DIARIO DE ABORDO:
Día doce del mes del Perro, año deálico número XIV tras la Caida de Sorgun, Quinto siglo del ciclo de la No-Magia. El Gavola ha amanecido con mal pie. La capitana Fromure ha decidido que a partir de ahora se racionarán las comidas hasta que el clima cambie o se aviste tierra firme, lo cual ha despertado claras discrepancias por parte de los más conflictivos de los tripulantes, reclutados a veces directamente de los calabozos. Ha ofrecido mantener su ración a Iria; una mujer misteriosa cuyos objetivos nadie parece advertir, pero ella lo ha rechazado. Los secretos, y el hambre, encrudecen las relaciones abordo.
Tratando de no gastar fuerzas inutilmente miro a mis compañeros. He rechazado el trato de favor. No estoy en disposición de ganarme la enemistad de la gente del barco. No tengo mucho que hablar con los demás, y tampoco sé gran cosa de ellos. Trato de acercar posiciones, para que estemos todos unidos.
Me acerco a la capitana :
- ¿Cómo está la situación? No me la adorne, por favor, necesito saber si podremos llegar a tierra antes de que se acaben las provisiones.
La situación: Seis barriles de especias y un cargamento de colchones son aquello con lo que pensáis comerciar una vez lleguéis a buen puerto. Hay comida (a base de pan y carne ahumada para conservarse) para cien raciones; habiendo veinte personas en el barco. A tres raciones por día no salían las cuentas, dado que aún no se sabe cuando alcanzaréis tierra firme. Los marineros pescan unas diez raciones de pescado al día. Haz tú misma las cuentas, si quieres. Agua suficiente para seis días, y ron para emborracharos a todos.
Me ha despertado el ruido en cubierta. Me incorporo, pero no puedo abrir los ojos por completo ya que la luz me lastima y el dolor de cabeza aumenta. Al momento que me incorporo por completo mi pipa cae de entre mis ropas; esta casi llena, la tomo u la guardo en una de las dos bolsas que cuelgan de mi cinturon. Luego camino a las escaleras que me llevaran a cubierta...
Como es el clima??
Me encontraba en Cubierta observando la lejanía con mi catalejo en una mano y la brújula en la otra cuando la señorita Iria se me acerco.
La verdad es que no sabría decirle con exactitud, mi experiencia me dice que la tenemos muy difícil pero mi Corazón sugiere lo contrario. Digo sin dejar de mirar por el catalejo.
Entonces despego un minuto la vista del catalejo para ver la brujula y despues a la señorita Ira.
Pero es obvio que nuestro principal problema en la actualidad es la escazes de agua, si en seis dias no tocamos tierra... bueno, mejor que lo hagamos.
Que dios nos ayude.
De pronto, el océano se agita con una gran sacudida y una tormenta amenaza repentinamente la estabilidad de la embarcación.
Corro a donde se encuentra mi capitan y espero por sus instrucciones
- ¿Puedo ayudar en algo?
Pregunto viendo lo fea que se está poniendo la situación.
Me acerco corriendo a la tripulacion y grito con voz de mando ¡ATEN LAS VELAS! ¡RAPIDO!
Yo hice mi ficha pensando en que habria un timonel en el barco que no fuera el capitan (algo bastante comun) ¿Hay algun problema con eso?
A toda carrera voy hasta el mástil principal, de donde pende la vela mayor y ayudando a mis otros compañeros izamos y atamos la vela, después corro a los compartimentos pues la demás tripulación ha terminado con las demás velas y no es buena idea permanecer en cubierta durante una tormenta.
- yo ya he hecho mi parte- me digo a mi mismo -con la jodida ración de comida que nos dan aquí ya he hecho de mas si nos traga el mar que nos trague a todos por igual -me quejo entre dientes.
Cuantas almas hay en el gabola???
Es un bergantín de veinte tripulantes.
Cita :
Que no hay más gente. Pero ahora lo soluciono.
El contramaestre se apresura a repetir las órdenes de si capitana y toma el timón.
¡La tormenta aumenta!
Mientras los tablones del casco de la nave crujen y rechinan bajo el estres dado por el salado mar, busco mi mochila con mis pertenencias, no esperare a que haga agua el bergantin para estar preparado a salir de aqui.
Aprecias en la lejanía la silueta de una montaña: tierra, tierra firme.
Postea pronto.
Tierra, tierra firme al fin. El corazon rebota en mi pecho de alegria, puede que no este todo perdido, si conseguimos llegar a tierra antes de que la tormenta nos hunda, podremos salvarnos. Voy corriendo a hacia la capitana mientras grito: ¡Tierra! ¡Tierra a la vista! Cuando llego ante la capitana me relajo un momento para cojer aire y le digo. Tierra firme. -digo mientras señalo en direccion a la montaña.
Saco rapidamente mi catalejo y miro hacia el lugar que me indica. No puedo creerlo, quizas si exista un dios del oceano que vela por los marineros en... ¿O que estoy diciendo?
¡Timonel! ¡De vuelta este pedazo de madera apunto de hundirse hacia esa montaña!
¿Cree que lo conseguiremos, capitana?- digo mientras la miro a los ojos. ¿Podremos salvarnos? ¿O el Oceano nos tragara antes de llegar a la orilla?