Partida Rol por web

Vuestras lecturas de calor son un tanto extrañas, por lo que parece el aparato esta bien calibrado, detecta bien la temperatura del hielo, pero más adelante, a unos trescientos metros parece indicar que hay una fuente de calor, y lo curioso es que parece moverse. El ordenador no llega a calibrar nada sobre aquella fuente y el radar no sirve de nada al ser incapaz de atravesar la solida capa de hielo

- Tengo lecturas - Informa Blaze a través del comunicador cuando su armadura finaliza los escáneres y otras comprobaciones. - Al parecer, hay una fuente de calor lo suficientemente importante como para ser detectada por los sensores en este frío. No consigo calibrar las lecturas, por lo que no puedo identificar la naturaleza de la fuente, pero se mueve... Y eso no me gusta nada. Paso a canal cerrado.

Automáticamente, su armadura responde a la orden mental de su piloto y cierra todas las bandas de transmisión salvo la que le conecta directamente con el líder del escuadrón, Acier.

- Morrison, solo puede tratarse del científico androide sobre el que leímos en la base. Según los informes, es imposible matarlo, así que tendremos que frenarlo de alguna manera si nos lo topamos. Si las lecturas de calor con correctas, tiene que tener las baterías bien cargadas. - Explica con un deje de preocupación en la voz -  ¿Deberíamos informar a los nuevos del asunto? Se supone que nosotros no deberíamos saber nada oficialmente. Podrían poner en peligro a toda la unidad si no guardan silencio.

Confirmo deteccion, tampoco puedo calibrar, quedo a la espera

Sigo avanzando con el resto plegando y desplegando de cuando en cuando las garras y comprobando los indicadores de funcionamiento del arma laser

Avanzando por aquellas tierras heladas, en silencio, con tan solo el viento a vuestro al rededor... todo parecía tranquilo. Blaze y Escorpion tenían controlada aquella fuente de calor que el ordenador no lograba computar a que podría pertenecer; pero aún así no pudo pues desapareció conforme os acercabais a la base.

El tiempo iba pasando lentamente, pero un momento de distracción, un chascarrillo contado con alguien y ¡PUM!

Las alarmas saltaron, la tierra tembló pero no hubo tiempo de reaccionar. La retaguardia, donde iba Acier cerrando la marcha junto con White. El hielo se agrieto con fuerza y velocidad con un estruendo brutal... y la fuente de calor estaba ahí, justo a los pies de ellos dos. No pasó ni medio segundo hasta que una masa de metal salió de entre aquellas grietas abiertas con facilidad; White pudo esquivarlo saltando hacía la derecha, pero Acier no tuvo manera de esquivar nada... ante vosotros se erguían unos diez metros de metal en forma de "gusano". Sonriente, macabro y fijado en Acier al cual embistió con fuerza desde arriba hundiéndolo en el hielo dejándole tan solo la cabeza asomada... estaba atrapado.

Aquel potente cabezazo se salto las defensas de la armadura de Acier provocando que salieran esparcidas por todo la nieve diferentes partes de metal del casco que protegía la cabeza del oficial francés... Varias luces se pusieron en rojo al a ver sido dañada la armadura, pero aún con ese potente golpe la integridad seguía siendo estable... una pequeña brecha se abrió en la frente de Acier y unas pocas gotas de sangre resbalaron coagulándose con rapidez conforme salía de la herida.

Y ahí estaba, erguido en toda su altura dispuesto a volver a atacaros en cuanto tuviera la oportunidad...

-Maldita sea.- Murmuró por radio Acier. Es, de hecho, lo único que pudo hacer. En apenas un destello, una masa de metal le empujaba dentro del hielo, hundiéndole por completo, dejando al francés completamente atrapado. Varias partes de la armadura saltaron, mientras, en el interior, las luces rojas y las alarmas saltaban a cientos, ensordeciendo y aturdiendo a Henry, dentro del aparato. Finalmente, reaccionó, aunque le costó unos pocos segundos recuperarse. 

-¡¡Abran fuego, abran fuego!!- Gritó, mientras intentaba liberarse justo antes de la siguiente embestida de aquella criatura.

White, al no llevar armas y pilotar la armadura de apoyo se fue retirando con algo de lentitud como tratando de no atraer la atención de aquel monstruo - ¡Cubrid a Acier! - bramó por la radio mientras estaba centrada en escabullirse y observaba el estado de la armadura del líder de la unidad