Partida Rol por web

Una vez muerto el kobold, Arza vuelve con sus compañeros para encontrarse con que ya habían terminado con la araña.
El kobold no nos dará más problemas. Comenta Arza a nadie en particular.
Después se sienta y echa un vistazo a la herida que le hizo el mordisco de la araña. No tiene mal aspecto pero ...
¿alguien podría decirme que tal está el mordisco que me dió la araña? ¿no sé si es venenosa o no? La pregunta la hace con naturalidad, aunque se le puede llegar a notar cierta preocupación por el hecho de que fuera venenosa la araña.

Viendo como el grupo salía airoso del encuentro con el arácnido, Menzo se dedica a observar el agua que tenía delante, alumbrando con la antorcha el pequeño estanque se pregunta: ¿beberían los kobolds de ella? ¿Es un agua estancada o fluye algún manantaial bajo este suelo? ¿Qué profundidad tiene? ¿Hay algo dentro? -cogiendo una de las lanzas, la introduce para calcular la profundidad y para inspeccionar el fondo.

Guarda la ballesta en el cinto y relaja los músculos.

Luego se vuelve al semielfo.

A ver, déjame ver eso.-le dice a Arza buscando su pierna.
Mmmh..-su mirada se clava en la "lastimadura" por la cuál ingresó el veneno al cuerpo del semielfo.
No es grave, pero se extenderá si no hago nada para ayudar... Y cada vez te sentirás más cansado, y puede que después sea grave...
Y al final quizás tengamos que cargar contigo, y no sería agradable.-dice sonriendo.

Bueno, manos a la obra.

Nuevamente juntos se dedicaron a inspeccionar el lugar. El foso donde estaba la araña parecía natural, no así la cubierta por la que, gracias a sus reflejos, Rakas evitó caer. No se ve el fondo, dado que una tela de araña cubre toda la superficie a unos 2 metros de profundidad.

El agua, aparentemente estancada no parece potable, pero vaya uno a saber que son capaces de beber los kobolds. El estanque no es demasiado profundo (metro y medio ó dos), pero al tantear el fondo con la lanza no parece haber nada alli. Aparentemente el agua ha ido cayendo desde la parte externa y se juntó en una cavidad de la cueva formando este estanque. Probablemente sea agua de lluvia que corrió por el tunel y se ha ido juntado con el tiempo.

Ecthelion se sienta al lado de Arza mientras Gliadel le examina la herida. - Bien, parece que por fin estamos solos, tendremos que empezar a pensar en el regreso, y sobre todo en como vamos a llevarnos esos huevos enteritos -

-Ciertamente Rakas, transportar estos huevos no va a ser tarea fácil...si llevarlos en las manos es casi decir que los vamos a romper, deberíamos llevarlos en las mochilas bien envueltos con el petate y con el saco de dormir; en fin, yo me ofrezco a vaciar mi mochila para transportar uno de ellos. Después de reorganizar las pertenencias de la mochila para hacer sitio al huevo, señalo las cuatro cosas que quedan -Señores, si alguien puede cargar con esto...

Arza, más tranquilo al ver que la herida no parece darle más problemas se pone a pensar en el problema de los huevos.

Una vez bajados podríamos mirar para hacer unas camillas para poner los huevos. Si las colgamos entre los caballos no deberían de romperse siempre que no vayamos muy rápido.

A pesar del comentario sigue sentado, aún no tiene claro como bajar los huevos sin muchos problemas, aunque la idea de las mochilas parece buena.

- lo mejor será que pruebe Menzo con la mochila, si sale bien lo haremos con los otros dos -

-Entonces voy ya mismo; imagino que esperareis aqui. Estad atentos a mi señal-Menzo coloca sus dos dedos índices en su boca y el labio inferior doblado hacia dentro al igual que la punta de su lengua que adopta un forma como de una cuchara; un estridente silbido sale del mediano: ¡¡¡FUUUIIIIIIIIIIIIIIIIIIII!!! Uno es que el huevo ha llegado sano y salvo y dos es que he tenido algún percance y habrá que buscar la forma de bajar los otros dos.-Mira a sus compañeros buscando aprobación- Bien, entonces hasta ahora mismo.-Y comienza a descender por el angosto sendero. Justo antes se gira hacia los aventureros y les dice: Por favor, intentad bajar mis pertenencias si podeis.

El truco de la mochila funcionó correctamente. Fueron varios viajes arriba y abajo por la ladera del cerro y el mediano, ayudado por la cuerda que sostenían sus compañeros consiguió bajar, uno a uno los dos huevos que, esperaban les darían fondos para una larga temporada.

En el último viaje el mediano volvió a llenar su mochila con sus enseres y luego, poco a poco y despacio acercarón los huevos hacia el campamento que habían utilizado la noche anterior.

Por suerte los caballos estaban donde los habían dejado y pudieron cargar los huevos en las alforjas, aprovechando las mantas que habían descubierto en el cargmento de randamis para envolverlos cuidadosamente y darles calor.

Los bultos recuperados, los huevos, algunas armas y armaduras y los equinos estaban a tope. Solo quedaba decidir si descansaban en el lugar ó antes de ello comenzaban la marcha.

Ya era tarde. El descenso del botín había durado más de lo previsto. Probablemente tendrían un tres o cuatro horas de luz, pero buscar un nuevo sitio donde acampar les llevaría, quizás, la mitad de ese tiempo.

El hombreton estab cansado. No solo por los combates que habían tenido que enfrentar Solo fueron unas horas? Pareció mucho más sino por las subidas y bajadas necesarias para traer al campamento todo lo que habían encontrado.

Dirigiéndos al clérigo le comentó como a pasar - Tengo algunas heridas. No son serias, pero quizás puedas ayudarme. Supongo que sino, en un par de días estaré perfectamente bien, pero después de la noche pasada, supongo que lo ideal es estar lo mas entero posible. Podrías, quizás, ayudarme a curarlas? -

No estaba seguro del poder del jovel Gliadel, pero la noche anterior había podido invocar a su dios para curarlos. Quizás todavía tenía poder como para volver a hacerlo. - Hablando de la noche pasada. Supongo que deberemos volver a hacer guardias. Yo no tengo problemas en cubrir cualquiera. Si quieren me ocupo de la primera -

Después de la excitación viene la calma y una sensación de relajación recorre el cuerpo del mediano que muestra claros síntomas de cansancio. Un ruido estomacal silencia la desordenada sinfonía de las cigarras; se posa la mano en la tripa y dice: -¡Que aventura jajajajajaja! ¡No nos falto de nada: orcos, kobolds, un osgo y una araña terrible! No se a vosotros, pero tanta agitación me ha abierto el apetito ¿qué os parece si preparamos algo de comer y hablamos de nuestro regreso? Yo soy partidario de reponer fuerzas despues de la comida y dormir unas horas antes.

- Estoy de acuerdo con Menzo, lo mejor será comer algo y descansar aquí, podemos seguir el orden de guardias de la otra vez, si os parece bien -

Arza se acercó a Glidael.
Si pudieras, yo también querría que me curaras. Entre la trampa y la araña me han dado bastantes golpes.

Mientras esperaba la respuesta comentó:
Si eso yo me quedaré con la segunda guardia.

Menzo se encuentra acariciando los caballos de Randamis y pasandoles un trapo húmedo por el lomo:¿Guardias? Ahhh sí, eso de vigilar si si si, por supuesto yo haré mi guardia como todos los demás, ¿cuando hago la mía? ¿Me despertareis? ¿Nos queda algo de comida? Voy a ir preparando el fuego

Guarda su escudo y deja tirada ahi su vieja maza, y se dispone a bajar lenta y cuidadosamente.

Recién luego de bajar, el clérigo se da cuenta de lo cansado y hambriento que estaba Jajaja. Menzo, me leíste la mente. ¡Comamos cuanto antes!-y luego reflexiona- aunque quizás sea mejor que caminemos un poco hasta que se acabe la luz y buscar un buen sitio para acampar..-dice mirando el sol que estaba por esconderse.

Se saca la mochila de la espalda, y busca dentro de ella el odre de agua, y bebe placenteramente, ya que tenía tanta sed como hambre, y después vuelve a guardarla y ponerse la mochila.

La petición de Rakas fue respondida con un -Está bien, muestrame esas heridas.
-Pone sus manos en las heridas, y, mientras le rezaba a Pelor en voz baja y olvidaba su cansancio, éstas comienzan a brillar, y las heridas, a cicatrizarse.

En cuánto a las guardias, yo también vigilaré, cuando vosotros queráis. Es imposible tener un momento de paz por estos sitios... No me imaginé que fuera de la civilización hubiese tanto peligro.

Tras la intervención del clérigo todos se sintieron mucho mejor. Comieron, descansaron (esta vez sin interrupciones durante la noche) y comenzaron el camino de vuelta.

Mientras caminaban conversaban entre Uds. tratando de decidir que harían después. La posibilidad de vender los huevos y conseguir unas cuantas monedas por ellos los impelían a compartir el camino un poco más de tiempo. Habían crecido. Se sentían más fuertes, más capaces, más adultos.

-¿Y quién creen vuesas mercedes qué estaría interesado en la compra de los huevos y además pagar altisima suma de oro por ellos? ¿Para qué querría nadie tener unos huevos de buitre sino es para un gran banquete? Recuerdo una vez que vino a la villa un humano que hízose pasar por gran cazador de dragones; un farsante era el muy bribón pues quería vender a algún incauto un huevo dijose era de dragón.JJAJAJAJAJA, el truán fue a parar al abrevadero junto con los cerdos y el huevo, que al final resulto ser de avestruz, terminó en la panadería de Pisco el Manosblancas con el que hizo un gran bizcocho para todos. -Una pausa, un suspiro-En fin, solo espero no tener que darle los buenos días a algún gorrino como pasó en mi historia.

- No sé - la voz del bárbaro expresaba cautela ante los dichos del mediano - supongo que a algún adiestrador le podrían interesar estos huevos. Claro que no solo no se deberían romper sino que los deberíamos mantener con calor -

Mientras se acercaban a la mansión de Randamis, Rakas verificaba que nadie los siguiera ni pusiera en peligro a lo que suponía podría ser la fuente de las suficientes monedas como para mejorar su equipamiento.

Finalmente, mientras el sol se ponía en el horizonte llegaron a su destino. El mismo guardia los recibió, tan atento como siempre y les preguntó porque estaban, nuevamente, en el lugar

- Bienvenidos nuevamente - les dijo al reconocerlos - Ya sabeis que a esa hora, Randamis se ha retirado. No podreis volver en la mañana. No nos gusta despertarlo si no es por una emergencia