me tienes olvidada :(
No hija... pero es que no avanzan... mañana a la madruga te respondo si no siguen ^^u
El animal resopla un poco, ya hastiado de la conversación te mira con los ojos entre cerrados - creo que ya has preguntado bastante, pequeña entrometida... Así que me quedaré yo en esta consciencia para siempre... Dulces sueños Eileen...
La criatura gruñe, con el lomo erizado y mostrando sus enormes incisivos. Está claro que su próximo movimiento será hostil...
Tira RES de nuevo a ver si te libras de tu amigo ya xD
¿Ocurre algo Irazzi? >.< pongo algo más para que puedas continuar?
- ¡¿Ya habíais estado en Nunca Jamás?!- pregunto incrédula. - ¿Quién es Sally?
lo siento mucho, he tenido dos semanas malas (la muerte de mi abuela la cual era muy cercana a mi y estaba con ella en el hospital casi todo el tiempo, y estos días me he ido a belgica para desconectar de todos los problemas y acabo de llegar) Se me olvidó avisar, lo siento mucho.
Motivo: RES
Tirada: 2d6
Resultado: 5
Motivo: RES
Tirada: 2d6
Resultado: 6, 5 (Suma: 11)
La primera tirada creo que te la he hecho mal, por eso tiro otra vez
Mañana os escribo a las dos, a ver si Rapha se pone al día esta noche xD soooorry >.<
Cuando el lobo se lanza hacia ti, todo se vuelve negro, o quizás es porque cerraste los ojos por miedo. Pero cuando volviste a abrirlo, viste de nuevo aquel bosque de Nunca Jamás, con su eterna lluvia cayendo sobre ti.
A unos pasos de ti, se encuentra aquel hombre asiático, el cual se sostiene uno de sus brazos que está ensangrentado. Te mira entre sorprendido y horrorizado. Tarda unos segundos en reaccionar - has...has vuelto a tu otra forma... ¿qué ha pasado con el ser?
El muchacho alza una ceja confundido - no, no nunca hemos estado aquí... ¿no?- mira a la pelirroja que rápidamente niega con la cabeza. Erick/Chip comienza a caminar de una lado a otro, nervioso. -Sally es la hija de Sebastian, esa niña que conociste en Storybrooke...
El rubio y la pelirroja intercambian miradas - podría estar aquí... podemos salir a buscarla- sugiere la mujer. El rubio te mira - nos... ¿nos ayudaría a buscarla, por favor?
Cuando abro los ojos, estoy de nuevo en el bosque. Estaba viva? que había pasado? no me había dicho que no volvería? quizás le había ganado el pulso de alguna forma? suspiré aliviada, aunque sabía que no duraría mucho hasta que de nuevo se hiciera él con el control.
Vi al chino cabreado, amigo de Rapha. Estaba herido, el corazón se me puso a mil por horas, era el único herido o había matado a alguien??? corrí hacía él, me arranqué parte de tela de mi camiseta y se la até al brazo que sangraba.
Dime que no ha sufrido nadie más, por favor.... le pedí muy nerviosa y preocupada.
De alguna manera he conseguido hacerme con el control, pero me temo que no durará mucho, él volverá, y entonces.....bueno.....digamos que tengo que alejarme lo máximo que pueda de vosotros, está claro que esta maldita capa no funciona!!!! no podía perder el tiempo, en cuanto supiera como estaba el resto y ayudara a curar sus heridas, me iría de allí corriendo lo más lejos posibles y yo sola, tenía que terminar con esta tortura, estaba dispuesta a enfrentarme a aquél ser como fuera.
Suspiró aliviado al ver que estabas bien y te agradeció que te preocuparas por su herida. -No, nadie más ha resultado herido, todos han ido a ponerse a salvo- se miró la herida y puso una mueca de dolor al intentar mover el brazo. Resopló hastiado, parecía que iba a estar un tiempo con esa fea herida. -Creo que has vuelto a ser tu por la capa... Verás, noto que la magia está débil- comenzó a explicarte mientras te miraba a los ojos- intenta luchar por sobrevivir y por eso a veces los objetos mágicos... e incluso los seres mágicos como yo nos debilitamos.
Guardó silencio por un momento, sabía lo que eso significaba - si la magia deja de existir, no habrá nada que pueda protegerte de ese ser... solo tu voluntad.
Suspiré preocupada, no quería volver a tener que lidiar con ese ser, quería librarme de él para siempre.
Hay alguna manera de librarse de él para siempre? necesito acabar con esto, antes de que le haga daño a más gente. le confesé a aquel chino. Estaba desesperada, algo tendría que poder hacer.....
- Cierto, muy cierto. No sé donde tengo la cabeza últimamente... Por supuesto que os ayudo a buscarla pero ¿No debemos esperar a Raphaelle?
Tenía demasiadas preguntas pero algo me decía que no era el momento indicado para preguntarlas. Sabía menos cosas de Erick de las que pensaba.
Deseó que el tiempo en silencio con Sally en brazos se extendiera para siempre, que aquella cercanía que sentía a la niña, esa comodidad y felicidad desconocida que le surgía naturalmente por el simple hecho de verla sana y salva fuera suficiente para el resto de su vida, y que solo pudieran quedarse allí hasta que cada minuto futuro llegara a su fin. Deseó no hablar de lo que sabía tendría que conversar, deseó que Gretel olvidara quién había sido antes de manera similar a como ella misma lo había hecho gracias a la maldición. Pero a diferencia de lo que dicen en los cuentos de hadas, no todos los deseos se cumplen. Es más, algunos parecen cumplirse exactamente en el sentido contrario, como si quisieran aclarar la ingenuidad o el error de creer en lo anterior. Y son esos mismos, los que parecen llegar en los momentos más difíciles, en los más cruciales y complicados, en los que todo el mundo rogaría por jamás tener que vivir. Como el tener que explicarle a una niña pequeña que se ha quedado huérfana.
Mientras Sally sollozaba y Rapha acariciaba su espalda intentando calmarla, todo permaneció en calma. Pero la mayor de las dos sabía que, al segundo en que la niña había pronunciado esas preguntas, alejándose para mirarla, ya nada volvería a ser igual en el mundo de la pequeña. Ya no había mentira que aguantara el peso de la orfandad, ni ilusión que reviviera a sus padres. No podía omitir la información que hasta ahora, en estos cortos minutos, había logrado evitar.
Acaricia las mejillas de la chica, secando sus lágrimas con cuidado antes de responderle. Su gesto es serio, como podía esperarse de alguien que porta malas noticias y que está aterrada de darlas, y sus ojos son fieles al terror en su corazón más que al reflejo de su mensaje. Voy a ser una pésima madre… y eso si siquiera quiere verme luego de decirle. – pensó, consecuente a sus sentimientos – Mierda, ni siquiera puedo aparentar calma reconfortante. Porque eso es lo que hacen las madres en estas situaciones, ¿no? Consuelan, ayudan… ¿Y yo que mierda hago aquí? ¿Cagarme de miedo con ella? Buscó la mano de la niña y la tomó. Quería al menos tener un gesto tierno con ella, algo que demostraba que le importaba explícitamente. Y con su nula experiencia, era poco lo que se le ocurría.
Tengo algo que decirte, y no soy buena con rodeos. – Claro que la niña lo sabía, la conocía mejor que casi cualquier otra persona en el pueblo, a exceptuar por Dom y quizás Maynard – Pero quiero que sepas que estoy aquí, y que eso no es opcional. Voy a estarlo quieras o no. – dijo firme, haciéndole entender que esta parte era importante – Sebastian, digo, tu papá… se murió. – Ok, mensaje entregado. Eso… ¿Estuvo bien, no? – Bueno, no se murió. Gente mala lo mandó a matar. Pero está muerto. – Sí, sí… muy claro todo. Está bien. ¿Qué más podría decirle? – Pero ya me encargué de llevarlo al cementerio y está junto a tu mamá… - intenta sonreír, en una mueca considerablemente poco natural y obviamente nerviosa. – Pero todo estará bien, Sally. O Gretel. No sé qué prefieres ya.
Mushu resopló y se puso en pie con cuidado. Negó lentamente con la cabeza - no soy exorcista, no sé como ayudarte. - se llevó una mano al brazo herido, asegurándose de que el torniquete estaba bien - pero si lo único que te mantiene a salvo de ese ser es esa caperuza... habrá que hacer algo para que la magia siga viva.
Comenzó a caminar hacia donde estaba el Árbol del Ahorcado - vamos, tenemos que regresar con los demás...- no esperó tu respuesta, ni siquiera a que te negases o aceptases a ir con él. Se limitó a caminar.
El muchacho no pudo evitar alzar una ceja - no creo que le moleste que hayamos salido a buscar a Sally...- la pelirroja se dirigió a la salida con bastante prisa - además ¡es una niña! Raphaelle sabrá cuidarse ella sola.
Erick asintió a las palabras de Samantha -venga vamos Dylan, si vamos juntos no pasará nada - te ofreció la mano para que le acompañases.
Te lo dejo tan abierto por que puedes negarte y seguir esperando a Rapha :P sé que los niños no te gustan
- Bueno, quizás tengas razón. No parece necesitar que cuidemos de ella... Seguramente aparecerá.- Digo, pensando que el plan de ir a buscar una mocosa no me entusiasmaba, pero era mejor que quedarse aquí. - Adelante, pues, os sigo.-
No podía irme con el resto del grupo, no sabiendo que aquella bestia podía volver a salir de nuevo en cualquier momento.
El chino cabreado, amigo de Rapha, se puso en camino.
Lo siento, pero no puedo ir con el resto, tengo que acabar con esto de una vez....
Hablando con el animal, había tenido la idea de que si yo salía herida él también lo haría, él me había dicho que eso no era así, pero hasta que punto me podía fiar de su palabra?
como es la bestia? habla con vosotros? habéis conseguido herirla en algún momento?
Sorry por tardar tanto ^^ una pregunta, el chino cabreado tiene algún arma?
la niña te miraba primero sin entender muy bien a que te referías, pero poco a poco fue comprendiendo y abrió mucho los ojos. No era la primera vez que oía hablar sobre hombres malos que le hacían cosas malas a las buenas personas. Sus ojos se llenaron de nuevo de lágrima al pensar que no iba a volver a ver a su padre. Así que se aferró a ti con todas sus fuerzas y empezó a protestar con todas las fuerzas que le quedaban -¡¡Quiero a mi papá!! - sollozaba y moqueaba sin parar de decir lo mismo una otra vez. La lluvia poco a poco comenzó a cesar, así que solo se oía el llanto de la niña en aquel bosque. Escuchaste pasos que se acercaban hacia vosotras.
Añade a Aurora en la próxima ^^
Salisteis del Árbol del ahorcado, no sin llevaros alguna que otra mirada de reproche de los Niños Perdidos. La lluvia había cesado, dejando la tierra muy húmeda con varios charcos de agua y barro bien grandes. Comenzasteis la búsqueda y algo llamó vuestra atención: los llantos de una niña pequeña. Erick y Samantha corriendo en dirección al llanto. A lo lejos se podía ver a Raphaelle con una niña pequeña.
A la siguiente añade a Rapaha