Partida Rol por web

Nieve Carmesí VII

La Mansión

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03/05/2009, 22:40
Karl Ziegler

Al sargento le costaba cada vez más volver a recuperar la verticalidad tras las arremetidas de la bestia, que parecía completamente inmune a sus ataques, pero no dudó ni por un instante en dejar de atacar y defenderse, con la bayoneta o a patadas, de pie o desde el suelo. Esa cosa no saldría de aquella habitación hasta que no acabase completamente con él. Momento que, por desgracia, parecía bastante cercano.

Con el estómago y el pecho heridos, su decisión no dejaba lugar a dudas, lo único que podía hacer ya para que sus últimos momento de vida tuviesen algún sentido era aguantar el tiempo suficiente para que el resto abandonase la mansión y esta comenzase a consumirse entre las llamas.

Karl no sabía lo que ocurría tras la puerta del despacho, no sabía si todavía había alguien allí o todavía estaba solo pero si creía tener claro que no había ni rastro de fuego. Entre golpe y golpe apenas tenía tiempo para reaccionar pero, cada vez que podía, gritaba, cada vez con menos fuerza y mayor sufrimiento, para que la gente que pudiese quedar dentro de la casa se apresurase a abandonarla y prendiesen de una vez aquel maldito lugar para que se la maldad se consumiese hasta los cimientos. - ¡¡Quemadlo ya!!... ¡¿A que esperáis?!... ¡¡Largaos y quemadlo de una vez!!... -

Con cada golpe de la bestia a Karl le venía la mente parte de su vida, la gente a la que había conocido, los lugares en los que había estado y todo lo que le quedaba por conocer, las cosas que ya no podría hacer... Solo le consolaba el pensar en que aquellas siete almas a las que intentaba salvar pudiesen hacer todas esas cosas por él y, quizás, - ¿por qué no, después de lo visto? - él pudiese verlos desde algún lugar, quizás incluso acompañarlos de cerca en sus vidas, quizás... hasta conversar con alguno cuando todo aquellos acabase.

Notas de juego

Pues lo dicho, considero inutil escapar en mi estado así que pelearé hasta el final con el bichito y no dejaré de gritar a los demás que se vayan y quemen la casa.

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04/05/2009, 23:42
Director

EPÍLOGO

Dieter quedó un tanto desconcertado por la maniobra del campesino Grigori, pero no iba a dejar que una campesina armada supusiese otra amenaza, así que cuando Grigori salió corriendo, disparó sin dudarlo sobre Alexva, desoyendo las palabras de aquel. El disparo le atravesó el hombro y la mujer cayó inconsciente mientras que un charco de sangre comenzaba a formarse bajo ella.

El sargento Ziegel se debatía contra la criatura con valentía, pero la superioridad física de esta era evidente. Además, por más que el soldado intentaba atravesar su piel, parecía que las heridas se cerraban. Sin embargo, contaba conque su sacrificio permitiese a sus compañeros ganar el tiempo suficiente para actuar.

Hans y su hermano Pieter, comenzaron a apilar material inflamable; fundamentalmente libros, en el centro de la biblioteca y se dispusieron a plantarle fuego.

Y fuera de la casa, Octavius intentaba buscar una salida de escape a aquel horror. La casa parecía reirse de él, de su futil intento por ponerse a salvo. Grubber no tardó en llegar también al jardín.

Mientras Karl hacía un último acopio de fuerzas, la pira preparada por los hermanos Müller comenzó a arder. El fuego se extendío rápidamente por cortinajes, tapices, muebles,...y entonces, escucharon el último grito de agonía del valiente sargento, cuando la criatura atravesaba su pecho de lado a lado con una de sus potentes garras.

Sabiendo que no tenían más tiempo, los hermanos salieron corriendo hacia el exterior de la casa.

Octavius finalmente consiguió escapar saltando la alambrada, aunque en el camino se enganchó con uno de los pinchos que la culminaban, haciéndose una herida considerable en el antebrazo. Grigori y Grubber le seguían; algo retrasados iban Hans y Pieter y finalmente, Dieter cerraba la marcha.

Consiguieron alejarse de aquella casa y la vieron arder desde lejos. Pensaron que estaban a salvo, pensaron que por fin podrían volver a casa pero a su alrededor, lo único que veían era el desolador paraje del que habían intentado escapar hace unas horas. El bombardeo había cesado al fin, pero eso no les garantizaba nada. Intentaron orientarse en la nieve, pero todos los árboles parecían iguales y la copiosa nevada había desfigurado el paisaje impidiéndoles tomar referencia alguna. El frío y el cansancio se fué apoderando de ellos hasta que uno por uno, acabaron por desfallecer. Sus cuerpos fueron devorados rápidamente por la nieve y de esa forma, entraron a formar parte de aquel manto blanco de desesperación.

Al menos para ellos, la guerra había terminado.

- Tiradas (2)

Tirada: 1d8(+13)
Motivo: Disparo Dieter vs Alexva
Resultado: 2(+13)=15

Tirada: 1d8(+7)
Motivo: Defensa Alexva
Resultado: 5(+7)=12