Partida Rol por web

Oktoberfeast

El presente

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29/04/2010, 22:41
Pedro Rodríguez

Pedro permanece en silencio atento a la conversación. De pronto ve a esas cositas pequeñas y luminosas que se acercan a Helena y comienza a revolotear alrededor de ella. La chica en lugar de asustarse o si quiera sorprenderte de ver esas criaturas y el hecho de que la rodee se deleita y sonríe.

En verdad que parece un árbol Navideño...que propio están donde nos hayamos... sonríe para si Pedro.

La conversación se va caldeado mas y mas hasta llegar un punto en el que el aire comienza a sentirse cargado debido a la presión y desconfianza que demuestras procesarse humanos y criaturas mágicas. Aun con ese ambiente enrarecido Pedro no se amilana y termina participando en la conversación nuevamente.

-Entendemos que pueda sentirse ofendida con las afirmaciones que hacia estamos exponiendo pero...por un momento se para e intenta elegir las palabras idóneas debe comprender que hemos hecho un largo viaje hasta aquí y hemos visto...cosas...que nos obligan a creer lo que decimos y si bien no tenemos pruebas que señalen al susodicho...¿Udo? no tenemos mas posibles culpables...en cualquier casoel hecho es que Udo huye de nosotros....¿y quien si no se considera culpable huiría?

Diantres espero no haber hablado en demasiado y haber ofendido a nadie piensa Pedro al recordar que no esta a costumbrado a tratar con desconocidos y cuando lo hace no suele hacerlo demasiado bien.

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30/04/2010, 09:24
Bavarica

"No sé porqué Udo les evita, pero no me sorprende: Si sabía que unos mortales le seguían, no me extraña que haya intentado perderles de vista, por precaución. No obstante, podemos ayudarles a encontrarle, para que lo averigüen por ustedes mismos..." responde Bavarica.

"No obstante, esa información tendrá un precio. Si conocen mi corte, sabrán que muchos seres acuden aquí en busca de información, consejo o ayuda. Como pago, unos resuelven las tareas de los otros, de modo que todos salen beneficiados. Según la complejidad de lo que ustedes quieran, deberán resolver una tarea u otra. ¿Les parece eso bien?"

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30/04/2010, 18:52
Anna Smith

Por supuesto, mi señora -Anna se inclina cortésmente, tratando de no prestar atención al interés de los sprites en Helena, ni a las miradas de extrañeza de la corte de Bavarica-. Y disculpad si os hemos ofendido.

Muerta de curiosidad por el precio de la información que esperan conseguir, la joven se adelanta nuevamente a sus compañeros:

¿De qué índole sería la “tarea” a resolver?

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03/05/2010, 00:06
Pedro Rodríguez

Inquieto no para de mover mis pies, sin moverme del sitio, como si de un absurdo baile se tratase. Ampollando primero le peso en uno de ellos para luego hacerlo en el contrario. Luego apollo el peso en los talones y mas tarde en las puntas.Si movimiento no llega a ser exagerado ni muy brusco pero si lo suficiente cono para que alguno de los seres mágicos allí reunidos lo observe curioso.

Bavarica aun con sus reservas para que poco a poco acceso a ayudar no sin antes aclarar que no esta de acuerdo con las acusaciones hacia Udo.

Anna se le adelanta a Pedro cosa que una vez pensada se alegra ya que sin duda su falta de soltura a la hora de relacionarse con los demás en mas de una ocasión había provocado mas de un desafortunado mal entendido.

Tras lo dicho por Anna Pedro se limita a dar un paso al frente y añadir un breve:

-Esperamos la tarea que debamos llevar a cabo con impaciencia señora. Entre otros motivos para demostrarle que en ningún caso hemos querido ofenderla.

Miro en dirección a Ernest Vaya se ve que cuando se trata de grandes personalidades cuando hay un trato tan directo el buen señor permanece callado y pensativo...

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03/05/2010, 09:50
Bavarica

"Quería principalmente confirmar qué es lo que deseaban de mí" responde Bavarica. "Ayudarles a encontrar a Udo no es algo excesivamente complicado. La misión pues será esta: deberán pasar la noche en un claro del bosque de los alrededores de la ciudad, sin abandonarlo en ningún caso, para vencer a los hados del destino aunque sea por los pelos" dice Bavarica solemnemente.

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04/05/2010, 17:07
Anna Smith

¿Sólo una noche? -se sorprende de la simplicidad de la tarea. Seguro que es mucho más retorcido de lo que parece a simple vista, piense, mirando a mis compañeros. ¿Hados del destino? ¡Que Dios nos ayude!

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04/05/2010, 20:35
Pedro Rodríguez

Pedro permanece en silencio meditando lo dicho por Bavarica su semblante no cambia un ápice e incluso parece que aun espera la respuesta a su pregunta. Pero en su cabeza comienza a darle vuelvas a la misión impuesta.

Demasiado fácil a simple vista...veremos.

Luego gira su cabeza para ver Anna, al escucharla, y ver su expresión de sorpresa.

Luego vuelve a sus pensamientos en busca de una respuesta a ¿que es lo que deseamos de Bavarica a parte de esa información?

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05/05/2010, 12:33
Bavarica

"Efectivamente, sólo una noche. Es más que suficiente" responde la imponente estatua. "Ese es un intercambio justo, dadas las circunstancias".

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05/05/2010, 13:39
Helena de Middlecastle

Helena seguía entretenida con las hadas por lo que no habló en todo el rato además sabía que Anna y Pedro lo estaban haciendo genial. Aunque estuviera con las hadas no dejó por un momento de escuchar la conversación por lo que sabía perfectamente que debían pasar la noche en un claro del bosque de los alrededores de la ciudad, sin abandonarlo en ningún caso, para vencer a los hados del destino, aunque fuera por los pelos.

- Señora Bavarica, le agradezco sinceramente que nos haya escuchado y realizaremos la misión con sumo gusto pero antes, y disculpe mi torpeza, ¿me podría aclarar que es un hado del destino?

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05/05/2010, 14:30
Bavarica

"Mi querida niña" empieza Bavarica mirando a Helena con algo parecido a dulzura en sus rasgos broncíneos "como su propio nombre indica, alude a las dificultades que plantean los avatares de la vida. Nunca hay que dar todo por sentado, aunque a veces lo que reluce es oro".

Acto seguido alza con gracia su enorme mano "¿Maurice?". A los pocos segundos un pequeño gorrioncillo se posa allí, hace una grácil reverencia con el ala hacia la enorme dama, y se gira a saltitos para miraros. "Maurice os guiará hasta el claro, si queréis iniciar la aventura esta misma noche, antes de que sea más tarde".

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05/05/2010, 16:33
Anna Smith

Sí… -titubea Anna un momento-. Sí. Cuanto antes mejor.

Preocupada por las palabras de Bavarica con respecto al lobo, decide ir un poco más lejos:

Pero decidnos, mi señora, ¿porqué pensáis que el lobo llamado Udo es inocente de los asesinatos que tanto nos han horrorizado a nosotros? -Por un momento temió haber metido la pata: Puede que fuera más apropiado discutirlo más tarde, pero…-. Mi señora, estamos aquí para preservar el secreto de vuestra existencia, si sabéis algo más que pueda ayudarnos en nuestra misión, no dudéis en decídnoslo.

Con una prolongada reverencia espera a recibir las instrucciones del ave y, con suerte, algún comentario por parte de la metálica mujer.

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05/05/2010, 16:51
Bavarica

"Eso es sencillo, valiente mujer. Como ya les dije antes, Udo no puede dañar a los niños. Excepto accidentalmente, quizás. No podría asesinarlos como comentan que ha hecho".

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05/05/2010, 18:50
Anna Smith

Udo no puede dañar a los niños -susurra Anna con un hito de voz. Si es así, puede que haya más de un imaginario suelto en la zona, piensas mientras se reúne con sus compañeros tras el pajarillo.

Muchas gracias, mi señora -se despide, siguiendo al ave.

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06/05/2010, 03:34
Pedro Rodríguez

Helena interviene en la conversación muy acertadamente ya que consigue que Bavarica por primera vez muestra algún tipo de sentimiento y sin duda el que muestra es un cierto cariño.

Tan pronto han llegado a la solución de que sin mas preámbulos esa misma noche sera en la que formalicen su parte del trato un pequeño pajarito aparece ante ellos y sin apenas prestar atención a nadie se posa sobre Bavarica.

Parece que sera su guía.

-Señor gracias tanto por su hospitalidad como por la ayuda que nos esta prestando.

Y después de un saludo y dejar que pasen primero las damas Pedro sigue al ave.

Veamos cual sera nuestra siguiente singladura.

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06/05/2010, 11:08
Maurice

El tal Maurice echa a volar posándose con gracia en el hombro, como no, de Helena, y con una vocecilla aflautada, os dice (a estas alturas, no os sorprende que hable):

"Cuando quieran, sí sí sí"

El ave os dirige de nuevo al túnel por donde entrasteis. La "puerta" que os permitió el paso, vuelve a abrirse, revelando el fresco aire de la noche y el bullicio cercano de la Oktoberfest. Sin perder tiempo, el pequeño Maurice os dirige alejándoos de la ciudad siguiendo durante un tiempo caminos de tierra entre campos de cultivo y terrenos más naturales. Tras un buen rato caminando, con la única iluminación de la luna llena, llegáis a un claro en mitad de un bosque. La verdad es que sin la guía de Maurice, no podríais haber distinguido dicho claro de cualquier otro.

Mientras da saltitos sobre el hombro de Helena, que ha ido renqueando la última parte del camino, bastante cansada por la caminata, Maurice os dice "¡Suerte suerte!" y con una leve inclinación de su diminuta cabeza, se apresta a emprender el vuelo de vuelta a la ciudad.

El claro, delimitado por unos frondosos árboles, parece un lugar bucólico bañado como está por la luz de la luna. Lo único peculiar, quizás provocado por vuestra presencia, es el silencio. Aunque en otros lugares cantan los grillos o alguna ave nocturna lanza sus llamadas, en el claro no se oye nada excepto el ruido que hacéis vosotros.

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06/05/2010, 16:24
Anna Smith

Anna busca con cuidado un lugar en el que sentarse, una piedra de mediana altura o un tocón le servirán, para luego sacar de su bolso de mano un sencillo pañuelo rosado y colocarlo sobre la superficie, evitando manchar por el momento sus faldones de tonos claros.

Ahora me alegro de que no hayamos reservado habitación en ningún hotel de la zona -dice con timidez, abrigándose los hombros con una torerilla marrón que saca de uno de los maletines.

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10/05/2010, 20:41
Helena de Middlecastle

Mientras caminan hacia el claro Helena había estado sintiendo los saltitos de Maurice en su hombro pero no llegó a hacerle daño por lo que lo miraba sonriente. Una vez llegado al claro escuchó como Maurice se despedía deseándoles suerte.

- Muchas gracias Señor Maurice, dele recuerdos a Bavarica.

Después escuchó el comentario de Anna que provocó una risilla en Helena.

- Tienes razón, si hubiéramos pedido una habitación hubiera sido malgastar el dinero.- se para a pensar.- ¿No está este claro demasiado silencioso?

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10/05/2010, 22:02
Pedro Rodríguez

Seguimos al pajarito que nos guía camino del claro del bosque en el cual tenemos que realizar la misión que nos corresponde. Y mientras lo hacemos me doy cuenta de que si no fuera gracias al guía del que disponemos nos habría sido muy difícil encontrarlo.

Una vez hemos llegado las mujeres se acomodan y comienza a hablar de trivialidades hasta que una de ellas en este caso Helena realiza una comentario la mar de acertado.

Esto esta realmente silencioso...

-Señoras digo acercándome a ellas debemos estar alerta ya que aun desconocemos todos los datos sobre nuestra misión ademas de desconocer el comienza de la misma de una manera exacta.

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11/05/2010, 18:12
Anna Smith

¿Deberíamos dormir? -pregunta Anna, cuando sus compañeros se encuentran ya más acomodados-. No creo que pudiera ni aunque quisiera. Pero esperar sin hacer nada…

Anna tiene una gran experiencia en aguardar... Pero en las duras calles de Londres ocupaba su tiempo con cancioncillas sugerentes, o hablando con las demás chicas de la calle. «Obviamente, esto no es lo mismo», piensa mientras observa a sus distinguidos compañeros. «Ellos no pueden saberlo», se dice con firmeza. «Está claro que no me conviene hablar demasiado. Podría meter la pata o irme de la lengua. ¿Y cantar? Bueno, conozco otras canciones…».

Mientas medita cómo afrontar la convivencia con sus camaradas, Anna comienza a rebuscar en su equipaje. «Quizá haya algo con lo que pueda matar el tiempo aquí».

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11/05/2010, 18:18
Ciren

Por suerte, o por desgracia, algo interrumpe la escena. De uno de los árboles del claro, indistinguible de los otros, surge una pequeña criatura que a la luz de la luna parece una especie de enanito melenudo con gorrito puntiagudo, con la cara encendida de ira y desfigurada por la rabia (y voto a bríos, no hay nada de lindo en el mismo).

"¡Por todos los diablos! ¡Más estúpidos humanos en mi claro! ¡Fuera! ¡Fuera de aquí ahora mismo!" espeta a voces regadas con abundantes perdigones de saliva, mientras recoge piñas del suelo y os las arroja como armas improvisadas causando más dolor que daño práctico, con evidentes malas intenciones en cualquier caso.