Partida Rol por web

Mari Deepsea no encontró ninguna escalera que estos pudieran usar para saltar aquella valla que dividía las dos secciones de la isla; quizás no hubiera buscado bien o simplemente no quisiera hacerlo con todas las ganas que debería tener, aunque a decir verdad esto era algo lógico, a fin de cuentas habían estado deambulando por el bosque todo el día desde que llegaron.

Bueno al menos este hombre desagradable tenia la utilidad de servir para amortiguar la caída, pero aun continuaba abajo y la capitana ahora estaba demasiado lejos.

Queréis, ayudarme a bajar de una puta vez. Esto es bastante molesto, coño. Dije todo malhumorado.  

Mire con diversión la escena ante mi, siempre es gracioso ver a los marines sufrir por sus propias acciones además. En fin habrá que ayudarlo si queremos que nos ayude.

Ya, ya, ya va.

Empecé a subir y cuando llegue a su pierna lo desenganche dejándolo caer al suelo, salte para colocarme a su lado.

Listo, ya estás.

Al parecer la única con ganas de ayudar a aquel pobre marine que tenía la pierna enganchada no había sido otra que Yudoku Cho, ayudándole a desatascar y a sacar la pierna del interior de la valla metálica. No hacía falta tirada ni nada por el estilo, por lo que esto le salvó de tener la pierna amputada al marine o a Yudoku Cho con la cabeza también atorada en el agujero.

Ahora que Alessio Narvaez, Rena Koumori y Yudoku Cho seguían en el exterior de la base de la Marina, tan solo quedaba que Mari Deepsea hiciera algo con aquella entrada cerrada con llave, o con alguna forma de ayudarlos a entrar saltando la valla.

Gracias, mujer. Como está la cosa por ese lado. Crees que podrás abrirnos o pasarnos una escalera o algo que usar para avanzar.

       B-bueno... u...un problema menos - mentaba al notar como la pierna de aquel marine ya no se colaba por esta parte de la verja, aunque ante las preguntas del mismo, no puedo evitar mirar hacia donde antes vigilaba la señorita de pelo blanco - de momento esta tranquilo por aquí, pero debo preguntar... ¿ crees que entre las ropas de la señorita pistolera se encuentre la llave para abrir ? - a fin de cuenta si alguien conocía de como funcionaba los mecanismo para abrir y cerrar las puertas de esta base, era nadie mas que alguien que hubiera trabajado en ella con anterioridad. 

  Aunque mientras lo decía, no dejaba de echar una nueva mirada por el lugar por si algo menos ortodoxo podia ser usado para auxiliar a mis compañeras... y al señor aquel.

Luego de levantarme intento escalar una segunda vez la cuerda, esperando esta vez lograrlo.

En efecto, Mari Deepsea vio que en aquellos pequeños pantaloncitos cortos había una llave dorada resaltando con el logo de la marina en ella. Probablemente fuera de la verja, por lo que si la tomaba y la usaba lo más probable sería que...

dejaría pasar a todos los del exterior al interior sin tener que arriesgarse a quedarse los dientes en la valla.

Es solo una llave... no hay más...

Por otro lado, Rena Koumori también intentó escalar aquella valla nuevamente pero al igual que aquella vez que pero terminó de cabeza contra el escroto del marine, dándole un cabezazo en su "Two Piece". En esta ocasión simplemente le dio una bofetada al hombre sin querer mientras caía de espaldas contra el suelo.

Realmente no parecían que iban a tener demasiada suerte en todo esto de la infiltración, pero al menos no eran monstruos descerebrados de cadáveres, aún.

    B-bien c-chicas... v-veo q-que están avanzando bien allí... - mentaba tras ver el nuevo intento de mi vigia el cual terminaba ligeramente menos vergonzoso que el anterior - Y...yo bueno, i-intentare hacerme con la llave, señorita Indaco -  elevando un poco la voz para llamar la atención de nuestra pistolera - por favor atenta en caso de que aquella dama haya sucumbido a la extraña maldición que asola la isla. - y tras ello empezar a dar zancadas hasta llegar al lado del cadáver y usando mi escudo cual placa pesada, usarla para finalizar con cualquier probabilidad de que la Marine se volviera a poner de pie.

   Y una vez satisfecha y si nada hubiera ocurrido, tomaría su llave, el arma y comenzaría a volver junto a la entrada para poder darle una vía mas cómoda al resto de mi banda.

-Capitana no se arriesgue demasiado- digo desde abajo, pues la cuerda así lo decidió, lo único que podía hacer en ese preciso instante era ser la vigía, ver y escuchar, pero nada más.

La cabeza de la marine explotó cuando Mari Deepsea la golpeó con su escudo una y otra, y otra, y otra, y otra, y otra, y otra, y otra, y otra, y otra, y otra, y otra, y otra, y otra, y otra, y otra, y otra, y otra, y otra, y otra, y otra, y otra, y otra, y otra, y otra, y otra, y otra, y otra, y otra, y otra, y otra, y otra, y otra, y otra, y otra, y otra, y otra, y otra, y otra, y otra, y otra, y otra, y otra, y otra, y otra, y otra, y otra, y otra, y otra, y otra, y otra, y otra, y otra, y otra, y otra, y otra, y otra, y otra, y otra, y otra, y otra, y otra, y otra, y otra, y otra, y otra, y otra, y otra, y otra, y otra, y otra, y otra, y otra, y otra, y otra, y otra, y otra, y otra, y otra, y otra, y otra, y otra, y otra, y otra, y otra, y otra, y otra, y otra, y otra, y otra, y otra, y otra, y otra, y otra vez...  Y a parte de eso, le robó el rifle; se notaba que era una Gyojin. 

Por otro lado, usando las llaves que tenía la Marine fue capaz de desbloquear la reja sin mayores problemas o complicaciones, dando paso a que aquellos Piratas -y aquel Marine- pudieran entrar dentro sin demasiados quebraderos de cabeza, o de los huevos del marine.

En cuanto a Rena Koumori, esta echó un vistazo, o mejor dicho un "Oidazo", tratando de notar algún ruido o alguna conversación de los alrededores y... no notó nada; lo cual era algo que al principio ni siquiera notó que no había notado hasta que se percató de lo que no estaba notando: Las campanas de la Iglesia, ya no estaban sonando.

  ¡¡ Ven !! - exclamaba contenta al llegar junto a mi grupo empapada de sangre ... y fragmento de cosas un poco mas solidas que sangre... - L- les dije que como capitana les encontraría s-solución al predicamento - para entonces comenzar a abrir las cerraduras y dar vía libre para que todos ellos pudieran entrar sin tanto problema.

    ¡¡ Señorita Koumori !! - la nombraba sin perder parte de la energía y encanto que llevaba ... tal vez fuera euforia general... o parte de mis tantas forma de escapismo por todo lo vivido.. - Creo que usted... podría darle un poco mas de uso a esto - y entregarle la pistola de la recién saqueada ... y descabezada... capitana, para entonces girarme con el mismo semblante hacia el Marine -  por favor.... guíenos... - y entonces continuar como si no hubiera pasado nada ... o al menos aparentando emocionalmente que eso era asi... desligando totalmente de la llave y quien le pusiera pestillo una vez no fuera de utilidad mantenerla abierta. 

Ver a la capitana cubierta de sangre me preocupo en un principio, pero luego de verla mejor parecía no ser la suya, acepto el rifle de sus manos, aunque sinceramente no se muy bien que hacer con esa cosa la verdad y antes que la capitana se aleje lo suficiente coloco mi mano en su hombro.

Con un tono serio poco propio de mi le digo -Algo esta fuera de lo común en este lugar, hay que avanzar con precaución, no escucho nada en el lugar y eso no es nada natural, pero para rematar las campanas se han detenido, así que algo se ha de estar moviendo en el pueblo, creo que lo mejor es cerrar las puertas tras nosotros y así preocuparnos solo de un frente-