Partida Rol por web

Sveinn terminó la faena con un rápido golpe de martillo. Luego se giró hacia sus compañeros con extrañeza. ¿Qué clase de insensato pedía clemencia ante un grupo de incursores que estaba claro que necesitaban moverse en silencio y no podían hacer prisioneros? En fín, cosas de cristianos.

Luego buscó con la mirada de desaprobación hacia Freyr y levantó hacia el su martillo. Si te vuvu-vuvu-vuvuelves a escococonder, más te vale q-q-que no te encucucuentre yo.

Ese niño se juntaba con cristianos y empezaba a parecer un poco cristiano de hecho.

Para Olaf la batalla no había terminado, finalmente recuperó su propio arma y rápidamente la enarboló para en un rápido movimiento seccionar la vida de su enemigo.

En cuanto éste cayó miró en derredor buscando así con su mirada a sus compañeros para comprobar que les había ido igualmente bien.

Fenja parecía haber estado desconcentrada durante toda la lucha, y cuando terminó volvió a rascarse frenéticamente el brazo, el cual ya comenzaba a estar enrojecido y a mostrar arañazos.

Miró con desprecio a aquellos hombres que se suponía que eran guardias pero no llegaban ni a niños. Ahora, viéndose superados en la lucha, rogaban por sus vidas como los gusanos que eran. Aquellos cristianos no tenían ni el más mínimo sentido del honor. Eran patéticos.

Se lamentó una vez más por las mujeres que debían aguantar a esos hombres como a sus maridos. ¡Qué pena de sociedad!

La mujer se acercó a uno de los supervivientes mientras su compañero era asesinado rápidamente por uno de sus compañeros, pero en lugar de matarlo lo arrastró hacia Freyr. Luego tendió al muchacho su daga.

-Mátale. -le instó muy seria.

Tomando en cuenta que su fisonomía no era muy entrada en carnes en comparación de la de sus demas compañeros, Freyr se quedó inmovil recordando a los gazapos cuando están siendo cazados, mientras se quedan completamente quietos son virtualmente inmortales para sus enemigos, los cristianos y sus hermanos vikingos luchaban encarnizadamente, mientras el muchacho, tenía en punto su daga, por si en algun momento tenia la certeza de soltar un ataque certero por la espalda de alguien, rapido y silencioso, preferia moverse con cautela en todos los aspectos...incluidas las batallas.

Es curioso como, a pesar de disfrutar con el combate, Ásgeir no tenía esa sed de sangre que se les suponía a los suyos. De hecho, le desagradaba cuando se ajusticiaba a los heridos o prisioneros, aunque en este caso era necesario. Miró con aprobación hacia Olaf y luego al resto, y se puso a arrastrar a su adversario caído, tal y como hacía «El Mirlo».

—Tendrá que bastar —respondió—. Seguramente los echarán de menos, pero no podemos sacarlos por encima de la empalizada. 

Mientras tiraba del desdichado, no dejó de observar la extraña escena con Freyr de protagonista. Sveinn le increpaba y Fenja parecía incitarle a matar. El crío (apenas más joven que el propio Ásgeir, realmente) parecía un tanto fuera de lugar entre tanta muerte y caos. 

—Hazlo, chico. Más vale que pierdas el miedo cuanto antes, recuerda de dónde vienes.

Se lo dijo con voz tranquila. No todos estaba hechos para matar, pero necesitaban que todos pudieran hacerlo llegado el caso.

Después del combate no hubo piedad para los cristianos, fueron ejecutados rápidamente por Sveinn y Olaf. Áslak intentó esconder los cuerpos en un lugar oscuro para que no los encontrasen. Fenja reparó que uno de los que habían matado no estaba muerto del todo y se lo puso delante a Freyr para que lo matase. Este hizo oidos sordos, pero Ásgeir le incitó también a hacerlo. Allí estában en medio de un callejón esperando que el jovenzuelo hiciese algo que le asqueaba. En un momento apareció María salida de la nada y estaba abriendo la puerta de una casona-!Rápido por aquí! -os instó a que la siguierais.

Miró con desaprobación las provocaciones hacia Freyr, negando lentamente con la cabeza, puede que nunca hubiera matado un hombre y que el primero fuera un moribundo indefenso era deshonroso para cualquiera. - No todos los hombres están hechos para matar.
- Dejadlo, este no es el momento para ponerlo a prueba, ya actuará cuando necesitemos de sus habilidades. - Clavó la mirada en el chico. - o eso espero.

María interrumpió la discusión para mostrarles un nuevo camino, algo que le sorprendió. Había estado centrado en la pelea y en la posterior discusión que ni siquiera notó su ausencia. Esa mujer no dejaba de impresionarle y él solo desconfió de ella. - Tengo que disculparme, pero en otro momento. - Se apresuró a llegar donde ella, en la entrada lanzó un último vistazo a donde dejó los cuerpos para asegurarse de estaban bien ocultos y le siguió al interior de la casona.

Olaf miró con desaprobación al chaval, cobarde y sin sangre. Eso era lo que era cosa mala entre los vikingos y peor aún en tierras extrañas y en una misión como en la que estaban. 

-Vamos- susurró pidiendo prisa a los que juzgaban al cobarde y sin mirar el final de aquella historia siguió raudo a la cristiana. 

A Sveinn no le agradó que el jóven Freyr se escondiera, pero tampoco veía la necesidad de hacerle rematar al cristiano. Él mismo descargó letalmente  su martillo en la cabeza del infeliz guardian al pasar por su lado en la dirección a la casona.

Lo cierto es que tampoco le gustaba rematar de esta manera a los prisioneros, pero en la misión en la que se encontraban el pragmatismo se imponía.

La niebla todavía les protegía. La breve lucha, al menos les había hecho entrar en calor y, sobre todo, le había devuelto la moral después de la desastrosa forma de saltar la empalizada.

Freyr no sabía que hacer, cuando escuchó las palabras de Áslak se sintió aliviado pero Olaf con su indiferencia y su necesidad de que concluyese la faena le hizo sentir culpable por no ser capaz de matar. Además estában los demás mirando lo que iba a hacer y presionándole para que acabase con la agonía de aquel infeliz. Mantenerle con vida no era sólo una imprudencia, sino que era alargar su sufrimiento. Entónces llegó Sveinn y zanjó el asunto. Le arreó un martillazo al cristiano dándole muerte en el acto. A Freyr le salpicaron las gotas de sangre y parte de los sesos de la cabeza reventada. Conteniendo las ganas de vomitar se metió en la choza siguiendo los pasos de sus compañeros.

Ásgeir y Fenja miraron con desaprobación lo ocurrido, cargaron el cuerpo muerto del cristiano y lo escondieron con los otros. DEspués se metieron en la choza siguiendo a sus compañeros.

Dentro de la choza María esboza un rudimentario plano de la villa en el suelo  de tierra apisonada de la oscura casucha en la que os habéis metido y os explica lo siguiente:

 Vamos a ver....Si no han descubierto todavía a Ubbi y a sus hombres, es porque el plan que yo le conté ha funcionado. Nosotros estamos aquí, junto a la parte oriental de la empalizada, y Ubbi y su gente estarán aquí, en una casona que hay entre San Martín y la muralla antigua. La casona está deshabitada. Quienes vivían en ella se han refugiado tras las murallas, cerrando su vivienda a cal y canto. Yo le dije a Ubbi que esperase allí hasta el anochecer, y debe ser lo que está haciendo.

 Mi idea es cruzar la ciudad hacia el norte sin ser vistos, mientras aún no haya caido la noche e interceptar a Ubbi antes de que marche a asaltar la iglesia del santo.

-¡Pongámonos en mano cuanto antes entonces!- Esclamó el vikingo en un tono apenas imperceptible para los que no se encontraban en aquel lugar. Entonces apoyó su mano en el hacha esperando una respuesta de la mujer. -Dirígenos a esa casona de la que hablas. Por Odín espero que sigamos teniendo la suerte que hemos tenido hasta ahora y logremos pillar a Ubbi antes de que se haya puesto en marcha... 

Áslák se acuclillo junto a María para poder mirar mejor el plano y escuchó atentamente el plan.
"cruzar la ciudad hacia el norte sin ser vistos, mientras aún no haya caído la noche." esa frase le retumbaba en la mente. - ¡No se puede cruzar una ciudad sin ser visto a plena luz del día! - le hubiera gustado gritar, se mordió la lengua, a decir verdad si habían llegado hasta esa casona era gracias a María y se merecía el voto de confianza que no le dio cuando le conoció.

- Esta bien decirlo, ¿pero alguna idea de cómo? - Hizo una pausa y revisó a sus compañeros. - No todos somos especialmente sigilosos. - Detuvo la mirada en Freyr. - Vamos chico, es tu momento, aquellos cristianos no te vieron en ningún momento. - Se incorporó y se acercó a él para darle unos golpecitos en el hombro, pero hablándole al resto. - creo que si va delante y nos va indicando que avancemos cuando no haya nadie podemos lograrlo. - Se giró hacia María de nuevo. - ¿Irás delante con él para guiárle?

Aún estaban rodeados por la niebla y tenían que intentar llegar a la casona antes de que esta se disipase. El chico podía ir por delante pero aún así no podían perder tiempo.

Cada vez le resultaba más patente que se habían embarcado en una misión suicida. Y eso le hizo sonreír pues era en este tipo de misiones en las que más gloria podía alcanzar para su clan.

Estotoy prepapa prepapa preparado.

En realidad, Sveinn hizo lo que se tenía que hacer. Rápido y sin más contemplaciones.

Dentro de la casa, Ásgeir observó a María y luego muy detenidamente al plano del suelo. Finalmente asintió con la cabeza.

—Yo puedo moverme bastante en silencio también, aunque no tanto como un zorro, y seguir de cerca a Freyr si se da el caso de que se meta en problemas —aquí miró a Áslak—, incluso embozarme y andar encorvado para parecer un enclenque cristiano y chapurrear el idioma local, pero no pasaré por un lugareño por mucho tiempo si me descubren. Por tanto, también pienso que cruzar de día la ciudad sin que nos echen encima será un problema. Supongo que María, que conoce este lugar y sus callejones, tendrá algo en mente ¿o no?

La miró y esperó que dijese algo. Olaf estaba ansioso por partir, y tenía razón, pero nada más llegar ya habían tenido que luchar. Tal vez la próxima vez fuese contra toda la guarnición, y sería el inicio de ansiado pero excesivamente prematuro camino hacia el Walhalla.

Se sentía un poco shockeado por lo que había hecho, y tenía la certeza de que ahora sus compañeros lo verían como un blandengue sin caracter, era cierto, hasta cierto punto nunca habia matado nada más grande que un insecto, pero matar a una persona era algo completamente diferente, evitó mirar a los ojos a Fenja y a Sveinn, se sentía vulnerable por sus acciones, la sensación del martillazo en la cabeza de aquel hombre, el repulsivo sonido de la carne siendo aplastada, la mirada de desaprobación de ellos, solo Aslak habia parecido tener cierto entendimiento por el y lo agradecía.

Llegaron a la entrada de una casucha donde se refugiaron en compañia de María para explciar el plan, asintió inmediatamente a Asgeir, porque si habia llegado la posibilidad de demostrar su utilidad, ya que matando habia demostrado ser un completo neófito, lo haría sin chistarlo.

-No creo que sea demasiado dificil guiarlos, que tan lejos se encuentra ese lugar de aquí María, creo que lo mas recomendable es que nos fueran siguiendo en grupos de a dos, dandonos cierto tiempo de ventaja, unos cuantos segundos inclusive un minuto, antes de que el siguiente grupo se ponga en marcha, asi no llamaría la atención una fila de sujetos avanzando sigilosamente en medio de la noche.,-  terminó, aun sin dirigir la vista a Fenja y Sveinn.

-Iré con el si es lo que gustáis, aún así es peligroso. Las calles casi están desiertas, la mayoria de la gente aguarda en sus casas por temor al ataque de vuestra gente. Aún así hay patrullas y nos podrían ver, pese a la niebla cruzar la villa de día es peligroso. Podemos hacer como dice Freyr, dividirnos en grupos de dos y avanzar de casa en casa, puede que topemos con algún aldeano pero nada que no se pueda "solucionar". Entónces...¿avanzamos de casa en casa hasta llegar a Ubbi y los suyos?- Se os queda mirando expectante, no tiene un gran plan. Solo ser sigilosos y llegar hasta vuestro objetivo, pero claro tanto ella como Freyr se mueven como gatos, para el resto puede ser complicado pasar sin ser visto y que no den la voz de alarma. Si tenéis algún otro plan es el momento de exponerlo.

Fenja escuchó en silencio durante un rato antes de intervenir.

-Yo puedo volver a alguien invisible. -dijo con tono serio antes de agitar levemente la cabeza inmediatamente después de hablar- Bueno... no invisible, invisible... más bien... que solo puede ser visto por aquellas personas que desee. -de entre sus muchas bolsas y abalorios extrajo un cuerno hueco y sellado con algo en su interior- Pero necesitaría un tiempo para extenderlo sobre la piel... y recomendaría ponérmelo yo misma... como bien sabéis algunos, no soy muy buena pasando desapercibida. -agregó con el ceño levemente fruncido.

Asintió despacio al nuevo plan con los brazos cruzados, mirando son sorpresa a Fenja cuando le tocó hablar pero trató de seguir la conversación con la mayor naturalidad después de sus palabras - Eh... sí. Muy bien, ¿cómo nos dividimos? Cada grupo iría encabezado por Freyr y María, si no me equivoco. Supongo que el grupo de María iría delante ya que ella conoce el camino. - Miró a todos pensativo. - Si Fenja puede ser realmente... - Hizo una pausa, le costaba creer lo que estaba diciendo. - invisible puede ir por libre, vigilando la retaguardia.

- ¿Vamos yo y Sveinn con María y el resto con Freyr? así Asgeir puede cubrir al segundo grupo. - Terminó, no estaba demasiado seguro del plan pero no tenía nada mejor.

Olaf se relajó, vio que todos estaban llamando a la prudencia que su sed de batalla le hizo ignorar y se tomó unos instantes para relajarse. 

Estaba claro que ahora se imponía el sigilo, y si algo acababa de aprender por sus propias carnes es que eran grandes y peligrosos, todo lo contrario a sigilosos. La excepción la suponía el cobarde del grupo, era bueno escondiéndose y evitando la pelea... Eso era lo que necesitaban así que dio un par de pasos encarándose con el crío.

-Tú no has peleado, te toca a ti. -Le dijo al crío. -Ve con la cristiana a ver si los ves. Si los encuentras les dices que esperen al ocaso que nos uniremos a esa hora. -Se dio la vuelta mirando al resto para comprobar si había alguien disconforme con su idea... Y si no están, vuelves para avisarnos... Y tocará pelear por Odín- Dijo en un tono demasiado contenido para lo que le gustaría, en su lugar tuvo que conformarse con dar un par de golpes al hacha de mano que llevaba colgado en el cinturón.