Partida Rol por web

El extraño detiene lo que parecía un ritual en cuanto se percata de vuestra presencia. Profiriendo un grito gutural que no entendéis pero que hiela vuestra sangre, comienza a mover sus manos con el baculo sin dejar de mascullar extraños sonidos. De pronto, abre la boca y de ella sale disparado un chorro de sangre oscura y roja como el fuego, que deja a su paso una estela de humo. 

Impacta con fuerza sobre la cabeza de Gunnar.

Al ver la estampa en la cueva supo que había hecho bien en seguir al enano. Dos fornidos hombres bestia parecian guarnecer la cueva, protegiendo al brujo que trataba de terminar algún tipo de ritual usando a la pobre niña - Desgraciado 

La cara de Gerald se torno en una horrible contorsión de odio, la humanidad abandonó su cuerpo y se lanzó contra una de las bestias, en plena carrera se percató de cómo un chorro de lo que parece sangre impacta de lleno en la cabeza de Gunnar, la carga inicial es clave, debe apoyar aún más a Gunnar ahora que ha recibido tal golpe.

¡¡Detened al mago, haced que pare!! - es lo único que acierta a articular el humano antes de lanzar un terrible tajo descendente con ambas manos sobre el hombre bestia que tenía más próximo.

Su gesto cambió completamente tan pronto se percató de lo que estaba sucediendo en aquella sala. Sus ojos, encendidos en celo y fervor sagrado, recorrieron toda la habitación, fijándose finalmente en el encapuchado que hasta hace unos segundos entonaba un canto retorcido y, sin duda, impuro. El hereje debe morir. El pensamiento recorrió su cabeza como un relámpago, y en menos de un segundo sabía que tenía que detenerle. Sabía que no era el mejor combatiente del grupo, y sabía que arriesgaba mucho si se lanzaba sin ningún cuidado, pero en ese momento el fervor religioso se había apoderado de su mente.

— ¡Maldita escoria herética, prepárate para recibir la ira de Ulric! —bramó mientras cargaba contra el brujo, ignorando por completo a los esbirros y centrándose en el titiritero. Ulric guía su estocada, pero no fortalece su brazo, pues siente que su ataque no hizo mucho daño al brujo, pero era un inicio.

El hombre retrocede recibiendo el golpe de Johan. Aún goteando sangre de su boca, se escucha un quejido de dolor. 

Enfurecido por el ataque del enano. El hombre bestia grita abriendo su boca, varios salpicones de saliva saltan sobre Gunnar. Su espada desciende golpeando con éxito sobre el justillo de cuero.

El otro hombre bestia imita a su compañero, atacando a Gerald sin mucho éxito. Su espada pasa cerca, pero en el movimiento del combate el escudero se mueve a tiempo para no recibir el golpe, siendo apenas rozado en el costado.

Levantando su báculo, Ludwig comenzó a canalizar los vientos de magia a su alrededor. Cuando nota que el Aethyr se concentra a su alrededor, apunta con su báculo al cerdo caotico y trata de lanzar un dardo mágico.

- Baruk Khazad!!! - gritó el enano, volteando el martillo por encima de su cabeza. - ¡Unas criaturas tan asquerosas sin duda necesitan un buen lavado! ¡Lavémoslas en su propia sangre! - Luego miró a uno de los seres y le estampó un porrazo con el enorme mayal de combate que tenía por martillo de guerra. - ¿Tú que eres? ¿A tu madre se la folló un caballo? O peor... ¿un elfo?

El hombre bestia bloquea el ataque del enano respondiendo a sus palabras con gritos que dejan a la vista todas las filas de dientes de su mandíbula.

El encapuchado intenta retirarse levemente mientras mira fijamente a Johan que se mueve a su alrededor intentando asestarle otro golpe. Sus ojos comienzan a brillar y Johan comienza a caer en ellos, los sonidos de alrededor se acolchonan desapareciendo. 

Cuando unas formas desconocidas comenzaban a formarse oscureciendo su visión, de pronto, el sonido y la luz vuelven a Johan. Devolviéndole sus sentidos. La mirada del extraño se ha apagado al tropezar con un montón de huesos.

Había logrado esquivar a la bestia, de momento,  pero no había tiempo que perder, Johan no parecía un gran guerrero pero aun así mantenía a raya al hechicero pero, ¿por cuanto tiempo? No quería ni imaginarse lo que podría sucederle si recibía un impacto como el de Gunnar, que gracias a su gran resistencia permanecía en pie y lanzando improperios.

Recuperó la postura de ataque y lanzó un potente tajo en diagonal, con la intención de rematar a la criatura.

La criatura retrocede recibiendo de nuevo otro tajo de la espada de Gerald, que ha combinado sus movimientos para alcanzar de nuevo a su enemigo. El hombre bestia aulla de dolor, las heridas causadas hasta ahora comienzan a hacer mella y se lleva la garra izquierda a los cortes mientras trata de abatir al escudero.

El brillo de los ojos del extraño encapuchado le aturdieron por un momento. Sentía como sus miembros se entumecían, y como su mirada iba perdiendo el foco y la claridad cada vez más rápido. Sin embargo, su dios le protegía, y el encapuchado, al intentar alejarse mientras realizaba el extraño embrujo, tropezó con una pila de huesos, interrumpiendo su concentración.

Tan pronto como Johan se libró del embrujo del encapuchado, sus ojos aún brillando de celo y fervor, intentó ensartarle con su espada una vez más, acertando nuevamente, pero no en un punto vital para el mago.

Johan lo alcanza en la mejilla, produciéndole un corte que comienza a sangrar levemente. El hombre chilla de dolor intentando recuperar su concentración.

Confundido por los gritos de su compañero, el hombre bestia no consigue alcanzar al enano que se mueve casi burlándose frente a él, aprovechando su baja estatura.