Partida Rol por web

Se frustró al no encontrar nada,  suspiró y comenzó a caminar a la misma dirección que Evan.

-Te sigo...

Miraba de vez en cuando hacia todos lados, buscando algo o alguien. 

-Ya.....-Una sensación de vacío se apodera de mi. La cabeza me duele y ahora los temblores ya no son de rabia. 

¿Cómo es posible que todo sea mentira? Una ilusión...todos esos recuerdos.....entonces él....yo.....mis ojos se quedan prendidos de los de Lukas...

-Rumpel.... stilt...skin...- Digo entre susurros. -Perdóname si no te he reconocido, pensé que eras más bajo y feo. - Le digo con frialdad. 

-¿Eso es todo lo que tienen para decir? Menos mal que esto es la realidad.....por lo menos en el mundo inventado teníamos explicaciones decentes.- Continúo mirándolo. Apenas son unas migajas más de lo que habíamos hablado antes. Me sentía totalmente indignada ante su actitud, tan tranquila.  

Lukas se acerca a Minerva y le saca un ramo de rosas. -Debes creer en la magia Luego mueve sus manos y Killian comienza hacerse chiquito y los mira desde el piso. Vamos Rumpel.. Luego de un nuevo pase vuelve hacerlo grande.

-Bueno ahora si, les parece correcto seguir en este bosque donde hay lobos y criaturas o nos vamos a un lugar mejor?

- ¿Casa? Creo que esta vez me desmaye más fuerte de lo normal y terminé con un tremendo chichón en la cabeza. Es imposible que esto sea real. ¿Donde esta el resto de la gente de la fiesta? ¿Y quién es Sebastián?

A pesar de mi sarta de preguntas yendo a mil kilometros por hora en mi cabeza no puedo dejar de notar el paisaje que es bastante llamativo. Podría acostumbrarme.

- ¿Y porqué llevamos armadura? Yo soy un simple albañil, no un guerrero... Disculpa mi despiste, se que te conozco de algún lado pero no recuerdo tu nombre.

-Ya..ya...ahórratelo. - Le digo apartando las flores, un truco patético. Aunque no pude contener un gritito de sorpresa al ver como Killian disminuía de tamaño y luego volvía a su normalidad.

Mire en derredor, era un lugar un tanto inquietante y el hecho de que pudieran haber depredadores me hacía sentir un tanto desprotegida.

-¿El resto esta a salvo también? - Pregunto, me sentía egoísta y al pensar en mi seguridad me había dado cuenta de que tal vez no había sido la única que había aparecido sola.

-¿No deberíamos buscarlos primero? - ¿Qué tal si algunos han quedado inconscientes, o perdidos…? ...no….sacudo mi cabeza. Esos pensamientos no ayudan a nadie. Hay que tomar acción.

-Esa es una buena idea- digo con firmeza tras oír lo de irnos a un sitio más tranquilo y menos al raso. Es cierto que no sabemos donde están los demás pero de poco les serviremos si acabamos destripados por a saber qué bestias salvajes.

-Primero reagruparse, luego buscaremos a los demás Minerva. No les seremos útiles si vamos a ciegas- trato de hacerla entrar en razón -Por donde?- les pregunto a nuestros huéspedes.

Comienzan a buscar un poco de comida, sí bien no saben por donde empezar notan como las ganas de comer se hacen presentes. Luego de caminar un poco encuentran un árbol con varias manzanas rojas colgando de este, parecen apetitosas y tienen un color rojizo fuerte. Su estómago gruñe un poco y descubren que pueden llegar a tomar algunas de ellas.

Después de escuchar a todas las chicas, el grupo se dispuso a caminar por el bosque en búsqueda de alimento y agua. Conforme pasa el tiempo el hambre aumenta y es cuando divisan las manzanas. Antye se emociona como una niña pequeña y corre hacia los árboles. Al arribar bajo la sombra de las copas verduscas, la joven agarra una piedra y la lanza para intentar derribar la fruta, pues no sabe escalar.

No se si pueda...

Le gustaría tener una manzana en mano para poder dársela a las demás, por ello prosigue hacerlo hasta que por fin caiga alguna. 

¿Alguna sabe escalar?

Comienzan a caminar hacía cualquier lado ya que la dirección por la que vayan no sepa donde termina, cuando iban media hora caminando, comienzan a tener hambre cuando varias voces rompen el silencio, para ser cerca de donde estan y por lo que notan estan cerca de un arbol de manzanas.

Killian los mira y sonríe un poco. -Despacio en este bosque no hay nada de que preocuparse, por lo menos sino encuentran a ningun lobo.. Mentira por ahora debemos buscar refugio para la noche por lo que puedo ver sera muy fría.

Comienza a irse caminando entre los arboles, Lucas o Rumpel los queda mirando. -Si me acompañan espero que no les moleste tener la presencia del oscuro.

No puedo evitar sentirme hambriento. Era normal, durante la fiesta no había probado bocado. Al seguir caminando Evan repara en el manzano y luego en las chicas.

¡Eileen! ... Mira al resto de las mujeres ¿Ustedes también aquí? Alguien que sepa qué ha ocurrido... porque yo estoy seguro que me mamé hasta la médula y no tengo idea de cómo llegué ni aquí ni con esta ropa. Con ambas manos se señaló a sí mismo mientras corrió hasta el manzano para coger algunas manzanas.
¿Alguien con hambre? A medida que las iba alcanzando las fue tirando hacia la base en algún hueco entre las nudosas raíces. Mientras seguía intentando escalar, cogía las más rojas y llamativas.

- No me gustan demasiado las manzanas rojas, pero gracias.- 

"Ya podrían ser verdes y ácidas." Pienso por mis adentros. De todas maneras, estaba demasiado ocupada pensando qué cojones hacíamos ahí como para tener apetito. Aparte, antes de ir a aquella cansina fiesta, había comido en mi casa un montón de cosas, precavida por saber que ahí no habría nada para mi. 

- ¿Nadie reconoce este lugar? Pues yo tampoco. Así que será mejor que sigamos las huellas, como antes habíamos planificado ¿No creéis?- Sin más respuesta, pues me daba igual lo que hicieran los demás, salgo en busca de las pisadas de bota humana. 

Lo único que me preocupaba era que mis amigas estuviesen bien, y de momento, así era. 

-Tienes razón Kenneth. Lo siento. - Me disculpé con él, tenía razón. Bajé la mirada un momento en arrepentimiento, no se qué es lo que me esta pasando. Tengo tantos sentimientos encontrados que la cabeza me da vueltas. Nada de esto esta ayudando, sino complicándolo todo.

Al escuchar que no habría peligro...o mucho peligro volví para mirar a Killian. - Eso me deja más tranquila - Le digo con un tono ligero y una pequeña pizca de sarcasmo. - Supongo que no queda de otra. - Me encojo de hombros como gesto de resignación. La verdad es que ya estaba cansada. 

-Tienes suerte de que no tengo la más pálida idea de a lo que te refieres. Te advierto algo "oscuro" no más mentiras, no más medias verdades y no más secretos. - Mi mirada estaba perdida en el bosque, lejos de él y la firmeza de mi voz denotaba una seguridad que no sentía en ese momento, pero el rencor y dolor de haberme enterado de mala manera no me dejaban pensar con claridad. Si él hubiera podido ver el fuego en mis ojos tal vez se hubiera tomado más enserio la advertencia, pero no podía dejarle ver que no sólo eso era lo que ocultaba mi mirada.

Tenía un hambre terrible, por que narices no había comido nada en la fiesta? porque primero me había puesto a discutir con mi jefe y luego a bailar con Evan.... suspiré....maldita sea, y ahora tenía un hambre que me moría y mi estómago no dejaba la orquesta sinfónica para recordármelo.

Antye era una chica muy espabilada para su edad, bastante madura. Me caía bien y me gustaba para Zac. 

Vimos un manzano y me emocioné bastante, al menos podría saciar un poco mi hambre. Antye se puso a tirar piedras y yo traté de alcanzar las manzanas saltando. Se acercaron dos sombras, miré bien. Eran Evan y Zac!!!! estaban bien!!!! corrí hacía ellos y los abracé. Primero a Zac y luego a Evan. Me alegra tanto ver que estáis bien!!! No estáis heridos, no?? Miré a Zac detenidamente como si fuera una madre preocupada por su hijo. Zac era lo más parecido a una familia que había conocido. 

Nadie sabe que ha pasado o como hemos llegado hasta aquí. Le respondí a mi amigo. 

Evan fue tirando manzanas y sin esperar a nadie, cogí una y me puse a devorarla. Perdón por mis modales. Me disculpé después Pero tenía que comer algo.... 

Será lo mejor Le respondí a Dylan Deberíamos seguir las huellas después de comer...

Al contar con ejemplares suficientes, se bajó del árbol y cogió una de las manzanas más rojas que encontró. Yo también muero de hambre. Y... no, no estoy herido.
Masticando con la boca abierta notó su falta de educación y trató de ser menos efusivo. No quiero sonar descuidado pero... yo no sé ni por qué me he cambiado de ropa. Esto es un desastre. Cogió una manzana del piso y se la guardó en el bolsillo por si luego le agarraba más hambre.
 

La joven seguía lanzando piedras para derribar manzanas y escuchó un par  de voces que conversaban con alguien masculino. Levemente asustada dio media vuelta y su corazón dio un giro al encontrarse a dos personas más del pueblo, en especial a Zack...

¡Za...!

Apenas iba a gritarle cuando ve que Eileen se lanza hacia él. Antye aclaró su garganta y un poco ruborizada lanzó una sonrisa a los recién llegados y se dispone a llevar a los demás las manzanas que había logrado tirar, es decir, les tiende manzanas a Evan, Mariam, Zack y Eileen, a pesar de que ella devoraba uno. Cuando Dylan rechaza el fruto rojo, Antye se dispone a husmear si encuentra alguna de otro color en la copa del árbol a la vez que habla.

Al menos todos estamos sanos... pero debemos tomar provisiones por si algo sucede. Está bien seguir las huellas, pero si no somos precavidos el hambre nos hará pasar cosas desagradables. 

Logra divisar una manzana entre amarilla y verde y sin pensarlo arroja una piedra. Cuando cae el suelo la toma y corre hacia Dylan con las mejillas coloradas debido al ejercicio. 

Anda, nadie debe quedarse con el estómago vacío. 

De reojo ve si Zack se come la manzana que le dio.

Me quede en blanco ver otra persona conocida del pueblo realmente pensaba que iba a ser alguien de esta época...

Me alegro de verte Evan y a ti también Zancharias Sonreír a verlos...

Cogí varias manzanas Rojas para ir comiéndomela por el camino... Entonce fue al darle el mordisco a la manzana y venirme a la mente. Lo que me paso esta mañana con el profesor...Seria una casualidades de la vida como otras tanta...Pero ya estuve aquí y fue esta mañana...Cuando me dio aquel mareo en el colegio... Me quede pensativa y preferí guardarme esa información porque si esto ya parecía raro mas raro era contarle lo que me paso esta mañana con mi desmayo.

Luego mas tarde pensé mientras me comía una de las manzanas, si ellos dos están aquí tal vez los demás también estén... Vamos, coger manzanas y vamos hacia adelante, si ellos dos están aquí lo mas seguro que este los demás también por aquí...

Sonrió al encontrarse a las chicas sanas y a salvo. Respondió al abrazo de Eileen y rió un poco al ver como su compañera de piso lo examinaba cual madre -No te preocupes, estoy bien ¿Y vosotras? Veo que no habéis perdido el tiempo y habéis buscado algo de comer - vuelve a reír un poco al ver como Eileen devora la manzana. Se acerca a Antye - ¿Estás bien Antye? ¿Recuerdas algo de lo que ha pasado? -  le puso la mano sobre la cabeza y le miró preocupado. 

-La señorita Mariam tiene razón, igual encontramos más gente del pueblo -  se acercó al manzano hasta su tronco -puedo intentar subir hasta arriba... o buscar una rama que sea capaz de llegar hasta las manzanas.

Pasó la mirada por el suelo  antes buscando una rama de esas características. Si seguía tirando piedras era muy probable que acabase dando en la cabeza de alguien. 

Me voy alejando cada vez más, ignorando los comentarios. ¿Es que no pueden comer por el camino? Eso de hacer dos cosas a la vez parece ser que a esta gente le costaba. Estaba de mal humor, de muy mal humor. No me gustaba la ropa que llevaba ¿O quizás si...? De todas maneras, eso no cambiaba mi humor. 

Me quedo visualizando la zona y me da por mirar al suelo, me encantaba coleccionar piedras así que, aunque no fuera el momento indicado, me agacho para coger una que era de un color verdoso y me dispongo a seguir mi camino sin mirar atrás. Entonces, de golpe, escucho como alguien corre tras de mi. Era Antye.

- Oh, muchas gracias por la manzana, de verdad. Esta me gusta más.- Digo, mientras la cojo. - Me la guardaré para luego porque de verdad, no tengo nada de apetito. Solo quiero saber qué esta pasando... Y me pone nerviosa ver como los demás se lo toman con tanta calma.- Le reconozco a la pequeña mientras me guardo la manzana en el bolsillo. - Solo voy a echar un vistazo por aquí para ver si encuentro algo sospechoso, no te preocupes. 

Sales a caminar para comprobar que están solos, a lo primero no sientes ni escuchas nada pero cuando te metes un poco más, sientes un par de ojos mirarte a lo lejos. A lo primero te asusta pero luego intentas volver a ver y es Erick el muchacho de la huerta.

Notas como se aleja un poco pero estas segura que te está invitando a ir con el.