Partida Rol por web

Le parecía demasiado extraño todo lo que había pasado en pocos segundos.

Seres que parecían fantasmas apareciendo de la nada y que resultaron ser vampiros.

Uno de ellos logrando hacerse invisible.

Engel y tres colegas en sus formas horribles que siempre le producían un terrible cringe.

Ella solo apuntaba con su arma hacia el nosfeo que intento desaparecer, pero se quedó ahí en una postura completamente ridícula.

Se tocó el centro del pecho y arrugo un poco su ropaje, pero creyó que lo mejor era mantenerlo aun en secreto.

Solo esperaría ahí hasta que alguien realice algún movimiento en falso, dejaría que Aurora se encargue de esto, es su especialidad, tratar con los enemigos.

Declaro apuntar con escopeta a Clark Jhonston.

Henry era de ese tipo de personas, de las que huye como una rata a la primera y cuando se ve acorralado trata de ganar tiempo con palabrería y argucias. Al menos sabía que peleas se pueden ganar y cuáles no.

El que se cayese con el truco de los pantalones debería hacerle gracia pero el tipo les sacaba una distancia importante y parecía que nadie movía un dedo.

-¿Chicos? Vamos, ir a matarlo. -Apremiò.

Luego mira al nosferatu. ¿Tú qué vas a hacer Jhonston? Pregunta mientras le apuntaba dándole a entender que su invisibilidad no funcionaba con ellos.

Joe encendió el auto y aceleró en dirección a donde Henry estaba su intención era atropellarlo y pasarle las ruedas por encima del auto. A la máxima velocidad posible. Si podía llevarlo a 80, 90 o 100 km/h iba a hacerlo. 

-Una presa debe correr un poco antes de cazarla- murmuró el cainita antes de salir a toda velocidad detrás del intruso sin pantalones, mientras su sonrisa se iba convirtiendo lentamente en algo más, en un gesto de éxtasis y deleite. Normalmente le dejaría alejarse un poco más, que pensara que había logrado escapar, luego le atacaría un poco, dejándole otra vez marchar, así una y otra vez, hasta que sintiera tanta desesperación que quisiera que acabara con su sufrimiento de una vez por todas… pero no había tiempo, así que simplemente tuvo que conformarse con ir tras el desconocido y caer sobre él.

Engel le sonríe a Aurora cuando le habla.

- Así es princesa, que hermosa es la tecnología eh, yo solo tuve que presionar un botón para preguntarte que hacer –

De esta manera Engel afirma que los había visto en el bosque.

- También es gracioso que con otro botón podría haberle volado la cabeza al que corre allá – suelta una leve carcajada digna de un villano de alguna película mala –

Luego lanza breve y violento aullido, peligroso y atemorizante, dirigido contra un enemigo en concreto, alguien que no era visible para los demás, pero uno de los crinos, el que parecía un enorme zombi de huesos y músculos visibles acata la orden inentendible a los oídos mundanos de los que no sirvieron a Gaia o en este caso…al Wyrm.

El Crinos salta y rompe una de las ventanas a modo de emboscar a Laila, quien estando agachada solo podía intentar escapar ya que por un lado tenía una de las paredes y por el otro a la enorme máquina de matar que la miraba mientras babeaba y jugueteaba con su lengua relamiendo sus afilados y pútridos dientes.

Henry logra correr unos 50 metros del lugar y luego cae por culpa de sus pantalones.

Clark por el momento permanece frente a Aurora, en cuclillas ante el fallo de esconderse.

Laila está dentro de la casa con un Crinos frente a ella.

Engel envía a los dos restantes para que rodeen la casa, mientras que este comienza a trepar la casa hasta ubicarse encima mismo de todos, donde los va a mirar sonriente.

Victor y Joe alcanzan a Henry, uno con celeridad el otro con el auto.

Clark intentara hablar.

Lawrence aún no ha declarado.

Selene guarda turno para apuntar a Clark.

Joe abrió sus labios gritando, su cabeza se inclinó hacía adelante como si hasta con ella estuviera apuntando hacía su víctima mientras sus ojos se fijaban en su objetivo: estaba como loco y en su verdadero elemento, aunque en el fondo lamentaba no llegar a ponerlo a 140 o 150 km/h al menos para sentirse como una bala gigante. Su pie pisó a fondo el acelerador y mantuvo la calma para hacer los cambios en el momento perfecto para no perder un instante de aceleración. 

Clark observa la situación, danzantes, Sabbat, locos conduciendo vehículos, Laila que seguía invisible, Henry que corrió dejándolo ahí solo.

Un caballero lucharía por su vida intentando combatir de manera honorifica por la causa de su señora, pero…esto no era la época medieval, y si esa era la Camarilla que estaba intentando implementarse en la ciudad, prefería pensar inteligentemente y velar por sus propios intereses.

- Me rindo, estoy desarmado – dijo tranquilamente mientras llevaba ambas manos a la nuca y se arrodillaba frente a Aurora –

Engel ríe a carcajadas horribles, resaltando aún más el acto humillante que había hecho el nosferatu.

Posiblemente lo torturen, pero sabia que lo mejor era hablar y quedar como un paria, ya había escuchado de un nosferatu que traiciono a la Camarilla en esta ciudad y ahora vivía…quizá desterrado, pero vivía.

- Mi misión era eliminarlos para que esta tierra vuelva a manos de Alana y por consiguiente…de la Reina Anne de Inglaterra, pero no la veo a ella aquí, solo estoy yo, incluso mis compañeros me han abandonado a mi suerte, prefiero escupir sobre la tumba de la Camarilla siendo un miembro más de su movimiento, porque si estos eran mis aliados, sinceramente, creo que mi deuda con Anne esta saldada al ver el calibre de esta gente –

Su voz era sincera, no intentaría mentir en un momento así, Clark era un sobreviviente, siempre lo había sido, desde su abrazo, supo esconderse cuando debía hacerlo y siempre había agradecido a la Camarilla el haberle dado la oportunidad de ser parte de algo en este mundo tan vacuo, pero…tras los recientes acontecimientos, se percató que la Torre de Marfil no haría nunca lo mismo que él había hecho por ella y estaba cansado.

Cansado de correr.

Cansado de temer.

Cansado de vivir.

Si ese era su final, entonces que la Camarilla lo vea como un villano que decidió traicionarlos, no como otro peón que siempre trabajaría para no ser debidamente reconocido.

Lawrence escucha las palabras del nosferatu, y al parecer el auto logro atropellar a Henry, poco podía hacer el ex policía en estos casos más que sujetar su pistola en la cintura y esperar que aparezca la otra cainita, la que había decidido hacerse invisible.

Por lo que entra en la casa e intenta buscarla intensamente.

Se le escapó un gesto de dolor cuando aquel lupino entró por la ventana al interior de la casa. Recordó la ultima vez que vió a tanto hombre lobo junto y el caos que pueden provocar, no lo que queréa para su casa.

-No... no me destruyáis la casa por favor, que hemos terminado las reformas hace nada.

Trató de evaluar y controlar todo las acciones de los demás mientras estaba estática apuntando al nosferatu.

Este por su parte optó por la rendición y comenzar a cantar cual pajarito, sintió desprecio por el por traidor pero visto lo visto no podía culparlo, la camarilla era así: individualista, cobarde y pragmática. O quizá solo lo eran los Nosferatus.

-Has elegido la mejor opción, amigo mio. Ahora veamos si no llevas armas como dices, quítate la gabardina y arrójala al lado donde no hay nadie, sin movimientos bruscos.

Esperó a que lo hiciese para poder seguir e hizo un gesto de hombros para apuntar mejor y darle énfasis a la orden.

-Asi que la mismísima reina de Inglaterra a mandado un comando especial, que honor. Pero me has contado la mitad de lo que quiero saber. Repetiré las cuestiones una ultima vez y si siento que me estás engañando quiero que sepas que me sirves igual "vivo" que muerto. Quiero saber como nos habeis encontrado, cuantos mas ha mandado la reina y donde los encuentro.

Clark levanta la mirada, sonríe un poco y tras escupir en la tierra algo amarillento, comienza a hablar.

- Puedes matarme ahora, ya te he dicho la mitad de lo que necesitabas saber, pero si deseas el paquete completo, exijo estar a salvo y que me dejes participar en tu movimiento, prometo ser leal siempre y cuando sepan defenderme de mis enemigos, no como estos que a la primera han intentado huir…caso contrario, – se saca la gabardina lentamente y la lanza a su costado, dejándose ver su remera oscura y sus jeanes ajustados – es una hermosa noche para morir -

Si no me sirves en vida, me servirás con tu muerte.
-Contestó despreocupada. No aceptaría exigencias de alguien vencido y arrodillado.

Declaro disparo con escopeta y acción defensiva.

Cuando Aurora se dispone a disparar, siente como un golpe le desvía el tiro hacia el cielo, luego escucha tres chistidos sarcásticos.

- Así no princesa, así no, el pobre esta desarmado, si quieres matarlo, que sea justo –

Lleva una mano en la parte baja de su espalda y le tira un arma al nosferatu, una pistola 9mm.

- Hey, tu, orejitas, levántate y afronta tu destino, si vas a morir aquí, hazlo con una pizca de decencia –

Esto lo decía mientras permanecía en medio de ambos cainitas, sonriente, desafiante, esperando un movimiento en falso de Aurora para actuar.

Se queda estupefacta al notar como se le desvía el arma, se gira pensando que se trataría de un cuarto enemigo pero se trata de Engel. Pero antes de que el nosferatu quiera aprovechar para huir vuelve a apuntar a este sin dejar de mirarle.

Habló a garou lo más educadamente que le permitía la situación.

Engel... Esto no es tu territorio, es el nuestro, no me digas cómo debo hacer las cosas en mi casa, no quisiera tomarlo como una falta de respeto.

El a tenido una oportunidad de elección entre cooperar o morir.

Si no vas a matarlo tu mismo no interrumpas.

Engel arruga la cara en una señal de sarcasmo extremo.

- Uhhh, eso me ha dolido princesa, lo siento tanto por meterme en tu territorio – le acaricia la mejilla – Pustula, Colmillo, Huesos… - llama a sus camaradas - …es tu casa, suerte defendiéndola entonces –

Al decir esto sus iguales desaparecen en pequeñas brechas abiertas y Engel los imita lanzando un beso en el aire y un guiño descarado.