Partida Rol por web

Nieblas de R

Los cabos sueltos.

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10/11/2014, 23:35
Director

Al final, acabasteis en comisaria, detenidos de manera provisional por lo ocurrido en aquella maldita casa, que había desencadenado la muerte del pobre Nyall. Podría decirse que tenía toda la vida por delante, pero sería mentira. Aunque, desde luego, no merecía morir, y menos del modo en que lo hizo. Desde luego, Walter Corbitt había demostrado ser alguien cruel y desalmado, además de poderoso. Pero ahora estaba muerto, no quedaba rastro de él, y teníais el cadáver de vuestro amigo con un agujero en el pecho.

El plan de Marlowe, quizás más complicado o temerario de lo aconsejable, no había salido bien. Un accidente conduciendo el coche, junto con poca capacidad para poder salir al paso de aquel imprevisto, consiguió que los tres tuvierais que acompañar a los agentes... Lo que nos lleva de vuelta a la comisaría. 

Cada uno en dependencias separadas, se os empezó a preguntar por lo ocurrido. 

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27/12/2014, 13:57
Director

Las horas pasaron en los interrogatorios, y finalmente la presión de la policía funcionó y os sacaron la verdad. Una verdad que no estaban dispuestos a aceptar. Erais locos, locos peligrosos, y sólo había un destino para vosotros. Esas historias sobre un hombre enterrado que controlaba objetos y personas no podían ser ciertas, y desde luego no había restos de tal ser que probaran lo ocurrido. Sólo viejas reliquias, de los locos de la Capilla de la Contemplación, que ya fueron detenidos. 

Joe y Marlowe fueron internados en el manicomnio, donde los doctores empezaron a tratar sus dolencias, con toda clase de medicación y operaciones. Nunca más se volvió a saber de ellos. 

Yvonne, en cambio, consiguió "salvarse" gracias a las presiones de su familia. Pero su salvación consistió en un encierro permanente en su habitación, con vigilancia continua y sin acceso a ninguna clase de arma... Por no decir que vaciaron sus cajones de toda sustancia estupefaciente que hubiera en ellos. Así sería el resto de su vida: aislada y sin compañía más allá de los celadores, volviéndose loca poco a poco en su encierro. 

Al menos, el cuerpo de Nyall fue enterrado decentemente. Tras subastarse públicamente sus bienes, el ayuntamiento corrió con los gastos del ataúd y una sencilla lápida, sin funeral. Aunque nadie acudió nunca a visitar sus restos, aún siguen allí, descansando tranquilamente. Puede que, al final, él fuera el más afortunado de los cuatro.