Partida Rol por web

—Bueno —intervine, —ahí va nuestro plan de entrada —añadí encogiéndome de hombros.

—Maldita sea, ahora ya no podemos hacer lo que habíamos hablado. Si entramos no vamos a decir que somos del FBI porque sino no nos van a invitar a esas reuniones, ni a ellos tampoco —resoplé, —creo que lo mejor será no entrar, a no ser que las cosas se tuerzan —.

Los ojos de Zoey habían estado observando con atención al hombre, pero al escuchar el cambio de música los llevó hacia el lugar por el que había entrado y sonrió. 

—¿Son los Gatos de Ulthar? Me encantan —declaró, al tiempo que oscilaba un poco la cabeza como si realmente le gustase ese grupo de música satánica que le ponía los pelos de punta—. Ay, Dom, creo que estamos en el lugar adecuado. Estoy segura. Carcosa tenía razón. 

Luego miró de nuevo al dependiente y su sonrisa se volvió más nerviosa. No esperaba tener que participar realmente de ningún tipo de orgía extraña, claro, pero la perspectiva de infiltrarse en alguna cosa turbia la inquietaba. Aunque seguramente usarían esa información más bien para hacer una redada... o eso quería pensar en aquel momento. 

—Una reunión... Nunca hemos hecho nada así... en grupo. Con gente, vaya, si entiende lo que quiero decir... Pero, Dom, yo quiero probar —dijo, mirando al agente—. Podríamos ir a esa reunión y hacer algo más activo. 

José miró a Carley e hizo una mueca de alarma cuando Dominiq se refirió, aparentemente, a ellos.

- Efectivamente, ya no podemos entrar como pareja del FBI, o sí pero nos quedaríamos fuera de esa historia.

De todos modos se recompuso rápidamente.

- Peero..., creo que el chaval ha encontrado un hilo del que tirar y de una manera ocurrente puede que nos haya amarrado a él. Entrar como agentes nos obligaría a empezar nuestra propia actuación, a lo mejor tiene más futuro esto... Y al fin y al cabo el comodín de las placas del FBI aún lo tenemos si lo necesitamos más adelante. ¡A ver qué les proponen!

—Pues esta misma noche tenemos una reunión —respondió Beeks mientras elevaba la mirada hacia la entrada—. Es aquí mismo, si os apetece...

Leonard acompañó a Dominiq y Zoey a la entrada mientras buscaba al muchacho que acababa de entrar con la mirada.

—¿Qué tal Charley? Estaba hablando con estos amigos sobre nuestra reunión de esta noche.

Charley observó a los agentes de arriba a abajo antes de decir nada.

—¿Te gustan los Gatos de Ulthar? —acabó diciendo con una voz en un tono apenas perceptible—. No tienes pinta...

Se encogió de hombros y se dirigió a la parte trasera del mostrador.

—Si usted lo ve oportuno, Sr. Beeks.

El muchacho frunció el ceño y rápidamente bajo la mirada hacia unos papeles esparcidos encima del mostrador. Por su expresión era difícil entrever si en realidad estaba de acuerdo con Beeks o que se había dado demasiadas veces contra ese muro.

—Sí, claro que sí —dijo Beeks casi eufórico—. Además, tienen un par de amigos que vendrían también. ¿No es genial?

Charley se encogió de hombros y anotó algo en uno de los papeles sueltos. Parecían notas de pago y facturas.

—¿Qué dicen? ¿Se animarán esta noche?

- No puedo decirle que no a mi pequeña- Dijo Dominiq negando con la cabeza y con una sonrisa - Es mi debilidad - 

Se dejó acompañar al mostrador y la zona exterior.

- No se si... debemos traer algo, o venir de alguna forma... vestidos - Prosiguió algo dubitativo. - Tampoco nos ha dicho la hora - 

—Eso lo dices porque no me has visto en el Zotique dándolo todo —respondió Zoey con media sonrisa al tal Charley ante el comentario sobre su aspecto. 

Luego miró al dependiente y a Dominiq alternativamente hasta que llegaron las palabras del agente y, metida en su papel, se puso de puntillas para darle un beso en la mejilla. 

—Y por eso te quiero. —Y al bajar los pies sus ojos se desviaron de vuelta hacia el dependiente—. Aquí estaremos, seguro. 

Después simplemente esperó a que respondiese a las preguntas de Dominiq. El tipo no había querido reconocer que conocía a Carcosa, pero les iba a dar una pista de la que tirar, así que se sentía bastante satisfecha. Sin embargo, aún les quedaba el joven de pocas palabras. Así que mientras el dependiente respondía, ella lo miró a él con una sonrisa, decidida a hacer un intento más antes de marcharse. 

—¿Tú también estarás esta noche entonces? ¿Sabes si vendrá Carcosa? Él nos recomendó este sitio. 

Charley asintió y a continuación se encogió de hombros mientras cruzaba una mirada con Beeks.

De nuevo la sensación de Zoey fue la misma. No estaba segura de que ambos hombres conocieran profundamente a Carcosa pero de lo que estaba segura era de que no era la primera vez que oían hablar de él.

Charley asintió y a continuación se encogió de hombros.

Beeks tomó la palabra.

—Vestidos... —se burló reprimiendo una risotada—. No es necesario que traigan nada, no les va a hacer falta.

De nuevo se esbozó en su cara una nueva sonrisa mientras miraba alternativamente a ambos agentes.

—Solemos quedar aquí mismo sobre las once más o menos. ¿Les viene bien? Podemos esperarles si prefieren venir más tarde.

Dominiq asintió con una sonrisa un tanto forzada, quizá por el nerviosismo, puede que por el escalofrío que le recorrió la espalda. Algo no le gustaba demasiado, pero no llegaba a saber que era exactamente.

- Muchas gracias, las once creo que estará bien. - 

El muchacho tomo el camino de salida y se detuvo mirando a su compañera.

- Querida, ¿nos vamos? - Dijo refiriéndose a Zoey.

Era la hora de juntarnos con Balmaceda y Jalabert y poner en común todo lo que había sucedido y en caso de que no lo hubieran escuchado ponerlos al día de los planes improvisados. 

—Claro, vamos  —respondió Zoey, enlazando su brazo con el de Dominiq antes de empezar a caminar junto a él.

Al llegar a la puerta se detuvo para mirar a los dos hombres e hizo un gesto de despedida con la cabeza. 

—Nos vemos esta noche entonces. —Sus labios se curvaban en una sonrisa entre contenta y nerviosa—. A las once. 

Y salió al exterior para reunirse con los otros dos agentes. En cuanto puso un pie fuera de la tienda vació sus pulmones. Le temblaban un poco las manos al liberarse de golpe de la tensión de la pantomima que habían representado, pero sentía que habían logrado dar un paso más en la investigación. Se mantuvo cerca de Dominiq hasta que se alejaron, por si acaso les miraban desde dentro, pero cuando ya consideró que estaban lo suficientemente lejos desligó su brazo y lo miró. 

—Esos dos conocían a Carcosa, al menos de oídas, pero no han querido decir nada. —Sacudió la cabeza—. Pero ha ido bien, ¿no? Tenemos de dónde tirar. ¿Lo habéis oído todo? —Eso iba para Carley y José. 

—Hemos oído todo —respondí a Zoey. —Creo que nos veremos abocados a acudir a esa reunión, pero me da algo de respeto, no sabemos absolutamente nada y quizá vayamos a caer en medio de una secta de locos —guardé silencio un instante mientras recordaba mi noche, sacudí la cabeza negando.

—En cualquier caso sería bueno que una patrulla estuviera afuera por si las cosas se tuercen —añadí.

- ¿Vamos a echarnos atrás ahora? ¡Claro que iremos a esa "reunión"! Hace unas horas estábamos en callejones sin salida y ahora tenemos una buena pista.

José estaba receloso sobre lo que podían encontrar, como todos, pero era el camino que habían estado buscando, si no se volvía a desvanecer como los otros....

- Tienes razón Carley, debemos notificar a central y que estén siempre al corriente de dónde estamos y lo que hacemos. Y que haya refuerzos cerca.

Era casi el medio día cuando los cuatro agentes se juntaron para charlar sobre lo sucedido dentro de Susurros en la Oscuridad. Ese lugar había resultado algo extraño y, según parecía, los agentes tenían por fin un cabo que seguir.

Tras llamar a la central y confirmar una patrulla¹, Perlman solicitó un amplio reporte de la situación. No le gustaba la intervención de todos los agentes a la vez, pero acabó conforme cuando supo de la patrulla dispuesta en las mediaciones.

Quedaban unas horas para que los agentes charlaran del tema y prepararan la "reunión"² de por la noche.

—¿Y preparar una redada? —Zoey lo lanzaba un poco al aire, pues eso era competencia más de los agentes que de ella, pero la idea le llevaba rondando desde el interior de la tienda—. Entramos nosotros, nos infiltramos, echamos un ojo y cuando ya hayamos investigado lo que podamos, damos la señal. Que entren agentes preparados y detengan a todos los presentes. Así se los podría interrogar después en las oficinas y sacar lo que no podamos sacar nosotros, ¿no? 

—No tenemos más que conjeturas sobre la tiendas pero opino como Zoey —dije mientras señalaba con la cabeza hacia ella con una pequeña sonrisa, —pienso que ahí está ocurriendo algo. Además de tener un equipo completo de asalto aquí fuera debemos estar en comunicación con ellos —.

Hice el gesto de cacheo sobre mi cuerpo —debemos ir preparados para que si son algún tipo de secta puedan cachearnos, y además, viendo el tipo de tienda que es... —miré a mi compañera menos acostumbrada a situaciones como las que podíamos vivir —puede que incluso haya algún rito de iniciación —.

—Tenemos que llevar algún tipo de micrófono oculto que grabe todo, necesitamos pruebas que luego podamos usar en algún juicio. Además, armas que podamos ocultar y que superen un cacheo. Algún cuchillo o pistola en la hebilla del cinturón o en algún llavero —.