Partida Rol por web

Tras dos meses de trabajo, tu equipo ha conseguido rastrear y localizar a Benjamin Wasserman, Agregado de la Embajada de EEUU y pariente de un conocido contratista de defensa. Además, es el lider de una red de pederastia que se dedica a secuestrar niños de las zonas rurales del país para... bueno, suponías para lo que era, pero cuando viste las imágenes, descubriste que era mucho peor. Nada de violaciones, nada de sexo: Se llevan a los niños a una nave industrial de las afueras y los ejecutan de un disparo. Sin motivo, sin razón aparente, sin ninguna emoción. Les disparan y los tiran. Tus hombres consiguieron una imagen del interior del pozo al que los arrojan, y aún tienes pesadillas.
Wasserman trabaja junto con dos hombres más a los que no habéis podido identificar. Es probable que los otros dos hayan salido del país, pero Wassermann no lo hará. La DI tiene claro que necesita eliminar a Wassermann y sus asesinos como gesto de buena fé para que un operativo pueda infiltrarse de varios grupos terroristas pro-palestinos que operan en la frontera. Y ahora, Wassermann está entrando en una de las iglesias cristianas del barrio de Burch Hamud, está sólo y tu tienes un arma y tres "Agentes Contratados" en el exterior, preparados para todo.

Pero primero, tienes que saber por qué, o temes que nunca más podrás volver a conciliar el sueño.

La Iglesia era otro edificio sin marcas distintivas. No tenía campanario: mayoría de los miranetes y torres de la zona habían sido derribados por los bombardeos o los tanques. A esa hora de la tarde, las sombras comenzaban a alargarse en la calle. El encalado blanco había dejado a la vista la piedra y el ladrillo de debajo, mostrando las heridas mal reparadas de años de guerras y conflicto. El interior estaba en penumbra, pero se adivinaba el altar al fondo y una figura arrodillada en medio del pasillo.

A la derecha, en un coche japonés 4x4, el Equipo 1 esperaba. En algún lugar en los edificios a la izquierda, apostado en un balcón con vistas a la calle y la puerta de la iglesia, el Equipo 2 cubría la ruta de escape. Todos estaban en su sitio.

Era la hora.

-Es la hora. Todos preparados. Que nadie se mueva hasta que yo lo diga.

Hablaba por el walkie, como siempre despacio y claro, transmitiendo seguridad con cada palabra. Ahora era mi turno. Mientras observaba la entrada de la iglesia, miles de ideas, imagenes y preguntas rondaban mi mente, pero me sentia satisfecha al saber que ya lo teniamos. Espere tranquila hasta que la misa termino, y cuando nuestro hombre estaba donde lo queriamos, acerque de nuevo el walkie a mi boca

-Coged a ese hijo de puta!

Dos ancianas armenias vestidas de negro salieron despacio del templo. Wassermann apareció poco después.

El Equipo 1 salió del callejón, detuvo el 4x4 junto a Wassermann y fue introducido limpiamente en el coche, sin timepo de que opusiera resistencia. Menos de 25 segundos, no estaba nada mal. El Equipo 2 permaneció en su puesto durante 15 minutos, asegurándose de que no había nadie siguiendo a Wassermann antes de retirarse.

La noche, indiferente, cayó sobre Beirut.

La operacion habia sido un exito, como cabria esperar. Siguiendo las ordenes, el detenido es llevado a un lugar secreto, a las afueras de la cuidad. Es una gran nave que se usa habitualmente para estos menesteres. Cuando llego esta perfectamente aislado en un cuartucho, atado y amordazado, asi que entro y me dispongo a charlar con el. me siento en una silla del reves, a lo poli malo, bien cerquita de su cara, le quito la mordaza para que pueda hablar y le pregunto

-Por que? Es lo unico que necesito saber

El hombre se revuelve en la silla, cubierto de sudor. Está todavía confuso, y muy asustado. Puedes percibir claramente el olor agrio de sus sudor.

- ¿Quién es usted? ¿Dónde estoy? ¡Esto es un error! ¡Soy agregado de la embajada de los Estados Unidos! ¡Tengo inmunidad diplomática! ¡Está cometiendo un grave error!

Sobre sus zapatos italianos destaca una pequeña mancha de sangre seca, minúscula, casi imperceptible, pero que atrae poderosamente tu atención. Cad vez que parpadeas, ves el fondo de aquel pozo cubierto de cal en la mancha, grabandose a fuego en tu cerebro.

Con la mirada fija en sus zapatos, suspiro despacio, haciendo gala de mi paciencia y autocontrol, para seguir hablando, mirandolo fijamente a los ojos, levantandome y caminando en semicirculo por delante de el, con pasos lentos y seguros

-Dejese de tanto teatro. Lo sabemos todo. Las naves a las afueras. Los niños. Los pozos. Ahogo otro suspiro, cerrando los ojos por un segundo, para despues mirarlo fingiendo una amable sonrisa. Pero no se preocupe, Benjamin... puedo llamarle Ben? No espero a que responda. Ben, no se preocupe, todavia puede salvar su trasero... Coloco bien la silla y me siento, modosita, entrecruzando los dedos, con los codos sobre las rodillas. Bien, Ben, cuentemelo todo y le prometo que todo esto se olvidara

Wasserman te mira sin comprender nada. Suda a chorros, pero lo que ves en sus ojos no es miedo, es confusión.

- ¿Qué? ¿Pero quién es usted? ¿Para quién trabaja?

Parece tranquilizarse a medida que las ideas pasan por su mente, y una arruga se le forma en el ceño. Se endereza en la silla. cuando vuelve a hablar, su voz es calmada, casi monótona:

- ¿Qué es lo que crée que sabe?

"Dios santo", piensa Wassermann, "no tiene ni puta idea de lo que está haciendo..."

Por supuesto, esperaba una respuesta como esa, asi que le miro de nuevo fijamente, dejando los paseillos, y empiezo a hablar. Esto no es lo reglamentario, este hombre deberia de estar muerto a esta hora, y yo no deberia estar enseñandole mi cara ni dandole datos, pero teniendo en cuenta lo que le espera, sigo sin miramientos

-Se que usted es Benjamin Wasserman, Agregado de la Embajada de EEUU y pariente de un conocido contratista de defensa, ademas de ser el cabecilla de lo que creiamos ser una red de pedrastia. Ahora que sabemos que era tal, sino que se dedican a matar niños sin mas... Lo he visto con mis propios ojos, y es algo que no se olvida facilmente. Ahogo otro suspiro, cerrando los ojos unos instantes. Muy bonito, si señor. Cree que se va a ir de rositas por ser quien es? Me acerco a su silla, apoyandome con las dos manos en los reposabrazos, acercandome a su cara, hablando pausada como siempre, intimidante. Pues no, Ben, no va a ser tan facil deshacerse de la Compañia. Asi que si tiene un minimo amor por su vida, hable ahora

- ¿Matar niños sin más? Dios mio... - Mira alrededor, intentando averiguar dónde se encuentra, para luego volver a mirarte fijamente a los ojos. - Hay gente muy importante detrás de esto, señorita. Gente que le dará una patada en el culo si nho me suelta ahora mismo. Hay cosas que usted es incapaz de comprender. Ni siquiera sabe lo que está haciendo. Puede arreglarlo ahora, suelteme antes de que sea demasiado tarde o si no...

Le miro mientras me habla, impasible, para terminar con una sonrisa de medio lado. Permanezco mirandole fijamente unos pocos segundos, sin decir nada, hasta que al fin me levanto de la silla y le arreo una ostia con la mano abierta, que seguramente suena mas de lo que duele, pero que sin duda duele.

-O si no que? Cree que le encontraran en este agujero? O tal vez en una fosa?

Y le miro de nuevo, calmada y seria

-Ben, mi culo esta a salvo de patadas, aunque no tanto el suyo. HABLE!, pongo enfasis en la ultima palabra, sin levantar la voz, acercando mi cara a la suya

Wassermann parpadea repetidamente, incrédulo. Ahora tiene miedo, lo ves claramente en sus ojos.

- Está loca, ¿me entiende? ¡Loca! ¡No sabe lo que hace! ¡Maldita sea, puta de mierda, suéltame o te juro que te arrepentirás! ¡No tienes ni idea de con quién estás tratando! ¡Soy un Agente del Gobierno de los Estados Unidos!

Forcejea con las esposas inutilmente.

"Tiempo... sólo algo más de tiempo, por favor..."

Asisto a los gritos del pobre desgraciado paseando, seria, aunque con una ceja levantada, esceptica. Hasta que suelto una carcajada sonora, y sigo hablando, despacio

-Asi que ademas de un asesino de niños es usted agente del gobierno... cuanto me alegro! Sepa que le espera la pena de muerte, con suerte, porque como no empiece a hablar deseará estar muerto. Me acerco otra vez por un lado, y le digo en bajito, muy cerca de su oreja, vamos, Ben, vendeme la informacion y prometo no hacerte mucho daño. Sigo paseando, pero ahora por detras de el, solo puede verme cuando llego a los lados

- Es... mierda, se está jodiendo a si misma. Van a acabar con todos ustedes metidos en una bolsa de plástico. Oiga, si me suelta, todavía podemos arreglaro todo...

En la mesa del fondo, donde descansan las posesiones de Wassermann, el teléfono móvil comeinza a vibrar. Wassermann se tensa y contiene la respiración. Casi puedes ver las ruedecillas de su cerebro girando, intentando encontrar una explicación, una excusa, lo que sea para hacerte perder más tiempo.

- Ya saben que estoy aquí. Si no contesto, sabrán que algo ha pasado, y vendrán a por ustedes. No sabe en que lío se está metiendo. Soy... soy agente de la CIA, máldita sea. Les valgo más vivo que muerto...

Sus últimas palabras no llegan a tener mucha convicción.

Dejo que el telefono suene. Cuando termina, tranquilamente lo cojo, le quito la bateria y lo dejo sobre la mesa de nuevo. Camino hacia la puerta, dando unos golpecitos con los nudillos, y le susurro algo al oido al guardia que el señor Wasserman no puede esuchar
-Que venga Peterson
Vuelvo hacia el hombre, con una sonrisa de oreja a oreja
-Ben, por favor, dejelo, usted no es agente de la CIA ni de ningun otro sitio, hagase el favor de dejar de decir estupideces y hable. Mi culo no es el que esta en juego, sino el suyo. Lo miro fijamente, y pongo gesto despreocupado. No crea que me importa que lo entienda, porque ahora mismito viene un amigo que se lo va a explicar muy bien. Me apoyo en la mesa, sentandome y cruzandome de brazos. Señor Wasserman, nosotros somos la CIA.Espero unos segundos para ver su reaccion, pero sea la que sea sigo, Y como vera, esto se esta poniendo muy pero que muy feo para usted... oh, y para su culo tambien... porque creame, van a acabar en la misma fosa... si por mi fuera... Vuelvo a caminar. Ben, tiene usted un angel de la guarda por ahi arriba, que quiere que viva. Y por eso todavia respira. Me acerco a su cara y le hablo mas despacio y profundo que en ningun momento. Hable, Ben, ahora que esta a tiempo, porque en menos de dos minutos, su tiempo se habra acabado

Cuando Peterson termina su trabajo, Wassermann está dispuesto a hablar. No volverá a poder caminar como antes, y se puede ir olvidando del tenis y de la mayoría de actividades que requieran esfuerzo respiratorio. Para lo que no existe rehabilitación es para lo que le ha hecho a su mente, a su voluntad.

Aun así, Wassermann se ha resistido mucho más de lo que esperabas, casi once horas de sangre y dolor. Casi como si... no, es una tontería. Ahora te contará todo lo que quieras saber.

Tras ver el estado en el que ha quedado el maldito desgraciado, me parece mucho para alguien que se suponia un autentico mierda, amparado bajo su cargo y su poder, sin agallas para enfrentarse a algo como esto

-Bien, señor Wasserman, ahora me va a contar lo que quiero saber, y es una unica y sencilla pregunta: Por que asesinan a esos niños?