Partida Rol por web

La boca se me abre y será cuestión de irse a la cama, aunque yo no tengo donde dormir, la verdad. Y si os interesa, el barco de BocaGrande esta en la bahía del norte anclado. Rukia mostraba sintomas de sueño, como mucho de los presente. Ya era algo tarde y se necesitaba dormir para el mañana.

Takame miró al jardinero, le sonrió y le levantó el dedo pulgar para darle la enhorabuena. Dió un gran bostezo -Por mi bien, podemos dejar el barco de Boca Grande para mañana, yo estoy reventado- 

Se giró hacia el Capitán y le saludó con la mano en la frente, y mientras se retiraba dijo -Voy a dormir en alguna habitación de esta casa, sera la última noche en tierra firme en la que dormiremos tranquilamente asi que habrá que aprovecharlo ¡jeje!-

No había mucho mas que decir y las ordenes ya estaban dadas. 

A Dimas en si lo que pasara en el pueblo no le importaba demasiado, era imposible que no supieran los trapos sucios de su anterior alcalde, así que ellos mismos se lo habían buscado, pero no era tarea suya el preocuparse de esas cosas.

En algo que si coincidió con su compañero era en quedarse a dormir en la casa a lo que dijo- Tienes razón compañero, después de la "hospitalidad" del anterior alcalde, que menos que disfrutar de su casa. Lástima de una buena mujer para pasar la noche- esto último lo dijo en tono para que solo lo escuchara Takame, aún conociendo a sus compañeras no quería algún golpe por parte de ellas.

El cocinero dice: Bueno podeis subir a la planta de arriba y acomodaros, aunque lo ideal sería sacar el cadaver del señor alcalde y enterrarlo en el jardín. No tengo ganas de olores extrañós esta noche.

McDragon: En ello tiene razón. Vosotros tres, señalando a sus 3 soldados. Coged a estos tres, que yo cargaré con el capitan Dexter para llevarlo hasta mi barco. Mi médico lo atenderá personalmente para vigilar su salud. Con vuestro permiso marcharemos a descansar. Mañana volveré aquí para daros la información de vuestra próxima misión.

Con un saludo militar se despide de todos junto con el capitán Dexter y sus soldados, que se llevaban al mayordomo y sus dos lacayos. El cocinero y el jardinero junto a Bryo sacaron el cadáver del alcalde y lo enterraron en una fosa temporal detrás de la casa. La hija se encontraba durmiendo ajena a todo suceso. El cocinero tras el entierro se puso a recoger las cosas.

Descansar, me parece bien, después de todo hoy no e parado, desde temprano ayudando al cocinero con las compras corriendo de aquí para allá sin descanso. Suelto un suspiro, finalmente es hora de tener algo de tiempo libre para actividades no tan... estrictas. Mañana comenzara otra etapa en nuestra carrera en la marina, al cargo de Becca. Miro a Takame y a Dimas y sonrió. Supongo que no podremos hacer nada de todas maneras... 

-Y si hago algo puede que se moleste Becca como el anterior oficial... meh... ese tenía un palo en el culo, siempre estaba enojado por una u otra cosa - Pienso en el oficial anterior a Dexter antes de que me trasladen a la tripulación de nuestro anterior capitán. Afirmo con la cabeza ante las palabras de nuestros oficiales y finalmente al nuevo alcalde - Quiero una habitación comoda ¿eh? y con una cama... muy grande... - Digo mirando de reojo a mis compañeros y soltando una risita. 

Todos os subis a pasar la noche en habitaciones del primer piso. Takame aprovecha para dormir en la habitacion del alcalde, decodarada y con una cama de matrimonio de calidad. Dimas junto con Bryo duermen en una habitación de invitados con dos camas individuales, mientras Becca, con Kuu en otra habitación, pero esta tenía una cama de Matrimonio, asi que les toca juntas. Así todos se fueron relajando y durmiendo tras un día agotador.

Rukia volvio al barco marine para dormir y asi avisar a James de lo sucedido, mientras el capitan junto sus soldados se volvieron a su barco.

La mañana amaneció y los primeros rayos de luz atravesaron las ventanas. Cada uno os habias ido ubicando en las diferentes habitaciones. Con sueño profundo recuperais la forma, y un olor a comida viene de la planta de abajo. Se escucha ajetreo en la cocina, y como el cocinero os grita: Marineros despierten!!! El desayuno estará listo dentro de poco!!

La noche paso mas tranquila de lo que esperaba, pero nunca estaba de mas el tener un sueño y descanso tranquilo.

Entre la luz del día y un olor a comida Dimas va despertándose poco a poco, la verdad es que podía acostumbrarse a vivir así, descansar en una cama cómoda y levantarse con todo echo era algo bastante bueno, lástima que pocas veces ocurría eso, pero bueno mejor disfrutar esas pocas veces.

Antes de bajar donde le llamaba el cocinero se aseo un poco (no se si hay baño en la habitación) y bajo al encuentro de los demás, solo esperaba que esta vez la comida no tuviera sorpresas.

Se oyen unos golpecitos en la puerta, y Takame entra a la habitacion, solo con los pantalones puestos, mostrando sus brazos bionicos y su torso bien esculpido. Al entrar, cerro la puerta tras de si y extendio los brazos hacia los lados.

-Muy bien chicas, ¿listas para la recompensa?- mostraba una sonrisa picara.

Me había dado igual dormir en la misma cama que la capitana Becca, después de todo es una chica linda, y aunque tal vez ella no me considere su amiga, yo si la considero como tal a ella, por lo que me acosté sin ni un reparo en ello. Cuando llego el amanecer y entra Takame a la habitación yo me encontraba durmiendo con una sonrisa en mi rostro, tal vez algo boba y abrazada a Becca de forma firme, como niña que abraza a su peluche, sin embargo cuando este ingresa comienzo a despertar, y me siento en la cama.

-Oh hola Takame-san... - Digo con algo de pereza - ¿Vienes a por algo de diversión? Becca ahora mismo esta durmiendo... pero yo estoy disponible - Le guiño el ojo. 

Takame se acercó a Kuu y la levantó en el aire -¿Por qué no?- dijo y empezó a besarle el cuello mientras se la llevaba a un sillón cercano para sentarse y poner a Kuu sentada encima de él.

Todos bajais al comedor llamados por el cocinero. Takame y Kuu pasaron un rato "hablando" animadamente en la habitación hasta que Becca se despertó. Los tres bajais los ultimos mientras Bryo y Dimas os esperaban. El comedor se encontraba limpio e impoluto, y sobre la mesa estaba el desayuno con café, leche, un bizcocho grande en medio en una bandeja, y luego otro plato con diferentes pastas: cruasant, magdalenas, galletas, etc.

El cocinero mientras os sentais os dice: Supongo que el Capitan no tardará mucho en llegar. Dijo que teniais nueva misión,no? Desde la calle se podía escuchar como la hija del alcalde estaba llorando acariciada por el jardinero, la cual la consolaba.

Sin llamar a la puerta, la puerta principal se abrio y por ella entró el Capitán McDragon acompañado de dos soldados. Guiado por las voces llega al comedor donde todos estais comiendo.

Buenos días. Les traigo nueva información para vosotros.

El cocinero que ve entrar al capitan, le invita a almorzar si quiere. Ahh, Hola Capitan McDragon. Sea bienvenido de nuevo. Le apetece unirse al almuerzo? He hecho un bizcocho realmente buenol.

No gracias, le responde. Pronto marcharemos de la isla.

Después del mal día que había tenido y ante las expectativas de muchos más días tan malos como éste asomándose en el futuro de Becca... Capitana Becca... La espadachina acepta gustosa el ofrecimiento de Takame. - A partir de mañana seré vuestra capitana (en funciones) y no toleraré este tipo de comportamientos en mi barco. El ayuntamiento carnal entre compañeros está totalmente prohibido en la Marina. - Coge entonces a Takame de las solapas y lo mete en la habitación, echándolo sobre la cama con fuerza. - Sin embargo eso será... mañana... 

A Becca lo despierta el anuncio del desayuno. Se sienta en el borde de la cama tosiendo sonoramente, arrancando un gargajo en el proceso. Busca algún tipo de recipiente donde dejar el regalo y, si no lo encuentra, se limita a dejarlo en el suelo al lado de la cama. Sin prestar atención a nada, busca su tabaquera y se prepara un cigarro el cual fuma con tranquilidad mientras saborea los restos de la agradable noche. Una vez se acaba el cigarro rebusca entre el montón de ropa que hay en el suelo, pantalones, ropa interior, su chaqueta de oficial es lo único que no tiene problema en encontrar, la cual aún tiene las manchas de curry del día anterior. Se pone unos pantalones (los primeros que le vengan bien), unas botas y se echa la chaqueta por encima.

Baja entonces al comedor donde ayer murió el alcalde, donde ahora el cocinero les sirve el desayuno. - Sí, un nuevo día, una nueva misión. Siempre hay algo que hacer en estos mares... - Ve entonces a la hija del alcalde. 

- Niña, entiendo perfectamente tus sentimientos. Ayer unos desconocidos entraron en tu casa, mataron a tu padre y ahora duermen en sus camas. Sé que nos odias. Lo sé. No voy a insultar tu inteligencia tratando justificarme, tratando consolarte o tratando convencerte de lo que era tu padre o de lo que somos nosotros. En el campo de batalla... Todos somos malos y la única justicia que existe es la del vencedor. Si quieres venganza... Te esperaré en la Grand Line. Pero recuerda, no tendré piedad del que levante la espada contra mi tripulación.

Cuando Becca vuelve dentro el capitán McDragon ha llegado ya con su nueva información. Becca se cuadra. No es un gran saludo, es simplemente un movimiento mecánico que hace inconsciente. - Estamos dispuestos, señor. ¿Cuál es esa nueva información?

La niña se seca las lagrimas ante las palabras de Becca. No estouy enfadada con vosotros. No sé que paso, pero mi padre siempre decía que la Marina son los buenos. Atrapais a los malos y los encarcelais.

Tras esas palabras McDragon informó de la nueva misión: Debeis dirigiros hacia la isla Glorian City. Es una isla algo alejada de aquí, pero se encuentra antes de atravesar el Grand Line, a 7 días de navegación en barco. La misión es capturar a un pirata llamado Happy Man, el cual parece traficar con animales. Se escuda bajo un circo el cual realiza funciones por las diferentes islas. Su próxima función será en Glorian City.

-¿Happy Man? - Suelto una risotada - ¿Porque se tienen que poner nombres tan bobos? - Digo aun entre risas, una lagrima cae por mi mejilla, a lo que llevo una mano para sacarla, tomo aire para tranquilizarme y suelto un suspiro, ahora mas serie vuelvo a quedarme en silencio pensando en nuestro objetivo, cada vez estamos mas cerca de la Grand Line, así que poco a poco nos vamos enfrentando a misiones mas y mas peligrosas, pero por el bien de la justicia debemos hacerlo - Como ordene capitán. 

Arqueando las cejas, Takame miró  a Becca tras su orden -Nada en el barco, a sus órdenes señora- dijo haciendo un escueto saludo de la marina.

Cuando el capitán McDragon informó, intentó averiguar más acerca de ese pirata -¿Se sabe si...- hizo una pausa mirando a los demás -... es usuario de una fruta del diablo?-.

Pensó que era una información importante, ya que algo así decantaría un enfrentamiento si no van preparados para ello.