Partida Rol por web

Williams se aparta y observas cómo el camarero cierra un puño como si fuera a golpearle. Pero se lo piensa mejor y sale en pos de su compañero, que ya ha venido hasta la furgoneta, ha abierto la puerta trasera y ha metido a Abaldon dentro, pese a las leves quejas de este. Luego se sube al asiento del conductor, el camarero se sube al del copiloto y arrancan.

Para entonces Williams ha cruzado la calle para reunirse con las dos invitadas y la camarera que permanecen allí. La primera, la joven despampanantemente bella, lanza un gesto interrogativo a Williams. La camarera, observas, está hablando por su teléfono móvil.

Simultaneamente, las cosas vuelven a complicarse. De la parte delantera del edificio salen en este momento dos hombres; uno es un tipo de rasgos latinos, frío, serio. Observas que sus manos están ahora inundadas de sangre y tiene lo que parecen varias heridas en el pecho. Herida graves, pero se mantine en pie, tranquilo, sin ayuda. Camina resuelto, de hecho, con clase. Le conoces. Jim. Es Jim. El hombre con el que peleaste en los sótanos de la Fundación Abaldon, al que dejaste por muerto y escapó.

El otro es un hombre calvo con gafas de sol, una pistola en la mano y vestido totalmente de blanco, como una mala imitación de un gangster. Ambos miran en todas direcciones buscando algo.

Mi mente se llena de imagenes del enfrentamiento que sostuvimos, me libré por los pelos , pero eso no cambia el hecho de que está ante mis ojos y que el odio que siento por el rellena mis entrañas de un calor rojo que abrasa.
Espero sin moverme de mi lugar ver que es lo que o a quien está buscando mientras con mucho cuidado preparo una posible acción.
Si tengo que dejar la furgoneta tendre que hacerlo en un lugar donde no se me vea pero tampoco puedo perder el rastro de esta furgoneta por lo que concentrandome en mi sufrimiento dejo que el hueso de mi dedo anular se alargue hasta convertirse en una aguja muy fina presta a hacer un pequeñisimo agujero en un manguito del radiador por donde gotee liquido para poder seguirle la pista si hiciese falta.

La furgoneta comienza a moverse por fin cuando todos están a bordo. Gira y cambia de sentido justo cuando llegan las sirenas y las luces de la policía. Al principio despacio, pero luego a toda velocidad cuando giran la primera esquina, comenzáis a alejaros de la zona, hacia fuera de Manhattan.

Me aseguro bien a la furgoneta y agudizo mi mente ante cualquier posible conversacion que se de dentro de la cabina de la furgo.

La furgoneta rodea se dirige al norte, dando un rodeo al Bronx y sale a la autopista, la cual dejáis después de unos veinte minutos de trayecto. Cojéis una carretera secundaria que lleva hasta una zona de pobaciones pequeñas, residenciales, de clase media o media-alta. Por fin, os acercáis a una zona de casas de peor factura sobre todo edificios prefabricados de madera, grandes y familiares pero baratos y os detenéis frente al último de una fila.

La casa tiene un aspecto curioso, colorista, como una casa ocupada por un grupo de hippies con poco gusto. Los dos hombres se bajan de la furgoneta y van a la parte posterior, de donde sacan a golpes a Abaldon. Baja o te rompo la nariz a patadas! dice el que va vestido de camarero. Lo llevan hacia la casa y lo hacen entrar. Vamos, entra. Y cierran la puerta tras de ellos.

Han dejado la furgoneta aparcada en el jardín. El resto de casas alrededor permanecen silenciosas en medio de la oscuridad de la noche.

Compruevo que nadie pueda verme antes de salir de debajo de la furgoneta y furtivamente dirijo mis pasos a la parte trasera de la casa para comprovar si hay alguna ventana que sirva para espiarlos.

Das una vuelta alrededor de la casa, encontrando alguna entrada, pero hay una que te interesa en especial: la carbonera. No porque tengas pensado entrar de inmediato, o quizá sí, pero el caso es que da al sótano de la casa. Y en el sótano es dodne están estos tres. Parece que le están dando una buena paliza a Abaldon mientras le hacen preguntas. POr el sonido de los gritos, no lo definirías como una paliza, sino una tortura.

Le están dejando la cara hecha un mapa. El que pega y pregunta es el llamado "David", mientras que el camarero observa. El industrial, otrora un hombre de negocios severo e intimidante, parece en estado absoluto de shock. Y canta como un canario. Dice que estaba en la fiesta para hacerse con el control de la logia. Pero que se le han adelantado. Cuando se le pregunta quién, ríe como un maniaco y sólo acierta a decir "el dragón". Cuando se le dice para qué quería el control de la logia, afirma saber que existen poderes más allá de los mundanos y él quería controlarlos todos. Era, creía, su destino. Por eso los investigaba. Por eso, dice, creó "la Fundación".

David resopla. Está cansado. Se rasca la cabeza y con una mirada anima a su compañero a seguir preguntando.

Sigo con mucho interes la conversacion que se esta desarrollando en el interior de la casa.

El camarero, al que llaman Marcus, mira unos segundos a David esperando a que hiciera otro movimiento y tras unos eternos segundos para Abaldon, se acerca poniendo sus ojos a la altura de los suyos. Tras otros eternos segundos Marcus se levanta apoyandose en sus piernas y va a coger una toalla. La moja un poco y le va secando la sangre que tiene mientras le dece -¿Te duele? David te ha dado a base de bien ¿verdad?

Despues de haber limpiado las heridas de la cara cogio un poco de agua y le dio de beber. -Toma esto te sentara bien.

-Mira... será mejor que colabores, hay personas que quieren verte en el otro mundo y la verdad, ahora mismo no te gustaria estar muerto, para ti no es un alivio. ¿Conoces la obra de Dante? Quizas eso sería un reflejo de lo que podria pasarte en el infierno. Pero desde luego, solo es un momento... despues vienen cosas indescriptibles por el ser humano...-

Marcus vuelve a coger la toalla, que ya está llena de sangre y limpia aquellas heridas que están volviendo a sangrar. -Observa como vuelve a salir sangre, por mucho que limpie vuelven a salir... me encanta la sangre. Seguro que la has probado alguna vez. La sensación que da es de poder pero al mismo tiempo es un simbolo de invulnerabirilidad del ser, sabes que si te quedas sin ella sucumbiras.

Marcus se acerca a un corte que tiene en la frente y se lo lame, llenandose asi de sangre toda la boca. Despues le coge la cara y pone la frente contra su frente y le dice -Vamos dinos lo que sabes, si entre humanos no nos ayudamos quien lo hara? Te aseguro que las cosas te han ido bien hasta ahora, si no nos ayudas quizas no pueda ayudarte ni aqui ni allí. Se levanta otra vez y tira la toalla empapada de sangre.

Entonces escuchas algo. Pasos, hay alguien en el jardín delantero. Incorporándote un poco, miras a través de una ventana trasera, a través de la cocina y de una ventana delantera para poder observar el patio frontal.

Mierda. Jim. Acaba de llegar, está caminando relajado hacia la casa, directamente hacia la puerta delantera.

Mis nervios estan a punto de estallar , este cabron esta metido en esto,y lo peor de todo es que era de esperar.
Intento controlar mi respiracion para no saltar por esa ventana y volver a enfrentarme a el, tengo que enterarme de todo lo que se pueda, mi gente es lo primero ,tengo que recordarmelo una y otra vez hasta que por fin noto que la furia abandona mi mente y así se calma mi cuerpo.
Compruebo que mi energia esta aplastada para no llamar la atencion de ese pedazo de cabron y pegando mi cuerpo a la pared sigo escuchando.

Observas cómo el tal Jim se acerca a la casa. Pero no lo hace como alguien que perteneciese a este lugar. Observa y parece intentar mirar entre las ventanas si hay alguien en el interior. Hace además de dirigirse a la parte trasera de la casa, donde estás, pero finalmente se acerca a la puerta delantera y de un tirón seco rompe la cerradura en silencio y entra.

Espero en tension el resultado de esta maniobra de Jim con los nervios en tensión, atisbando por la ventana .

Mientras Jim se mueve por la casa y va hasta una puerta de la cocina y la abre, desvelando unos escalones que bajan hacia el sótano, tú sigues escuchando el interrogatorio a Abaldon. Esta vez es el empresario el que responde a las preguntas.

-¿Qué quieres que te cuente? La Fundación era mi proyecto más brillante. Nadie los echaba de menos, sólo eran escoria de las calles. No sé qué pasó. Los aslatos, los robos. Jim me dijo que era mejor dejarlo quieto un tiempo, que la vagabunda aquella. Y luego me dijo que había mucha gente tras del asunto, que habíamos tenido visita incluso en nuestra sede. Se temía que estuviéseis relacionados con Wilson y no quería que fuese a la fiesta. Pero, ¿qué iba a hacer? ¿Dejar que Wilson se apoderase de la logia? ¿Y cómo iba a saber yo que la.. la.. oh, joder, joder, tan grande, tan grande.. no les dejaba huir y podía haberme matado, pero prefirió dejarme verlo, el dragón.. oh, joder..-

Oh, oh. Eso viene a significar que Jim está del lado de Abaldon, no del lado de estos tipos. Y que estos tipos no sabían nada de la Fundación o no participaban en ella. Y si tenemos en cuenta que Mordecai te atrajo a la Fundación para que Jim te matase y que estos tipos secuestraron a Mordecai pero no están relacionados ni con Jim ni con Abaldon.. ¿podrían estar de tu lado? En cualquier caso, se han buscado un problema serio. Porque Jim empieza a bajar las escaleras..

Levanto un poco la voz- el amigo de Abaldon está bajando las escaleras , si quereis seguir vivos salir por la ventana-y con tono apremiante- !ya!

David aprieta los dientes y se lleva la mano al bolsillo y saca el revólver. -Joder, mierda.- susurra mientras apunta a Abaldon con el arma. -Este idiota es nuestro seguro.-

Marcus cambia la cara radicalmente por una de frustración y enfado. Se queda parado unos segundos y decide buscar la salida de la ventana, pero antes le pregunta a David en voz baja, mirando la ventana. -¿Vienes? Este tipo ya no es util, ademas tenemos que buscar al vagabundo.

La ultima frase de este tipo levanta ampollas en mi mente , ¿estaran buscando a Willy? y si es así ¿para que lo buscan? por el momento debemos huir, despues ya veremos de que lado estan.

Al acercarse Marcus a la ventana te ve allí, vestida con harapos y con la cara medio tapada por uno de ellos. Le alargas un brazo para ayudarle a subir.

-Espera.- dice David, acercándose al industrial con el arma levantada y poniéndosela en la sien. -Aún podemos usarle y saber más. Coge esto.- De su bolsillo saca algo y se lo alarga a Marcus. ¿Qué es? Vaya parece una joya. En concreto, una medalla de oro, del tamaño casi de un puño, pesada. Tiene algunos símbolos chinos y la figura de un tigre grabada.

Pero antes de que pueda Marcus preguntar nada, escucháis los pasos bajando la escalera y la figura estilizada, espigada y segura de sí misma de Jim aparece por ella.

-Ey.- dice -Seamos educados, ¿queréis? Ya conozco al señor Abaldon. Mi nombre es Jim. ¿Y vosotros?- Frío como el hielo, ni siquiera ha prestado atención a la pistola en la sien del empresario. Parece darle igual. Totalmente igual. Jurarías que aún no te ha visto.