Partida Rol por web

 En el mismo centro de la isla se ubica la zona más oscura del bosque que la tapiza como un manto de secretos. Allí descansan los imperecederos fados, muertos en vida, guardados en sus mausoleos por sus fieles siervos...

Lentamente giro la cabeza hacia la izquierda, nada, la giro ahora hacia la derecha, tampoco nada... cuanto tiempo llevo así? ya he perdido la cuenta, desde que mi maestro murió he estado buscando a aquellos que comparte su sangre... pero solo he encontrado a los dormidos, o a los muertos, pero no logro ubicar a ninguno despierto... será que aún no es hora? no... ya es hora... lo siento... siento como el bosque llama a los fados para que se levanten y reclamen el bosque de nuevo, tengo que continuar mi busqueda, se que pronto encontrare a alguno, si, lo se...

Y me pongo en marcha de nuevo para proseguir con mi hasta ahora eterna e infructuosa busqueda por fados despiertos a quienes proteger

Un grito estremecedor rasga el aire en el bosque por vez primera en más de cuatro siglos, y un doloroso despertar agita las construcciones malditas de telaraña y cristal. La mayor parte de los fados se desangran, faltos de magia, y su marmórea piel se convierte primero en la seda más delicada y luego en un fuego púrpura, vengador.

Sólo tres fados, unidos por su sueño común, logran sobrevivir al destructivo amanecer de un día nuevo, el primero en tanto tiempo.

Aquel entorno en el que llevaba tanto tiempo sumido iba poco a poco desvaneciendose. Sentia como su eterno viaje daba a su fin, y comenzaba a notar como sus musculos volvian a tensarse de nuevo. Dröm se dejó llevar, sabia que sus Dioses le estaban guiando por el camino correcto y no debia temer nada. "Pronto llegará el momento en el que los Fados salgan de su letargo y vuelvan a ser el formidable reino que fueron antaño" se repetia una y otra vez mientras sentia que su cuerpo abandonaba la inconsciencia.

Pero todo lo que imaginaba en su cabeza se deshizo al instante. Un grito desgarrador acabó de volverle mortal. Podia notar el dolor y la muerte de muchos de los suyos. un dolor que tambien compartía él. un dolor casi insoportable. Un dolor que se aumentó cuando por fin pudo abrir los ojos y contemplar la terrible vision que asolaba el bosque. A su alrededor, sus hermanos perecian ante el ataque de algo invisible. Sus cuerpos, muchos de ellos mutilados se convertian en seda, para despues desaparecer tras el fuego del infierno.

Sintio un dolor agudo en el pecho. Su cuerpo se estremecia de dolor, pero no se volvia seda como al resto de sus camaradas... ¿Que está ocurriendo, por que los Dioses quieren esto para nosotros? ¿Acaso hemos pecado? ¿Es esta la furia de los Dioses?... Muchas preguntas revoloteaban en su mente y no le dejaban pensar con claridad.

Haciendo un terrible esfuerzo intentó incorporarse pero su cuerpo no le respondia. Clavó la rodilla en la tierra y solo pudo observar, impotente ante la caida de sus congéneres. Pero algo lo llamó la atencion. Cerca de él otros fados permanecian inmóviles. Parecian seguir vivos y apenas parecian afectados por aquel mal. Sentia como si los conociera, aunque no recordaba haberlos visto en su vida. Un pequeño atisbo de vida crecia en su corazon.. Esta maldicion parece no afectarnos a todos por igual.

Al fin, aquel dolor cesó y pudo retomar el aliento... - ¿Alguien puede oirme?

Estaba corriendo furiosa y frustradamente a travez del bosque cuando he escuchado el terrible grito que se ha extendido a lo largo del bosque, el cual hace que frene en seco mi carrera y me ponga a pensar

Que es este grito que he escuchado... sera que acaso...? pienso mientras contemplo ciega e inconcientemente, con la llema de los dedos, los huesos del pie de mi antiguo amo

Ya ha comenzado!!, estan despertando!! digo con emoción, a la vez que reanudo mi frenética carrera, pero cual es mi dolor al ver que a cada nueva tumba que llego, solo encuentro sangre y rastros de fuego... aunque algunas veces logre atisbar algunos reflejos púrpura a lo lejos

pero que esta pasando?...

sin embargo, antes de tener tiempo de hacer cualquier conjetura, escucho a lo lejos una voz que pide ser escuchada, y sin pensarlo dos veces me dirijo hacia ella

Aquella ceguera iba cobrando cierta luminosidad. Las brumas en las que habia estado inmerso se estaban deshaciendo. Por fin  habia sido capaz de recordar.

Entonces sus oidos captaron un sonido que fue aumentando en agudeza ocasionandole dolor. Un grito inhumano que perforaba sus sentidos y un olor a sangre y muerte que apestaba su hogar. Abrió sus ojos rojos y vió la masacre.

El despertar y la aniquilación de su raza era lo mismo, Galileus sintió ademas de ver como todos sus hermanos y hermanas morian quemados por un fuego purpureo dejando un charco de sangre en el suelo.

Aquel horror no podía estar ocurriendo, buscó en si su foco de magia, buscando alguna posible solución, pero lo que encontró fue un pozo negro, un vacío, no existía la magia que él buscaba.

Sin saber que hacer ante tal situación buscó alguien más que como él no hubiera sido afectado por el mal que afectaba a todos. Comprobó la agudeza de sus sentidos buscando vida más allá de su zona, y escuchó una voz que no sabiendo por qué, le resultó familiar.

Se acercó y vió a un cazador da cabezas. - ¿Porque hemos despertado? Para ver esto, mejor no hacerlo.-

Antes de llegar a la fuente de la voz logro reconocer que es un campo de sueño de un fado. Me detengo antes de entrar para observar un poco desde la seguridad del bosque, mientras un pensamiento me invadia

es la tumba donde se encuentran los tres - los tres, asi los llamaba porque, de los campos de sueño que habia visitado, era el único que sostenia el letargo de tres fados diferentes -

De pronto, una visión, y un extraño sentimiento, producto de la mezcla de una sorpresa y una alegria, me invade... son dos fados que se han despertado. Me acerco lentamente a ellos mientras evado las trampas y los insectos que guardan la morada. Entro por un lugar por el que ambos puedan verme claramente, y apoyo las rodillas de mis patas delanteras en el suelo, mientras con un tono solemne les digo

Por la memoria de mi maestro perdido, que mi existencia permita una tranquilidad asegurada para aquellos fados que se cruzen conmigo, porque yo los protegeré de todo peligro

y mientras digo esto, me percato que el tercero aún esta dormido...

será que solo dos de los tres han logrado sobrevivir a este sangriento despertar?

Esperando que su hermano contestara, vió como entró dentro del campo de sueño un guardian. Si hacía aquella promesa, seguramente hubiera visto a su maestro morir. Y un guardian sin un maldito para guiarle era un cumulo de posibilidades, el azar desatado pues nadie comprendia la forma de actuar de un guardian liberado.

Se quedó mirandole. ¿Que decirle a una marioneta que se habia visto repentinamente liberado de sus hilos?

La voz de aquel fado le era familiar. No sabia por que y no le habia visto en su vida, al menos no lo recordaba, pero en su interior era como si hubieran pasado mucho tiempo juntos... ¿Es posible que sean las almas que caminaban junto a mi en el Mündavaras?... Tienen que serlo. Pero, ¿y por que no nos hemos visto afectados por el azote que ha arrasado con nuestro pueblo? Los Dioses aun tienen un encargo para nosotros... Pensaba mientras veia acercarse a aquel fado.

Un nuevo acontecimiento lo sacó de su asombro. Un fado guardian irrumpia en la zona de descanso. Dröm sabia muy bien lo que era aquella criatura, en el apsado fue uno de ellos, y se sentia aliviado al ver su nuevo juramento. Sabia que si aquel fado habia dado su palabra de protegerlos, lo haria hasta la muerte.

Sobreponiendose al dolor que poco a poco iba remitiendo, volvió a ponerse en pie y observo a sus dos nuevos compañeros de viaje.

- Me temo que no tengo las respuestas que buscais - responde a la pregunta de Galileus - y muchas son las preguntas que guardo en mi interior. Quizás él nos pueda decir algo - comenta mirando a Sliounm.

Lenamente se acercó a ellos y les tendió una mano - Mi nombre es Dröm, encantado de conocerles.

Enderezo mis patas delanteras y me pongo en postura erguida ante el gesto de amistad de Dröm, al cual correspondo estrechando su mano mientras le contesto

Y el mio Sliounm tras lo cual, retiro mi mano y con un aire de desesperanza continuo pero lamento decirles que no tengo las respuestas que buscan... por siglos he esperado el despertar de los fados, pero nunca me imagine... y miro alrededor mientras lanzo un pequeño suspiro esto.

Sagdabeth se sintió en medio de una vorágine de energías. Se sentía increpada por unas voces de otra dimensión, pero tales voces iban asociadas a sentimientos tan negativos, que prefirió quedarse en el Mündavaras, en su eterno letargo de melancolía que ya había asumido. Pero pese a su voluntad, el Mundavaras empezó a deshacerse y no encontró materia sólida en la que agarrarse, dejándose arrastrar por esa vorágine de energías que le traían malas noticias.

Despertó y vislumbró unas pocas siluetas. Lo negativo lo adivinó por exclusión: los no presentes eran los fados que no habían despertado y que no iban a despertar.

¿Qué es lo que veo sino mis semejantes?

¿Sois vosotros también fados?

Perdonen no haber reaccionado antes

y es que contra mi voluntad he despertado.

En el cielo noto que una misión,

a nosotros nos ha sido encomendada,

De momento ignoro toda concreción.

Y sólo sé quién soy:Sagdabeth, encantada.

Sagdabeth recitó esos versos sin mirar al resto de fados, clavando sus ojos al suelo, como intentando comunicarse con la Diosa Madre, pero en la tierra, de Ella, sólo encontró polvo y sangre. Lo interpretó como una señal.

El  haber despertado del Mündavaras, aun siendo de esta forma, reconfortaba a Dröm. Era una persona demasiado activa como para estar sumida en un sueño eterno. Se maldijo así mismo cuando tuvo que dejar de ser guardián y entró en el Mündavaras, y se maldecía a si mismo en este momento al ver que algunos fados guardianes habían permanecido despiertos velando por la seguridad de los suyos. Habría dado lo que fuera por acompañar a Sliounm, pero ya era tarde. Había despertado y eso era lo más importante.

En ese instante una nueva criatura despertó. Sentía en su interior que  ya la conocía, pero no la había visto en su vida. Se trataba de un hada que, a juzgar por su original forma de hablar, debía de ser un artista. Parecía que al fin se había reunido con aquellas almas con las que consiguió contactar en el Mündavaras. Era una sensación extraña, ¿Por qué había contactado con ellos en un lugar donde era casi imposible coincidir? ¿Por qué razón ahora todos ellos permanecían con vida y el resto de sus hermanos no?. Muchas preguntas le rondaban la cabeza, pero parecía que ninguno de sus nuevos compañeros podían contestarlas.

- Encantado Sagdabeth – comentó haciendo un gesto con la cabeza en forma de saludo – Bueno, parece que ninguno de nosotros sabe que es lo que está ocurriendo y quedándonos aquí quietos no solucionaremos nada. En mi opinión, creo que deberíamos movernos, buscar en el bosque por si hubiera algún otro superviviente – dijo mirando a los ojos de sus nuevos compañeros – Si hay alguien mas con vida en este bosque, supongo que estará igual de perdido que nosotros.

A Dröm no le agradaba demasiado tener mucha compañía, pero sabia que en ese momento, era vital permanecer unidos, ya que n sabían lo que les depararía el futuro en aquel bosque lleno de muestra y destrucción. Tampoco quería hacerse el líder, pero alguien debía movilizarlos, era absurdo permanecer quietos en un mismo lugar…

Ver como Sagdabeth se despierta y comienza a hablar me reconforta inmensamente... ya he tenido sufieciente con la perdida de mi maestro, sumado a la perdida de las vidas de una gran cantidad de fados en este despertar purpura, como para poder soportar perder la esperanza puesta sobre la supervivencia de los tres aquí presentes...

Siempre que existan al menos un fado, yo protegere su vida... pero nuestra raza solo puede asegurar su existencia si somos un gran número... en esta etapa es cuando tenemos que tener cuidado, para preservar el legado fado

Volteo a mirar a la recien levantada, y le digo mientras hago una reverencia

Sliounm, guardian libre, que a elegido proteger a todo fado que pueda en memoria de mi caido maestro, luego, volteo a mirar a Dröm y le digo... es cierto, aqui no podemos quedarnos... lo mejor sería armar un pequeño campamento e ir en busca de mas... sobrevivientes esta ultima palabra con un aire de desesperanza... yo los puedo guiar... por siglos he recorrido este bosque, y probablemente en estos momentos lo conozco mejor que la imagen de milenios atras que debe existir de él en sus recuerdos

El maldito vió como una artista tambien se unía al grupo. Allí se encontraban las 4 subrazas representadas, si es que al guardian se le podía considerar un ser vivo, pues era algo creado a partir de materia del bosque.

Dröm, Sliounm y Sagdabeth eran sus nombres, solo quedaba él por ser presentado.

-Soy Galileus. Si hemos despertado sera por alguna razon, los dioses murieron y nosotros hemos dormido desde entonces evitando enfrentarnos a esa realidad. La falta de magia es lo que ha causado este desastre.- Al menos era aquello en lo que él creia. Los recuerdos de su vida que le habian vuelto tras despertar...

Buscó por aquella area los insectos y animales que habian custodiado sus sueños junto a aquel guardian, Sliounm. Dirigiendose a él: -Cuanto tiempo a pasado? Que ha ocurrido que haya podido cambiar el bosque?

Sagdabeth escuchó atentamente las palabras de sus compañeros, y estaba ansiosa de saber más, para así ver confirmadas sus hipótesis o verlas totalmente descartadas para poder avanzar.

Tanto Galileus como Sliounm habían mencionado la necesidad de la supervivencia de la raza de los fados, pero sólo Sagdabeth se dio cuenta de lo que verdaderamente eso implicaba: ella era el único fado superviviente de género femenino. Agachó la cabeza, y esquivó el tema.

Cuéntanos, oh guardián venerable

Qué, durante todo este tiempo, ha ocurrido,

y mientras busquemos si alguien más ha sobrevivido,

y pensemos cómo hacer este bosque más habitable.

Al ver como todos estan esperando a que yo les de las respuestas que tanto ansian, respuestas que, si las tuviera, probablemente ayudarian a aligerar un poco el dolor que todos sentimos al perder a nuestros hermanos fados... oh como quisiera yo tener las respuestas a sus extremadamente justas preguntas... pero no... no las tengo.

Bajo el rostro un poco y me volteo un momento, dandoles la espalda mientras observo el bosque desde el punto en que me encuentro... luego de una pausa comienzo a hablar

Saben... durante mucho tiempo yo permaneci impasible en una posición parecida a la que me encuentro ahora... siempre vigilante, con mis ojos puestos sobre el bosque, siempre espectante de algun posible peligro que se pudiera presentar... de espaldas al sueño de mi maestro... y esta fue mi vida durante muchos siglos, siglos en los que perdi conexión del mundo que existía antes del sueño, y el mundo que vemos ahora ante nosotros... puedo decirles que conozco el bosque... pero no se como llego a ser lo que ahora es...

El maldito esperaba algo que pudiera ayudarle a entender la razon de lo que había ocurrido, pero aquel guardian no sabia nada. Habia estado en vigilia como debian estar todos los guardianes mientras sus maestros descansaban y aquel patan no podía desvelarles nada.

Entonces penso en algo... -los elfos- es posible que a ellos les hubiera ocurrido lo mismo, quizas quedaran solo un puñado y ademas sin magia.

-Hasta que recordemos el bosque, guianos- le dijo al guardian, sin saber hacia donde debian ir.

Por primera vez en muchos siglos, algo ha llegado a las fronteras del bosque fado. Varias vidas se han detenido ante las columnas ensangrentadas que lo delimitan.

Los fados aún están débiles, pero tienen que ahuyentar a esos seres como sea.