Partida Rol por web

Denna parecía muy ilusionada con el plan, tanto es así que el momento de inscribirnos, al mercado, pasaron en unos segundos. Yo estaba algo rara, entre incomoda e ilusionada. Nunca había hecho esto con nadie y menos siendo clienta... Aunque sí que más de una vez me puse guapa para alguien...

Una vez en la tienda, la primera en cambiar su look, fuí yo. Cual muñequita de maniquí me dejé hacer. Me puse aquel vestido, dejé que me pusiera aquella corona de flores incluso que, con un poco de cuidado y un cepillo para que desenredar el pelo primero, me hiciera trenzas. No podía ver nada, solo las trenzas y el vestido debajo de mi cabeza. Pero poco a poco empecé a sentirme ruborizada por todo esto, sobre todo cuando Denna mencionó que estaba preciosa

El tendero nos llevó frente a un espejo para que yo me viera y al llegar a el... me quedé en shock, pero no para mal, sino para bien. Muchos recuerdos me vinieron a la mente de mi pasado, de un fragmento de mi pasado el cual tenía presente en mi día a día. Pero esta vez eran fragmentos muy pequeños, muy detallados, muy exactos. Mis ojos empezaron a vidriarse muy poco a poco pero sin hacerme romper a llorar todavía. Mi expresión era de sorpresa, y a la vez de anhelo de aquellos tiempos pasados. Mis sentimientos volvieron a aflorar para, pasar del corazón más encendido y puro hasta de nuevo caer en la realidad del frio y duro golpe que tenía tras de mi. Aquel momento recordé fielmente mi meta pero... también sentía gratitud y una especie de lazo que se empezaba a formar hacia Denna

Finalmente ví que con tanto recuerdo y sentimiento aflorando en mi, me iba a romper, la dura barrera que generé a mi alrededor, Denna la había sobrepasado tan solo con dedicarme unos minutos a mi y que me viera bonita. Mis ojos iban a estallar en lagrimas y yo en tristeza de aquel pasado que seguía atormentandome. Sintiendome en peligro de mi misma y sin ninguna otra opción que realizar, simplemente me lancé a abrazar a Denna, fuertemente y apoyar mi cara contra ella. - No puedo llorar, no puedo venirme abajo, no ahora... ¿Como ha ocurrido? - Pero también veia que si no hacía nada, sospecharía de que me pasaba algo. Así pues, en dicha posición tras unos segundos de tratar de contenerme las lagrimas que ya algunas habían caido, hablé con una voz pequeña y con un tono triste algo disimulado. - Gracias

Si bien estabais tranquilas, disfrutando del momento de poder ir de compras como amigas y nakamas que eran, no pudieron seguir compartiendo momentos juntas pues los gritos de un rebelde que pasaba corriendo por la calle se hicieron oír.

-¡MARINES! ¡EN LA COSTA!- El hombre corría rápidamente para avisar a los demás rebeldes y que se preparasen.

Antes de que alguien pudiese alarmarse un poco dentro de la tienda, el tendero llamó la atención de todos con un par de aplausos.

-Calma calma. Los soldados de la isla irán y se encararán del problema antes de que los marines puedan si quiera ver el festival. No hay razón para entrar en pánico.- Sus palabras pacerían ser efectivas con los clientes, pues ellos también parecían acostumbrados ya a que los marines se apareciesen por la isla y que los rebeldes se encargasen.

Allí fue cuando ambas les llevaban la contraría a la gente del pueblo. No estaban seguras si eran marines lo que estaban llegando a la isla, pero sí estaban seguras de que había un barco atracado en la costa en el cual habían tres personas que no actuarían pacíficamente si hombres vestidos de marines les hacen una visita. Aunque... Que fuesen marines verdaderos también seria malo.

Algo le sucedía a mi compañera, parecía que se veía bien en el espejo pero... ¿parecía que iba a echarse a llorar?

De pronto se abalanza sobre mí y me abraza, estaba claro, había despertado algo en ella, y no sabía el qué, asi que de momento solo la abrazaría, si algún día quería contármelo estaría allí para escucharla, para eso era mi nakama.

- No te preocupes, ya sabes que puedes contar conmigo ¿no? - acaricio su cabeza con cuidado de no estropear el peinado que tan bonito había quedado - además ahora tienes que ayudarme tú a mí a encontrar algo, o de seguro que vas a ganar tú el concurso y yo voy a quedar en mal lugar - digo intentando sonar alegre aunque estuviese preocupada por su reacción - ¿eh?

Espero a que esté preparada para separarse antes de continuar comprando, sin embargo, unos gritos interrumpen en escena. ¿Qué demonios?

- ¿Has oído eso?

Quizás debíamos dejar el concurso e ir a investigar que estaba sucediendo en la costa, si atacaban nuestro barco estaríamos en problemas y más aún con el capitán que nos había tocado...

Se dió cuenta, pero por algo que no alcanzaba a comprender, no mencionó nada acerca del tema, cosa que agradecí haciendo el abrazo un poco más apretado. Procuré cortar mis lagrimas y aspirar aire antes de separarme de Denna, aunque alguna lagrima ya era perceptible o incluso su recorrido. - Sí, te ayudaré por supuesto... aunque creo que no tengo tanto gusto como tu.

Entonces algo sonó desde fuera - ¿Marines? ¿En la costa? Dante no parece un marine, y los otros... Parecen otra cosa muy distinta... - Sin embargo Denna se preocupó y algo en mi me hizo alarmarme. Tenía que hacer algo para evitar que Denna quisiera ir a la costa en lugar de quedarnos aquí. - Sí, lo he oido, pero dudo que sean Dante y el resto. Le has visto las pintas a cada uno, si uno de ellos tiene pinta de Marine, es para retratarlo. No deberiamos preocuparnos, además, si Dante no está por la ciudad buscando como ganar la botella de sake, se defenderá en la costa con su... habilidad. - No quería mencionar muy en alto su Akuma no mi.

-A-aunque... no te culparé si quieres... ir a ver que pasa - dije un poco desilusionada. Ahora tenía un dilema personal, y era que no sabía cual era la razón de por qué no quería volver a ver a Dante.

Había algo en las palabras de Hitomi que me decían que no quería ir a la orilla, aunque no entendía porqué, pero confiaba en ella asi que tampoco es como que me preocupasen mucho los que había en el barco. Me encogí de hombros.

- Sabrán apañárselas solos, después de todo se supone que Dante es el Capitán asi que él sabrá que hacer. Sigamos con lo nuestro - digo mientras sonrío - vamos a ver que ropa vemos por el mercado que se nos va a hacer tarde y tenemos que llegar a tiempo al concurso ¿verdad?

Asi que nos ponemos al lío buscando por todos los puestos algo que me quedase bien, no quería destacar mucho, pues quería que mi compañera ganase el concurso, no sabía por qué, pero me parecía que era lo que tenía que suceder y punto.

- ¿Ves algo?

Miré a Denna algo sorprendida, de alguna forma, mis palabras tuvieron el efecto que deseaba. Nos quedariamos aquí siguiendo con la tarde, pues ambas coincidiamos en que Dante sabria encargarselas solo - Espero que no sea así... me ahorrarian un trabajo. - Pensé por un momento antes de asentir a Denna ante nuestro plan - Claro venga vamos a mirar.

Ahora llegaba el turno de Denna, y aunque era dificil escoger algo de ropa para ella, sobre todo con mi sentido escaso de la moda, lo que más me intimidaban era sus... pechos. ¿Habria alguna forma de disimularlos?

Por mucho que veiamos nada parecía algo adecuado que buscase Denna, aunque no sabía por qué, todo aquello resaltaría muy bien su figura. Finalmente acabé cogiendo un par de cosas al azar para ver si acertaba - Y... ¿Qué te parece esto?*

Al ver la ropa que Hitomi ha elegido para mí no dudo en probármela corriendo, era justo lo que quería, cuando me miro en el espejo sonrío ampliamente y me giro hacia ella.

- ¡Es perfecta, me encanta!, me lo llevo puesto - le digo al tendero -, gracias.

Y tras recogerme el pelo y dejar suelto algún que otro tirabuzón de mi melena cojo de la mano a mi compañera y nos dirigimos a la zona del concurso.

- Estoy segura de que vas a ganar, estás tan bonita Hitomi - digo con una amplia sonrisa - ¿sabes?, me alegro muchísimo de haberte conocido, eres la mejor nakama que podría tener.

Fue durante el camino a la zona del concurso que Kaito por fin pudo encontrar a Denna e Hitomi, ambas vestidas "un poco" diferentes. Kaito también llevaba algo que no traía cuando se separaron, y es que en su cinturón habían dos espadas gemelas cuya sangré delataba que las había usado recientemente.

Las personas de pueblo seguían celebrando su festival, y es que no parecían tener la menor preocupación sobre la alarma dada sobre los marines.

Kaito se había apresurado a encontrar a Denna y Hitomi, no sabía que había sido de ellas o si estaban en problemas por las mismas situaciones que él había pasado aunque al notar que todos seguían de fiesta decidió detener levemente la carrera que llevaba y solo trotar notando la distante diferencia entre su situación y la que estaban viviendo las chicas. Por suerte, él no había salido lastimado en lo absoluto de aquello. 

Llego casi caminando a donde estaban ellas mientras sostenía con su mano izquierda el mango de las espadas en la parte izquierda de su cuerpo, llevaba colgando la chaqueta y tenía su piel morena levemente cubierta de sudor aunque carecia del mismo en la frente. Les quedo mirando acercandose a ellas mientras notaba sus vestimentas, un leve rubor se pudo notar en sus mejillas. -Denna, Hitomi... -Dio una leve pausa mientras intentaba evitar el rubor. -Se ven...Diferentes. Aunque bien, supongo. -Desvió la mirada para evitar demostrar demasiado afecto. Se reincorporo al recordar el porque estaba tan alterado y acerco su rostro a las chicas. -Debemos irnos, los marines estan en la costa. Además que por alguna razón me he encontrado con un cazarrecompensas que estaba tras de mi cabeza, incluso conocía mi nombre. -Tomo a ambas de las manos para indicarles que realmente era algo importante.

Me sorprendió la avidez con la que lo cogió, desde mi punto de vista era un vestido que poco resaltaba su figura... aunque una vez puesto, era otro cantar. Tras ello me agarró de la mano y fuimos al lugar del concurso. Durante todo el trayecto no pude evitar pensar en que me estuviera agarrando de la mano... casi como una hermana. Y entonces me dijo aquello

Mi sonrojo se volvió visible ante aquellas palabras, aunque mi mente se quedó fijada en la palabra "Nakama". - Y-yo... - titubee un poco - También me alegro de haberte conocido. Y realmente te sienta bien ese vestido. Estás muy guapa. - No podía, como ella, mencionar lo de Nakama - Sé... que nakama se refiere al compañero... al amigo en una aventura. Pero yo... no puedo evitar relacionarlo con piratas. Por favor Denna, no seas una pirata. - Solo podía pensar aquello y derepente noté un golpecito en mi corazón.

Ahora tenía alguien que me importaba, como hace mucho lo tuve... solo que no sé a que caudal recorrería esta relación.

Entonces Kaito llegó sin previo aviso, fijandose en nuestro cambio de look y mencionando que debiamos irnos debido a los marines - No Kaito. Nosotras hemos venido en un barco marine, acabo de acordarme. Sin duda se referiran a Dante y los demás. Sabrán apañarselas solos. - Pero lo del cazarrecompensas si me dejaba algo más preocupada - ¿Un cazarrecompensas? ¿Qué has hecho para que tengas un precio sobre tu cabeza? No me extrañaría tenerlo yo. Pero en fin, estamos en un lugar muy publico, podrás camuflarte bien si te metes entre la gente. Así podemos quedarnos más - entonces miré a Denna con una sonrisa - ¿No?

Sin soltar a Hitomi de la mano la escucho con una sonrisa, parece que le cuesta un poco expresarse después de lo ocurrido, asi que me limito a escucharla y caminar a su lado hasta el concurso.

Pronto nos topamos a Kaito, quien... ¿parece sonrojarse por nosotras?, me río para dentro.

- ¿Bien supongo? ¿Te parece que eso es suficiente? Vamos a un concurso para ver si podemos ganar unos cuantos beries, ¿y eso es lo único que se te ocurre?, definitivamente no tienes muchas habilidades sociales - digo divertida -, vaya ¿y quién es ese cazarecompensas?, lo único que se me ocurre es lo que ha dicho Hitomi, en el concurso habrá mucha gente seguro que no puede verte, aunque si no... también podemos disfrazarte para que pases desapercibido... - aunque no creía que el chico aceptase lo último.

El peliblanco saco sus espadas mientras utilizaba los restos del ropaje de los marines falsos para limpiar la sangre del cazarrecompensas, por suerte no había salido lastimado e incluso había acabado con el combate con un certero ataque que dejo a su rival inutilizable. -No, estoy seguro que estaban trabajando con el cazarrecompensas. Cuando estabamos peleando el tipo asumió que se salvaría por la llegada de los marines. -Contó con seriedad aunque mirando hacia sus espadas, luego de limpiarlas las volvió a guardar y al mirar a las jovenes no pudo evitar volver a sonrojarse al notar que el cambio de aspecto era bastante grande. Desvió la mirada algo sonrojado mientras escuchaba las teorias de las chicas.

-Aunque también se podría decir que Dante no tendría problemas con unos cuantos Marines. -Dio un leve suspiro mientras eleva la mirada hacias las chicas. -Creo que se llamaba Shikata Bou, un tipo con una lanza. Me busco pelea y le hice una enorme herida en el pecho. -Pronuncio mientras se dibujaba una X con el dedo de una mano para enfatizar lo que había hecho, no se notaba ningún tipo de gesto de orgullo o algo parecido. Había estado mirando a Denna para luego responder a Hitomi. -Creo haber dicho que tenía 15.000 Beries por mi cabeza y había sido por ayudar a una ladrona y por golpear a varios Marines anoche, además de robarles el barco, creo que ustedes también tendrán la misma recompensa. -Dio un leve suspiro al notar que realmente estaban con intención de participar en el concurso. -Bueno, si es así no me queda otra opción, por como se ven... -Les miro y esbozo una leve sonrisa amable, algo extraño en él pero parecia de buen humor. -No tengo duda de que ganaran con facilidad. Me encargare de protegerlas. -Por un momento sonó incluso confiable, como un verdadero Nakama o incluso algo más. También suponía que el hecho de camuflarse sería cambiar su aspecto tal como ellas lo habían hecho.

Al fin, empecé a cuestionarmelo - ¿Nos han seguido desde que les robamos el barco? ¿Qué tiene de especial un barco entre miles iguales de los Marines? Da igual Hitomi, ahora no es tu problema. Cuando termine todo esto, cogeré a Kaito y Denna y robaremos otro barco. - Por otro lado, me alegré de que Denna me apoyara. Ya estaba más segura de que Denna confiaba en mi... de alguna manera. - Tener a alguien a quien querer es dificil... Pero ahora no tengo ocho años... - Sonreí a mi compañera para luego pasar a Kaito.

Aunque el tema del cazarrecompensas estaba bien saberlo para identificarlo, ya que no lo conocía, lo que me dejó un tanto sorprendida fue lo de la recompensa. Reaccionando a lo dicho dije ofendida - ¿15.000 Beries? ¡Eso es un insulto! He robado cientos de cosas más valiosas en mi vida ¿y no he tenido mayor recompensa que la que me puedan poner por un barco? - Por desgracia, el atuendo no ayudaba que mi expresión cabreada fuera del todo seria, ni siquiera aunque me cruzara de brazos.

Al final decidimos quedarnos en el concurso y Kaito aseguró de que ganariamos, por desgracia aún estaba con el rebote - Pues claro que vamos a ganar, y si aparece ese de la lanza, le daremos una paliza. ¿Verdad que sí? - Mi expresión pasó a una de confianza que dirigí a Denna, ya que a fin de cuentas, Kaito se había ofrecido y había ganado el primer asalto según lo que había contado.

- Asi que puede que tengamos recompensas ¿eh?, que divertido, aunque no me gusta que los marines puedan reconocerme, peeeeeeeeeeero, sigue siendo divertido.

Sin soltar a Hitomi de la mano empiezo a caminar junto con Kaito también hacia el concurso.

- Claro que le daremos una paliza, ahora los tres somos nakamas y estamos juntos en esto como una pequeña familia, ¡sí eso!, ahora sois mi familia y vamos a cuidarnos.

Digo con una sonrisa en la boca, estaba encantada con ellos y no podía evitar demostrarlo, estaba siendo un gran día después de todos los encontronazos que se habían sucedido con Dante en el barco. Sin duda, sin él nos iba mucho mejor, quizás debiésemos plantearnos el abandonarle...

Kaito hizo unos amagues con las manos para que Hitomi se calmase intentando disminuir su ira, no sabía muy bien si justificada, por la recompensa que le habían puesto. -Calma Hitomi... Quizás tu recompensa sea más grande que la mia. -Pronuncio para intentar conciliar su dolor, aunque sabía muy bien que no lo lograria a menos que Denna se interpusiera y así fue. 

Le gustaba la actitud positiva de las chicas, era contagiosa aunque levanto la mano derecha como un buen alumno en alguna clase para enfatizar un par de cosas sobre el tipo de la lanza. -Ha..Si. El tipo de la lanza no sera una amenaza. Tiene una herida enorme en su pierna derecha asi que no puede caminar.  -Lo dijo como si haber sido él quien se la causo no hubiera sido un desafio demasiado grande, aunque debía admitir la entereza de ese tipo, era tremenda. Desvió la mirada al escuchar aquello de la familia, aun así se puso en medio de ellas solo para poder protegerlas de mejor manera. -¿Donde es el concurso y cuanto falta para iniciar? -Por alguna razón sentía que quedarse allí seguía siendo la opción más peligrosa.

La estrategia de Kaito para calmarme, funcionó... aunque seguía teniendo mis dudas sobre las recompensas. Por otro lado a Denna no parecía importarle lo de la recompensa, pero si que los marines la reconocieran. - ¿Acaso tiene algún lio con los Marines? - pensaba mientras la miraba con curiosidad

Entonces con la afirmación de Denna ante darle una paliza a quien viniera, me surgió la duda que no pude retener - A todo esto Denna ¿Como te defiendes? - Sabía que tendría algún conocimiento para pelear, pero aún no la había visto en acción. Por otro lado de nuevo cuando mencionó lo de los Nakamas, se me quedó otra vez la cara confundida.

-Aunque le hayas herido Kaito, nunca está de más andar con la guardia alta. ¿Sabes si era uno o más de uno? O ¿Y si tienen una Akuma? Por eso lo decía - Respondí sin querer minar la confianza de Kaito. Luego señalé el lugar donde nos habiamos inscrito Denna y yo al concurso de mejor vestida, aunque mi cuerpo comenzó a temblar por los nervios - P-por allí nos apuntamos, así que supongo que será en el mismo sitio... ¿No Denna? - En cuanto a que momento nos llamarían aun no lo sabía por eso no dije nada.
 

A tiempo para responder la duda a la que Hitomi no tenía respuesta, un hombre se subió a un pequeño escenario de la madera que habían montado las personas del pueblo para los concursos. Desde allí, el hombre podía ser visto por todos los presentes.

-¡En unos minutos comenzará el segundo concurso del día!- Anunció con buen volumen de voz para que todos lo pudiesen oír bien.- Por favor, ¡las participantes del "Concurso del mejor vestuario para Chicas Jovenes" suban por la parte trasera del escenario y esperen a ser llamadas!-

Luego del avisó, varias chicas con diferentes estilos recibieron apoyo de sus conocidos, para después ir a la parte trasera del escenario para subir tal como se les índico.

La pregunta de Kaito se respondió sola, aunque Hitomi ya le había señalado el lugar, asi que cuando oí lo que decían apreté la mano de mi compañera y empecé a arrastrarla hacia allí alegremente, tenía muchas ganas de que nos llamasen y ver la cara de la chica cuando todos la mirasen por lo bonita que estaba.

- ¡Vamos! Kaito, tú espéranos por ahí abajo, entre la multitud y ¡anímanos!

Con una sonrisa me despedí agitando la mano y fuimos hacia allí.

- Ya verás, vas a ganar, estoy segura.

Recuero entonces que me había hecho una pregunta, la emoción del concurso había conseguido que se me olvidase por unos momentos.

- No se me da mal la lucha cuerpo a cuerpo, pero lo que si tengo es muy buena puntería, algún día te lo enseñaré, ¡ahora vamos a lo que vamos!

Cuando la voz de aquella persona se alzó por encima de todas, mi cuerpo empezó a temblar por si solo. Me agobiaba mucho tanta gente, y no había pensado que los concursos mucha gente me miraría. Estaba hecha totalmente un flan, y apenas las piernas si me respondían.

Por suerte Denna me arrastró y eso hizo que volviera a tierra y mis piernas dieran los pasos poco a poco detrás de ella. Me acerqué más agarrandome temerosa a su brazo, pues estaba muy nerviosa y cuando despedimos a Kaito tan solo me despedi con la mano.

Ahora estabamos allí frente a un monton de gente esperando que todo estuviera listo para empezar el concurso. Sin embargo Denna me seguía dando animos - D-d-d-denna... N-no... se me da b-bien... estar frente a t-tanta... gente - confesé cuando al fin pude sacar palabras de mi boca.