Partida Rol por web

Había llegado mi primer oponente. Esperaba que mi pokemon esté a la altura. No debemos fallarnos, ninguno de los dos. Mi Shana iba a mi hombro, ya era tanto tiempo que ya no la notaba, aun pesando sus 26kg. Nada más llegar, nos miramos, un asentimiento y ella se baja de un salto al lugar de la batalla.

Nuestro gesto era de seriedad. Esto para nosotros no era un juego. Ella se muestra confiada, pero esperemos poder dar la talla.

Ikka acababa de dar su primer paso para convertirse en campeón, ante él se hallaba un chico conocido como Ryo, y dado que aún poseía solo un pokémon, se sintió animado por ver contra quién se enfrentaría. ¡Ha llegado el momento, Sandy! Sal a escena y demuestra lo fuerte que eres.

De su pokéball salió un majestuoso Krookodile que chasqueó su mandíbula haciendo chirriar sus dientes. Sin duda estaba preparado para el combate.

El combate comienza y los contendientes están preparados Espeon contra Krookodile. Un combate complicado para el tipo psíquico.

Pero nunca se sabe lo que puede tener guardado bajo la manga.

Un Krookodile. Pokemon de tipo Tierra y Siniestro. Mi Shana lo iba a tener difícil. Por suerte, conocía un ataque perfecto para ese pokemon. Si bien es cierto que un ataque Psíquico no serviría contra él, éste sí que era muy efectivo contra él.

- Shana, no te preocupes, pase lo que pase, daremos lo mejor. Y no caeremos sin dar batalla! Usa Brillo Mágico!

¡Veamos quién de los dos es más rápido! Dijo Ikka a Ryo. Ten mucho cuidado Sandy, ese Espeon puede que haya aprendido ataques de tipo hada que son muy potentes contra ti. Así que procura actuar antes que él o al menos esquivarlos y acabar con Espeon de un solo golpe. Ya sabes cómo, ¿verdad? Muérdele con todas tus fuerzas.

Ambos pokémon demuestran ser muy rápidos, pero la Espeon de Ryo lo es más de manera clara y es la primera en actuar haciendo que sus ojos brillen con fuerza. Haciendo justo lo que Ikka se temía que hiciese, un movimiento de tipo Hada. El impacto del ataque es terrible en el pokémon Siniestro, pero Krookodile aguanta por muy poco.

Lo suficiente para cargar contra su rival y atraparlo con sus fauces. Triturando toda esperanza que pueda haber de sobrevivir a semejante ataque.

Cuando ví que el ataque de Krookodile derrotó a mi Pokemon de un solo golpe, aun a pesar de haber atacado los primeros, mis rodillas fallaron y caí arrodillado, con cara de incredulidad. Mi Shana había sido derrotada, no podía creerlo. Me incorporo como puedo para recogerla y llevarla en mis brazos hasta el Centro Pokemon. No me dolía el haber perdido, sino el haberla fallado.

Lo siento. Dijo Ikka dándole la mano para ayudarle a levantarse. En todo momento pensé que mi Krokoodile sería más rápido, le he entrenado bien para que así fuera. Pero al ver que el tuyo lo fue más temí por mi pokémon. He sufrido con el combate y ha sido muy emocionante. Pero estoy seguro que muy pronto volveremos a enfrentarnos y seguro que me lo pondrás aún más difícil. ¡No te desesperes! Le dijo tratando de animarle y dedicándole una amplia sonrisa.