Partida Rol por web

Nuevo Orden

Diario De Dallas

Cargando editor
01/07/2013, 10:28
Director

He pensado muchas veces en esta historia durante todos estos años. Los momentos han revoloteado en mi memoria una y otra vez... Espero poder escribrilos con claridad, ahora que puedo... Todo comenzó en el Centro, en el famoso puente de Aust.

El vehículo iba a demasiada velocidad. El puente de Aust estaba completamente abarrotado, pero eso no parecía preocupar al conductor, que sonreía mientras me miraba con una sonrisa torcida.

- ¿A dónde me llevas? - Le pregunté de nuevo, muerto de curiosidad.

- Lo veras pronto. - Andy era un general bajito. La gorra le tapaba parte del pelo rojizo y la frente. No era especialmente atractivo, hasta que sonreía y mostraba esos hoyuelos que tenían loca a toda mujer que le miraba.

Desde el vehículo que avanzaba unos pasos por encima del puente, alcancé a ver el resto de la ciudad. Las edificaciones se azaban por todas partes, innumerables muestras de tecnología recorrían cada pequeño trozo de metal bañado de azul, y los robots se encontraban por doquier. El sol iluminaba cada pequeña porción del Centro de la Tierra. A nuestro alrededor había toda una fila de vehículos que avanzaban despacio hacia sus trabajos, hacia los centros comerciales, o buscando algo de ocio o deporte en este día tan soleado.

Entonces la vi. Era preciosa, como mostraban todas las revistas. Andy me la señalaba con el dedo. Ella me miró. Yo no era nada atractivo. Un chico normal, con el pelo rubio, y unos grandes ojos color miel. No era musculoso, como mi amigo Andy, sino que mi condición de Ingeniero me había predispuesto a unas habilidades físicas limitadas. La camiseta blanca me quedaba holgada, y en mi barbilla crecía un poco de barba mal cuidada. Me pasé la mano por el pelo, nervioso, ella me estaba mirando. Era preciosa, toda ella. Su larga melena caía por su espalda y desde donde estaba creí que podría hasta apreciar su perfume. Su vestido era rosa, un rosa claro elegante que de algún modo me incitaba a fijarme en sus ojos color violeta. Sonrió, y mi mundo pareció sufrir un cataclismo.

- No sueñes despierto, Andy... Shyne está completamente fuera de tu alcance. - Me dio un pequeño golpe en la cabeza. - ¡Y tienes que estar centrado para lo que voy a enseñarte!

Asentí y tragué saliva. Traté de centrar toda mi atención en Andy y en su misterioso destino.

Cargando editor
01/07/2013, 10:38
Director

Apenas unos minutos más tarde, Andy paró el coche. Se me aceleró el corazón al mirar hacia arriba, casi sin aliento. Era la edificación más grande de toda la ciudad. No, de todo el mundo. Daba vida a todo lo que veíamos, era la fuente de energía azul, y encargada de refular nuestro ecosistema. Era verdaderamente difícil poder entrar allí, solo gente muy poderosa había llegado a ver La Gran Torre por dentro. Miré a Andy, dudando por un momento, estaba asustado. Pero aún así, sonreí. Esto era el sueño de todo ingeniero.

- Gracias... - Conseguí decir, aún presa de la fascinación.

Por dentro era mejor de lo que nunca había imaginado, ascensores de energía te llevaban a las plantas superiores, y el ruido de la electricidad estaba por todas partes. La Torre parecía moverse y emitía sonidos cada poco tiempo, el ambiente dentro era diferente al de cualquier otra parte, tenía algo especial, estando allí dentro me sentía mejor.

Miré a Andy, nervioso. - ¿Qué se supone que venimos a hacer aquí?

Andy sonrió.

- Todo a su tiempo.

Al llegar al ascensor, al contrario de como cabía esperar, descendimos. Parecía haber plantas inferiores, aunque yo me encontraba en la planta baja. Allí había un grupo de hombres uniformados que se giraban entorno a las paredes de la edificación. Parecían científicos e ingenieros en su mayoría- ¿Qué es lo que pasa? Pregunté sin poder aguantar más la espera.

Andy ignoró mi pregunta y se situó junto a un hombre. No le reconocí al principio, era el General, el General Thoom. Vestía el uniforme de nuestro ejército, tenía el pelo rubio peinado hacia atrás, un bigote cuidado y unos ojos azules en una cara llena de arrugas que indicaban su edad. Andaba recto y tenía un porte que impresionaba y amenazaba al mismo tiempo. Sentí miedo. Nunca había estado ante la presencia de alguien tan famoso.

- Ese es Marcus Dallas. - Dijo Alan. - ¿Está listo el núcleo?

No hubo presentaciones. Thoom asintió y me llevaron hasta un conjunto de engranajes, electricidad y energía. Thoom estuvo presente en toda la conversación, pero no dijo palabra.

- Estamos realizando una serie de mejoras en la Torre. Su contenido es confidencial y no puedo explicarte nada al respecto. Tu misión es comprobar que la Torre funciona correctamente y que las mejoras serán compatibles con el cambio. ¿Lo has comprendido?

Asentí y comencé a trabajar. La emoción y la curiosidad científica me invadieron por completo. No tardé en observar ciertos problemas estructurales importantes, parece que no era el primer cambio que realizaban en aquella Torre, al cabo de un par de horas comprendí por qué. La energía se acababa, y no duraría muchos años si esto continuaba de este modo. La idea fue asoladora e impactante. ¿Podía la energía azul agotarse? Todo había indicado siempre que no. Comencé a observar los cambios, tratando de dilucidar por qué podía ocurrir y cómo podía arreglarlo. El mecanismo era perfecto, y se diferenciaba claramente lo que existía al principio y las mejoras realizadas. Cualquier cambio nuestro no podía si quiera acercarse a la grandeza natural de la Torre. Suspiré y traté de centrarme. Me perdí en códigos y ecuaciones, mientras comprobaba materiales, fuentes y lenguajes. Las mejoras trataban de controlar la energía, realizando reservas algunas y otras limitando la producción. Comprobé compatibilidades y lenguajes, el propósito de las mejoras era evidente, y también era evidente que la Torre comprendería su funcionamiento. Eso fue lo que le dije a la secretaria de Andy cuando vino a pedirme resultados. La mejora debía realizarse hoy, y al parecer querían mi respuesta cuanto antes. Firmé unos papeles. Me entregaron una copia. En ellos afirmaba haber comprobado la fiabilidad de la mejora 08345621 y me mostraba conforme con su realización. Me sentí importante por hacer aquello.

Luego subí al piso de arriba, allí estaba otra ingeniera, la arquitecta de dicha mejora. Sonreí. Ambos nos dirigimos a patio de observación, desde donde veríamos el cambio en directo. Andy no tardó en venir. Unas pantallas aparecieron frente a nosotros mostrando el código programado. Fue solo un segundo, una décima de segundo, pero algo iba mal. Solo fue una línea o dos, no recordaba haberla leído antes. Un pequeño cambio casi impercentible pero que me asustó tremendamente. Las mejoras no solo regulaban la energía, tenían algún mecanismo intrínseco oculto, muy difícil de observar.

- Esperad. - Dije firmemente. Una voz de escuchó de fondo: 60 segundos. La cuenta atrás había comenzado. Nadie me escuchó, ni me prestó mucha atención. Eramos cerca de 10 personas en aquella estancia, y solo Andy se volvió a mirarme. Los demás parecían hipnotizados por la emoción, mirando el núcleo de energía. Comencé a apuntar y escribir mientras trataba de comprender qué propósito tendría ese mecanismo, con todo el estrés que tenía. 40 segundos oí decir a la máquina. 

Me tiré al suelo, apoyé la cabeza en la pared de la torre mientras el sonido eléctrico acompañaba mis pensamientos. Cerré los ojos y me froté la cabeza. Grité otra vez que esperaran, pero nadie me prestaba atención. Seguramente creían que había perdido la cabeza o algo similar. Entonces lo comprendí. Mis ojos se abrieron como platos, y me puse en pie de un salto.

- La Torre no aguantará. - Grité. Miré a Andy con expresión agotada. - ¡Esa mejora nos va a destruir a todos!

Solo Andy me escuchó y apretó los labios.

- Lo que me temía. - Dijo con voz queda. - Esto ya no puede pararse. ¡Desalojad el edificio!

A él si parecían escucharle. Reaccioné de manera instintiva. Recordé mi hogar, el puente, los edificios... Y eché a correr. Oí a Andy de fondo.

- ¡Dallas! ¡DALLAS! Ve en dirección contraria por ahí se va al núcleo - Mis pies iban a la máxima velocidad, pero aún así no estaba cansado. - ¡DALLAS!

No importaba. Nada importaba. Si la torre caía, el mundo caería. Tenía que llegar al núcleo y anular la mejora. Tenía que pararlo. Apenas tenía unos segundos. Pasé los mecanismos de seguridad y llegué de nuevo al interior del núcleo, apenas tenía tiempo. La cuenta atrás debía haber llegado a su fin. Todo comenzó a temblar. Traté de tocar el núcleo, pero quemaba, la primera vez que me quemaba en años. La energía pareció disiparse. Me asusté. Caí al suelo con un golpe de energía. No sabía ni dónde me encontraba. Me arrastré, gateando hasta una habitación. Era pequeña. Muy pequeña. Parecía un baño, o algo parecido. Entré malamente, y cerré la puerta detrás de mí. Noté como las lágrimas caían por mis mejillas. No estaba allí, pero imaginé la torre cayendo. La gente gritando. Todas las personas que conocía. Todos los lugares y edificios que una vez visité. Entonces lo comprendí. Había muerto. Todo había acabado. Nunca podría salir de allí con vida. Me quité la chaqueta y me tapé las piernas y la cabeza para no oír el ruido de las explosiones que parecían producirse fuera de aquella habitación. Cerré los ojos. Mi último pensamiento fue para Shyne. Recordé su rostro... su melena rubia... sus ojos color violeta.