Partida Rol por web

- Cuando el Decorador era pequeñito descubrió a su madre siendo infiel a su padre con su super-consejero. Decoradorcito no terminó de entender lo que había visto y metió la pata al decirle algo al respecto a su padre que era un poco bruto. El padre empaló a la madre por adúltera delante de todos. De ahí Decorador sacó su pequeña tara mental que le hace buscar la justicia a través del empalamiento. Y además un poco de yuyu hacia las mujeres (en la adolescencia terminó culpando a su madre).

- Como las mujeres le daban cosilla y no pensaba casarse nunca jamás, cuando llegó al trono nombró sucesor a su hermano, que es un maldito cabrón bastardo de mierda, pero eso ya lo verás luego. 

- Empezó a vivir su vida de Decorador cuando murió su padre, impartiendo justicia a su manera y sus amigos de la adolescencia (Harga y futuromaridodeKhat) permanecieron a su lado cada uno apoyándolo a su manera. 

- Entonces apareció Ilona en su vida. Ella era la hija de un aliado político al que fueron a visitar para hacer bussiness medievales, y estaba prometida con otro fulano desde hacía millones. Pero Decorador se enamoró perdidamente de ella porque era la cosa más dulce del mundo y no lo trataba con la tontería con la que lo hacían todos los demás, sino que le decía las cosas como las pensaba. 

- Total, que se casó con ella enfadando a mucha gente, pero a él se la sudaba todo. Entre los que se enfadaron estaba su propio hermano, que vio sus sueños de sucesión truncados cuando Decorador cambió haciendo que lo sucedieran sus hijos naturales (que no llegó a tener).

- El hermano cabrón de mierda en trapicheos con el confesor de la familia -que era otro porculero-, engañó a Decorador muy poco a poco haciendo montajes elaborados para que empezase a desconfiar de Ilona, haciéndole creer que lo engañaba con ....... (Rellenar línea de puntos. ¿Uno de sus amigos-consejeros? ¿Un caballerizo? Esto está en el aire, pero si ella se llevaba muy bien con el pj de Harga, podría ser con él quizás, si ambos quieren.)

- Finalmente, el hermano, que conocía bien las debilidades de Decorador y todo su trauma por lo de su madre (que a la vez se culpaba por haber provocado su muerte, pero la condenaba por la infidelidad), se aprovechó de ello para manipularlo lo suficiente para que matase a Ilona en un arrebato. La intención del hermano era que Decorador pareciese loco de la cabeza y lo declarasen demente, subiendo él al trono ya que no había hijos naturales todavía (ni los habría porque Ilona palmaba). 

- Decorador mató a Ilona, pero justo después se dio cuenta de que todo había sido un engaño y tras un momento de foco cenital y sufrimiento intenso empezó a morirse de remordimientos. 

- Total, que se fue a buscar a una sibila de la zona, famosa por ser capaz de ahondar en las redes del tiempo, y le exigió así con sus buenas maneras habituales que hiciese un trato con él para resucitar a Ilona y devolverla a su lado. La bruja aceptó a cambio de entregar el alma de Decorador. Decorador aceptó renunciando a su fe y a su alma porque estaba dispuesto a cualquier cosa por recuperar a su amor "perdido".

- Hicieron sus rituales chungos y tal y mientras tanto los amigos de Decorador descubrieron que todo había sido cosa del hermano, pero Decorador estaba obsesivo con resucitar a Ilona y no les hacía mucho caso.

- Como Ilona seguía muerta y los días pasaban, a Decorador se le cruzó el cable y volvió a por la bruja to loco para darle su merecido por fracasar. Y le prendió fuego a su casa. Entonces la bruja lo maldijo y lo vampirizó (ya no tenía alma, lo que hizo la bruja fue ponerle las limitaciones de un ser maldito, descansar en tierra de su patria, no salir de día, no tener reflejo, no llevarse bien con las cosas sagradas... Tenemos que definir exactamente cuáles serán las limitaciones para los vampiros en la Khat-version. Al mismo tiempo consiguió los poderes, que también hay que definir, ya compartiremos ideas otro rato, creo que Jez había hecho una lista o algo así ^^). Total, que en realidad la bruja lo había hecho de puta madre, pero con algunos siglos de retraso -de aquí la aparición de Mina después-.

- Con la bruja muerta y las ansias de venganza a tope, Decorador se fue en busca de su hermano para darle lo suyo. Pero el confesor cabrón de la familia se había chivado de que los amigos de Decorador lo habían descubierto y el hermano se había fugado. Decorador se vengó primero del confesor y lo empaló, cometiendo así su primer crimen como ser maldito, doblemente amoral por tratarse de un hombre de fe. Después se puso a perseguir al hermano, dejando olvidadas sus tareas de gobernar y todas esas movidas que en ese momento se la sudaban todo. 

- Por suerte sus dos amigos se encargaron de mantener el gobierno en su ausencia y de aplacar sus ansias vengativas para que la gente no lo tomase por loco cuando pisaba por el castillo. (O quizás Harga se quedó cuidando el castillo y el futuromaridodeKhat lo acompañó para ayudarlo a buscar al hermano, como os guste más). Por desgracia, Decorador no logró encontrar al hermano (lo dejamos así abierto para que puedas hacer lo que quieras con ese maldito hermano cabrón). 

- Con el tiempo y los años se dio cuenta de la ayuda que le habían prestado sus amigos, que en el momento estaba obnubilado por la venganza y no veía nah. Y decidió que quería conservarlos eternamente. Y aquí el tema sería ver si ellos prefieren que los abrace y vampirice, o que los convierta en ghouls, que no tendrían las limitaciones vampíricas, pero los beneficios deberían ser menores. A mí como Decorador me da igual una cosa que la otra, así que lo que le guste más a los jugadores que los lleven. Y así los dos pueden jugar también en la parte Victoriana (que pueden seguir en contacto frecuente con el Decorador o no, como os guste más, y según lo que pase también pueden aparecer en el posible futuro actual :3).

El primer recuerdo que guardo de mi infancia es el de la hebilla de un cinturón chocando duramente contra mi frente al girar una esquina. Y es que cuando uno tiene ocho años el mundo se ve desde otra perspectiva. Para empezar desde más abajo. Es curioso que algo tan sencillo como un pequeño golpe en la cabeza pueda marcar el resto de tu vida.

Sin embargo, la marca que dejó esa hebilla en mi frente tardó mucho menos en desaparecer que la que provocó lo que vino después. 

Las sábanas se enredan en las piernas de Vlad mientras él se revuelve en el lecho, perdido en el limbo de la duermevela. Su piel, erizada por el frío que ha llegado sin avisar, invadiendo sus aposentos como si de un fortín enemigo se tratase, se estremece sin que sus ojos lleguen a abrirse. Y sin embargo, tampoco logra descansar. 

Los aullidos del viento recorriendo los rincones del castillo parecen voces llenas de una sabiduría antigua, presagiando tal vez las desgracias que se ciernen como una sombra oscura sobre el linaje de los Draculea. O quizá recordando los fatídicos días en que comenzaron a tejerse los hilos que forjarían el destino de aquellos jóvenes.

Y Vlad sueña. Sueña con un crepúsculo frío, como este amanecer. Sueña con un padre de viaje, invadiendo tierras remotas. Sueña con el sonido de sus pequeños pies resonando en la piedra de los pasillos, mientras a lo lejos escucha las risas de su hermano pequeño buscándolo. Sueña con un cinturón golpeando su frente al tratar de esconderse en el cuarto de sus padres. Con una madre desnuda sobre un lecho de sábanas revueltas. Con el regreso y la furia de un padre y el rojo de la sangre tiñendo la nieve. El frío y el rojo se mezclan en sus sueños abrazándose como hermanos hasta fundirse en un solo ser. Marcando de forma silenciosa su destino y su maldición...

...Pero aún es pronto para llegar a eso, pues por ahora, Vlad sólo sueña. 

El frío del invierno se desliza por los pasillos, sigiloso y taimado, confundiéndose con las sombras que cubren los rincones. Pero no se asemeja a las ratas que escapan en un naufragio, pues su movimiento es más una invasión que una huida. Una invasión que hiela los huesos y estremece la piel del más avezado de los mortales, pues en ese leve silbido que se cuela entre las piedras se intuye un presentimiento, una predicción ineludible. La voz del destino apropiándose de lo que le pertenece por derecho. El dedo de la Parca acariciando de soslayo a ese muchacho que nunca llegará a ser realmente un hombre. 

Vlad, sordo y ciego a las señales del sino que le espera, tan inexorable como inevitable, abre esa puerta que marca un nuevo nudo en el hilo de su vida. Y en algún otro lugar, en una dimensión inalcanzable, o tal vez tan sólo en un pequeño rincón de la imaginación, las tres Moiras ríen al ver cómo las hebras negras y doradas se entremezclan en el futuro del joven. 

Una puerta se abre sin que Vlad sea consciente de que su destino acaba de terminar de sellarse. Su corazón late. Late tan fuerte que amenaza con escapar de su pecho. Late con la firmeza de lo predestinado, de lo inexorable. Los ojos de Vlad se cruzan con el ser más puro y bello que jamás habían contemplado y su pecho y su estómago dan un vuelco con la sentencia. 

El hilo que comenzó a tejerse con la muerte de su padre se anuda ahora alrededor del corazón del joven huérfano, atando a esos ojos azules castaños y límpidos una existencia que será más larga de lo que cualquiera de los presentes puede siquiera imaginar en este momento.

Una risa resuena lejana, imperceptible para los oídos mortales, aguda y femenina, pero si alguien pudiera realmente escucharla, se daría cuenta de que son tres voces las que la forman. La moneda ha sido lanzada, pero tiene dos cruces. 

Han pasado siglos desde que Vlad enterró a su padre. Y sin embargo, aún no ha sido capaz de olvidar aquellos días, ni los posteriores. El eternamente joven príncipe de Erdély camina ahora por las calles grises de Londres, vestido como un dandi, completamente integrado con los nuevos tiempos, con un sombrero de copa y un bastón que no necesita en la mano. Nadie podría decir que se trata del mismo hombre que, vestido con una armadura, portaba un yelmo con cabeza de dragón y dejaba a sus enemigos clavados en una pica hasta que el sol arrugaba su carne y ennegrecía su piel. Nadie podría saber que tras esos ojos que parecían francos y abiertos se esconden siglos de sangre y horror, de cuerpos despedazados con sus propias manos. 

No. Vlad no ha conseguido olvidarse de sí mismo ni siquiera después de atravesar miles de kilómetros, ni siquiera después de cambiar su nombre y sus ropajes. El dolor por Ilona atraviesa su pecho como una lanza cada noche. Igual que entonces. Y cada vez que cierra los ojos todo es rojo. Vlad ya no sueña. No con imágenes al menos. Tan sólo el rojo invade sus sueños, la rabia de esa Bestia que contiene en su pecho y que arde. Vaya si arde. 

Y a pesar de todo, Vlad se mantiene día tras día, escondiendo su brutalidad tras una fachada de diversión mundana. Dilapidando una fortuna que no necesita y que se acumula en sus baúles. Cada vez más cómodo. Cada vez más descuidado. Acudiendo a fiestas y tratando de encontrar en esos vulgares mortales alguna chispa que lo ayude a pasar un día más. Un año más. Un siglo más. 

Limitaciones

- trastornos obsesivo compulsivos: manías tipo contar todas las cosas que hay en un montón

- no entrar en una casa/lugar si no ha sido invitado 

- obsesión con la belleza/arte/placer estético 

- una rosa sobre el ataúd impide que salga el vampiro a vivir su vida

- no salir de día*

- no tener reflejo 

- no llevarse bien con las cosas sagradas 

- Necesidad de alimentarse de sangre humana 

- Dormir sobre tierra, traída de su lugar natal, en el interior de un ataúd. 

 

Facultades 

- control sobre lobos, murciélagos y ratas

- posibilidad de convertirse en murciélago/tener alas de ídem + niebla + tierra+ sangre + análogos 

- hipnosis ready to use

- capacidades físicas sobrehumanas ( moverse más rápido y ser más resistente, pero tampoco abusando de ello)

-¿ levitación (más que levitación es "telequinesis": haces levitar a los demás)?

- glamour (Algo en plan mostrar mi aspecto ligeramente distinto, no exactamente como que mi cara cambie por completo o algo así, sino que los rasgos no sean tan demacrados, resultar atractivo.)