Partida Rol por web

Con el cansancio reflejado en el rostro, Ecthelion se adelantó un poco - si Randamis tiene todabía reserva de sus hiervas entonces tal vez no sea una urgencia, si no tal vez tenga prisa por recuperar el cargamento perdido -

- El cargamento... las hierbas... recuperaron el cargamento? - La voz del guardia se vuelve repentinamente alerta - Si es así supongo que le interesará. Estaba bastante nervioso con ese tema. Acompáñenme nuevamente. No se preocupen por nada, nos ocuparemos de los caballos - agrega como al pasar mientras hace señas a uno de sus hombres para se dirija a la mansión y a otro para que se acerque a los animales.

Demostrando su repentino interés, el guardia les hace señas de que lo sigan, mientras de las sombras surge otro guardia que hace el ademán de tomar las riendas de los caballos y ven como un tercero se dirige rápidamente hacia la casa, suponen, que para despertar al semielfo.

El camino es el mismo que la vez anterior. Pasados apenas unos minutos se encuentran, con el guardia que los acompaña, en el salón que ya conocen, esperando que Randamis se presente.

- Cuidado con el cargamento que es muy delicado, y no destapeis los huevos -

-Será mejor que acompañe a los guardias para asegurarme de que no corren riesgo los huevos; en cuanto estén asegurados, vendré de inmediato.
Corriendo me acerco a los guardias encargados del cargamento.
¡Señores guardias esperenme! Miren, llevamos un cargamento muy frágil, debemos llevar unos huevos que trajimos con nosotros al establo y allí amontonar el heno para depositarlos en él. -Mirando a los guardias con solemnidad les digo: Esos huevos son muy importantes para el señor Randamis, deben ser puestos en ese lugar como yo os digo y vigilados; parece ser que la cáscara tiene propiedades que pudieran curar el mal que tanto le afecta...¡No deben romperse bajo ningún concepto!

Los pies del joven clérigo ya se habían acostumbrado a las largas horas de caminata, por lo que no estaba tan fatigado y adolorido. Es un milagro que no nos hayamos topado con otro enemigo antes de llegar...

Cita:

Tras escuchar a Menzo hablar con el guardia, un pensamiento atraviesa su mente como una flecha atravesandole la cabeza.

Nunca he escuchado que una pequeña e inocente mentira dañe a nadie, asi que la dejaremos pasar, por el bien del estado económico de mis compañeros.

Ejem, si... Ha sido muy complicado traerlos hasta aqui, pues son muy frágiles. Asi que procurad tener cuidado con ellos.

Ante las palabras del mediano y la formal aceptación del clérigo, finalmente Menzo acompañó al guardia que llevaba los caballos mientras el resto se dirigía, junto con el otro guardia en dirección a la casa.

Pronto Menzo vio como el resto se perdía en la oscuridad en dirección a la casa. El guardia que llevaba ambos caballos por medio de las riendas, no parecía muy hablador y aceptó la compañía del mediano sin hacer comentarios.

Sin embargo parecía que las palabras de Menzo habían dado resultado ya que, apenas llegar al establo, tuvo mucho cuidado al sacar las alforjas y las dejo, cuidadosamente apoyadas, sobre una pila de heno

- Hace falta sacar esos huevos de las alforjas? Los podemos dejar aqui? O necesitas que te ayude a llevarlos con Randamis? - Realmente no tenía idea de para que podían servir, pero años de servir en la mansión de un mago lo habían preparado para aceptar por buenas actitudes que, en otro entorno, hubieran sido por lo menos muy curiosas.

- Espero que esa mentira no nos traiga problemas con Randamis - comento el bárbaro, en voz baja, una vez que llegaron al comedor de la mansión. El guardia que los había acompañado, esta vez más relajado que en vuestra visita anterior, les dejó espacio para que conversarar, mientras esperaba que su señor se presentara en el lugar.

Mientras Dramir pensaba como explicarle a Randamis que el tipo de enseñanza que el pretendía darle no cubría sus expectativas, uno de los guardias de la puerta toco la puerta de la salita donde estaban y entró

- Señor, parece que esos aventureros han vuelto. Dicen que consiguieron vuestras hierbas - Tras una pausa agregó - Y algo comentaron también de unos huevos mágicos que vos les habíais pedido -

El rostro de Randamis se iluminó. Miró a Dramir con dudas, pero finalmente se decidió - Acompáñame. Quizás puedas aprender algo - le comentó en tono doctoral, mietras se levantaba y se encaminaba a la puerta.

Arza mantuvo su habitual silencio cuando había gente que no conocía. Los compañeros ya le habían visto así, ya incluso cuando empezó a estar con ellos, y por ello no les preocupaba; sin embargo algo si le preocupaba a Arza.

Puedo entender que tenga prisa por recuperar las hierbas, pero si es verdad que tenía reserva para unos días creo que no sería para tanto esperar a mañana. ¿Habrá algo que no entendemos en el resto de la carga que tenía?

Después vé como Menzo se va con los guardias para controlar que los huevos no sufren daño.

Hace bien en hacerles creer que son para Randamis. Quién sabe si no intentarían apoderarse de ellos.

Arza agita imperceptiblemente la cabeza, como intentando quitarse una idea de la cabeza.

Si sigo así, terminaré paranoico. Mejor centrarme en la recompensa que recibiremos.

Mirando las manos del guardia -¡Por Ehlonna de los bosques, qué menudas manos tiene este tipo! ¡Parecen cazos! Será mejor que me ocupe yo de sacar los huevos.
Escuchame amigo, con el heno debemos formar montones imitando los nidos de los pájaros ¿comprendes? Yo sacaré los huevos y luego los depositaré. Posteriormente separo el resto del botín: en una mula dejo los bultos que pertenecen a Randamis y en la otra, los "tesoros" que pudimos encontrar.-Escucha soldado, las pertenencias perdidas de Randamis estan en esa mula moteada. Como te dije, debes vigilar todo esto y que nadie toque los huevos. Es de vital importancia.

El guardia miró al mediano con curiosidad, pero lo dejó hacer sin molestarlo y ayudando en la medida de lo posible.

- Vigilar, acá adentro? - fueron sus palabras ante la petición de Menzo - Quedaos tranquilo, nadie tocará ni vuestros bartulos ni vuestros huevos - meneando la cabeza sorprendido por la energía que demostraba el mediano lo instó a acompañarlo - Vamos, Randamis ya debe estar reunido con vuestros compañeros. Os acompaño -

Al oír las palabras del guardia Dramir mira a Randamis
¿Huevos mágicos? ¿Que huevos son esos? nunca oí nada así.
El joven hechicero se levanta y lo sigue con cara pensativa.

El guardia mira al nuevo aprendiz de su jefe y se encogió de hombros - Ni idea. Solo repito lo que me dijeron -

Randamis, por el momento, ignoró esa información, aparentemente concentrado en sus hierbas. Abrió la puerta y esperó que el joven Dramir lo precediera. Ambos se dirigieron al comedor, cada uno concentrado en sus propios pensamientos.

Mientras incomodamente guardaban silencio, esperando que el semielfo hiciera su entrada, miraron a su alrededor y no vieron nada distinto a la última vez que estuvieron en el lugar.

Apenas unos minutos más tarde, Randamis ingresó al comedor. Esta vez estaba correctamente vestido con una túnica verdosa. Tras sus pasos vieron a un joven humano que lo seguía sin saber bien de que se trataba la reunión. - Dramir. Un... amigo de un amigo - lo presentó sin prestarle demasiada atención

- Bienvenidos nuevamente - comentó Randamis antes de sentarse en una de las sillas que bordeaban la enorme mesa. El gesto distraido para prender las luces, esta vez, les paso desapercibido. Esos trucos cansan cuando uno los ve una y otra vez.

- Me dicen mis guardias que han conseguido recuperar mis pertenencias - comentó dubitativo - es cierto eso? -

Era facil ver que en su rostro se mezclaban la esperanza y la duda. Muy quieto, esperó que los presenten confirmaran... o desmintieran la información que le habían transmitido los guardias.

- Quereis ver a Randamis o quedaros a custodiar estos "huevos mágicos"? - Por un momento era dificil averiguar hasta que punto el comentario era irónico, o simplemente cortés. - Si quereis verlo seguidme - comentó el guardia mientras se encaminaba hacia las puertas del establo - Os llevaré a su presencia - Tras sus palabras, esperó que Menzo reaccionara.

Yo soy Gliadel Filkzem-dice mirando a Dramir haciendo una reverencia- para servirte.-ante la presencia del semielfo no puede evitar las formalidades.

Bienvenidos nuevamente
Gracias. Hemos traido las hierbas que nos pediste... y luego de pensar en los kobolds, orcos, buitres y la araña no puede evitar dejar escapar un comentario -No ha sido fácil.-dice, casi susurrando, mientras sigue a Randamis con la mirada.