Partida Rol por web

Aire se quedó junto a Nenfirien, emocionada por la gran idea de su compañero. Pero rápidamente perdió esa emoción al ver que no funcionaba. Frunció el ceño y se quedó pensando.

Un conjuro muy poderoso... ¿Podemos rechazarlo? Hizo un repaso rápido sobre sus conjuros mientras negaba con la cabeza. No tengo manera de deshacer ese conjuro...

Aferrado al techo baca abajo como el murciélago que era en aquel momento, Eldarain pensó en la situación que estaba viviendo en aquella torre invertida. Acaso había un mago poderoso que les estaba acechando? o ¿estaba hechizada la sala, llena de trampas y ilusiones mágicas a las que debían enfrentarse? o ¿quizás fuera todo una ilusión?

El elfo se transmutó nuevamente en persona y habló a sus compañeros.- Si todo esto es una ilusión podríamos encontrar el eje de esa ilusión y acabar con él- razonó-. Pero si elimino ese hechizo, no sé si me afectará solo a mí o a todos. si es a mí, yo seré dueño de mis circunstancias, pero si nos afecta a todos debéis tener cuidado con lo que nos podemos encontrar. No podré salvar la vida de todos. Avisados estáis- les advirtió 

Con esta premisa Elsdarian se concentró e intentó buscar el eje de esa ilusión y así poder eliminarla

Mi conjuro no funciona para nada. La frustración que siento se mezcla con un agobio por chocar contra algo que todo mago sabe: en el mundo hay muchos poderes, muy poderosos y la mayoría desconocidos...

-No esperaba ese resultado...

Sin saber muy bien qué más hacer, ya que mi repertorio de hechizos no es tan amplio como me gustaría, escucho al druida y asiento con la cabeza.

-Puede funcionar...tiene que funcionar...

-Pase lo que pase, tenemos que recuperar a Dimitry...

Illvander no pudo evitar una ligera sonrisa al ver la idea de su compañero de enviar una nube de escarcha por la habitación para detectar enemigos invisibles, era una jugada muy astuta propia de él; y a la vez se quedó muy sorprendido cuando el efecto esperado por el hechizo no era el deseado.

Así que otra ilusión, toda esta torre parece estar repleta de conjuros de este tipo.

Finalmente el druida sabiendo los problemas del grupo se decidió a disolver el conjuro de ilusión. Solo faltaría ver si sería capaz de disipar un conjuro tan potente, y en caso afirmativo, ver que efectos produciría.

En cuanto Eldarian se transformó de nuevo en el druida que todos recordaban, decidió lanzar un conjuro para disipar la magia de aquella sala. Efectivamente así sucedió, como ya habíais supuesto aquella sala estaba bajo el influjo de alguna extraña ilusión, quimera o engaño.

La sala que antes era polvorienta e idéntica a todas las que habíais visto en aquella planta, se transformó en una algo más grande, con un mobiliario mucho más diferente, más nuevo, mejor y de mejor calidad. La habitación era más grande de lo que habíais visto en un principio y ahora sí podías apreciar que todo estaba lleno de la escarcha que Nenfirien había convocado. Y no solo eso, sino que una figura de un humanoide rollizo estaba recubierto por la misma escarcha. Un nuevo conjuro de disipar magia sirvió para poder eliminar la invisibilidad que protegía al ilusionista drow contra el que os ibais a tener que enfrentar.

Tras descubrir todos aquellos engaños, el mago orondo abrió las palmas de sus manos para lanzar lo que parcía ser un cono de frío sobre el druida que había desmantelado todo aquello. El cono dio de pleno en el joven, haciendo que se le helara hasta el lacrimal de los ojos, por suerte, Eldarian era suficientemente resistente como para resistir aquel conjuro, aunque no resistiría otro igual...

Por fín la ilusión comienza a disiparse y realmente siento cierto alivio al observar cómo caen los copos ya que indica que mi conjuro no había sido anulado realmente. 

En el centro, una figura se marca con escarcha en los hombros, en la cabeza...-ya te tenemos...-pero apenas termina Eldarian su conjuro, la figura fugazmente lanza un cono de frio que atrapa al druida completamente.

De forma instintiva llevo a mis labios las palabras de un conjuro de ataque.

--El frio  es mio...- digo tranquilamete mientras convierto un trozo de cuarzo en una lanza de hielo que sale despedida hacia su figura.

Valduane abrió los ojos como platos. Un hechicero drow. Había oído hablar de ellos. Había estudiado sobre ellos. En una sociedad matriarcal como la drow, donde los varones eran considerados poco más que los cuidadores de esclavos, sólo los varones con grandes aptitudes sortílegas eran apreciados hasta cierto punto.

Y sobretodo eran apreciados por el gran poder que tenían. Maestros del engaño, los hechiceros drows eran mortíferos y letales, y ahora tenían el horrible privilegio de encontrarse cara a cara con uno de ellos.

Además había acabado con uno de ellos, aquella afrenta debía ser vengada. El hechicero de la tierra conjuró uno de sus hechizos favoritos. Invocó un poderoso brazo de piedra detrás de su enemigo, dejando al drow entre el brazo y ellos. 

El cono de hielo le dio de lleno y Eldarian solo pudo anteponer su brazo para protegerse. Había deshecho la ilusión, y eso conllevaba la enemistad del hechicero drow. Si bien ahora podrían acabar con quien antes había acabado con uno de sus compañeros, sin poder esconderse tras un velo.

Apretando los dientes el elfo miró a su compañero tigre a quien le dijo con voz temblorosa por el frío y el dolor.- A...aca..acaba con él.

Y tras esto pasó a preparar un conjuro para ayudar a sus compañeros.

El tremendo tigre salió del estado ilusorio en el que todos se encontraban, pero para él era algo más complejo de entender. No comprendía cómo podía haber pasado de un sitio a otro sin haberse movido.

pero al oír las palabras de su amigo Eldarian, Jai se preparó para la acción.

Habían descubierto al enemigo. Él era el que había matado al otro gemelo. Aunque a Aire no le gustaba ninguno de los dos, no eran quien para destruir a sus compañeros. ¡Y mucho menos a sus sirvientes!

Le señaló con un dedo y empezó a murmurar unas palabras ¡Sombras acudid, acosad y destruid al señalado! gritó

Valduane fue el primero en conjurar contra aquel asesino drow. El suelo que había bajo sus pies se transformó en una enorme mano que trató de aferrarlo con todas sus fuerzas, pero algo impidió que lo cogiera, el drow poseía una potente resistencia que impedía que aquella figura lo atrapase, así que al observar que no tenía nada que hacer, agarró al pobre Jai que estaba tratando de ayudar a su fiel compañero. m

Nenfirien fue el siguiente en conjurar una enorme lanza de hielo que al igual que había pasado con la mano, ésta se deshizo en un segundo, como si el calor de aquella criatura hubiera descongelado el poderoso ataque del hechicero.

Eldarian actuó después, murmuró unas pocas palabras y una potente luz solar iluminó toda la sala haciendo que el drow quedase completamente ciego por aquella terrible exposición. Al fin algo parecía afectarle.

Aire alzó sus manos para formar una serie de sombras que tan solo ella podía ver, pero nadie más. Ni siquiera el elfo se molestó en ignorarlas, pues tampoco había sido capaz de observar aquellas formas.

Jai forcejeó con el hechizo de Valduane que lo tenía atrapado, por mucho que insistía no lograba quitarse aquello de en medio, así que arañó con todas sus fuerzas a esa masa de tierra, pero no tuvo ningún éxito.

Después de aquello el drow sonrió, no podía ver absolutamente nada por lo que había sucedido, pero no había sufrido ningún ataque más, eso implicaba que sus enemigos, por muy numerosos que fueran, no eran capaces de traspasar sus potentes defensas. Comenzó a murmurar unas palabras no comprensibles para vosotros, y una suave oscuridad comenzó a proyectarse cerca del druida, a pesar de la potente luz que estaba saliendo de sus manos, la sombra poco a poco iba tomando forma. ¡Algo se traía entre manos aquel cegado hechicero!

Aire, viendo que su hechizo no había tenido efecto, dio unos pocos pasos, poniéndose en el medio de todos. Sabía que ese hechicero era poderoso y lo único que podía hacer ella en ese cuerpo mortal era protegerlos. Así que alzó las manos y trazó un cuadrado delante de su cuerpo. Hizo un gesto con las manos y ese cuadrado imaginario comenzó a brillar. Acto seguido, se movió, dividiéndose en dos cuadrados. Se repitió el proceso 7 veces, y cada una de esas formas mágicas se fue volando hacia cada uno de sus compañeros

Illvader se quedó pasmado durante un segundo tras la aparición del drow al desvanecerse la ilusión, pero tan pronto como pudo intentó reaccionar y lanzó un conjuro desde su interior, donde el poder de la magia hervía en su sangre.

- A ver si esto si le hace efecto!

La aparición súbita de aquel mago me hace pensar en las posibilidades de ataque. La tormenta de aguanieve no me permite lanzarme sigilosamente ni cargar contra él, por lo que tendré que usar métodos más tradicionales. 

Con esa idea en la cabeza, desenvaino mi estoque y me acerco al mago todo lo posible. Con suerte, acabaremos con él en breve.

-Si lo cazamos vivo puede ser útil.-Digo sonriendo.

El hechizo que el mago drow le había lanzado parecía rodear y oscurecer al elfo. Si bien no había tomado forma, no podía quedarse y esperar lo que pasara. Aun así, parecía que el hechicero quería ocultar el hechizo de luz que tanto daño le estaba causando.

Concentrándose nuevamente, Eldarian murmuró unas palabras para intentar repeler el hechizo que le había lanzado.

Mi lanza de hielo desaparece como si nada. Tal vez tenga una protección mágica muy poderosa pero...

Antes de que Asmodeo se meta en el área de efecto lanzo mi aliento gelido, herencia de dragón. Intento no alcanzar a Jai, pero se que es complicado, aun así, la frustración acumulada no me deja otra opción.

-Resiste esto elfo...

Parecía que aquel drow estaba aliado con la suerte o sus protecciones eran muy poderosas. Valduane anuló el hechizo de la mano para poder dejar libre a Jai. 

Asmodeo, Jai, rodeadle, hermanos evitad los hechizos de área, Eldarian si te queda poder anula las protecciones que lleve.

El hechicero de la tierra preparó un conjuro sencillo pero eficaz. Varios proyectiles mágicos salieron de cada uno de sus dedos y se dirigieron al drow. 

Los proyectiles conjurados por Valduane impactaron uno detrás de otro sin que esta vez las barreras mágicas de aquel ser surtieran efecto. Y entonces Nenfirien descargó un potente aliento helado que, gracias a la pontente luz que el druida había convocado, el hechicero no fue suficientemente rápido para esquivarlo y parte de él le alcanzó una pierna y lentamente se fue congelando hasta convertirse en una estatua de hielo.

Segundos después la sombra que se estaba empezando a materializar a su lado, se desvaneció sin dejar rastro.

Habían logrado acabar con aquel ilusionista, dando venganza al compañero caído.

Illvander no tardó en acercarse al ilusionista drow y comprobar que estaba muerto, tras esto le hizo un pequeño examen a su indumentaria y pertenencias por si tenía en su poder algún objeto mágico de valor.

Tras el rápido chequeo al cadáver este fue al lado de su compañero recién fallecido mirando sin apenas alguna esperanza si era posible que siguiera con vida.

En la habitación hay un cofre, en cuyo interior hay:

- Unos cuantos conjutos de ropa de tonos negros y grises, excepto una camisa rojo brillante.
Enterrado bajo la ropa hay:
- Un pequeño icono dedicado a Lolth.
- Una pequeña bolsa de cuero con: 30 ppt, 35 po, 55 pp
- Un fino pendiente de diamante (REF: 35-S31)

El drow llevaba consigo:

- Libro de conjuros
- Brazales de armadura +2
- Anillo de protección +1