Partida Rol por web

El hombre asiente, llamando a otro de sus guardias para guiarte.

El guardia empieza a caminar, llevándote hasta la cocina.

Ves un horno, una mesa llena de trastos de cocina y comida y, encima, colgando, especias.

El cocinero, ajetreado, camina de aquí para allá. Parece nervioso, y no parece haberte visto ni a ti ni al guardia, que está detrás de ti, en la puerta.

Me dirijo a los aposentos de los criados acompañade del guardia. Realmente es una buena idea lo de hacer que nos acompañe un guardia. Así se aseguran que no robemos las pruebas. Por que pensar que nadie va a interferir en esta investigación, no es ser optimista, es engañarse.

Al llegar miro a los alrededores.

Uno de los guardias se coloca delante tuyo, empezando a caminar. Parece haberte llevado a los aposentos de los criados. Sin embargo, está vacía. Puede que encuentres algo importante...

Ves varias camas en fila, donde supones que duermen los criados. Algunas están recogidas, pero la gran mayoría están deshechas y con ropa tirada.

Sigo a los guardias hasta llegar cuando veo que no hay nadie más en la sala. Deben de estar haciendo sus tareas. Mientras espero, puedo revisar en busca de pistas.

Empiezas a mirar por la sala. Al principio no parece haber nada importante; algunos calcetines o comida por el suelo, pero nada más. Sin embargo, cuando estás a punto de rendirte, ves una pequeña nota doblada por la mitad. La abres, y ves letras y palabras escritas, pero no sabes leer...

Con mis antiguas compañeras no se habría permitido este desorden. Aún me acuerdo la bronca que me echaron una vez por olvidarme de recoger un calcetín.Y lo de dejar comida por el suelo solo sirve si te gusta jugar con los ratones. Entre todo este desastre, encuentro un papel.

Si los criados de aquí saben leer, deben de tener mucho nivel. Seguro que pone algo aunque no lo entienda. Podría preguntar al guardia.

-Disculpe, ¿Podría hacerme el favor de leerme esto?

El hombre te mira, callado durante uno segundos. 

Lo siento, joven. No sé leer.

-Yo tampoco, así que no hay problema. Gracias igualmente.

Debería quedarme esperando para ver si viene alguien y así le pregunto sobre aquel día. También, si estos criados saben escribir, sabrán lee supongo. Y para asegurarme de que no mienten, ya le preguntaré luego a Arashi o Sen. 

Me pongo a mirar por las ventanas del lugar mientras espero.

Tal vez se puede ver quien entra al castillo o lo que sucede en el jardín desde aquí. 

Te pasas un rato esperando, pero no llega nadie.

Llevo un rato esperando y no aparece nadie. Si no recuerdo mal, había sirvientes en el gran salón hace un rato. Tal vez sigan ordenando el lugar. Podría ir a buscarles allí y aunque no estuvieran, seguro que hay alguien allí que me pueda leer la nota. 

Me guardo la nota y vuelvo al gran salón.

 No has tardado mucho, así que todos siguen igual; aunque Arashi no parece haber vuelto aún  

Ves llegar, junto al guardia, a Johan al gran salón. Puede que haya encontrado algo... 

Parece que no estuve mucho tiempo esperando porque mucha de la gente que estaba aquí sigue en el mismo lugar. Debería de haber sido más paciente. Aunque tal vez ahora les moleste pues están de servicio. Igualmente con estos salones tan grandes se deben de pasar el día limpiando y tampoco tendrían un momento libre para que les pueda preguntar.

Miro al rededor en busca de alguna persona del servicio para preguntarle por aquel día.

Escuchas la conversación entre el príncipe y uno de los invitados. 

??: Entonces... ¿Crees que los culpables tuvieron que asistir al festín?

Arturo: Sí, claro. Mi padre no era muy amable con los sirvientes ni cocineros, así que podrían tener razón para quererme muerto, pero he hablado con ellos y ninguno parece haber visto nada ni saber nada; ¿quiénes sino podrían ser más que los propios invitados? Sobretodo las demás razas; mi padre no admite a otras razas, así que tiene sentido que quieran acabar con él. Pero es algo cruel y sea quien sea el culpable, será castigado. 

??: Tienes toda la razón, Arturo. 

Parece que el desconocido habla con confianza al príncipe. 

Dejo el peine sobre el tocador al escuchar los golpes en la puerta, yendo hasta ella para abrirla, al encontrarme con el sirviente no tengo problemas en seguirle y cerrar mi puerta con llave para evitar cualquier incidente. 

En el camino no puedo evitar contar al resto de lo que supongo son los otros invitados, bastantes más de lo que esperaba y muy variados, esta parecía ser mi oportunidad de observar más razas de cerca...

Senhä, esto no es otro de tus viajes de estudio, controla tu comportamiento.

La voz de mi reina en mis pensamientos llega como un recordatorio, mientras entramos en el gran salón y me controlo para no expresar mi emoción por el ambiente de nuevo, ¿Quién era el decorador de este castillo? 

¡Senhä!

Tomo asiento en la larga mesa, atendiendo a las palabras del príncipe y tomando notas mentales, que luego vendría bien escribir, de los hechos según el noble.

Al principio no tenía real interés en lo que sucedía en aquí y veía esto como una obligación más, pero a medida que escucho la historia la empatía por el joven Arturo crece en mi corazón, al igual que una fuerte curiosidad y sed de respuestas, sabía muy bien que era ver enfermar a tu rey y más aún, la persona que te crío sin poder hacer nada. 

Me quedo pensando en mi lugar un rato, meditando sobre lo que podría hacer para ser útil, habían demasiadas ideas confusas en mi mente, sobretodo necesitaba más información sobre la condición del rey, pero dado que una alquimista experta en venenos ya se había ofrecido, ¿Qué otra cosa podría hacer alguien como yo?

Hablar con personas no era precisamente mi mayor talento, pero estaba más que especializado en tratar con la realeza y disfrazar mi curiosidad por todo con una cara inexpresiva, no fue muy difícil elegir que haría.

Su alteza el príncipe Arturo, desearía conversar con una persona que haya estado presente en la festividad o organizandola, podría serle útil como alquimista si puedo identificar las posibles vías de contagio que hubieron, ¿Hay alguien invitado en la habitación? ¿Un noble de otra raza o miembro de la corte tal vez? 

El joven paró su conversación con el desconocido para escuchar tus palabras. 

Excusó a su acompañante, con quien conversaba, y se quedó pensativo durante algunos segundos. 

Invité a algunos de los presentes, sí... Aunque no todos son nobles. 

Invité a Caleb, a Lyrune, Gawain y a Golightly. Nadia, otro de los presentes, se auto invitó.

Terminando de repasar a los invitados, Arturo asintió, seguro de lo que acababa de decir.

Antes de poder seguir, uno de los presentes, -un Tiefling azul- se levanta, acercándose al príncipe. Tras susurrar algo a su oreja, el joven se retira, con un guardia a su espalda, como todos los que han ido saliendo. 

Arturo, entonces, continúa contigo. 

¿Necesita algo más, príncipe Senhä? Podemos retirarnos a algún lugar más privado si así lo prefiere.

Al ver la cocina me sorprendí, no parecía ser la de un castillo. Lo primero que hago al entrar es buscar algo que me llamé la atención

– Bien, debe de haber algo por aquí –