Partida Rol por web

Storybrooke amanece. El día anterior había sido parcialmente tranquilo para algunos. Aunque hacía más frío de lo normal y aquella niebla no ayudaba a disfrutar del día. Hoy algo os despierta a todos y no se trata del despertador esta vez. Es un gran temblor que os sacude. Sobresaltados por el terremoto os ponéis en pie. Los que se asomen al pueblo, pueden ver como el pueblo poco a poco sale a la calle asustada. La niebla sigue ahí, más densa que nunca, dificultando aún más la visión. 

Otro fuerte temblor os sacude y esta vez lo oís como si estuviera cerca. El latido del corazón que escuchasteis el día anterior. Bum-bum, bum-bum, bum-bum... No sabéis de donde viene y tenéis la misma sensación que el día anterior. Pero hay algo más diferente hoy. En vuestras cabezas por una milésima de segundo escucháis como un leve susurro _"ayuda..."

Cuando te pones en pie, sientes como cuesta moverte. Tus articulaciones parecen atrofiadas. Brazos y piernas no responden bien. Aunque te cueste moverte, con esfuerzo puedes hacerlo. Tardas un poco más pero no te impedirá hacer nada sencillo.

En algún momento te fijas en el libro que pone Once Upon a Time. Descubres que el libro comienza a deshacerse, hasta solo quedar polvo. Lo único que queda de una pieza son las dos tapas. 

Sientes la caperuza muy pensada. Como si estuviese hecha de plomo y te apetece quitártela de encima, la idea te tienta cada vez más y más. Vamos ¿a qué esperas? 

La espalda de te duele, te arde como si te estuvieran quemándote con algo. Te ves en el espejo y ves que no tienes nada. 

El día anterior había sido tranquilo. Después de aquella extraña pero interesante conversación con el escritor, Raphaelle se había ido a la casa de Sebastian, había ordenado y limpiado el desastre que tenía, ventilado el dormitorio principal e incluso había cocinado una buena cena, que le había dejado en la puerta a Claire para cuando volviera del trabajo, en una lonchera de metal. Su tarde no había tenido nada de especial, más allá de extrañar la llamada para explorar el hospital. 

Al primer temblor, acostumbrada a similares imaginarios por borrachera, solo abre los ojos y mira alrededor, pero al ver las lámparas moverse se pone de pie de un salto. Se asoma por la ventana, para ver un par de personas fuera. Otro temblor llega, y confundida entre latidos y llamados de auxilio, busca a alguien más en la habitación, pero no había nadie. 

Cuando piensa que todo ha pasado, va a lavarse el rostro para tranquilizarse un poco. Es entonces, cuando ya está en el baño, que siente un ardor en la espalda. Al principio es soportable, como una quemada por exposición prolongada al sol, pero va en aumento y pronto se transforma en una llamarada en su espalda. Preocupada, se voltea hacia el espejo y se revisa, pero no encuentra nada. 

¿Pero que mierda...?

Estaba durmiendo tranquilamente cuando de repente me pongo de pie encima de mi cama por un temblado mire la hora en el despertado y con la manta en el cuerpo enrollada, abrí la ventana y me asome a ella... y vi a personas que salían a la calle... Corriendo por lo sucedido y un aire frió le dio a mis rostro que acto seguido cerré la ventana....
Cogí y me senté en la cama...Mirando el despertador... y hablándole hoy no es seguro salir de casa... No crees...
Me empiezo a recoger una coleta cuando suelto el pelo, por escuchar unos latido de corazón cerca de mi, muy cerca.... Me quede en blanco solo escuchaba Bum Bum Bum Bum!! y al segundo de escuchar ese sonido escuche Ayuda!! Abrí los ojos y mire por debajo de la cama... Dentro del ropero no podría ser.... esa voz se escucho dentro de la habitación o dentro de mi mente... Estoy sola, no estoy con nadie... no puede ser mejor que olvidemos lo sucedido.
Hoy es día de ir al trabajo que lo tengo descuidado pensaba mientras se empezaba arreglase. Cuando se escucha otro terremoto a los 5 minuto...Entonces decido que es mejor salir a la calle y mirar que esta ocurriendo....
Salgo de casa cierro con llave... y salgo . Al salir del portal un aire frió recoge por todo mi cuerpo ...Apenas puedo ver lo que hay en 5 metros delante, la niebla no me deja ver nada.... O casi nada...

Wendy, entre dormida y despierta, se percata que a su lado está el chico dormido. Su rostro se encuentra tan sereno que por un momento piensa que estaría bien que se quedase así, pues ayer se veía inquieto y preocupado y eso no beneficia a nadie en particular. <<Tal vez quienes sí quieren que la maldición permanezca>>. Se encuentra tan cómoda que vuelve a acomodarse, olvidando por segundos que se encuentra en Storybrooke cuando siente esa sacudida.

La adrenalina galopa en su torrente sanguíneo y se incorpora rápido y preocupada. Trata de recordar las instrucciones en caso de sismos, por lo que agita a Jack para que se despierte antes de que ocurra algo; sin embargo, el movimiento termina y la pelirroja inspecciona la habitación por si algo se rompió o hay fisuras en las paredes.  Cuando aparece lo que considera la réplica, la joven se asusta más cuando siente que es más cerca de ella y el sonido de un corazón latiendo la turba más, por lo que se lleva ambas manos a las orejas para evitar ese ruido angustioso y, de pronto, ese susurro que la acongoja y la mantiene inmóvil unos segundos. 

<<¿Qué fue... eso?>> Echa una mirada rápida a Jack con su rostro evidentemente preocupado y de reojo ve algo extraño en su mochila. Con cautela Wendy se acerca para abrirlo y al sacar el libro, descubre cómo en sus manos parece desmoronarse, similar a arena que se escurre de las manos para caer finamente al suelo. Mira inerte lo ocurrido y traga salida forzadamente.

-¿Qué está pasando?

Al principio, lo que aparece en el libro, el cuento de la Bella y la Bestia es como si te traspasase. No te dice nada, no te llama la atención. Entonces cuando duermes, vuelves a estar en ese pasillo, pero ahora solo hay una puerta. Esa puerta, cuando te acercas a ella, ves que tiene tu nombre. Como si soplase un fuerte viento, la puerta se abre y ves lo que hay en su interior. En ese mismo momento, cada palabra e imágenes del cuento del libro de Antye, vienen a tu cabeza y sientes que cada palabra y casa imagen lo has vivido:

Erase una vez en un reino muy, muy lejano un Rey que tenía como enemiga a una poderosa bruja. Un día muy esperado la reina dio a luz a una bonita niña, a la que llamaron Aurora. El día de su presentación acudió todo el reino. Sus tres hadas madrinas traían un presente cada una para la pequeña princesa. Flora le regaló el don de la belleza, Fauna una voz melodiosa y cuando Primavera iba a entregar su don a la pequeña Aurora un siniestro cuervo irrumpió en la sala. El cuervo portaba una capa negra que dejo caer al suelo. La capa se transformó en la malvada bruja llamada Maléfica. 

A pesar de no estar invitada a la fiesta, la malvada bruja vino hacer entrega de otro presente muy especial para Aurora. Un maleficio que rezaba así "Al cumplir los 16 años, se pinchará con la aguja de una rueca y morirá". Maléfica despareció entre llamas verdes con una risa atronadora. Primavera con gran rapidez entregó su don a la niña, cambiando el maleficio. Ahora no moriría, pero si quedaría dormida para siempre y solo un sueño de amor verdadero podría despertarla.

El Rey decidió proteger a su hija llevándola al bosque con la protección de las tres hadas madrinas que se harían pasar por sus tías. También ordenó que todas las ruecas del reino fuesen destruidas y guardadas en palacio. Así Aurora creció en un bosque, rodeada de naturaleza y nada más. Fauna, Flora y Primavera, por su parte vivían sin poder realizar magia delante de su ahijada. 

Aurora se escapaba de vez en cuando de casa de sus tías para explorar el bosque. Un día se encontró a un joven que pasaba por allí a lomos de su caballo. A pesar de la desconfianza de Aurora, día tras día fueron quedando para verse. 

Cuando llegó su decimosexto cumpleaños sus tías le tenían preparada una sorpresa. Una tarta algo chapucera y un vestido que no estaba claro si era azul o rosa. La otra sorpresa fue que la llevaron a palacio donde conocería a sus padres el mismo día de su cumpleaños. 

Después de un largo viaje Aurora llegó a palacio donde se reunió al fin con sus padres. Celebrarían una gran fiesta por su cumpleaños, pero antes la princesa iba a descansar del largo viaje. En mitad de su sueño oyó una voz que la llamaba, se levantó de su lecho y comenzó a buscar la procedencia de esa voz. Y allí delante de ella apareció una rueca...

...

...

 Aurora  Fauna  Maléfica

Entonces la puerta cierra de un portazo, haciendo que quedes sola en ese pasillo y sientes como algo dentro de ti se resiste y quiere creer que esto solo es un sueño... "¿Quién eres en realidad?" oyes una voz, pero no hay nadie. "Di tu nombre... vamos"

Un gran temblor te hace despertar, cubierta en sudor y algo desorientada. 

Se sobresalta un poco cuando le despiertas con tanta urgencia y te mira medio dormido y algo molesto -¿qué pasa? ¿qué...?- no puede terminar la frase, cuando se tapa los oídos a causa del latido. Una vez que cesa y hay un nuevo temblor, te mira muy confuso y se pone de pie de un salto. - Si es un terremoto salgamos de la casa- te coge por los hombros y te conduce a la salida. A fuera está Erick, Rita y James, que parecen igual de nerviosos que vosotros. 

Me pongo en pie de golpe y cojo un paño que hay en el cajón de mi mesita, con el cual me limpio el sudor. "Aurora..." pienso mientras noto como desliza por mis dedos y cae al suelo. Me siento en la cama y me quedo mirándolo, intentando recordar cada mínimo detalle de lo ocurrido. Me levanto poco a poco de nuevo, y salgo decidida por la puerta. 

- Buenos días, Smith.- Le digo a mi compañero, pasando por delante suyo, sin dar explicaciones. Hoy no me daba tiempo de abrir el huerto, aparte ¿Qué día era? Hoy libraba. Veo como Kida se me acerca alegremente, ya estaba mucho mejor, pronto podría volver al bosque con los cachorros y hacer vida de zorro. La manada viene tras ella y me paro unos segundos para acariciar a todos y ponerles comida. 

Salgo de casa, andando decidida hacia mi destino: La tienda del Sr.Gould. 

Una mañana más en Storybrooke. De nuevo, ese corazón pidiendo ayuda. Me entró un escalofrío, si no era de Zac, de quién era? le habían robado a alguien más el corazón??

Sentí tentaciones de quitarme la caperuza, deseaba quitármela, me agobiaba mucho, pesaba mucho. Me quité una manga y... un momento??? que me estaba pasando? ya ni con la caperuza era suficiente???? Muy costosamente volví a meter la manga y me obligué a mi misma a no quitármela.

Hoy me tocaba trabajar por la mañana, y algo de rutina no me vendría mal, así ya de paso, le preguntaría a mi jefe por el capitán.

Fui a la cocina y parecía que Elsa no se había levantado aún. El día anterior le había dado las llaves de casa. Cogí un papel y un boli y le escribí una nota.

"Elsa, tengo que irme a trabajar. Perdona por no servirte el desayuno, puedes hacerte lo que quieras. La dirección del bar donde trabajo es XXXXXXXXXX y mi número de teléfono XXXXXXX si necesitas alguna cosa no dudes en contactarme"

dicho eso, salí de casa y me fui al bar.