Partida Rol por web

¡Aquí se puede construir una pequeña mansión! gritó Aire en el interior, mirando asombrada lo grande que era la habitación. ¿No habrá algo secreto? Yo creo que ocultan algún tesoro que no nos quieren enseñar. ¡Valduane! ¿Notas algo?

Deja que me concentre, querida.

Noto la presencia de cuatro puertas, todas escondidas mágicamente bajo el influjo del conjuro anterior. Ya os dije que era un conjuro poderoso y me temo que Eldarian ha conseguido disipar sólo una parte de él. Para hallar las puertas hay que gastar otro conjuro de disipar y no sé si merece la pena al ser Eldarian el único que puede curarnos.

Vosotros decidís. 

-Por mi parte podemos buscarlas, revelarlas y abrirlas.-Digo sin darle importancia.-En caso de necesitar sanación podemos buscar un lugar donde descansar y curar nuestras heridas. Creo, no obstante, que si despejamos la torre podríamos incluso usarla como refugio unos días.

Si lo han protegido con trampas seguro que hay algo escondido detrás. - dijo el joven desde abajo. Mientras esperaba a ver si alguien tenía una cuerda para él pues sin duda, era imposible subir esa pared a pelo. - Coincido con Asmodeo, siempre podemos tomarnos un descanso cuando lo necesitemos.

El pequeño murciélago que era Eldarian permaneció encaramado a la piedra, esperando a ver si necesitaban que otra vez. Mientras escuchaba a sus compañeros, escrutaba con los sentidos del murciélago los recovecos que pudiera tener la sala de arriba.

Desde abajo escucho las palabras de mis compañeros y mi desanimo sigue aumentando.

-Sin duda alguna podemos buscar un lugar para tomarlo como refugio, pero temo que esto se convierta en una tarea larga y pesada...

Magia por todas partes, se supone que debería atraerme y entusiasmarme, pero sin material, sin posibilidades de hacer nada, mi frustración crece a cada instante. Ya no siento esa ansia depredadora de poder, ahora simplemente me encuentro ahí, sin saber muy bien qué hacer.

-Acabemos con esto cuanto antes, descubramos los misterios que se ocultan en este lugar y si es menester, descansaremos si os parece bien...

¡Oh, esta torre me recuerda a mi castillo en los planos celestiales! dijo muy segura Aire mientras acariciaba la piedra.

¡Venga, vamos a buscar las puertas! A lo mejor si llamamos se abren solas...

Aire se acercó a la pared y empezó a golpear suavemente ¡Toc, toc, toc!

-Yo voy a ver lo que encuentro.-Digo mirando las paredes mientras las tanteo poco a poco, milímetro a milímetro.-Si encontrase alguna podría intentar abrirla, pero al estar escondidas mágicamente... lo más probable es que no pueda. 

Sin embargo, sigo buscando.

Illvander siguió esperando en la parte de abajo mientras sus amigos examinaban la parte superior de la torre, el no poder levitar le estaba suponiendo un pequeño problema al hechicero de fuego.

Asmodeo se pasó horas allí metido, observando cada grieta insignificante de cada parte de la pared. Pulgada a pulgada fue analizando aquel pasillo, que de no haber sido por el conjuro de Eldarian que había eliminado la niebla, no habría podido hacerlo.

Tras mucho tiempo allí metido, en el que el resto no podían hacer otra cosa más que esperar. Asmodeo encontró una de las puertas, y tras ello encontró el resto. Después se puso a analizarlas bien, hasta que tras bastante tiempo más, logró que el conjuro que las hacía ocultas se desvaneciese. Algo tocó, aunque no supo muy bien el qué, que ahora todas y cada una de las puertas eran visibles para todos. Al menos, para todos los que se encontraban en la primera planta.

Illvander espera en el piso inferior esperando a que el grupo del piso de arriba terminara lo que estubieran haciendo. Mientras tanto examinaba las entradas a la sala escondido cerca de las paredes para que él no fuera visible. Tras mucho esperar aviso a los de arriba.

- Chicos, si queréis que investiguemos arriba todos juntos igual algunos de abajo necesitaremos una ayudita. O que nos tiréis una cuerda al menos.

-Yo no llevo cuerda.-Digo sin apartar la mirada analizando el orden en que están dispuestas las puertas con la mirada.-¿Alguien tiene? 

El murciélago que era ahora Elrarian, movió sus pequeñas alas. Estar encerrado en el cuerpo de ese pequeño mamífero no le apasionaba y menos si no conseguían hacer nada, ni siquiera llegar a un acuerdo. Necesitaban una cuerda y él tenía una, muy buena, con un garfio, pero ahora, convertido en murciélago, no disponía de ella.

Lo que no se creía es que ninguno de los de ahí tuviera una. Anclado al techo esperó a que se decidieran.

¡Yo sí tengo cuerda! Y más cosas. Oro, diamante... ¡Pero eso en mi palacio celestial!

Aire se metió una mano en la manga y empezó a buscar en su interior. Sacó la lengua y la puso hacia un lado mientras movía los ojos. Se estaba concentrando para encontrar la cuerda.

¡Aquí está! dijo y empezó a sacar una cuerda de seda y a tirarla hacia el piso de abajo. Ayudadme a sujetar la puerta

Creo que allí abajo están muy gordos susurró.

Valduane se acercó a Aire para ayudarla a sujetar la cuerda. 

Lo que no sé es que van a hacer para subir al gato

Yo subiré primero y os ayudaré a sujetarla para que suban los demás. -  dijo Dimitry agarrando un extremo de la cuerda y comenzando a subir por ella. Cuando llegó arriba se colocó detrás de Valduane y agarró la cuerda para tirar de ella.

Otra vez a usar la cuerda...no me apasiona para nada andar trepando continuamente por ahí y comienza a ser una situación que se plantea muy común.

-Vaya incursión la nuestra...

Le dejo a Illvander que suba antes que yo, ya que se que me tomaré mi tiempo y me va a costar bastante..

-Cuidado ahí arriba, no me dejéis caer-digo a la parque me agarro lo más fuerte que puedo a la cuerda e intento trepar por ella.