Partida Rol por web

El vástago intenta aplicar sus dotes sobrenaturales sobre Aaron, sin embargo, este no se detiene, al contrario, avanza raudamente y te corta el brazo derecho con su espada.

El dolor que siente Harvey es indescriptible, como si toneladas de magma hayan sido concentrados en un corte profundo y limpio.

Su brazo cae rápidamente y Aaron lo vuelve a clavar en el suelo para decir:

- Este brazo me pertenece ahora inmundo chupasangre, cuando aprendas a respetar los dominios ajenos, vuelve a visitarme…estaré esperándote –

Poco tiempo después y tras escuchar un gran jaleo proveniente de abajo, puedes ver como Aaron ingresa nuevamente a su oficina, con venas negras recorriéndole el cuerpo, de su ser se podía sentir un gran calor que iba creciendo, notas que llevaba el brazo de lo que parecía ser de Harvey, lanza ese miembro al escritorio y al verte que seguías ahí te habla de mala manera.

- Lleva a tu amigo lejos, no los quiero cer… - tose - …cerca – escupe un poco de sangre mientras se sienta en su sillón - ¡AHORA! –

Una vez abajo, puedes ver a Harvey sin un brazo, confirmando así tus sospechas de que lo que llevo Aaron a su oficina era nada más y nada menos que un pedacito de Harvey.

Hago un pequeño sonido como de decepción al ver al sujeto volver con el brazo de Harvey -Como desees-

Bajo caminando lentamente por las escaleras hasta encontrarme con la imagen de Harvey con...  o mejor dicho SIN un brazo.

-Espero que no necesites que te lleve a cuestas- Le digo al recientemente manco con una expresión seria en el rostro

- Vamos fuera, amigo, he conaeguido hacer mi trabajo a la perfeccion - con un tono irónico, acto seguido me giro y me voy por la puerta, una vez fuera le hago gestos para que me siga con mi brazo bueno, le llevoa un lugar apartado pero desde el que se pueda vigilar la calle y contínuo la conversación - has averiguado algo o me has pegado para nada, bestia sarnosa - añado en un tono muy despectivo - porque espero que sea así,  porque si no... - finalizo la frase sin llegar a acabar, el ya entenderá. "Estúpido idiota, inútil, ni siquiera sabe protegerme".

Me quedo mirándole a los ojos, si veo que hace un gesto hostil usaré dominación. 

Ante el intento de insulto mi rostro no muestra el más mínimo cambio, simplemente contesto de forma seria -Tu cabeza sigue arriba de tus hombros ¿Verdad? la mayor parte de nuestra conversación fue sobre eso. Por otra parte simplemente confirmé sospechas. Son varios y muy poderosos, su soberbia y su forma de hablar en plural lo delataron. Además, no sé que le habrás dicho pero, luego de cortarte el brazo, subió tosiendo sangre. Así que tu me dirás

- Ha quedado ahora con dos personas, Aurora y Leonid, deben ser importantes para que tengan cita, tengo un plan, y tu vas a ayudarme con el, salvo que tengas un plan mejor, entendido? - Mi rostro no muestra más a Harvey, parezco otra persona, toda la faceta estúpida ha desaparecido, y muestro un semblante serio.

- Bien, el plan, voy a dominar a una persona, con ella hoy a entablar una conversación con ellos, descubriré que tipo de ser son, y una vez lo descubra los interrogaré, tu esperaras cerca y me protegerás, tal vez en algún momento necesite tu ayuda, de acuerdo? -ahora mi sonrisa vuelve a aparecer, el hombre serio que has visto hace un momento parece haberse desvanecido, ha sido una situación confusa.

La curiosidad era visible en los ojos del enorme sujeto -Entonces, dices que tal vez hayas encontrado a un par de sacerdotes. Sorprendes bastante a vece, pero si vamos a hacerlo lo haremos bien. ¿Cuanto tiempo queda para la reunión? necesitaría hacer unas llamadas para preparar todo- Una emoción que hace mucho que no sentía estaba pasando en ese momento por mi rostro, y claramente lo disfrutaba. Lo estaba sintiendo, era inconfundible, la emoción por la caza.

Luego miro su brazo, o mejor dicho la ausencia de este, luego vuelvo a levantar la vista y digo -Estás tomando bastante bien lo de tu brazo. No malinterpretes lo que voy a decir, sigo pensando que hablas demasiado y que seguramente merecías algo de lo que te pasó esta noche, pero si necesitas hablar sobre viejas heridas de guerra aquí tienes mi numero.- Tras esto saco un viejo cuaderno de pájinas amarillentas y en una de sus hojas escribo

Si quieres vengarte, creo que puedo llegar a ayudar con eso. No importa que haya dicho Kátherine, aún no confío en que las comunicaciones sean seguras. Si aceptas que estemos juntos en esto también guarda la nota en tu bolsillo, sino simplemente devuélvemela.

Tras esto le entrego la nota y le hago una seña para que la lea. 

Estás tomando bastante bien lo de tu brazo. No malinterpretes lo que voy a decir, sigo pensando que hablas demasiado y que seguramente merecías algo de lo que te pasó esta noche, pero si necesitas hablar sobre viejas heridas de guerra aquí tienes mi numero.

- Gracias Max, pero uno no ha llegado ha vivir bien la vida sin haber perdido alguna que otra vez un brazo, una pierna y una oreja, ya encontraré la solución, no necesito el brazo para nada por el momento. - digo con una sonrisilla casi de complicidad, como si fuera parte de un plan. -Ya sabes, la gente cuando se cabrea tiende a mostrarse tal y como es, ahora sabemos de lo que es capaz, asi que podemos planear como hacerle frente -

Entonces, dices que tal vez hayas encontrado a un par de sacerdotes. Sorprendes bastante a vece, pero si vamos a hacerlo lo haremos bien. ¿Cuanto tiempo queda para la reunión? necesitaría hacer unas llamadas para preparar todo

Me mantengo atento mientras hablo en todo momento, parece que busco algo - No te puedo decir cuando, solo sé que todavía no han llegado, por lo que es probable que estén al caer,  puedes ir haciendo las llamadas, tan solo mantente alerta, vuelvo en 5-10 minutos, si ves a dos personas con pinta sospechosa que van hacia el Alakran no dudes en hablar con ellos, distraelos hasta que yo llegue, si quieres una idea de como distraerlos piensa en mi, solo di lo que te pase por la cabeza - Entonces le hago un gesto con el brazo que me queda bien y me voy.

Paseo por la oscuridad de las calles pareciendo un mendigo, con un solo brazo puedo parecer muchas cosas, y eso no es más que otra herramienta, encuentro a un hombre que tiene un pequeño negocio frente al Alakran, me acerco a el, con una cara de agonia y dolor -Perdona amigo, verá, soy un ex militar y perdí mi brazo por culpa de una granada, verá, estaba yo junto a mi colega Mike, joer, pobre Mike, de no ser por el yo no estaría aqui, ya sabes amigo, una granada traicionera, yo al menos solo perdí el brazo... bueno, a lo que iba, los militares de nuestro pais están pasando po momentos duros y me gustaria saber si usted estaría dispuestto a colocar un pequeño bote para hacer una recaudación para nuestros soldados, se lo agradeceriamos mucho, de veras. - Mientras le doy la chapa mantengo un firme mirada hacia sus ojos.

Saco mi celular y comienzo a llamar mientras vigilo la calle que da al Alakran

7 de septiembre, 2018

-18°

10:55 hs.

Había pasado los veinte minutos y poco más, Katherine llega en el rodado de gran porte que era manejado por Alberto, el señor amable contratado por Anne para que les sirva de chofer.

- ¿Me quedo por aquí seños? – pregunta el hombre con su fuerte acento mexicano –

Independientemente de la orden que reciba, se aleja un poco dejándolos a todos reunidos frente al Pub Alakran, el cual quedaba en una esquina misma.

Era un lugar realmente pequeño y curiosamente acogedor, nada acorde a lo que su nombre prescribía, ahora mismo estaba cerrado ya que habían adoptado la política de no abrir las 24 horas como su anterior encargado dictaminaba.

Quizá por dentro el ambiente era completamente distinto, pero eso ahora mismo para Katherine sería un misterio, eso y entender porque Harvey estaba en un comercio sin un brazo, hablando con el tendero.

Nota que Max estaba en la calle, esperándola y al parecer no había nadie más en esas heladas horas, ambos se encontraban parados frente al pequeño negocio, por lo que les fue fácil percatarse que de pronto un vehículo todo terreno y se estaciona frente al pub.

Del mismo bajan dos hombres, uno con cabello plateado y largo, mientras que el otro era un hombre anciano con rostro para nada amigable, quien iba acompañado de dos dobermans los cuales olfateaban el ambiente.

Korav abre la puerta y los deja pasar, mientras que el chofer del rodado también se mueve buscando algún lugar para estacionar.

El vehiculo blanco, se coloca al lado del vehiculo del cual Kathy bajo, ambos rodados estacionan a dos cuadras del grupo, hacia el norte.

7 de septiembre, 2018

-18°

10:55 hs.

Alexis salió hacía un tiempo del refugio y se dirigió hacia la ciudad para alquilar un coche, al finalizar la reunión, volvió con un todoterreno blanco y los dobermans rápidamente se subieron al mismo colocándose en la parte trasera del rodado.

El camino era sinuoso y no era fácil maniobrar hasta llegado a una ruta que conectaba con la ciudad.

Llegan frente al pub y notan que era un lugar realmente pequeño y curiosamente acogedor, nada acorde a lo que su nombre prescribía, ahora mismo estaba cerrado ya que habían adoptado la política de no abrir las 24 horas como su anterior encargado dictaminaba.

Alexis estaciona para permitir que todos bajen y luego pone en marcha de nuevo el rodado para buscar estacionamiento.

Un guardia abre la puerta, era un hombre de larga barba y casi tan alto y ancho como un ropero, al ver a los perros los detiene.

- Buenas, pueden pasar, pero los animales se quedan aquí conmigo – su voz era la de un típico ruso tajante – creí que vendría una mujer, Kenneth nos dijo que sería un tal Leonido y una tal Aurora… ¿o usted se llama Aurora señor? – la pregunta era seria -

Dicho esto, los invita a pasar y notan que nada más cruzar la puerta, a mano izquierda hay una pequeña zona en la que se pueden ver un par de billares, un par de dianas para jugar a dardos, y varias máquinas tragaperras pegadas a la pared. Seguido se aprecia una amplia barra con toda amplia variedad de grifos de cerveza, rodeada por taburetes, estanterías con todo tipo de licores.

Entre la barra y las maquinas hay una puerta con un cartel de “Privado”.

En la zona derecha, nada más entrar se encuentran los baños. Enfrente de la barra hay unas cuantas mesas para sentarse. Y una zona separada por pequeñas columnas y con unas pequeñas salas independientes en la que la iluminación es más tenue.

Justo al final de la sala en el rincón derecho y poco iluminado hay una mesa un poco apartada con seis butacones con un pequeño cartel metálico que dice “reservado”.

Al final y en el rincón izquierdo hay unas escaleras que van hacia arriba.

En las paredes se pueden observar varias pantallas enormes de plasma, Y a los lados de la más grande se ve un bate de béisbol y un palo de hockey firmados.

La ambientación general es todo de ladrillo, con varias banderas irlandesas en grande, y multitud de fotos enmarcadas de diversa índole.

Enfrente de la puerta principal y al otro extremo del pub, está una puerta doble negra con neones azules perfilando su silueta que da acceso a otra sala de forma también rectangular. La sala tiene un escenario donde toda la noche hay música en directo, hay otra barra, una zona para el DJ, y unos baños.

Korav, sujeta a los perros a un pequeño poste dentro del local para evitar matarlos con el frío y luego los lleva hasta la mesa del barman que quedaba en el centro.

Ahí, abre una de esas típicas portezuelas que cumplían con la doble función de evitar dar paso a los extraños y una vez abajo, se usaba como parte de la mesada para mezclas.

Una vez atravesado ese obstáculo, debían ladear un poco y llegar así a unas estrechas escaleras de cemento cubierto por alfombra escarlata, a los costados de dicha escalera, se alzaban paredes ovoides repletos de neón con los colores de la bandera irlandesa y al final de estas escalinatas, se encontraba una puerta de metal con el nombre de Kenneth McAlpin marcada en ella.

El ruso golpea tres veces antes de girar el pomo giratorio e ingresa.

- Disculpa Aaron… - calla un rato, algo desconcertado y luego habla - vinieron los enviados de Kenneth -

- Si, si, diles que pasen – se oye por enfrente de Korav quien comienza a bajar dificultosamente para poder dejarlos pasar junto al jefe –

La oficina de Kenneth, era un lugar particularmente oscuro en comparación a lo colorido de su pub, solamente constaba de un pequeño foco fluorescente que daba iluminación al lugar, tenía un escritorio caoba en el centro y por las paredes varios cuadros con fotos y pinturas posmodernistas, Aaron estaba sentado en un amplio y cómodo sillón tapizado, detrás tenia colgados una katana y una wakizashi en sus respectivas sayas.

Afuera, la música se detuvo, al parecer, el lugar había decidido cerrar completamente.

Detrás del escritorio, había un hombre muy joven, quizá con no más de treinta años, de cabello rizado y pelirrojo, se podían ver algunas pecas en su rostro y unos ojos azules que hacían resaltar aún más sus orígenes gaélicos.

Tenía el rostro cubierto de venas negras y al parecer le costaba respirar un poco y a pesar del frio general, sudaba como si estuviera en un horno.

- Por favor…siéntense – dice amablemente indicando un par de sillas de madera que tenía enfrente, llevaba una carpeta en sus manos y una laptop con la pantalla apagada sobre el escritorio – Kenneth ha…decidido dejarme…a cargo de sus negocios mientras no se encuentra por la ciudad…así que díganme…en que puedo ayudarlos –

No parecía alguien pomposo, al contrario, parecía un tipo muy agradable y muy enfermo.

Habían esperado quince minutos para ser recogidos por el criado de Stein, luego de ingresar en el vehículo se dispusieron a encaminarse directo al Alakran. En el trayecto Leonid le comenta a Padre Stein las condiciones diplomáticas para tener éxito en esta reunión, la primera estrictamente no usar disciplinas como dominación o presencia dado que están por tratar con seres sobrenaturales y en ese momento se entera que Kenneth es un cambia formas, por lo que no es difícil deducir que Aaron sea uno también o otra criatura cuyo origen desconozcan. La segunda regla, no caer en el juego moralista como ocurrió con Aurora que casi costó la negociación, debían mantenerse enfocado en los negocios y de esa manera garantizado debería estar el éxito de este encuentro.

Al llegar, pasan por recepción y Korav realiza esa pregunta , una pequeña sonrisa se dibuja en su rostro cuyos ojos escondidos en espejos azules de color negro ocultan el carácter sobrenatural de su mirada.   Sin demostrar desaprobación o indignación ante esa pregunta,  estaba acostumbrado y era gracioso en otro momento de su existencia.

-Buenas noches señor, efectivamente soy Leonid y por un imprevisto que surgió para la señorita Aurora no pudo asistir al encuentro de esta noche. Por lo tanto viene acompañado un miembro de mi confianza-.

Por ahora prefería mantener en resguardo la identidad de Stein para que él realice la presentación correspondiente, su porte elegante se hace evidente en el andar como sus gestos muestran cierto halo sobrenatural de un depredador evidente.  Luego de dejar a los canes a cargo de Korav, sigue los pasos de este por todas las instalaciones hasta llegar a la oficina de Kenneth, siendo testigos de la reacción del guardia ante la respuesta de Aaron.

Nota: no parece usual su comportamiento.

Luego de ingresar observa la apariencia de Aaron, quien llama su atención aquellas venas de color negro que decoran su rostro. Tomando nuevamente nota sin ser evidente en su rostro de ese rasgo peculiar, observando los gestos que resultan más diplomáticos y no con intención de demostrar exceso de seguridad innecesaria. Quitándose los lentes de sol para colgarlos en el cuello de su camisa como gesto de respeto.

-Agradecemos que brinde de su tiempo para recibirnos y llevar a cabo esta reunión-.

Dice de manera educada en ese extraño acento entre ruso y italiano, tomando asiento en la silla derecha mientras posiciona las manos en las rodillas en una postura calmada como si fuese entrevistado. Dando libertad al Padre Stein que se presente como estime conveniente al protocolo.

-La razón de esta reunión es establecer un acuerdo de negocio con usted dado que es el encargado de gestionar lo administrativo-.

Siendo escueto para ver como se desenvuelve Aaron y de acuerdo a su actitud entraría a profundizar en los términos a establecerse.

Escucho y pregunto cuanto necesito saber sobre el tipo que nos disponemos a visitar de camino al local. No solo estuvo involucrado en el asesinato del anterior sacerdote de la manada, sino que además se trata de un sucio perro cambia formas. Estupendo.

Todo cuanto el gorila recibe en respuesta a su gracia es una mirada de indiferencia con la que aprovecho por escrutar su aura y las de cuantos empleados nos crucemos en el lugar.

- Esperemos que la ausencia de Kenneth se deba solo a un percance pasajero,

digo prestando una total atención a la expresión del cansado pelirojo para tratar de rascar algo de información sobre el paradero de Kenneth o el momento aproximado de su regreso.

- Soy nuevo en la ciudad y me agradará conocerlo cuando vuelva. Me llaman padre Stein.

añado, dando por concluida mi presentación.

Su estado herrumbroso y los esfuerzos con los que hablaba no auguraban nada bueno, pero esperaba que mis poderes pudieran identificar mejor lo que le ocurría ¿Estaba enfermo o era la forma que tenía el frenesí en los perros lupinos?

En cuanto llega Katherine le hago una seña con la mano para luego indicarle con la mirada donde estaba Harvey. Como esperando a que ella se metiera en el lugar. Mientras tanto yo me dirigí hacia uno de los callejones que había cerca del Alakran.

-Bueno- Pensé para mi mismo -Espero que haya alguna por aquí cerca- Tras pensar esto me escondo en uno de los callejones y, tras entonar un poco mi voz, me dispongo a abrir la boca y hablar. Pero de esta no sale mi voz de  siempre, sino algo parecido al chillido que que hacen las aves de presa.

Nada más bajar del vehículo, asintió afirmativamente hacia Alberto, para que se fuera una manzana más lejos, fuera de la zona de acción a la espera de instrucciones.

Oteó alrededor, y cuando vio a Harvey sin brazo, pensó que lo más probable es que Max se lo hubiera arrancado a modo de advertencia. Quizás ella debiera hacer lo mismo con el otro, por lo de la mesa, pero ahora no era el momento.

Oteó el panorama, solo un mortal con el que hablaba Harvey. Aún se preguntaba como demonios, había logrado él saber que se acercaban dos sabbaths. ¿Acaso era posible que Harvey tuviera más valor del que aparentaba? (aunque a juicio de Katherine eso no sería complicado).

En esos momentos, el ruido de otro vehículo aproximándose hacia la posición de los demás, captó la atención de todos. Max le hizo gestos de que se acercara a la zona, mientras él tomaba otro camino para ocultarse. Imaginó que su intención era sorprenderles.

Ella se ocultó tras una esquina rápidamente, dejando a Harvey sólo, mientras veia la situación. Dos seres "humanoides" y dos perros. El chico o chica, llamó su atención por su belleza alienígena, eso la hizo parpadear frustrada por su interpretación Toreador. A veces se metía demasiado en el papel.

Percibió que había algo raro en ellos, pero no tenía tan claro que fueran vampiros. Podrían serlo o no serlo. Más le valía a Harvey acertar, pensó.

Mensajeó un texto a Max:

"Avisa a Harvey, no ataquéis aún. Creo que en mi bolso tengo un dispositivo rastreador, que si se lo colocamos en el coche, sabremos dónde se ocultan. Matamos a uno, y dejamos que el otro huya."

Por lo que ella sabía, con tener a uno vivo el plan que tenía a mente funcionaria.

Se concentró, con la mano en la espalda, y empezó a diseñar un dispositivo de rastreo vinculado a su teléfono, con pura fuerza de voluntad y el poder de su sangre, se fue materializando poco a poco. Su intención era engancharlo en el vehículo para saber dónde se movían y dónde se reunían.