Partida Rol por web

Cogiendo fuerza por los ataques recibidos, el hombre bestia carga su arma contra el cuerpo de Gerald, consiguiendo asestar un buen golpe. Por suerte, parte del daño es bloqueado por la armadura.

Ludwig hace lo posible por ignorar su error segundos antes. Vuelve a concentrarse, reclamando los vientos mágicos para su propósito. No consigue la cantidad adecuada, pero no puede esperar más. Apunta su báculo al hechicero caótico y trata de impactarle con un misil mágico, fallando. 

- ¡Chúpate esa, caracabra! - grita el enano mientras le destroza la rodilla de un martillazo. Luego, sonríe burlón con la cara empapada de sangre negruzca.

El extraño trata de mantenerse en pie con su báculo mientras concentra de nuevo su mirada en Johan. Igual que antes, su visión comienza a nublarse, los sonidos se apagan y se forman en sus ojos extrañas figuras que bailotean. Pero esta vez no termina allí. Al segundo, Johan comienza a gritar de horror al conformarse las figuras en su mente y llenar su cabeza de visiones terribles y risas más graves y profundas que el negro más oscuro.

Podía oir los gritos de Johan que le ardían en la conciencia, su compañero estaba enfrentándose al origen del mal en aquel lugar y él no era capaz de acabar con ese maldito engendro entre cabra y hombre.

Trató de terminar con él con un par de tajos rápidos, pero la bestia empezaba a acostumbrarse a su forma de pelear y logró esquivarlos fácilmente.

Maldición.  

Tenía que acudir en ayuda de su congénere, pero no podía dejar a Gunnar en un dos contra uno, y mucho menos tras recibir aquel fluido extraño por parte del mago, sabía que los enanos eran duros, pero no sabía cuanto daño más sería capaz de soportar antes de caer.

De nuevo, el hombre bestia alcanza al enano en una pierna, por suerte, la fortaleza del matador y su ansia de sangre lo mantienen en pie y luchando.

Al lado del enano, el otro hombre bestia recupera un poco las fuerzas al ver que aún tiene oportunidad de derribar a su rival. Otro golpe alcanza a Gerald en el torso, esta vez con bastante fuerza.

Ludwig fruncía el ceño y apretaba los dientes. Sus poderes no estaban funcionando como debían y eso le estaba cansando física y mentalmente, pero debía seguir intentándolo. Concentrándose en la figura del hechicero del caos, repitió el proceso mágico que ya había realizado dos veces sin éxito. 

A la tercera va la vencida, y su poder mágico tomo forma de flecha radiante que impacto en el malvado hechicero. 

El enano levantó su martillo de batalla, entonando una vieja melodía de batalla, dispuesto a abatirlo sobre su rival y mandarlo al inframundo con varios huesos rotos, costillas reventadas y cráneos fracturados.

- ¡Baruk Khazad! ¡Demonios, moríd!

El misil mágico de Ludwig sale disparado directamente hacia el pecho del hombre encapuchado. Al recibir el impacto, que explosiona con un leve fogonazo de luz, el hombre emite un alarido de dolor de dolor que acompaña a los sonidos de sus entrañas revolviéndose y su cuerpo crujiendo del dolor. Inmediatamente, caer al suelo inerte, soltando el báculo. Sin embargo, aún parece respirar.

El hombre bestia retrocede de nuevo intentando esquivar el golpe del enano que ha saltado para alcanzarlo en la cabeza. Su movimiento no es suficiente y el martillo del matador golpea su frente con fuerza, haciendo que tenga que estabilizarse por unos segundos mientras intenta mantener la guardia.

Esta vez le había dado, y bien, aquel esperpento tenía fuerza, el condenado, si no hubiera sido por su camisa de malla, puede que sus intestinos estuvieran decorando el suelo de la caverna. Trató de concentrarse de nuevo en el combate, lo necesitaba.

Mientras luchaba, Gerald pudo ver un fogonazo de luz impactando en algo, en dirección al malvado brujo y Johan, deseó con todas sus fuerzas que hubiera impactado en el brujo, pero estaba demasiado ocupado para poder echar un vistazo. El enemigo empezaba a esquivar sus ataques, y si no podía deshacerse de él, no podría ir en ayuda de Johan.

Cambiando el patrón del ataque, y en un acto temerario, levantó su espada bastarda por encima de la cabeza - ¡Ya esta bien de juegos! - exclamó, sería la bestia o él, no temía a la muerte y el odio hacia esas criaturas había sobrepasado ya la necesidad de autodefensa.

Gerald desciende su espada con fuerza acertando en el brazo de la bestia. La fuerza del hombre es tal que el golpe cercena y arranca la extremidad del cuerpo. Un chorro de sangre multicolor emana de la amputación manchando a Gerald, que retrocede al ver que el hombre bestia cae muerto de forma casi inmediata, sin apenas fuerza para gritar de dolor si quiera. Tras unos leves espasmos queda completamente inerte en el suelo.

El misil mágico de su compañero le había tomado por sorpresa, pero para fortuna de todos había logrado acabar, al menos de manera momentánea, con las maquinaciones paganas del hechicero encapuchado. Viendo que su enemigo actual ya había sido derrotado, Johan se apresuró a apoyar a sus compañeros, retrocediendo hasta detrás del hombre bestia que aún seguía en pie e intentando clavarle una estocada.

Sin tiempo para advertir a la nueva amenaza, el hombre bestia recibe un contundente golpe de Johan en el cuello. La gruesa piel resiste el espadazo llorando solo unas gotas de sangre, pero las contusiones internas son graves e inmediatamente el hombre bestia cae al suelo, aún respirando.

Ludwig se encamina hacia el hechicero, mas preocupado por él que por el hombre bestia, al que ya le darían su merecido sus compañeros. Desenfundando su daga, se agacha colocando la punta en la garganta del traidor caotico, dispuesto a atravesarle el cuello al menor gesto o palabra que no le gustase. 

Que planeabas, hereje? Que ibas a hacerle a la niña? - Ludwig tiene que contener el impulso de matarlo directamente, pero quien sabía si el hechicero tenia compañeros y aliados, dispuestos a seguir con los rituales.