Partida Rol por web

Al ver cómo Tiberius conjuraba aquella luz se decidió a imitarlo.

—De las personas que conozco, tú eres quien más gente ha sacado de aquí. Así que nunca dudé de que los sacarías. Vamos. LUMOS- conectó una de las runas a la más cercana al lado opuesto del pasillo.—¿Habrá que formar triángulos como en el dibujo ese?

Escuchó la explicación de Michael y asintió entendiendo su lógica, y al ver que el hechizo de Erick tenía más efectos que los que habían lanzado ellos, decidió seguir la idea y también lanzó su propio hechizo de luz —¡Lumos! — exclamó, para comenzar a moverse frente a las celdas —Buena idea, unir las celdas con las runas y hacer los triángulos quizás sea la respuesta a este problema — elogió a los chicos para seguir el ejemplo de Erick

Gracias al encantamiento Lumos  todos los presentes pudieron comenzar a resolver como creían más conveniente el acertijo que tenían frente a ellos en ese extraño piso. Al final todos terminaron enlazando las runas que habían seleccionado con otras diferentes, sin embargo pese a esto la gran mayoría de hilos de luz que habían quedado y qué servían como enlace entre las runas, se tornaron de un color rojo intenso antes de desvanecerse en el aire, todas salvo una; La línea que había marcado Tiberius permaneció enlazada con el color original del hechizo que había conjurado, dejando de esta manera una base para que todos pudieran saber por fin qué es lo que tenían que hacer.

Enlazar cada una de las runas dispuestas con las que tenían justo delante parecía ser la solución para ese acertijo, de esta manera quedarían tres enlaces por pasillo y gracias a que los otros enlaces que habían creado se habían desvanecido, tendrían que repetir el proceso ocho veces para poder completar el piso, y ver qué es lo que pasaría una vez que terminarán de hacer esa labor pues aún seguían completamente ciegos en ese aspecto. Por supuesto parecía que esa prisión horripilante había reaccionado al momento en que completaron el primer par de runas...

De un momento a otro todos pudieron sentir como si de un temblor se tratara, causando que se tambalearan y por consiguiente cayeran unos segundos contra el suelo, algunos incluso impactando contra aquellos esqueletos que solo hacían más horrible el escenario que tenían en ese piso. Sin embargo esto no era realmente el peligro real, pues lo que vendría para ellos les dejaría con una prueba a contrarreloj; Tiberius pudo sentir como uno de esos cadáveres que llevaba seguramente años en el olvido, reaccionaba y le sujetaba por la muñeca con fuerza, de la misma forma qué le sucedía a Erick. Sus otros dos compañeros restantes pasarían por lo mismo, sin embargo tanto a Brianna como a Michael se le abalanzarían una cantidad mayor de esqueletos, casi como si quisieran hundirlos contra las pilas de cadáveres que aún no se movían y buscando cómo arrebatarles los libros que ambos tenían entre sus manos...

De esta forma cada vez más y más cadáveres vivientes comenzaban a reaccionar con el único fin de destruir al grupo que se encontraba allí, tratando simplemente de salir de esa pesadilla en la que habían despertado. La sorpresa con la que estos enemigos habían salido por supuesto causaría un pequeño estrago en todos, y estaba claro que tendrían que apurarse a enlazar cada una de las runas con su par antes de que fuera demasiado tarde para ellos.

Por otro lado, todos debían estar al pendiente para que aquellas cosas que en esos momentos estaban atacandoles no los arrastrarán hacia alguna de esas montañas de cadaveres, las cuales habían cambiado de un momento a otro sin que ninguno de ellos se hubiera percatado. Cada una de estas montañas comenzaba producir un hedor asqueroso, así como ruidos guturales que solamente hacían más horrenda la situación, sin contar que aunque en un principio todo parecía ser esqueleto en esos momentos aquellas conglomeraciones de cadáveres parecían producir pequeños pedazos de carne.

¿Inferis? Todo apuntaba a que trataba de una magia oscura bastante poderosa y al mismo tiempo tenebrosa, seguramente había un hechizo que estaba preparado para hacer de trampa en caso de que alguien consiguiera resolver el acertijo con las runas. Tenían que darse prisa y también defenderse del inminente ataque, uno que sin duda solo alguién con una magia demasiado horrenda podría crear, pero ahora mismo no era momento para analizar.

Erick se mantiene vo atento a  la fuente de aquella brisa que lo ponía muy nervioso mientras intentaba conectar las runas como lo había hecho Tiberius. Quizá debería haber prestado más atención a lo que hacía en vez de a las posibles amenazas ya que no logró acertar a conectar ninguna runa.

Habían descubierto la resolución del acertijo. Sin embargo, los problemas no habían hecho más que empezar. La presencia de aquellos inquietantes cadáveres alarmó por completo a Michael, alterándolo y provocando que se sintiera muy afectado. Siempre había tenido fobia a los cuerpos sin vida, por lo que ver a aquellos cadáveres vivientes hizo que sintiera un escalofrío recorriendo su espalda.

-¡Centraos... centraos en las runas! ¡Antes de que nos alcancen los muertos! -exclamó el bibliotecario, absolutamente atemorizado.

Apuntando con su varita en dirección a las runas, Michael consiguió enlazar una de ellas con la anterior, aunque falló la otra. Con el corazón en un puño, dirigió una mirada a sus compañeros, esperando que Brianna y Tiberius tuviesen más suerte. Tenían que conectar las runas lo más rápido posibles, antes de que los cadáveres vivientes se les echasen encima.

El optimismo que sintió Tiberius al comprobar que de momento iba dando con la clave del acertijo al unir las runas de forma correcta, se disipó al instante en cuanto notó el frío y despiadado agarre de aquél cadáver en su brazo. Trató de zafarse horrorizado, mientras daba un par de pasos atrás.

—¡Fuera! —gritó por acto reflejo, dando una patada a aquellos restos que algún día fueron una persona viva.

Afortunadamente, consiguió evitar que los inmundos inferi que empezaban a rodearles le arrastrasen, y se centró como Michael gritaba en conectar aquellas runas lo antes posible. Lanzó un Lumos a la que tenía más cerca en el pasillo, y nada más conectarla con la del lado opuesto del corredor, pasó a la siguiente. Debían darse toda la prisa posible.

—¡Vamos! ¡Ya quedan menos! —exclamó para animar al resto.

Aquello parecía salido de sus peores pesadillas.

Parecía que en efecto sus dos peores fobias se habían unido para atormentarla, por lo que comenzó a luchar para intentar quitarse de encima todo aquello, gritó sin poder evitarlo mientras intentaba liberare, pero el grito de Michael la centró por un momento, respiró profundo para evitar quedar verdaderamente afectada, si no lo pensaba demasiado podía fingir que no le estaba sucediendo a ella, que estaban con suficiente espacio para correr y alejarse de esas cosas.

Logró con esto enlazar una de las runas, viendo como sus compañeros hacían lo suyo como podían, pero al intentar enlazar la siguiente no lo logró, pues los inferis no la dejaron hacer el movimiento correcto.

El bibliotecario no pudo evitar sentir como su mente se nublaba por unos cuantos segundos debido a la imagen de aquellos muertos vivientes salir al ataque. El nauseabundo olor qué de repente empezó a emanar en todo ese piso en el que se encontraban, penetró con cierta fuerza en la nariz del hombre y aunque esté no quisiera, sintió que por un momento perdía todos sus sentidos, el miedo se había apoderado de él aunque afortunadamente Michael se encontraba lo suficientemente entero como para no caer completamente ante tal situación, más allá de la desorientación qué permanecía en él y que tenía que superar rápidamente si no quería que le jugara una mala pasada en cualquier momento, especialmente en uno tan importante como el que se encontraba en esos instantes junto con sus compañeros, cada segundo contaba.

Todos los presentes intentaron actuar lo más rápido posible para enlazar las runas de tal forma que fueran quedando en pares a lo largo de los pasillos, los cuales para esos momentos estaban infestados con esos cadáveres andantes qué servían como una trampa claramente mortal para cualquiera que no tuviera el suficiente cuidado. Entre todos lograron enlazar cuatro pares de runas en un primer instante, dejando de esta manera la mitad del trabajo hecho y aquellas líneas forjadas con el encantamiento Lumos flotando en el aire, indicando que estaban en el camino correcto dentro de toda esa situación que claramente era una completa locura. Lamentablemente no habían sido lo suficientemente rápidos como para evitar el enfrentamiento inminente contra aquellos cadáveres que les estaban acechando de un momento a otro...

Tanto para Michael como para Tiberius dicho ataque llegó con bastante furia por parte de esos cadáveres malolientes y que por alguna razón de repente adquirieron mayor velocidad de la que en un primer instante parecían tener, el bibliotecario no tardo mucho en ser derribado por un par de estas criaturas, las cuales fueron directamente a sujetar sus piernas y jalar de estás de tal forma que diera un seco golpe contra el suelo, posterior a esto comenzaron a tirar de el buscando que su cuerpo fuera tragado vivo dentro de uno de esos montones de cadáveres que estaban apilados de forma grotesca y que parecían expulsar todo tipo de fluidos asquerosos, todo esto mientras Tiberius se encontró con él mismo siendo sujetado contra una de las paredes de esos pasillos, los cuales parecían estar poco a poco siendo tapizados por más de estas criaturas bizarras y grotescas, sobresaliendo solamente las partes superiores de sus cuerpos, el abogado podía sentir como los dedos viscosos y claramente sin vida de estas criaturas estaban tratando de presionarlo con fuerza contra la pared, amenazando con clavarse en su piel en cualquier instante si no salía de allí pronto.

Todo esto sucedía mientras Brianna y Erick también eran asaltados por una gran cantidad de enemigos, este último término siendo acorralado dentro de una de las númerosas celdas que habían en ese lugar, los "inferi"  por supuesto amenazaban con lanzarse en contra de él en cualquier segundo, por otro lado la única mujer del grupo se vio a ella misma siendo lanzada con fuerza por una de esas criaturas tenebrosas, dejándola contra el suelo y mirando cómo los cadáveres se le echaban encima. La situación era sin duda alarmante y completamente desquiciante para cualquiera, sin embargo todos tenían claro que si querían sobrevivir y salir de ahí tenía que quitarse a los enemigos de encima y tratar de completar los enlaces que esas runas creaban, de lo contrario muy seguramente terminarían como ese cadáver que había encontrado Erick, ahora podían saber realmente qué es lo que le había sucedido a esa pobre mujer y debían dar gracias que al menos ellos no estaban solos enfrentando esa prueba tan macabra...

¿Seria todo eso una serie de encantamientos defensivos en caso de que hubieran revueltas dentro de Azkaban? O tal vez un modo de tortura bastante horrible, sea lo que fuera tan solo quedaban cuatro enlaces de los ocho que tenian que realizar, tan solo debian avanzar un poco más y tener fe de que lo que estaban haciendo era realmente el camino para salir de ese lugar.

Brianna no tenía idea de como estaba sobreviviendo con la mente sana a todo eso. Quizás la adrenalina y que no estaba sola y no podía dejar morir al resto tan fácilmente es lo que la tenía en pie, porque siempre había jurado que de encontrarse con esas criaturas iba a dejarla en blanco, luego de haberlas experimentado en el pasado.

No fueron rápidos en lograr unir el resto de las runas y se movieron. Lo siguiente que supo Brianna es que estaba siendo lanzada al suelo lo que la hizo quejarse por el maltrato y el dolor, para luego ver a esas cosas abalanzarse. Su varita estaba de inmediato en su mano, el incendio saliendo automáticamente de su mente a su varita y el fuego quitando a los muertos de encima de ella el tiempo suficiente para que lograra con otro lumos enlazar otra runa, pero tuvo que volver a apartarse y correr para que no la atraparan de nuevo, impidiendo su otro intento con las runas.

Erick intentó una finta frente a los inferis que lo acorralaban, más propia de un jugador profesional de quidditch que de un vendedor de escobas de baja calidad, y salió nuevamente al pasillo a enlazar runas. "LUMOS, LUMOS" iba gritando. El miedo a quedar solo cuando esas criaturas se comieran a sus compañeros hizo que los pocos conocimientos que conservaba de sus estudios volvieran a su mente y poder actuar con éxito.

Tiberius había empezado bien, uniendo las runas entre sí con sus encantamientos con rapidez. Pero antes de que se pudiera dar cuenta, varios cadáveres se habían lanzado sobre él más deprisa de lo que había esperado. Alzó su varita para lanzarles un encantamiento abrasador, pero no tuvo tiempo de hacerlo antes de que uno de ellos le propinara un buen arañazo en el brazo.

—¡Agh! ¡Incendio!

Pudo zafarse por fin de aquellos engendros, frotándose el brazo en el que las uñas podridas de uno de ellos le habían dejado tres marcas rojizas. Apretó los dientes, tratando de aguantar el dolor y el miedo, y volvió a alzar la varita para unir más runas.

—L... ¡Lumos!

Pero del extremo de su varita sólo salió un leve parpadeo. Aquella situación horrible empezaba a hacer mella en su concentración.

Michael dejó escapar un grito aterrorizado al divisar a los inferis que se habían abalanzado sobre él y Tiberius, derribándolos. El bibliotecario no era un gran portento físico, por lo que tendría que recurrir a hechizos si quería quitarse de encima a aquellos numerosos inferi.

-¡Incendio...! -exclamó, sabiendo que solo el fuego sería capaz de detener a aquellos muertos vivientes.

No obstante, el hechizo de Michael no salió como debiera, por lo que el bibliotecario no pudo quitarse de encima a los inferi que le estaban atacando. Apuntó con su varita en dirección a las runas para tratar de unir a dos más de ellas.

En medio del enfrentamiento que había comenzado contra aquellos horribles "inferis"  pronto los tres pasillos en los que todos los presentes se hallaban distribuidos se iluminaron con fuerza gracias a los múltiples encantamientos qué conjuraron, el fuego prontó predominó contra aquellos horribles cadáveres vivientes y aunque no a todos les sirvió con la misma efectividad, al menos pudieron conseguir el tiempo necesario para completar los enlaces mágicos que tenía que crear entre aquellas runas qué se hallaban a lo largo de los pasillos

Todos pudieron observar cómo aquellos enlaces comenzaban a distorsionarse, mientras los cadáveres regresaban a conglomerarse contra ellos, buscando acorralarles después de que las llamaradas les habían asustado por un breve momento, habían hecho todo bien y sin embargo el miedo y el peligro que seguía creciendo gracias a aquella situación, se veía intensificado gracias a que no sabían que es lo que pasaría a continuación con esos enlaces que habían creado. Estos siguieron reaccionando de una manera extraña, hasta que pronto aumentaron con gran intensidad su brillo causando qué el piso completo se iluminará a tal punto que los inferi  no tuvieron más opción que retroceder y esconderse dentro de las múltiples celdas que habían entre los pasillos.

Dichos enlaces se comenzaron a mover posteriormente, habían logrado unir un total de nueve conexiónes entre las dieciocho runas que habían encontrado, el número exacto para poder formar aquella runa, "la telaraña de Wyrd" en un tamaño mucho mayor qué ahora se encontraba flotando delante de todos los presentes, brillando con intensidad gracias al encantamiento "Lumos" con el que había sido formado, estaban delante de un tipo de magia qué tal cómo pasaba con aquellas tarjetas de mármol negro, parecía ser de un nivel nunca antes visto por ninguno de ellos y esta vez era para bien, como si fuera la contraparte de las ya mencionadas tarjetas ¿Que era todo eso? Y porque eran ellos lo que estaban experimentando aquella locura, estas preguntas lamentablemente estaban lejos de ser respondidas, al menos por el momento.

Todos pudieron observar como la runa gigante comenzó a crear conexiones por sí misma a lo largo y ancho de los pasillos en los que se encontraban todos, casi como si estuviera tejiendo por sí misma una telaraña, por alguna razón esto podía hacer honor al nombre qué se le daba.

Las paredes, el techo y el suelo comenzó a iluminarse debido a todas estas conexiones, poco a poco cada vez más brillante hasta que todos fueron absorbidos dentro de la luz... lo que pasó continuación sin duda pues simplemente horroroso de una forma muy diferente por supuesto, a los horrores que habían visto que Azkaban podía ofrecer. La periferia y el equilibrio de todos se tambaleo como si estuvieran experimentando un terremoto personal y con bastante furia, y pudieron sentir como una fuerza impresionante parecía llevarlos hacia abajo, era como si aquella runa les estuviera forzando a atravesar de forma espacio-temporal desde él piso en el que se encontraban al siguiente, un nivel abajo. Si pudieran ponerlo en palabras, el sentimiento sería exactamente igual al que cualquiera podría sentir en su primera experiencia con un traslador, solamente que multiplicada mínimo cien veces.

No supieron en qué momento esa experiencia se detuvo en seco, lo único que podían sentir en estos momentos era como si hubieran caído de espalda contra el suelo, la mirada de todos se encontraba fija en el lúgubre techo, por el cual un pequeño atisbo de luz se iba apagando poco a poco, dejándoles una vez más con aquella oscuridad a la que ya se habían enfrentado casi desde que despertaron en ese lugar. Por supuesto su vista tenía que acostumbrarse una vez más después de haber sido cegados con aquella abrasadora iluminación por lo que se había sentido ciertamemte como minutos o tal vez horas.

En esos momentos al menos una cosa sí que podían tener en claro, habían descendido un nivel más dentro de aquella horrible prisión. Habían terminado en lo que parecía ser una habitación rectangular, un par de ventanas estaban disponibles en ese lugar, protegidas con unos barrotes qué muy seguramente estaban diseñados para que la magia no pudiera afectarles. Varias sucias y podridas camas se alineaban en un lado de aquella zona, posiblemente se trataba de una celda comunal, para que varios prisioneros pudieran compartir espacio entre ellos. Por supuesto el simple hecho de que hubiera camas significaba que recibían un trato mejor a lo que habían visto en el piso anterior. Asi mismo podían notar muebles tipicos pero que al igual que las camas, se encontraban en estado de descomposición debido a la humedad, al desuso y a las condiciones tan pobres que para esos instantes había a lo largo y ancho de la prisión.

Era un buen momento para poder recargar un poco su espíritu después de lo que habían experimentado, así como investigar ese nuevo lugar con el fin de poder seguir avanzando, pues estaba claro que aún tenían un largo camino por recorrer, uno el cual esa maldita y horrenda prisión no parecía querer cederles de buena manera.

—¡Lumos máxima!—reacxionó rápidamente produciendo un pequeño orbe de luz cerca del techo. Verificó en seguida que todos sus compañeros seguían junto a él

.—Qué bueno que estéis todos bien.—comentó con voz aún agotado.—Bien hecho Michael. Y Briana. Es bueno contar con un par de eruditos en un lugar como este. Y Tiberius, tú enlazaste el primer par de runas , ¿verdad? Siempre eficiente. Mientras sigamos juntos no dudaré por un segundo que lograremos salir.

Erick se levantó, observó si había alguna puerta visible, y se puso a revisar los cajones para ver si hallaba algo útil.

Habían escapado de los inferi. Aquello era un progreso y, por suerte, las runas les habían transportado a un lugar alejado de la horda de no-muertos, al menos un nivel más abajo dentro de la prisión de Azkaban. Michael dejó escapar un hondo suspiro de alivio al comprobar que, a pesar del ataque de los inferi, seguía con vida.

-Pensé que no saldría de esta... -reconoció Goldman, llevándose una mano al pecho, donde su corazón latía acelerado-. Solo soy un bibliotecario. No estoy acostumbrado a emociones fuertes.

Dirigió una mirada a su alrededor, notando que aquel lugar poseía una celda comunal con varias camas y que, de entrada, se veía que era una celda en mucho mejor estado que las que habían visto en la planta de arriba.

-Parece que hemos llegado a la parte buena de la prisión -afirmó, echando un vistazo a las camas. Al menos aquellos reclusos no vivían en las condiciones tan deplorables en que lo hacían los de la planta previa.

Tiberius tomó aire con ganas. Habían escapado de aquellos horribles cadáveres andantes, en su caso con un doloroso arañazo que habría que ver si no le causaba complicaciones. Pero al menos, estaban vivos y parecían haber resuelto aquella prueba.

—Tuve suerte, eso es todo —dijo respondiendo a Erick, aunque asintió para agradecer sus ánimos—. Esperemos seguir teniéndola...

Echó un vistazo alrededor. Aquella era sin duda una celda para presos en un régimen menos estricto que aquellos que eran encerrados en las inhumanas jaulas que acababan de dejar en el piso superior. Michael comentó que aquella parte era mejor que la que acababan de visitar.

—Sí, y al menos no parece haber amenazas inmediatas. Pero tampoco deberíamos echar raíces aquí...

Los dementores no se rendirían. Seguirían dándoles caza, sin importarles el tiempo que les llevara atraparlos.

A pesar de la horrible situación que acababan de pasar, la adrenalina la llenaba por completo, recordándole las aventuras que solía vivir en su trabajo cuando se adentraban a tumbas antiguas, aquello parecía similar, solo que mil veces más terrorífico y lúgubre. La experiencia de ver la runa unirse y traladarse mágicamente a otro piso la dejó mareada por un momento, agradeciendo mucho que estuviera tan acostumbrada a los trasladores que hubiera podido contener su ¿cena? o bueno, su última comida aún en el estómago y no había hecho un espectáculo de sí misma.

—¿Están todos bien? — preguntó alrededor luego de seguir el ejemplo de Erick y encender también su varita con un lumos para ver alrededor, el lugar se veía igual o peor que el anterior, pero esperaba que estuvieran avanzando o algo así. —Si cada piso va a ser como el anterior, tenemos que confiar en el resto y mantenernos unidos, tenemos que intentar salir vivos de aquí — Azcaban parecía preparada para matar a quien estuviera dentro y aquello no era divertido. —Tiberius tiene razón, tenemos que buscar una salida de aquí rápido y ver si conseguimos alguna pista más — dijo con resolución, moviéndose por el lugar y con ella su varita encendida, buscando algo que destacara más de lo normal.

Brianna fue la primera en comenzar a investigar tan pronto se reincorporó en aquella nueva zona en la que había aparecido junto con sus demás compañeros, no le fue muy difícil encontrar la puerta para salir de esa habitación de celdas en la que se encontraban, la misma parecía estar hecha de metal y ya se miraba bastante corroída por el paso del tiempo, el enorme y oxidado seguro que mantenía la puerta cerrada estaba aún fijamente en ella sin embargo seguramente era una labor sencilla si se utilizaba el encantamiento "bombarda" para pasar a través de ella. La misma puerta tenía una zona abierta cubierta de barrotes para poder ver que había al otro lado, allí se podía observar un largo y muy tétrico pasillo que en un principio, desde suposición, era imposible ver en dónde terminaba.

Asimismo el buen ojo de Brianna logró encontrar una serie de palabras escritas por lo que parecía ser un cincel y que habían sido realizadas claramente bajo un estado de desesperación: "No existe esperanza" "Escapen" "Azkaban nunca fue seguro" "Experimentos..." Todas estas palabras estaban repartidas a lo largo y ancho del arco de la puerta, sobre la dura y húmeda pared que en esos momentos, ayudaba a hacer el ambiente mucho mas tétrico.

De igual manera, entre los escritos y demás garabatos que no se podían apreciar con claridad, la mujer pudo observar un símbolo que le da bastante familiar y es que era exactamente el mismo que su libro tenía en la portada del mismo, estaba tallado de una forma bastante diferente al resto de garabatos, pues este no parecía haber sido hecho con un cincel improvisado sino que parecía qué había sido empleada la magia para dejar esa marca ¿Que podría significar? Tal vez tenía algo que ver con el libro que ella estaba cargando, después de todo no parecía ser una simple coincidencia.

Aunque todo dentro de esa nueva habitación en la que se encontraban parecía estar en mejores condiciones que el anterior piso, tan pronto como se fueron incorporando y lanzando sus respectivos hechizos para iluminar la zona se pudieron dar cuenta de la realidad... Si bien el panorama no era tan deprimente como el anterior que habían visto, pudieron ver cómo habían algunos cadáveres en las camas más alejadas, en estado deplorable e indicando que habían muerto seguramente mientras dormían, asimismo pudieron darse cuenta de qué había una persona colgada en una de las esquinas de esa habitación, haberse suicidado no era lo más preocupante de toda esa situación sino que justo como el cadáver que había encontrado Erick en el piso anterior, ese hombre se miraba bastante mas reciente que el resto de cuerpos que podrían encontrar en una prisión con varias decadas de antigüedad. Indicando que era seguro de que mas personas habían pisado Azkaban en años recientes y por supuesto, habían encontrado su muerte de igual forma al hacerlo.

Por otro lado, Brianna parecía haber encontrado la puerta para salir de esa celda conjunta en la que se encontraban todos los presentes, sin embargo tal vez esa habitación escondía más cosas de las que aparentaba en un primer lugar. Pues dentro de todo se podía sentir que estaban en alguna especie de areá segura, incluso aquellas tarjetas de mármol que tenían todos encima comenzaron a expulsar un pequeño brillo dorado bastante tenue.

Erick por supuesto, se encontró con algunos cajones vacíos y qué tan pronto los manipulo, estos cayeron desarmados debido al alto grado de putrefacción que ya tenían, junto con estos varias hojas y papeles arrugados y viejos también cayeron, formando un desorden. ¿Tal vez podrían encontrar algo allí? Estaba claro que podían seguir investigando aquella zona en la que se encontraban antes de hacer su siguiente movimiento, aunque como ya lo habían dicho varios de los presentes, no podían acampar por demasiado tiempo debido a los dementores que seguramente estaban tratando de buscar en cada zona de la pensión para encontrarles.