Partida Rol por web

El abogado se encoge de hombros y hace memoria.

- No recuerdo nada especial en la conversación de aquella noche. Algún caso sobre el que le habían consultado en el colegio de abogados pero poco más. Nada importante.
 

Antón asiente mira a Felis. Si su compañero no tiene ninguna otra pregunta deberían volver ya a comisaría, no parece que Domenech sepa nada más.

Se me estaba acabando la paciencia. La noche anterior apenas había dormido bien y la falta de sueño estaba crispando los nervios.

Se quedó callado mirando al abogado. No tenía ningún motivo para sospechar de él, sin embargo mi instinto me decía que Domenech guardaba alguna información importante sobre Aureli y que por algún motivo no la estaba diciendo. Esperaba que ese motivo no estuviese directamente relacionado con su muerte, si fuese así, volverían a verse las caras.

- Sr. Domenech, usted es consciente de que ocultar información a inspectores policiales es delito, ¿verdad? Usted es abogado y seguro que conoce las leyes mucho mejor que nosotros.

Me levanto del sitio y me acerco dónde está sentado el abogado.

- ¿Está seguro que no recuerda ninguna información relevante respecto a Aureli o a la gente de su entorno?

Hago sonar más fuerte la palabra “entorno” de modo que en cierta manera, le incluyo en ese entorno.

El abogado se pone en pie francamente ofendido. 

- ¡Por supuesto que conozco las leyes! Y es mi intención desde el primer momento aclarar la muerte de Marcus. Si no fuera así no habría contactado con el Gobernador Civil para que reabriera el caso. Marcus no se pudo suicidar. Era demasiado religioso para eso. Era feliz. Algo pasó. Y ustedes están aquí amenzandome veladamente en lugar de buscar al causante de todo esto. Así que: ¡Tengan buena tarde, señores! 

Domenech camina a grandes pasos hacia la puerta, la abre violentamente y con un claro gesto os invita a salir  

Miro a mi compañero y sonrío.  "Vaya,  parece que hemos tocado hueso" pienso para mí. 

Me levanto de la mesa y voy hacia la puerta,  en frente de la puerta me quedo mirando al abogado. 

- En eso estamos de acuerdo Sr.  Domenech - saco un cigarro de mi bolsillo y lo coloco en mis labios - el Sr.  Aureli fue asesinado y nosotros buscamos al culpable.  No se olvide de quien son los malos aquí,  de acuerdo? 

Sin esperar su respuesta salgo del despacho y del edificio.  Comienzo a andar con Antón al lado.  Mi cabeza da mil vueltas,  sin saber por donde continuar. 

- Antón,  volvemos al edificio de Aurelio y hablamos con los vecinos? O volvemos a la comisaría? 

Antón siguió la actuación de Felis sin decir nada por si acaso les ayudaba a conseguir más información por parte del abogado, pero no hubo mucha suerte. Una vez fuera, frunció el ceño.

- Hemos avanzado menos de lo que me gustaría, la verdad. Creo que deberíamos reunirnos con Maiatza y Rivas, a ver si ellos han sacado algo en claro en la morgue. Personalmente me alegro de no volver a ver un cadáver como el de ayer...

Son las 17:00 cuando por fin os juntáis todos en comisaría. Os juntáis en una de las salas de reuniones, cada uno con una taza de café, y comenzáis a poneros al día de vuestras pesquisas.

Antón se deja caer en una de las sillas y remueve su café mientras se dirige a Gorka y Oscar.

​- ¿Qué tal con Rius? ¿Sacasteis algo útil hablando con el doctor? El portero no fue especialmente útil, me temo. Y el tal Manel es un abogado de 70 años que dijo no recordar nada fuera de lo normal la última vez que vio a Aureli.

Oscar lleva un rato sentado con los pies en alto y está doblando un papel en blanco, haciendo formas al azar y dándole vueltas en sus manos.

Pues es posible, pero no te creas que estamos muy convencidos. Resulta que hay una nueva víctima, si las puedes llamar así.

Les explico que el arquitecto Gaudí ha muerto arrollado por un tranvía y que tenía la misma cara que los otros cadáveres. Además comento de pasada que parece ser que un musulmán se lió a martillazos con la catedral diciendo que quería destruir "la roca que piensa". El musulmán fue arrestado, igual sigue en prisión.

Y por cierto, curiosamente la iglesia en construcción está justo en el centro del barrio donde han ocurrido todas las muertes, puede que sea el lugar fetiche del asesino o de lo que sea. ¡Igual el propio Gaudí tenía algo que ver!

Me mantengo cabizbajo, en cierta manera me siento frutado y cabreado conmigo mismo.

 - Le apreté un poco al tal Manel Domenech, pero no nos dijo nada el claro. Solamente sacamos en claro que eran muy amigos. Él fue quien llamó al gobernador para que presionara por aquí… y aquí estamos, dando vueltas por Barcelona.

Al escuchar a Oscar, levanté la cabeza… lo que acababa de decir tenía cierta lógica.

- El abogado también nos comentó que Aureli visitaba casi todos los días la iglesia… es posible que fuera a esa mole que están construyendo en el centro de l’Example. Y ese musulmán? Le podremos interrogar?

​- Deberíamos ir a ver si a alguien en la catedral le suena haber visto a Aureli. Si fue por ahí recientemente ya serían al menos tres personas dignas de investigación en un sólo edificio... Más de las que deberían en circunstancias normales - ​Antón toma un sorbo largo de su café antes de preguntar a Gorka y Oscar -. Igual el musulmán ese está aquí, en comisaría. ¿Cuándo decís que estuvo a martillazos contra la catedral?

Gorka, que ha estado callado hasta ahora, escuchando las conclusiones de sus compañeros, deja su taza encima del escritorio y se reclina en su asiento. Sin duda, Gorka es de esas personas a las que le gusta escuchar antes de hablar. Aunque su esposa siempre se lo ha recriminado, él sabe que es una de sus principales cualidades y que es algo que le ha hecho llegar hasta donde está.

- Creo que el recorte que encontró Rivas sobre el moro tiene ya unos días -se lamenta -. Sólo espero que el caso no le haya sido asignado a Creus... -no solía hablar mal de sus compañeros del Cuerpo, pero sin ninguna duda, el joven le desesperaba-. Sea como sea, lo que está claro es que nuestro siguiente punto es la Sagrada Família -pronuncia el nombre con cierta sorna-. Ya que hay que bajar al sótano a por el expediente del caso del moro, deberíamos comprobar también los expedientes de los otros muertos, por asegurar el tiro. Probablemente, también tengan relación con la catedral..

Gorka saca su libreta, que parece minúscula entre sus manos llenas de callos de trabajar en el campo durante toda su juventud.

- Vamos a ver... Aquí está. Juana López, cocinera, muerte el 3 de abril. De esta mujer, probablemente haya expediente -pasa página-. Un mendigo, 20 de abril. Pf, será por mendigos, de éste no vamos a encontrar nada -se lamenta-. Por último, Mariano García, 7 de mayo. Obrero metalúrgico, se pegó un leñazo desde lo alto de un edificio en obras. Con este, tal vez haya suerte también.

Se levanta y guarda su libreta en el bolsillo trasero del pantalón mientras mira a sus compañeros, que todavía están sentados.

- Bueno, ¿qué? ¡A mover el culo!

El caso del moro tiene más de un año, con suerte averiguaremos quién lo detuvo, qué dijo y dónde se encuentra ahora.

Oscar se incorpora y sigue a Gorka.

Gorka, seguido por su fiel compañero Rivas, baja al sótano, se acerca al mostrador y pide los casos mencionados anteriormente a la encargada del lugar. A Gorka nunca le había gustado esa mujer, y menos desde que el affair que tuvo con ella casi le costaran su matrimonio. Tantos años en el cuerpo de policía dan para mucho...

Gorka sale de forma muy impaciente hacia el archivo y Oscar le sigue, así que Antón mira a Felis mientras se levanta.

​- Mientras ellos piden los informes, voy a preguntar quién se está ocupando de lo del arquitecto. Aunque sea un caso de atropellamiento Gaudí es una persona conocida, algo de investigación habrá al respecto y podría ser útil para la nuestra.

El responsable del archivo os hace llegar una serie de carpetas marrones que contienen la información de los casos que habéis perdido consultar.

Los casos anteriores al abogado fueron catálogados de accidentes o muertes naturales,

Juana López: Nacida en Teruel, emigra para servir en Barcelona a los 9 años. Vida ordenada como cocinera de una familia de bien. No se le conocen relaciones

Mendigo: Nombre desconocido, conocido en el barrio como Tonet. Se desconocen otros datos acerca de él.

 Mariano García: No se le conocen actividades sindicales ni otro tipo de delincuencia. Hombre de pocas luces, formal y trabajador. Todo esto corroborado por sus compañeros de la Maquinista Terreste y Marítima.

Del caso del árabe sí que lográis encontrar algo más jugoso:

Al Burux, nacido en El Cairo en ¿¿1868??, religioso de origen musulmán irrumpó en el Templo Expiatorio de la Sagrada Familia el 23 de noviembre de 1923 emprendiéndola a martillazos con la base de una de las columnas de la nave central (aún en construcción) gritando frases sin sentido tanto jerigonza áraba como en castellano. De entre las pocas palabras que se le pudieron entender y según el testimonio de los obreros allí presentes, Al Burux pretendía destruir la "roca que piensa". Fue arrestado y puesto a disposición judicial. Actualmente se encuentra ingresado en el Hospital Psiquiátrico San Andrés.

El turno de mañana lo lider Marc Creus, un inspecto demasiado joven y bien conocido de todos. No es la primera vez que el turno de noche tiene que solucionar los problemas que monta Creus.

- Hombre si son los "vampiros" jeje. Mirad chicos, los de la noche han madrugado - ríe a carcajadas sin que nadie secunde la gracia - Felis, "Gallego" ¿Qué se os ha perdido por aquí.?

Antón coge aire intentando no perder la paciencia con el chaval. No es un mal chico, pero puede poner de los nervios a cualquiera.

​- Hola, Marc. ¿Quién se está ocupando de investigar el atropello del arquitecto Gaudí?

Creus se pone de pie y da una palmada, con más fuerza de la necesaria, en la espada de Piñeiro.

-Estos de la noche, tarde como siempre. Caso cerrado, el abuelo cruzó sin mirar y el tranvía se lo llevó por delante. Punto y final.