Partida Rol por web

Quiso golpear a la reina en cuanto se le acercara, más aún cuando oyó la tremenda estupidez que ella dijo... Por otro lado, se alegró con las palabras de Wendy, pues había captado lo que él había intentado hacer. Se alegró, pero no lo dejó ver, manteniendo esa frialdad. 

-¡Estúpida, no!-rugió cuando la Reina dijo que haría que Jack matara a Wendy... pero su odio se volvió sorpresa e incalculable alegría. Jack tenía su corazón y...

-¡Cheshire! Basta ya de teatro, ¡Cheshire! ¡No sabes de la que me has librado! -su sonrisa y vida volvieron a él, mientras se agachaba a mimar con euforia al minino.

-¡Uuuj...! ¡Esto va a ser divertidísimo! -dijo, agachándose y buscando la lanza del soldado.

Una lanza era ligera, muy versátil y tenía mucho alcance, ideal para la falta de fuerza del Sombrerero pero sí su agilidad. Era un arma ideal, casi tanto como un estoque. No sabía muy bien usar una lanza en sí, pero no podía ser mucho más difícil que pelear con un palo largo... 

-Wendy, queridísima, ahora estoy demasiado feliz para responder a cualquiera de esas dudas, ¡luego hablamos!

El gato rió un poco entre dientes - espera amigo, espera... - usando sus patas delanteras, en donde en una de ellas tenía una pequeña llave. Le quitó las esposas al Sombrerero y apareciendo ahora donde Wendy, repitió el trabajo - querida, primero debemos salir de aquí... después nos cuentas tus teorías.

La Reina miraba la escena, sin dar crédito de ello, su cara se tornó roja y comenzó a temblar, pero de rabia, no de miedo -.¡¡GUARDIAS!! ¡¡GUARDIAAAAAAS!!- vociferó pidiendo ayuda. Los dos soldados que estaban ahí, aunque estaban desarmados, se pusieron delante de su Reina para protegerla.

-Deberíamos salir de aquí antes de que vengan más soldados- comentó Jack con la lanza que le había arrebatado al otro soldado - ¡Vamos! - dijo de forma autoritaria mientras se dirigía a las puerta y las abría. A lo lejos, en el pasillo se podía escuchar pasos pesados, seguramente eran los soldados. No había mucha opción de salir, aunque el príncipe parecía tener claro el camino. 

La chica me cogió de la muñeca y yo la seguí... Llegamos a la parte trasera del castillo y vimo una puerta, una puerta que por lo visto era de sirvientes, a dentro estaa la cocina... Cogimos algo de comida...De acuerdo

Estaba libre. Y tenía por fin un arma. Y estaba furioso, oh, ¡tan furioso! Y la alegría de quitarse las esposas pasó pronto a ser una fría rabia, manifestada en hacer girar unas veces la lanza y luego perforar el pecho de un guardia. Giró una vez más la lanza, cambiando de posición. Hundió de nuevo el arma en el segundo guardia. Su plan era matar a la Reina, pero entonces, Jack les dijo que salieran.
Tomó su sombrero e hizo una reverencia ante la Reina antes de seguir a los demás.
-¿No te parece más táctico secuestrar a tu madre y usarla de rehén?-comentó atontado, pues no entendía esa necesidad de dejarla con vida, pero Jack parecía ver más allá que él...

Wendy asiente ante la sugerencia del felino y se da un masaje rápido en las muñecas mientras observa lo que ocurre. 

-Jack tiene razón, Sombrerero-expresa la pelirroja ante la sugerencia de ir por la Reina-. Somos pocos contra todo un séquito y tampoco ayuda que estemos en terreno enemigo.

Trata de agarrar alguna de las lanzas dejadas por los soldados y le dedica una mirada a la Reina. No revela enojo o ira, sino una especie de melancolía hacia ella. <<Deseo y espero que algún día se dé cuenta de los errores que cometió>>. Comprende que haya caído en la locura por no poseer corazón y que con ello haya arrastrado a todos los que pudo; pero sigue siendo una mujer que se guía por las emociones aunque le cueste aceptarlo. No puede odiar a alguien así.

-¿Habrá alguna manera de saber dónde irá la Reina luego de esto?

Pregunta a sus acompañantes, esperando que alguno le respondiese luego.

Corristeis por aquel pasillo, pero Jack parecía tener otros planes que no eran para nada salir de ese castillo. Subió por unas escaleras algo estrechas y escondidas, seguramente la que usaba el servicio.

Entrasteis a un enorme despacho, bien decorado, con muebles de madera noble. Aunque el despacho se veía bastante abandonado y sucio, posiblemente hacía años que nadie entraba allí.

En ese momento Jack fulminó al Sombrerero con la mirada - _{¿Pero por qué lo has hecho?} - susurró furioso refiriéndose a los dos soldados que había atacado antes -._{¿Quién te da derecho a matar? -} 

Ignoró la otra pregunta que el hizo aquel hombre y miró a Wendy mientras negaba con la cabeza - _{no lo sé... pero no saldrá de aquí, eso seguro.}

Cheshire apareció encima de uno de los hombros de la muchacha y miró fijamente a los ojos de la chiquilla, como siempre con su eterna sonrisa - _{Dinos Wendy... ¿qué tenías que decir? sonaba realmente interesante...}

Cuando os disponíais a realizar vuestro plan, se fue al traste. Al parecer habían sido llevados ante la Reina. Mal asunto. Entonces os mandaron otras tareas y era mejor hacerle caso, quizás cuando volvieran a la celda podríais bajar a ayudarles.

Entonces varios minutos después escuchasteis a la Reina gritar, llamar a la guardia. Al asomaros a la puerta, allí estaban vuestros compañeros, subiendo por una pequeña escalera.

Wendy y el Sombrerero, acompañados por Jack, un gato extraño y una pequeña Lirona. Era el momento, ahora o nunca. Pero ¿acaso os ibais a arriesgar con los guardias que iban a buscarlos para posiblemente ejecutarlos? 

Al llegar a ese despacho, Wendy realiza una inspección rápida a la zona por si encuentran algo que pueda serles útil, ya que no trae armas para ayudar en caso requerido. Sin embargo, se interrumpe con los comentarios entre Jack y el Sombrerero y se acerca a ellos para evitar una confrontación.

-Chicos... por favor, este no es el momento... Debemos pensar bien qué hacer y mantenernos unidos en esto. Lo que ocurrió allá...-se nota que no se siente cómoda mencionando eso-... luego le vemos solución y las consecuencias de esas acciones. Por ahora hay que procurar no hacer cosas imprudentes o que empeoren lo que ocurre.

Deja escapar un suspiro y cuando Cheshire le pregunta mientras la observa con esa sonrisa característica, la pelirroja asiente en silencio.

-Lo que estaba comentando era que el País de las Maravillas muere, nosotros hemos visto cómo está el mundo y mucho más ustedes y no se si haya algún remedio. Recuerdo que al llegar una voz dijo: "Tienen que volver a juntar las piezas, ellos arrebataron el corazón a nuestros hogares y ahora mueren. Todo muere y la magia también. Un mundo sin corazón no puede vivir. Recuerden quienes son... salven sus hogares y a ustedes mismos".

Se queda pensando unos segundos más antes de continuar.

-Eso significa que otros mundos están pereciendo... La Tierra de Nunca Jamás entre ellos... Y parece ser que a la Reina de Corazones no le importa, ya que quiso ejecutarnos al Sombrerero y a mi antes que ayudar o huir de lo que ocurre, así que debe tener un modo de escapar.

Se lleva una mano al mentón y su mirada se pierde analizando la situación.

-"Arrebataron el corazón de nuestros hogares". ¿Qué estará pasando? Eso es lo que falta a cada mundo y de lo importante que es su ausencia provoca todo esto. Sin embargo, desconozco qué es en realidad ese "corazón" del que habla....

Era el momento o jamás volverían a salir sin vida y aunque no los conocieran mucho..les cogí cariño...así que directamente los persegui como la sirvienta que alimenta a los que están presos...mire a wendy pa que me viera sólo unos segundos.. Así que los persegui.. Por las escaleras...

Frunció el ceño enfadado. Aquella reacción era inesperada. Además, algo no cuadraba en todo eso...

-Nadie me lo ha dado. No lo necesito. ¿Quién les ha dado derecho a abatir a mi montura, a mi Bandersnatch?¡Yo quería montarlo! ¡Respóndeme a eso!-refunfuñó, en un tono un poco burlesco. 

-Wendy, quédate cerca de mi. Esto no me está gustando. Nadie deja abandonadas zonas del castillo, ninguna reina se deja vencer con tanta facilidad. Será tonta, pero no tanto. Esto igual puede ser un intento de darnos esperanzas para quebrarnos en el último momento... -agarró la lanza justo antes de la punta y la alzó, apuntando a Jack- Tú, dame una sola razón por la que no debería dudar de ti. Una máscara puede portar cualquiera y, en mi ausencia, a saber cómo te ha cambiado tu madre... Todo esto puede ser solo un plan para hallar a todos los demás rebeldes y acabar con ellos de una vez...  

-De todas formas, yo he matado a unos estúpidos súbditos... Pero tú ibas a matar a una mujer encantadora y, además, a la que amas... Eso sí que es imperdonable. No tienes derecho a regañarme, pequeñín...

Aún a punta de lanza, giró la cabeza hacia Wendy, cambiando el tono de voz a uno más tranquilo, amistoso.

-Creo que lo que a este mundo le falta es una Alicia... -se le encogió el corazón al recordar que había una Alicia. Y tenía que encontrarla, pasara lo que pasara. Sin importar cuántos acabarían en mazmorras rojas o cuántos soldados caerían. Hasta Wendy , Jack, Cheshire... Se llevó una mano entre los ojos, apretando el puente de la nariz. 

"Esto no es bueno, así no se hacen las cosas... No como la Reina Roja. Aunque quiera encontrar a Alicia, no puedo desperdiciar la vida de los demás... No..." pensó, asqueado por sus pensamientos anteriores. A pesar de ello, seguía con la duda, aún pensaba que, si era necesario, sacrificaría a los demás por encontrar a Alicia. 

Aunque, en el fondo, había un ser al que jamás dañaría: Cheshire. Amigos de toda la vida, era incapaz de lastimarlo...

Jack se puso tan rojo, casi tanto como su armadura al escuchar las palabras de aquel hombre. Sin duda le había enfurecido -.¿Qué cojones dices? ¡Has matado a dos hombres! aunque sean soldados, no tienes derecho a arrebatar la vida a nadie... - resopló furioso, sin dejar mirar al sombrerero con enfado y sin temer a su amenaza con la lanza - ¿casi? ¿acaso lo he hecho? No he levantado la mano contra ella, no te atrevas a acusarme de algo que ni siquiera he intentado hacer, así que ahora mismo baja esa lanza o te juro que lo vas a lamentar.

El muchacho no prestaba atención a lo demás, solo a las acusaciones del revolucionario - ¿y acaso tú sabes algo de este castillo? ¿desde cuando te volviste tan necio, Sombrerero? - comenzó a caminar hasta acercarse a una armadura que tenía una espada plateada, bien pulida y cuidada- Necesito un cigarro...

El gato de Cheshire observó la escena divertido o eso parecía ya que siempre tenía esa enorme sonrisa -.Estamos en el despacho del Rey de Corazones- dijo el gato con tranquilidad - desde su muerte, la Reina mandó cerrar este sitio, por eso está así...

Después se acercó a Wendy, comenzó a ronronear y a pasar entre sus piernas - buena chica, buena chica... si a este sitio le falta algo. No alguien, literalmente le falta su corazón. 

Las puertas de la sala donde habían entrado se cerraron casi delante de tus narices. En ese mismo instante empezaste a escuchar la voz de Zacharias que parecía estar bastante alterado y otra voz conocida, la de Antye. También parecía haber alguien más, un hombre adulto que no sabía quien era.

Debías ser rápida, llamar (sabiendo que igual te tomaban por un enemigo) o buscar otro camino y alejarte del peligro. Estaba claro que no iban a durar ahí mucho tiempo, los soldados le seguían buscando. 

Suspiró. "De acuerdo, está con nosotros..." pensó, alegrándose. Bajó la lanza.
-Sí, sí, así es...En algún momento te lo habré dicho así*, ¿no es cierto? Sí, lo he hecho mal...-negó con la cabeza.
-Pero esos hombres iban a matar a los gemelos y a mi y tú, bajo orden de tu madre, a Wendy... Ahora, es tan impensable como si yo quisiera matar a Alicia, pero mi corazón sólo lo puedo tener yo... El tuyo, por otro lado, seguía en manos de la Reina... Ay, pero lo sieeento... -hizo una reverencia junto a su lanza y bajándose el sombrero. No quería más problemas con Jack. A fin de cuentas, él era más preparado para luchar que el Sombrerero y encima llevaba armadura. Sin armadura, tal vez. Con ella, nunca... Tampoco le hacía gracia dañar al pobre chico, aunque le desagradaba que le gritara...
-Bueno, justo porque no sé sobre él hice esa observación...-se agachó y mimó a Cheshire-Cualquier cosa es posible, y la cosa más cruel que la Reina puede hacer es darnos falsas esperanzas y dejarnos creer que escapamos... Eso haría yo, al menos...

Vi que me cerraron las puerta en toda las narices... Pero bueno tenia un plan... Un plan que podría salir bien o no... Estaba sola Dominique la perdí por el camino.. Así que sin pensármelo dos veces... Empece a Grital!!!! Soldadossssss Soladadossssssss Baje!!!! Están atacando a la Reinaa!! Los intruso están abajo!! A ver si con estos gritos lo soldado se quitaban del medio.... tras grita fuerte me baje y me escondí para que no me vieran..

Wendy no soportaba ver la discusión entre Jack y el Sombrerero, pues no era momento de la discordia cuando debían estar unidos para confrontar las adversidades que vendrían de un momento a otro. Sin embargo, agradeció en silencio que el Sombrerero se decidiera por la paz y se centró en las palabras del felino.

-Supongo que sería la Reina... pero no se por qué no lo posee. Además, esta magia no es algo que le corresponda a ella, ¿verdad? Debe ser que alguien se la enseñó...

Entonces recordó lo que supo de Peter de unirse con la Reina Malvada de Misthaven o Bosque Encantado y las consecuencias con los niños y la Isla de Nunca Jamás.

-¿Y si se unió con la Bruja de Misthaven? Peter lo hizo... aunque no se qué ganaba él en sí... Entonces... ¿debemos recuperar el corazón de la Reina? Este lugar se está consumiendo y si no hacemos algo desaparecemos aquí mismo. ¿No habrá algo aquí en el despacho del Rey?

Meditando eso en voz alta, la pelirroja se acercó a Jack y le colocó una mano en su hombro de forma delicada para no asustarlo.

-Fumar te hace daño, y lo sabes.

El chico miró a Wendy y al escuchar esas palabras de ella, dibujó una triste sonrisa. Cogió una espada plateada bien ornamentada, la cual estaba sujeta por una de las armaduras de decoración. Iba a contestar a la pelirroja pero entonces, una voz familiar se escuchó al otro lado de la puerta. 

-Soldadossssss Soladadossssssss Baje!!!! Están atacando a la Reinaa!! Los intruso están abajo!!

Era la voz de Mariam, gritando a pleno pulmón. Con un bufido, Jack corrió hacia la puerta para abrirla de golpe, en ese mismo momento en cuando Mariam tenía la intención de salir corriendo de allí y esconderse. Pero la mujer notó como alguien la cogía del brazo y la arrastraba hacia dentro de la sala donde se habían metido los demás. Era su alumno Zacharias, el cual recordaba preso por los soldados, quien la arrastró hacia dentro

Jack cerró la puerta con cuidado y colocándose el dedo índice sobre los labios, indicó a todos de permanecer en silencio. Apenas pocos minutos después se  escuchó unos pasos pesados y con cierta prisa. Seguramente eran soldados. Cuando se dejó de escuchar pisadas afueras. La voz que Mariam no reconoció comenzó ha hablar - Deberían presentarnos a su nueva amiguita... pero luego, lo primero es lo primero y hay que salir de aquí - dijo el gato de Cheshaire mirando a cada integrante de la sala, con su sempiterna sonrisa - después, querida Wendy te explicaré en que has acertado y en que has fallado con tu conclusión... ¿listos para partir? 

En ese momento, Jack le dio la espada a la muchacha, que para su sorpresa era bastante liviana. El Sombrerero la reconoció como la espada Vorpal y Mariam recordaba que era la que tenía Jack nada más que ambos despertaron en este mundo - úsala solo si es necesario.

Wendy le corresponde la mirada al chico y le da un pequeño vuelco en su corazón al ver esa sonrisa triste en su rostro. Espera que él diga algo cuando reconoce la voz que grita fuera de la habitación. ¿Cómo es que la señorita Mariam ha hecho una cosa semejante? Es obvio que se trata de un plan, pero le gana más un lado de alivio al ver que ella está aparentemente bien.

Por el momento, la pelirroja no dice nada más mientras observa y escucha lo que ocurre. Asiente ante la sugerencia de Cheshaire y toma la espada que Jack le ofrece, espera no tener que utilizarlo. Intenta recordar alguna posición defensiva con el arma que haya visto o leído en algún momento y espera alguna indicación para salir de ahí.

-Ustedes dicen, conocen este lugar mejor. Señorita Mariam... ¿Cómo... qué pasó? ¿Y la señorita Dominique?

Estaba aliviado de ver a Mariam entrar y, además, de que el niño se hubiera calmado. No podía creerse que el pobre había sido tan ingenuo e inocente como para no pensar dos pasos más allá, más adelante... Pero de eso se encargaría más tarde..
Eschuchó atento y sonriendo cómo Wendy montaba una teoría muy bonita y divertida, asintiendo a veces. "Bieen, señorita..."
Luego... Se congeló. Seguía sonriendo, pero ver la Espada Vorpal, de Alicia, en manos de otra, le parecía ...erróneo, simplemente malo...
-Usa...Es una espada medieval, el peso está en la hoja, pero sigue siendo ligera. Deberías poder hacer ataques simples, como cortes o embestidas, sin problemas... Pero los soldados usan lanzas, es tu ventaja y tu desventaja. De cerca, los puedes mutilar... No dejes que te mantengan lejos...-se rasgó la nuca un poco y luego ajustó el sombrero-Y es mejor que esquives con todo el cuerpo, no estáis hechas, ni tú ni la espada, para enfrentamientos prolongados ni para duelos de fuerza. Es una espada, pero úsala con sutileza y elegancia... Es lo que Alicia haría... Y cómo has de blandirla...

Uy! Creo que al final mi plan no funciono....

Pero por lo menos me alegraba de ver a ellos dos...

Wendy, Dominique no se que le paso desapareció, llegamos hasta aquí juntas pero luego no supe nada ella...

Después vi como ella cogió el arma... No dije nada mas solo observaba y esperando a poder salir de este lugar.

Jack se acercó a la puerta y comprobó que no había nadie fuera e hizo señales para que todo el mundo dejase la habitación. Comenzó a dirigirse por una escaleras, caminando hacia abajo e intentando hacer el menor ruido posible.

Estabais cerca de la salida de la cocina, que siendo ya tan de noche, estaba vacía. Entonces un grupo de soldados se dirigían hacia la sala para asegurar la salida. Entonces el Sombrerero salió corriendo dirección contraria, con la intención de distraer a los guardias, cosa que surtió efecto.

Cheshire, la Lirona y Jack tiraron de vosotras dos, ya no había nada que hacer por aquel hombre, meterse todos sería la condena final para el país de las Maravillas.

Después de una buena carrera perdiéndose en el laberinto del palacio, vuestros compañeros se detuvieron para recuperar el aliento. Había que trazar un plan ahora.