Partida Rol por web

Estais en el cobertizo, el cual ahora estaba algo desordenado ya que el jardinero se puso a buscar el candado con su cadena, la cual Takame había escondido previamente. Todo estaba lleno de herramientas de jardinería: mangueras, alguna carretilla, un mueble con utensilios de hierro como hoces, etc.

Con un aire calmado pero serio, se acercó a la puerta, y dándole una intensa calada al cigarrillo, se puso a escuadriñar el cobertizo.

Takame observa algo en el suelo tapado por algunas herramientas, sacos. Es una especie de trampilla. Tras apartar los diferentes objetos y dejar hueco, la abre. Se observa unas escaleras de piedra que bajan hacia a algún pasadizo. El interior se ve oscuro.

Kuu llega un poco después para ver que Takame ha encontrado un pasadizo

Pudiera ser que se perdiera aventuras y emociones dejando de lado la investigación de aquel misterioso cobertizo sin embargo no iba a abandonar a su capitán. Otra vez. Becca ve como sus compañeros dejan la sala y suspira profusamente. Busca una servilleta o cualquier trozo de tela limpia que encuentre y le limpia la sangre de la boca. - No tendría que haberle dejado con el alcalde... Sospeché algo de él desde el principio pero me dejé engañar... - Le seca el sudor del rostro y a continuación lo lleva a algún sitio en el que esté cómodo (¿Hay algún sofá en la sala?). Lo deja con suavidad en el sofá y luego se sienta en el suelo a sus pies. - Si le pasa algo no me lo podré perdonar.

Agonizaba en el suelo, no podía casi respirar, la vista se me iba nublando poco a poco. Figuras pasaban sin que yo supiera quienes ni que eran. De repente noto un pinchazo y recupero con dificultades la conciencia, me levanto y me siento al lado de becca:

- Ya era hora, pensaba que me ibais a dejar morir! Becca liame un cigarro, esta experiencia hace que quiera probar cosas nuevas.

ve como los otros se marchan hacia el cobertizo, saluda con la mano débilmente: 

- Ya me pasaréis a buscar más tarde, si oigo algún ruido haré el esfuerzo de ir, pero ahora necesito descansar. - Nos ha engañado a todos Becca, no te preocupes por ello...

Aquel cobertizo no tenia nada de raro, pero tras unos momentos de buscar por el lugar Takame encontró una trampilla y al abrirla  se podían ver unas escaleras que bajaban a un pasadizo.

Ese pasadizo no le daba muy buena espina a Dimas, al ver como Kuu llegaba al cobertizo dijo- Mejor les decimos a los demás, no me gustaría encontrar una emboscada por ahí abajo, bastantes problemas hemos tenido ya.

Takame empezo a introducirse en el pasadizo cuando el comentario de Dimas le hizo parar.

-Vamos Dimas, no creo que vaya a haber un grupo de tios ahi encerrado...- siguio entonces introduciendose en el pasadizo, y sigui diciendo mientras se lejaba poco a poco -... aunque si quieres puedes ir a avisarles, yo mientras echo un vistazo- su voz llegaba casi en forma de eco.

Takame empezó a bajar mas escalones hasta llegar a una zona plana. Allí con la poca luz que entraba del exterior al ser de noche, pudo ver una antorcha apagada colgada de la pared.

Takame podía tener razón, posiblemente la tuviera, pero piensa mal y acertarás; poco pudo discutir con su compañero ya empezó a meterse por el pasadizo, así que Dimas dio un suspiro y fue detrás de Takame, si por ahí dentro pasaba algo por lo menos serian dos para poder defenderse.

Takame se acerco hasta la antorcha, y la cogio para seguir por el pasadizo.

-No te preocupes Dimas, si la cosa se pone chunga, siempre podemos volver- dijo mientras avanzaba -ademas... puede que encontremos alguna que otra recompensa- y rio entre dientes.

Empezais a andar varios metros adentro por el pasadizo, pero este ya era totalmente oscuro. La antorcha que portaba Takame estaba apagada, dado que no había recibido fuego en ningún momento. Parecía que el pasadizo daba paso a una zona mas espaciosa, pero sin luz era difícil saber que había mas adelante.

Al llegar al cobertizo, ves como Dimas y Takame empiezan a descender por unas escaleras de piedra hacia el interior.

A poco de camino se escucho llegar un caballo a la puerta de la casa, y el médico entro agitado por la noticia. Donde están los enfermos? Quien ha matado al alcalde? Cuando vio la escena junto al cadáver del alcalde, solo exclamo: Madre del amor hermoso!!! Cayendose el maletín que llevaba en la mano.

El médico era un hombre menudo de mediana edad con bigote y vestía traje con sombre de copa, de forma elegante. Su tono de voz era dicharachero y simpático. El jardinero informás de que en 6 horas llegaría un buque de la marina a la isla.

Observo como mis compañeros se adentran en el cobertizo y descienden por unas escaleras, me quedo mirándoles unos instantes mientras espero a que pasen un poco mejor los efectos del veneno, una vez me siento algo mejor avanzo por el cobertizo y comienzo el descenso a lo desconocido en búsqueda de mis compañeros que hace poco se adentraron. 

-A ver si hay algo interesante... un reciento subterráneo secreto suena como algo tentador... no creo que se hayan dado la molestia de crear esto para que no haya nada. 

Kuu no tarda en alcanzar a Takame y Dimas, unos metros en el interior del pasadizo. Por su estructura de piedra, no parecía que fuera de construcción reciente. Delante estaba todo oscuro, y Takame mantenía en su mano la antorcha apagada.

Takame metió la mano en le bolsillo y sacó el mechero para prender la antorcha.

-Con la emoción del momento se me olvidó encenderla ¡jaja!- dijo mientras reía y se ponía algo colorado, aunque los demás no lo pudieron apreciar -Allá vamos- y la antorcha se prendió.

- Su codicia lo ha matado. Su codicia y su arrogancia. Haberse interpuesto en nuestro camino, haber intentado hacer daño a mi capitán... - Becca no se mueve de al lado de su capitán, sigue sentada en el suelo apoyada en el sofá donde lo ha dejado suavemente. - Atienda a mi capitán y a mi compañero. - Señala a Bryo. - Pero como intente algo raro... - Apoya la mano en el sable, dejando que la imaginación del médico se hiciera cargo del resto.

Takame enciende la antorcha, la cual estaba hecha de eno junton con otro follaje dentro un circulo de metal atada al palo. Delante el pasillo se hacía mas amplio, lo justo para pasar dos personas. En el suelo podeis ver como a lo largo de unos 10 metros hay piedras mas oscuras que otras, distribuidas como un tablero de ajedrez.  4 son las que ocupan de forma horizontal el pasillo, siendo las dos exteriores las oscuras. Más a lo lejos parecía haber un pequeño prepicio. Sin duda no sería un simple paseo.