Partida Rol por web

El clérigo algo preocupado por el cariz que estaba tomando la conversación decide intentar acabarla en lo privado, no quería ser desconsiderado hacia el conde pero también tenía sus dudas sobre la naturaleza de la empresa que quiere llevar a cabo.

No es nuestro deseo importunarlo, excelentísimo señor conde de Miraven, es evidente que sois un hombre franco, pero comprended que estemos preocupados por el destino de esos huevos. Somos gentes muy distintas las que este grupo formamos, pero si ha habido algo que nos ha unido hasta ahora, ha sido nuestra buena intención a la hora de actuar y buscar el consenso entre todos nosotros en cada una de las decisiones que hemos tenido que tomar.

Por ello le ruego que nos ceda algo tiempo para meditar sobre esta cuestión con calma y en privado,-hace un meloso énfasis en este punto- no sería beneficioso para ninguna de las partes apresurar nuestra resolución.

- Por supuesto, no creo que consigais una mejor oferta que la mía, pero no os voy a obligar. Lo único que me faltaba. Pese a los intentos de Ranith de mejorar nuestras capacidades de combate no somos unos locos que nos guste pelear. Solo queremos que nuestro Condado este a salvo de sus vecinos - el tono del Conde es calmo y parece sincero en sus apreciaciones

- Así que si no quereis vendernos esos huevos... no hay problema, ya veremos quien nos puede proveer de algunos -

El conde hace una seña a su Jefe de Guardia y le comenta - Dejalos que recorran el lugar, no hay problema. Si quieren volver a verme que lo hagan. Están autorizados -

Finalmente os dice - Esta noche recibiré a alguien y necesitaré un poco de intimidad. Solo os pido que si necesitais mas tiempo no nos interrumpais. El acuerdo que debemos firmar requiere de algo de tranquilidad. Sin embargo, excepto en ese momento, tendreis libre acceso a mi persona. Pensadlo... y luego hablamos -

Una reunión privada uuuummmmm -Al mediano todos esos secretismos le causaban una inquietante curiosidad. -¿Y dónde será la reunión esa aqui? ¿Cuando? Lo pregunto para no entrar en el lugar equivocado en el momento equivocado en un instante erroneo por pura confusión sin querer y sin darse uno cuenta y vaya a usteda a saber si puede ocurrir y entonces le molestaramos en su reunión sin darnos cuenta por pura equivocación...

Negando con la cabeza mientras sonreía y escuchaba al mediano, Rakas decidió que sería mejor salir y ver que hacían antes de que Menzo comentará algo inoportuno. El joven apuró la cerveza y se limpió con el dorso de la mano antes de levantarse.

-Entonces creo que saldremos a charlar un rato antes de darle una respuesta.- Cogiendo con la mano a su amigo Menzo y revolviendole el pelo se dirigió hacia la salida.- Nuestra reunión será fuera, al aire libre, donde nos encontramos más comodos, dejaremos que el conde termine su comida y cuando nos decidamos vendremos a verle de nuevo, pero si está reunido en ese momento, esperaremos y no le interrumpiremos.

Gliadel se levanta junto a sus compañeros y mira a la cara del conde mientras retrocede hacia la puerta.

Muchas gracias señor conde por su comprensión, le aseguro que intentaremos decidir con la mayor brevedad que nos sea posible, no queremos causarle molestias innecesarias.

Sale por la puerta

Arza hace un saludo con la cabeza a modo de despedida. El conde, parecía sincero, pero eso no quitaba de que quería a las águilas para combatir. Y aunque él pensase más en defender, ¿y si después decidía que con esa ventaja anexionar más tierras?¿o si había un capitán con ganas de utilizar esa nueva posibilidad de combate?
De todas formas, él no era el único para decidir sobre el destino de los huevos. Pero sí tenía claro lo que no quería para ellos.

- Perded cuidado, cuando esté reunido os dareis cuenta - comentó el Conde antes de continuar consumiendo sus víveres - Será esta noche en el mesón, pero mis guardias saben que solo estaremos aquí los que debemos estar - agregó con seguridad.

Lord Ranith os abrió la puerta y esperó que salierais antes de volver a cerrarla y que escucharais sus pasos dirigiéndose hacia la mesa donde el conde seguía con su almuerzo.

Al mirar a vuestro alrededor, pudisteis ver varios soldados haciendo guardia, algunas patrullas alrededor del claro y, fundamentalmente un monton de personas simplemente dejando pasar el tiempo. Más de uno os miró al veros salir de la residencia temporal del Conde con curiosidad, pero sin acercarse, todo quedó en miradas.

Tras salir de nuevo, quedó sorprendido por la cantidad de sodados que había en la zona, parecía que prepararan un posible asalto, ataque o algo similar, sino no tenía mucho sentido ir a aquel mesón perdido con esa cantidad de soldados, asegurar la zona y establecerse. De todas formas fuera lo que fuera, no incumbía a Rakas, él sólo pensaba en la oferta recibida.

- Ya sabeis mi opinión, yo me libraba de esos huevos cuanto antes, es una carga delicada, no sabemos si resistirán dos días más de viaje, ni cuanto nos darán. 5000 piezas me parecen más que suficientes. Además no entiendo algunas de vuestras palabras, si podemos usar caballos para luchar, e incluso otros animales, qué los diferencia de esos buitres. No los van a tortura sino tratar de domesticar como Menzo hace con su cabra.- Mirando a todos, nuevamente el bárbaro notaba las diferencias de pensamiento que separaban a todos.- No tengo interés en saber que hace aquí el Conde o con quien se reune, pero si quereis podemos tratar de descubrir algo que os pueda ayudar a decidiros, pero advierto que nos podemos meter en problemas.

Yo cogería esas 5000 monedas pero ya. Si los vamos a vender, cuanto antes lo hagamos mejor; tal y como nos esta llendo, que cada paso que damos tenemos algun altercado, va a ser difícil llegar a ninguna parte con ellos enteros. Si es cierto que tiene un amaestrador, tened por seguro que les dará un buen mimo en el mismo momento que los tenga. Mejor trato les dará, más que el que les podamos dar nosotros, ya que al fin y al cabo, ninguno de nosotros sabe como tratar bien a los huevos.

Arza escuchaba a sus compañeros mientras no perdía ojo, por si alguien trataba de escucharles. Después de oir a Menzo y a Rakas entendía que era una buena oferta, pero aún asi ...
- Mirad, sé que es una buena oferta y que nos arriesgamos mucho llevándolos más lejos. Yo mismo me siento tentado, pero no me gusta la idea de que un noble con tierras se ponga a criar un posible ejército de estas cosas; en especial porque como funcione, todos los demás harán lo mismo y habrá más guerras y con más bajas.
¿queréis arriegaros a que dentro de un par de años no puedas ir por ninguna parte sin encontrarte con esos bichos?

El joven humano permanece en silencio sabiendo que en esta decisión no puede hablar.

-Sí Arza, quizás tengas razón, pero me parece que estás siendo demasiado catastrofista...guerras va a haber siempre, con buitres gigantes o sin ellos. Las razas de la tierra están siempre en lucha, unos contra otros por los intereses que sea. Siempre se preparan para la guerra, inventan e intentan descubrir cuál será su arma más poderosa. Si no son aves giganes, harán otra cosa igual o peor para acabar y dominar a sus enemigos. -El mediano hace un momento de reflexión -Estoy seguro que dándole los huevos, estaremos aportando un granito de arena para un fin bélico, pero todos necesitamos defendernos de algo; a pequeña escala nosotros llevamos nuestras armas, quizás ellos necesitan armas a gran escala para defender sus grandes ejércitos. Me temo, mi estimado amigo, que nosotros somos demasiado insignificantes como para cambiar el transcurso de los acontecimientos. Entiendeme Arza, tarde o temprano conseguirá huevos si se lo proponen, porque los poderosos son así. Tarde o temprano tendrá sus águilas, sus buitres o sus dragones amaestrados...Piensalo de esta manera: de tener alguien esas criaturas ¿no será mejor que las tenga un noble que proteja estas tierras que un osgo?

Mientras el grupo debate sobre sus próximos pasos, los soldados continúan en sus actividades. Más allá de alguna mirada curiosa a quienes han tenido una entrevista con el señor local, no parecen estar preocupados por nada específico.

- Si todos tubieramos esa forma de pensar, no habría herreros que fabricasen espadas, sin espadas no hay guerras, ni se fabricarían flechas, ni armas de asedio, lo mejor es que no hubiese ejercitos, ah si, aunque no haya guerras hacen falta para mantener el orden.
Quedemosnos con las 5000 monedas y celebremoslo, además no creo yo que el otro criador vaya a utilizar a los buitres gigantes para adornar en el salón de su casa, y que lo despierten con sus trinos por las mañanas.

Gliadel sigue desilusionado a sus compañeros porque no pudo terminar de comer.
Una vez estubieron fuera, saca de su mochila una carne envuelta que no se veía de lo más sabrosa, y llamándo a Kuznak le dió de comer.
Mientras tanto, oía las palabras del mediano.
¡Grandioso! Qué bien que hablas, jeje. Me recuerdas, en cierta forma, al anciano del clan, que en paz descanse. Solo te falta su interminablemente larga barba.

Estoy de acuerdo, este conde de Maraven me ha dado buenas vibraciones, no parece ni tirano ni asesino y la oferta que nos ha propuesto es más que generosa.

Los clérigos además son devotos de Kord, el dios benigno de la fuerza, y gozan de mi confianza.

Frotándose las manos y con una sonrisa un tanto huraña-el efecto malicioso del dorado metal había calado hondo en el simple corazón del mediano- Bueno, bueno, bueno...uno, dos, tres y cuatro ¡parece que somos mayoría! jejejeje...ejem, ejem entonces...¿entrooo?