Partida Rol por web

El gulzig se acerca al piloto de la nace que es atendido por Teil. En vista de que el bauwer parece incapaz de hacer nada por el humano, Zolah lo aparta suavemente.

- Déjame ver.

A continuación se agacha junto a él, y contempla sus heridas con gesto de preocupación.

- Teil, tal vez pueda curarlo, pero debo asegurarme que no lo necesite antes nuestro amigo het -le comenta, tras lo que se gira hacia uno de los otros bauwer - Llévame hasta él -dice con un tono imperativo en la voz impropio de él.

El bauwer obedece y ambos se adentran en la pirámide en busca del hetwad herido. Zolah corre detrás de su guía mientras se cuestiona si haber curado al piloto antes que Agamenel había sido lo correcto.

Ingrid baja del APC para seguir a Zolah, después de todo no le gustaba quedarse quieta encerrada en el vehículo y preferia el aire fresco, y seguramente vendría bien algo de escolta transportando al het herido.

Es fuerte, aguantará. 

Mientras avanzan empuña el rifle por si algo pudiera ocurrir.

Siguiendo al Bauwer Zolah e Ingrid llegan corriendo a la primera planta de la piramide. Ven como parte del techo se ha desplomado dejando a la vista el cielo. Todo esta lleno de cristales y se ven algunas agujas clavadas cerca de las ventanas.
Esperando ver al Het Wad malherido lo que se encuentran dista bastante de esa imagen. Agamenel esta de pie junto al crater en la pared provocado por la explosion de la aeronave. Porta su ametralladora pesada y vigila los restos del vehiculo enemigo.
Si bien poco puede ver debido al humo si es capaz de distinguir a Teil socorriendo al piloto tras arrastrarse sin piernas varios metros lejos del fuego.
Cuando el Gulzig y la Napeden llegan a su lado observan las abundantes heridas en el torso del Het Wad. La metralla de la explosion le ha acribillado cortandole y clavandole pequeños trozos de cristal y metal.
Pese a la sangre ninguna herida, ni la acumulacion de todas, es letal. Aunque le dolerá bastante hasta que se cierren.

Red se queda en la puerta del APC vigilando los alrededores y, de paso, a los dos Bauwer. Zolah e Ingrid se han ido a socorrer a Agamenel a instancias del tercer Bauwer cientifico.
Teil se acerca al piloto de la aeronave y le aplica un Lyf para, al menos, alargar su vida unos minutos mientras intenta obtener informacion.

El piloto tose abundantemente, posiblemente a causa de las heridas internas y la inhalacion de humo.

- Jo... jodete maldito terrorista. Pölzl... prevalecerá.

Tras un rapido examen queda claro que se trata de un humano. Sin embargo carece de identificaciones que indiquen su procedencia.
Despues de sus palabras simplemente se queda inmovil, esta consciente de modo que simplemente se niega a responder a las preguntas que le hace Teil.

Zolah se acerca a Agamenel sosteniéndole la mirada.

- ¿Como estás, Agamenel? -le pregunta preocupado.

Ignorando su gesto impasible, el gulzig se aproxima a analizar sus heridas. Tras varios segundos comprobándolas, Zolah comprende que ninguna de ellas es letal, pero cree conveniente cerrarlas para evitar molestias o posibles infecciones al het.

Sin decir nada, alza las manos y cierra los ojos con un gesto de concentración. Comienza a susurrar palabras incomprensibles mientras un ligero brillo comienza a emanar de la punta de sus dedos. Las pequeñas volutas de luz parecen adherirse a las heridas del het, que casi imperceptiblemente comienzan a cicatrizar expulsando todos los objetos extraños como cristales y pequeños trozos de metal. Cuando el gulzig finaliza comienza a notar el sopor que supone el proceso y sacude la cabeza espabilándose. Abre los ojos y contempla el tronco del het wad. Aún se puede observar las cicatrices de las heridas pero su gravedad se ve claramente disminuida. Satisfecho por el trabajo, el gulzig palmea el hombro del het y se dirige de nuevo hacia los restos de la nace. Hacia el lugar donde Teil intenta interrogar al piloto.

¡Que cojones!
Me ladeo de lado a lado mientras los cristales salen de mi cuerpo con una inusual sensacion de placer.

Agh, vosotros y vuestra chamaneria, malditos bastardos.

Sonrio a Zolah y me levanto empuñando mi aun humeante arma.

¿No vais a darme las gracias por salvaros el culo?

-Terrorista... Teil sacude la cabeza. -Humano, no permitiremos que vuestro patético territorialismo simiesco nos arrastre a la destrucción. ¿De verdad piensas que permitiremos que arraséis nuestras ciudades con esas malditas bombas?

-No extraeréis ningún fruto provechoso de la guerra...Pero allá vosotros, acabaréis ahogados en vuestra propia sangre. Al igual que tú. ¿Qué os dicen para que aceptéis que hay que arrasar las ciudades de los "terroristas"?

Al escuchar el nombre de Pölzl, Red salió del vehículo y se dirigió hacia el prisionero.

-¿Pölzl? ¿Para qué demonios iba a querer Pölzl a unos bauwers? -Se gira hacia Teil con una media sonrisa- Sin ofender.

-¡Dime qué hacíais con los bauwers en el bunker y por qué tantas ganas de recuperarlos!

- ¿Cómo va? -pregunta Zolah a Teil al dirigirse de nuevo a los restos de la aeronave, junto al cuerpo mutilado del piloto -¿ha dicho algo?

El gulzig no puede reprimir un gesto de repulsión al ver las heridas del hombre. Tuerce la cara y se pone en pie. Acto seguido extrae la jeringa con el antídoto y se la inyecta con cuidado.

Mientras Red y Teil intentan hacer que el piloto herido hable el resto del grupo sale de la piramide. La vida de Agamenel, visiblemente herido por metralla, no parece correr un serio peligro.
El piloto humano esta tirado sobre la arena y tiene un parche Lyf aplicado en las piernas para ralentizar la hemorragia. Tras él la aeronave arde consumiendo el cuerpo de su compañero y cualquier informacion que pudiese contener el aparato.

Desde el suelo el piloto responde, con las escasas fuerzas que le quedan, a los que considera sus enemigos.

- Esos Bauwer son renegados de Grotestak. Saben lo que traman los Bauwer y ayudaban a humanos y hets a evitarlo. Ni siquiera sabeis a quien estais secuestrando...

Las fuerzas del humano se pierden con cada una de sus palabras. Cuando os girais para comprobar la version de los tres Bauwer os percatais de que no estan. El que estaba en la piramide, armado con un RK9, no os ha seguido al exterior. El APC se ha cerrado rapidamente y escuchais como sus motores se ponen en marcha y se prepara para irse de alli.

Tras dejar caer mi enorme arma salgo corriendo como alma que lleva el diablo detras del apc intentando engancharme en su puerta trasera.

¡Hijos de puta!

Teil se queda completamente pálido, pero no tarda demasiado en levantarse y en esprintar como nunca en su vida hacia el APC. Cuando cree estar lo suficientemente cerca, cierra los ojos y se concentra. Hay que detener el vehículo como sea, la vida de mucha gente puede estar en peligro.

Zolah se queda paralizado al darse cuenta de lo que ocurre.

No puede... ser...

El gulzig había cometido en el pasado el error de confiar en otros individuos con demasiada facilidad. Una vez más, aquel defecto se hizo obvio, y Zolah se queda paralizado al ver a sus dos compañeros correr hacia el APC.

No...

Vuestra reaccion es rapida. Cuando el APC apenas ha avanzando unos metros Teil y Agamenel ya estan corriendo detras de él.
El Het Wat, demostrando que las heridas que tiene no son tan graves y que su forma fisica no es solo un mito, salta sobre la puerta trasera y se agarra a ella. Por su parte Teil se aproxima tambien a la parte trasera pero en lugar de saltar se lleva los dedos a la sien y provoca un pulso electromagnetico.
Un destello sale de su nuca e inmediatamente el APC se para en seco. El vehiculo blindado pasa a convertirse en una habitacion acorazada en mitad del desierto. Las puertas no se abren al no funcionar el sistema hidraulico que las mueve y por supuesto el motor no arranca ni el cañon puede disparar.
Este estado durará aproximadamente un par de minutos, despues los Bauwer del interior podran intentar reiniciar los sistemas y reemprender la huida. Lamentablemente Teil no podrá repetir el pulso hasta dentro de algunas horas.

Mientras tanto el piloto humano ha muerto definitivamente y seguis sin conocer el paradero del tercer Bauwer, el cual portaba un RK9 la ultima vez que lo visteis.

¿La boca del cañon es lo suficiente grande para meter una aturdidora?

Zolah se repone de la sorpresa cuando ve a Teil y a Agamenel abalanzarse sobre el vehículo. El gulzig por su parte decide ir en busca del otro bauwer.

- Voy a buscar al tercer bauwer -le dice Zolah a Red e Ingrid en un sururro -¿alguien me acompaña?

Siendo seguido o ignorado, el gulzig camina hacia la pirámide y se interna en ella con sigilo analizando cada esquina o cada resquicio donde el bauwer se pudiera haber escondido.

Red se aparta del ahora cadáver humano murmurando una maldición y carga su AK.

-Yo voy contigo, Zolah. Estos cabrones nos engañaron desde un principio y ahora nos van a contar todo lo que sepan. Tal vez debimos dejarlos dentro del bunker con la bomba...

Intento subir a la parte superior de el apc para engancharme de el cañon y no ser solo un monigote colgando de ese monton de metal pero resbalo torpemente y casi pierdo el punto de sujección sobre elque me encuentro..

Salir de ahi cabrones, digo disparando un par de disparos de pistola contra la metalica chapa.
¡No teneis escapatoria, rendios o morireis!