Partida Rol por web

El teatro se queda a oscuras y comienza la representación. La verdad es que la compañía se esmera en su actuación, alcanzando momentos muy emotivos. Sin embargo, tú no puedes evitar dejar vagar la vista por el recinto. Tus ojos se fijan en el palco justo enfrente vuestro, al otro lado del teatro. Está a oscuras pero aún así ves que solamente está ocupado por una única persona. Entonces la sangre se te hiela en las venas cuando distingues mejor lo que ocurre: ¡es un tipo sosteniendo un rifle que os apunta!

- Bueno, no es tan aburrido como esperaba.- pensó escuchando la pasión con la que los intérpretes cantaban la obra. Miró el folleto alguna que otra vez, y cuando Octavia no miraba, bostezó un par de veces disimuladamente. 

Todo estaba en orden, hasta que en una de sus distracciones, vio lo imposible.

- No puede ser...- susurró a la par que, abrazando a Octavia para protegerla, gritaba señalando al francotirador:

- ¡ESE HOMBRE TIENE UN RIFLE!- y acto seguido tiró de Octavia al pasillo para cubrirse con las butacas de delante.

Tu grito hizo que los actores se quedaran congelados en el escenario y mirasen en la dirección indicada. El pistolero del balcón de enfrente, viéndose descubierto, intentó de todos modos hacer lo que había venido a hacer. Empezaron a sonar disparos y la gente comenzó a gritar enloquecida mientras corría hacia las salidas.

Tu rapidez de reflejos fue vital. Te lanzas sobre Octavia y la arrojas al suelo tras las butacas. Los disparos impactaron en el asiento haciendo saltar el relleno de su interior en una lluvia de material. Fueron cinco disparos de rifle y después llegó la calma, rota tan sólo por los gritos de la gente que huía.

Los dos guardaespaldas que os seguían hicieron acto de aparición en ese momento con las pistolas en la mano.

-¿¡Están bien!? ¿¡Hacia dónde ha ido!?

- Si si, estamos bien joder.- dijo acaloradamente mirando alrededor.- Tranquila Octavia, no pasará nada. Llévatela de aquí joder!!. Tú, ven conmigo, a ver si podemos atrapar a ese hijo de puta. Venga vamos ostia!- dijo presa del miedo, empezó a gatear todo lo rápido que pudo por la fila de asientos por si volvían a disparar, y en cuanto pudo, se dirigió a la escalera que se dirigía a los palcos superiores, mirando en cada esquina por si veía al hombre.

La rabia te da alas y prácticamente te lanzas escaleras abajo. El guardaespaldas que te sigue te grita de pronto.

-¡Eh, espera! -y llevándose la mano al interior de la chaqueta, saca otra pistola automática- Necesitarás esto -dice lanzándotela.

La coges al vuelo y corres hacia la platea. Desde allí puedes ver que el asesino ha abandonado el palco. Empujando a la gente que corre para escapar, llegas a las escaleras del otro lado del teatro. Subes los peldaños con precaución lo cual te salva la vida. Un poco más arriba, el sicario te espera con una pistola en las manos. Logra disparar un par de veces cuando te ve asomar, pero su precipitación le hace fallar. Si hubieras subido corriendo, te hubiera dejado como un colador.

Apoyado contra la pared, medio cagado, medio envalentonado por la adrenalina del momento, se le ocurrió una cosa. Miró el cargado:

- Seis balas. Ya ha gastado dos. A ver si gasta otra dos- en ese momento, se quitó el sombrero, y cogiéndolo con la punta de los dedos, lo sacó un poco de su cobertura a ver si el hombre picaba y gastaba más munición.

Ojo, voy a mejorar jugar al poker por mi sombrero jajajaja

Desde que asoma un poco el sombrero, otras dos detonaciones te lo arrancan de las manos enviándolo escaleras abajo. Escuchas al tipo como maldice y luego el sonido de sus zapatos alejándose. Parece que intenta huir por las otras escaleras que dan a un rincón del escenario.

Al ver despedido su sombrero, y oir los zapatos, Frank salió corriendo tras el hombre, y si tenía la oportunidad, le dispararía.

Al salir corriendo tras el tipo, cruzas el pasillo que da a la entrada del palco frente al vuestro en dirección hacia el otro tramo de escaleras. Al llegar hasta allí, ves al sicario escabulléndose escalones abajo. Sin pensarlo le apuntas con tu pistola.

- Quieto ahí hijo de puta!- dice apretando el gatillo apuntando al hombre como pudo.

Nunca habías disparado un arma antes y el retroceso te sorprende. La mano te pega un latigazo y la bala se clava en el techo, muy lejos de la cabeza del sicario. Este llega al pie de las escaleras y alcanza el pasillo que lleva a la salida del edificio. Saltas de tres en tres los escalones en persecución del desgraciado y lo divisas cerca de la puerta de salida del teatro.

Frank siguió corriendo tras el hombre, volviendo a apretar el gatillo, y tras esto, salió a la calle guardándose el arma en en el interior de la chaqueta para que la gente no viera el arma.