Partida Rol por web

Agarro las llaves y con cuidado, voy buscando cuál de ellas es la que encaja en la cerradura. Por fin con la última llave oigo un leve chasquido y la puerta se abre.

La empujo levemente, abriéndola poco a poco.

Felis abre el despacho sin problemas. Es una habitación de pequeño tamaño. La cantidad de libros y el enorme escritorio la hacen más pequeña todavía. La ventana se encuentra detrás de la mesa. Da al patio de luces. Todo está perfectamente ordenado.

Vuelvo de la habitación en la que estaba al escuchar abrirse la puerta y me asomo a ver lo que hay.

Vaya, no está como esperaba.

Me asomo a la ventana a ver si veo algo llamativo.

Abres la ventana. Da a un patio interior o patio de luces. No es más que un hueco entre los edificios colindantes para que las habitaciones que no dan a la calle tengan iluminación natural. Mirando hacia abajo ves el patio de luces despejado.

Me asomo a ver si los libros (asumo que sobre abogacía) me suenan y si alguno está fuera de lugar.

Ves manuales típicos de la profesión. Códigos civiles, penales, compendios de leyes, etc... En la pared hay enmarcado un plano de Barcelona y sobre el escritorio una agenda.

Al abrir la puerta, lo que más me llama la atención es ese gran escritorio. Como un imán, me acerco hasta él y comienzo a rebuscar posibles pistas sobre que le sucedió al abogado.

Gorka entra en la habitación detrás de Felis y rodea el escritorio. Se sienta en la silla y, después de mirar la mesa por unos largos segundos, empieza a registrar los cajones.

Veis los manuales típicos de la profesión. Códigos civiles, penales, compendios de leyes, etc... En la pared hay enmarcado un plano de Barcelona y sobre el escritorio una agenda.

Me acerco a dónde está el plano de Barcelona y trato de descolgarlo de la pared. Quiero comprobar que no haya nada escondido por la parte de atrás del cuadro, o si hay una caja fuerte oculta tras el cuadro.

Felis consigue descolgar el plano de la pared. No hay nada oculto detrás de él ni tampoco en la pared.

Gorka cierra los cajones y le llama la atención la agenda sobre la mesa, así que se reincorpora y empieza a ojearla.

La agenda es un recordatorio de las citas, en su mayoría laborales, que el señor Aureli ha ido teniendo en el último año. El día de su muerte, sin embargo  su último apunte registrado en la agenda es a las 20:00h con un tal Manel. Un breve repaso a la agenda os hace notar que Don Marius quedaba con el susudicho Manel un mínimo de dos veces por semana y siempre a esa hora.

Hmmm... Si el tal Manel quedaba tan a menudo con el abogado, es posible que le comentase si le había ocurrido algo fuera de lo común o que notase algo raro en él.

Salgo de la habitación y voy a revisar la habitación en la que aún no he entrado, la de la izquierda de en medio. Levanto la voz para que me oigan.

Más allá de eso, de verdad que este caso cada vez me parece más una pérdida de tiempo.

​- No parece que haya nada extraño en este despacho... Estoy de acuerdo en que deberíamos averiguar quién es ese Manel, parece que podría ser la última persona que le vio con vida.

Después de mirar un poco a su alrededor, Antón coge el plano que Felis descolgó de la pared, intentando ver si hay alguna marca o indicación en algún lugar de la ciudad.

La cocina presenta el mismo aspecto ordenado e impoluto que el resto de la casa. Quizá presenta un olor un poco fuerte debido a algunos alimentos que empiezan a descomponerse. Hay un bloc de notas sobre la encimera.

¿Hay alguna movida divertida en el bloc de notas?

Ves que el señor Marius era muy ordenado y le gustaba tener todo bajo control. En el bloc aparecen los menús que cocinaba cada día. Ves que aquí también, en varias cenas, no aparecía ningún menú sino simplemente la palabra Manel.