura que ellos pero con cierta separación, manteniendo la cabeza alta y la mirada en el horizonte. Aun que de vez en cuando los miraba de refilón.

El grupo empezó a caminar por el camino, mientras caminaban podían ver que según avanzaban cada vez había mas campos sembrados, la mayoría de los que había eran de arroz aunque había para diversos usos, también se podían ver algunos animales, como vacas, cerdos, aparentemente todos los animales eran bastante normales y las personas que veían trabajando la tierra iban desde personas con aspecto asiático a personas con aspecto occidental, todos campesinos y todos muy normales.

La caminaba no fue pesada pero sí que fue larga, tras una pequeña loma pudieron ver la ciudad Ye que les habían dicho, realmente la ciudad no era para nada un pueblo y era realmente inmensa, de la ciudad salía a cada lado una muralla de proporciones gigantescas, si alguno había visitado la Gran Muralla China sin duda le recordaría a esta, aunque la de su mundo debía ser la mitad de alta que esta, realmente la muralla era impresionante y quitaba el aliento y aparentemente la única puerta era la de la ciudad

La arquitectura de la ciudad recordaba sin lugar a dudas a una ciudad de la antigua china, sin embargo les llamo mucho la atención que había una gran cantidad de personas de diversas razas, había elfos, enanos, humanos de todas las etnias y algunos drow. Los guardias en la ciudad eran numerosos y no dejaban de mirar a todo el mundo, se notaba que era un lugar de paso y donde el comercio era muy prospero y común.

Algo que les llamo la atención es que había guardias tanto hombres como mujeres, y aunque similares los uniformes tenían algunas características diferentes, pero algunos iban a pie y otros a caballo, lo que si se notaba era que estaba realmente protegido aquel lugar.

-Lo de ganar dinero por ser guapa molaría...- admitió riendo por lo bajo al tiempo que asentía con la cabeza.

-Oh, perrrdona,¿librarme de ti ahora que puedo hacer esto?- se detuvo un momento para que Zaira la alcanzase y, cuando ambas estuvieron al mismo nivel ahuecó las manos y juntó el pecho de Zaira empujando ligeramente ambos senos-boinnnnggg.- se humedeció los labios mirándola casi espectante- que no, tonto, que era broma, no te meteré mano descaradamente- rodeó el cuerpo de Zaira con los brazos y, cuando hubo cerrado el abrazo, la dio empujoncitos breves contra sí diciendo "puchu puchu" cada vez que el cuerpo de ambas chocaban. La soltó y se echó a reír tan fuerte que pronto empezó a dolerle la tripa y a lagrimearle los ojos- aaahhh, qué grande...- inspiró bruscamente y se estiró- va, tengo que recuperar la compostura, que me he hecho una elfa estirada...

Apoyó las manos sobre las de Umbra cuando la abrazó y sonrió, de forma que se suavizó su expresión.

-Sí, creo que así...- echó un ojo a quien iba con ella- bueno, tenemos hueco para uno más.

Voy a arrepentirme de esto.

-¿Qué tal tu colega, Zaira? Psst, eh, ¡eh!, ¿Te vienes?- dijo tras girar sobre sí misma, manteniendo las manos a la espalda buscando el contacto visual con Rain-venga, no te quedes atrás que les entorpeces a ellos- guiñó un ojo y volvió a girar para seguir caminando al nivel de Zaira, Morduk y Umbra.

Rain había estado todo el camino hacia la ciudad un poco cabizbajo , habían hecho dos grupos y eso le parecía mal, separar algo siempre es mala opción ,además que no le habían nombrado, ahora se sentía un poco el raro del insti otra vez.

Ya sea en la realidad o en la fantasía …. Jo vaya mierda.

Pensó para si mismo, entonces contempló atónito la ciudad, era demasiado bella para poder apartar la vista, sus expectativas sobre ese mundo se acrecentaron ya que esperaba cuatro chozas y dos pulgosos balanceándose en unas sillas sentados a la sombra.

Mirad los guardias, debemos andar con ojo aquí…., entonces no pudo evitar oír un “puchu puchu” y ver botar las gemelas de Zaira, levanto una ceja y se quedo embobado con ese movimiento hipnótico, hasta le costó prestar atención a las palabras de Yenna.

Yo al grupo chachi? En serio???, dijo sin poder creérselo y dando saltitos, Yo nunca he sido de un grupo chachi, bueno miento, cuando fumamos Zaira y yo eso era un gran grupo chachi o binomio chachi, bueno los dos chachis, mas bien los dos, bueno eso…. Gracias!!!

Levantó la mano esperando que alguien le diera los cinco. 

Ainia se quedó de brazos cruzados en silencio mientras se formaba el primer grupo, le importaba bastante poco con quien ir siempre y cuando fuera con Lymsleia, kyle era el único amigo que tenía allí y no se iba a ir sin él. A April también la conocía pero de coincidir un par de veces con amigos en común además que siendo un hada era difícil que se metiera en problemas.

Cuando ya empezaron a alejarse los otros por el camino Ainia miró a Lymsleia que convenientemente se había quedado a su lado, seguramente también esperaba ir con ella aunque no lo dijera abiertamente, habló para ella pero en voz alta para que la escucharan todos. -La elfa narcisista con su séquito "molón" y  escandaloso ya están en camino, sería mejor que empezáramos a andar antes de que se nos haga de noche. - hizo una pausa pensativa y miró a Alice de arriba a abajo- Deberíamos ocultarla de alguna manera... ¿alguien lleva una capa o semejante?... sino intentemos rodearle que no destaque mucho.

Subió ambos brazos agarrándose las manos para ayudar a estirar todo el cuerpo, se notaba mucho más fuerte que nunca.
-Hacer lo que creáis conveniente, yo por mi parte empiezo a andar ya o no llegaremos nunca.
Conforme empezó a andar echó una mirada hacia detrás, sería el grupo de los renegados pero le gustaba mucho más esa gente, al menos eran todos más prudentes. Al pasar la mirada sobre Lymsleia le sonrió levemente esperando que al menos ella le siguiera.
 

Morduk caminó a paso tranquilo y manteniendo el ritmo. Miraba hacia todos lados y no le apetecía mucho hablar, pues no sabía si quería que conocieran a su yo auténtico o aprovechar e intentar ser Morduk al 100%, con todo lo que conllevaba, que solía ser quitarse todos los "stigmas" que tenía desde pequeño por una cosa u otra.

Miraba a las dos chicas que le habían hecho el repaso y no pudo evitar negar con la cabeza cuando Yenna manoseó ligeramente a Zaira, ante lo que negó con la cabeza pues parecían estar más salidas que él, y eso, era decir mucho.

Al entrar en la ciudad, el bárbaro miraba hacia todos lados, intentando no ser el centro de atención de los guardias, pero al ver la diversidad de razas qeu había allí, se tranquilizó un poco, aunque tras el apunte de Rain, pudo darse cuenta de que esos guardias podrían ser un problema si se iban de madre en un momento u otro.

-Vale -se llevó la mano a la bolsita con las monedas para tenerla controlada, pues en los rpgs, los niños con manos hábiles rondaban por todos lados para quitar las monedas, y el de momento necesitaba un buen espadón o un hacha, o un arma grande en general con la que destrozar a la gente de un golpe- me gustaría intentar armarme antes de hacer nada, no quiero atiborrarme a bebida, pasar una noche brutal y luego no tener ni para un arma -comentó a sus acompañantes.

Yenna se acercó a mi y sin darme tiempo a reaccionar, me achuchó los pechos.

-¿P-pero qué...?-Pero entonces se detuvo y no iba a hacer ningún comentario, hasta que me abrazó y... "puchu puchu". Cuando me soltó, me dejé caer de rodillas como si no tuviese fuerzas para mantenerme en pie. 

"¿Qué...qué es esto que he sentido? ¿El...paraíso?" Miré mis senos interiorizando aquella sensación "Yay..."

Mientras, esta se estaba descojonando a mi lado pero me daba igual, ahora mismo no estaba en ese mundo. Y no fue hasta que me pregunto por Rain cuando desperté de mi sueño.

-¿Eh?-Pero ya se había dirigido a él.

Rain permanece con la mano en alto y cara de circunstancias in crescendo.

Al llegar a la ciudad, quedé un tanto asombrada por la gran muralla, así como por toda la gente que había. realmente debía ser importante aquella ciudad.

-Tienes razón Montaña, deberíamos antes que nada buscar cosas que nos deban ser útiles para sobrevivir en este mundo y tenemos presupuesto limitado. Yo miraría de buscar primero esas cosas. Me pregunto si encontraré alguna tienda útil. La verdad, no me veo llevando ninguna arma. tal vez algo pequeño como una daga, pero no más. Además que bastante puedo llegar a llamar la atención en algunos casos como para que una preciosidad como yo vaya armada y con estos ropajes.

Al entrar comencé a mirar a un lado a ver si algo le llamaba la atención

-Ah, que vosotros tenéis dinero- dijo Yenna algo incómoda porque Rain tenía la mano levantada y empezaba a parecer un niño pidiendo permiso para ir al baño.

¿Cuánto tiempo tardará en sentir el hormigueo de la falta de riego sanguíneo en la manita?

Suspiró y se acercó a él chocándola para que bajase la manita.

-Las alas te las guardas para las ocasiones especiales, ¿no?- preguntó a Zaira y se masajeó las sienes- tendríamos que habernos puesto de acuerdo para elegir raza, tsssshhhh... bien, vamos a mirar los hmmm precios o algo así- sonrió- sería más fácil no llamar la atención si estuvieses un poco más tapada, en la vida real serías carnaza de instagram- miró a Umbra y se cruzó de brazos-¿tú qué opinas? Tienes más habilidades o como quieras llamarlo para oír y lo que no es oír, ya sabes. Pagar con la visa de los cinco dedos.

Alice miró a Ainia cuando se refirió a ella, no resultaba agradable ser un elemento problemático, pero de nada iba a servirle quejarse, lo mejor sería aceptarlo y actuar del modo adecuado. Se tragó su orgullo y empezó a pensar. 

- La mujer, Yui, dijo que debería ocultar mi naturaleza, pero a parte de esconder las alas, no sé... - Se miró a sí misma, la oriental no había tenido el más mínimo problema en reconocerla, quizá los ropajes que vestía la delataran, o quizá fuese otra cosa, hubiera querido preguntarle, pero claro, eso hubiese sido una gran gilipollez y hubiera dejado en franca evidencia su total ignorancia, lo cual no les convenía. Suspiró, qué complicado iba a ser aquello - Lo de la capa estaría bien. O... Bueno, podríamos fingir que soy... una especie de prisionera, y por eso me lleváis con vosotros. 

No sabía si estaba diciendo una tontería, pero era una idea, si no estaba bien, pensarían otra cosa.

Navi no había sido la única en notar aquella descarga o lo que fuera. Lym no se quedó tranquila, pero nadie pareció darle importancia a ese cosquilleo. Si de verdad estaban en un mundo de fantasía, donde existían elfos, vampiros, demonios,  entonces, esa sensación, ¿podría haber sido algún tipo de descarga mágica?

Lym se estremeció con pensar en la magia. En su foro interno, la emoción por ver si estaba en lo cierto aumentaba cada segundo que pasaba. Era como estar viviendo uno de los sueños de todo aficionado al rol.

"Esto va a ser muy divertido".

La joven elfa observó la partida del primer grupo, mientras los seis restantes quedaban rezagados. Lym se aseguró de no separarse de Ainia, puesto que era la única que conocía del mundo del que provenían. La unión hacía la fuerza.

- Sólo espero que no se le suba demasiado a la cabeza.- añadió con voz serena y armoniosa.

El siguiente tema que trataron fue la condición de Alice, cuya naturaleza parecía no ser del agrado de los lugareños.

- La capa servirá. Actúa con naturalidad y todo irá bien. Si te sientes observada, no trates de hacer contacto visual. Sobre todo no nos pierdas de vista. No creo que sea buena idea fingir que eres una prisionera, eso llamaría demasiado la atención. Lo que necesitamos es pasar desapercibidos, dentro de lo que cabe.- Hizo una pausa.- Además, si es por necesidad, siempre podemos recurrir al tópico que somos amigos y compañeros desde pequeños, criados en lugares ajenos a nuestro mundo de origen y por lo tanto, ajenos a lo que ha sucedido al mundo.

Se dirigió a Alice con una sonrisa en la boca, seguido de un guiño.

- No te preocupes, todo saldrá bien. Vamos, hay que moverse.- Lym mantuvo la sonrisa en la cara y siguió la estela de Ainia, rumbo al pueblo.