Partida Rol por web

-Entiendo lo que dices... suena descabellado pero con todo lo que me has agregado ahora, yo creo que mi hermano tiene razón. Tú eres el de la profecía.

Alba extendió sus brazos y tomó los hombros de Shiert.

-No sé qué hacer pero sé algo; no podemos hacerlo en el mundo real. Debes entrar en el sueño de mi hermano... hay un sillón allí- aclaró la chica mostrándolo -debes dormirte, yo te vigilaré. No te obligaré a hacerlo si no lo deseas, no soy quién. Pero no se me ocurre otra cosa.

Los ojos de Alba se llenaron de lágrimas.

-Por favor, ¡ayúdame a salvar a mi hermano! ¡¡Por favor!!

- Esto... ... ... - No es que no quisiera ayudarla, pero no podia quedarme dormido sin mas, la cosa no funcionaba asi yo no era de la clase de persona que se sienta y se duerme directamente, aunque esta mañana me hubiera ocurrido, pero de normal dormirme me costaba y me tiraba horas despierto por las noches, claro estaba tampoco podia decepcionarla.

- Esta bien... lo intentare aunque no se si lograre quedarme dormido - por supuesto quedarse dormido no era sencillo y menos cuando lo estabas pensando y desde luego si alguien estuviera en mi situación igual se largaba antes de que fuera tarde por que aquella situación era de pelicula de miedo, en plan te duermes y te levantas en una bañera con hielo sin un pulmon.

Shiert aceptó, aunque no que no tuviese sus temores o dudas, y que creyese que fuese todo tan simple como quedarse dormido; pero probar no costaba demasiado así que se recostó en el sillón y sintió la mano de Alba tomar la suya. Su voz le decía que se quedara tranquilo, que ella lo despertaría si daba alguna señal de cualquier cosa negativa, como tener una pesadilla.

Pronto el chico perdió el sentido de la realidad, el velo que separa los dos mundos: el real y el onírico, se descorrió.

Abrió los ojos cuando sintió un fuerte viento soplándole la cara. Al verse metido en una especie de tormenta, densa y llena de nubes que se movían como si danzaran un baile macabro, se dio cuenta de que no estaba en el mundo real, de que estaba soñando o quizás algo más. Tal vez cuando uno cerraba los ojos y era especial, uno no dormía, sino que iba a un mundo en el cual el cuerpo físico no regía la realidad.

En medio de esas nubes vio una luz. Era intensa, un foco blanco resplandenciendo con fuerza, como llamándolo.

No se veía el suelo sin embargo él estaba parado, no caía. No que tuviese alas en la espalda pero definitivamente se encontraba volando.

Estar parado en medio del aire, sintiendo como el suelo esta a miles de metros de distancia y aun estar seguro, sujeto por el aire sin saber exactamente que ocurre o por que no caigo, era un sensación tan extraña, la primera vez que podia saer exactamente que sentian los parajos al alzar el vuelo, y era curioso por que habia soñado miles de veces que levantaba el vuelo pero no habia sido hasta ese momento exacto cuando habia tenido la sensación de que era real.

Estaba en el sueño, estaba claro pero ahora tenia que encontrar al hermano de Alba y no sabia muy bien por donde empezar, asique sencillamente me deje llevar, intentado moverme para sentir como mi cuerpo se desplaza sobre el aire.

Flotó el chico, siguiendo el azar, sin pensar demasiado en las reglas que lo mantenían en el aire pues eran un misterio sin resolver, y tal vez mejor así era.

De pronto las nubes desaparecieron y se hizo de día. Camino hasta encontrar un castillo, y luego descendió. La fortaleza parecía olvidada por el tiempo ya que verdes musgos y otra vegetación se había adentrado por las paredes y cubierto el suelo.

Había una especie de trono, en el centro de este cuarto enorme y aparentemente vacío.

-¿Tú?

Dijo una voz que provenía de ninguna parte y de todas, y rebotaba en los muros.

-¿Por qué has venido tú?

Las palabras eran pronunciadas con un tono grave, era una voz masculina realmente profunda, y que reververaba, como si ella misma tuviera un eco.

Entonces en uno de los costados de ese enorme recinto, en donde se encontraban dos escaleras, apareció una figura. Era una especie de caballero que se encontraba parado allí.

-¿Realmente no sabes quién eres tú? Porque si no sabes nada puede ser controlado en Oniria.

Un pájaro multicolor pasó volando alrededor de Shiert y luego se alejó por una ventana, y la voz del caballero siguió hablando.

-Solo el conocimiento es poder, saber es controlar. Solo sabiendo puedes lograr tu misión. Díme cuál es tu misión, díme quién eres tú.

Una vez mas todo era raro y absurdo en aquel lugar que no era mas que un sueño, un sueño demasiado real y demasiado vivido en el que habia alguien atrapado al que venia a salvar, salvarlo para saber mas cosas sobre una profecia y sobre un cuento absurdo que yo aun no terminaba de creerme pero que cada vez parecia mas y mas real.

Y entonces llegue aquel lugar extraño pero tan bello, uno de esos lugares que podrian llamarse perfectamente paraisos en el mundo real, o tal vez tendria que dejar de llamarlo real y pasar a llamarlo sencillamente la tierra, pero jamas hubiera esperado que en aquel lugar resonara aquella voz.

Nuevamente para decirme cosas que desconocia lanzarme abvertencias y preguntarme, preguntarme quien era yo por que estaba alli y lo mas peligroso para decirme que el conocimiento era poder y si en algo tenian razón todos los libros que habia leido durante mi vida es que eso era cierto.

- Yo soy Shiert y vengo en busca de alguien y tambien para saber que es eso de la profecia -

-Entendido.

Dijo el guerrero. Y entonces una luz realmente brillante entró por los ventanales de aquel castillo. Inundó todo y rodeó a Shiert.

Lo elevó en el aire y lo hizo brillar hasta que parecía que cada átomo de su persona se desintegraba y volvía integrar. Cuando reaccióno se vio diferente. Su cabello era plateado, sus ropas de colores vivos. Sobre todo parecía otra persona, alguien mucho más fuerte. 

Vio todo esto en el reflejo de un escudo redondo que le fue dado, en su otra mano portaba una espada ancha, que tenía un grabado pero no se entendía de qué.

-Tú eres el de la profecía. Las leyendas cuentan que este mundo sería visitado por el hombre que camina entre sueños. Aquél que recuerda todo cuando parte a eso que llamáis mundo real.

El caballero bajó unos escalones hasta quedar frente a Shiert.

-¿A quién vienes a buscar?- preguntó. Sus ojos estaban cerrados todo el tiempo pero no parecía tener problema en ver al chico delante suyo.

Mientras tanto Shiert se sentía fuerte, distinto, y bastante más alto.

Aquella luz entro en mi y senti como todo cambiaba, me senti distinto completamente diferente y sin ningun sentido, estaba bien, fuerte completo era alguien muy diferente pero yo al mismo tiempo, algo absurdo por que era imposible ser yo y no ser yo a la vez y sin embargo lo era.

El reflejo en el escudo era de alguien muy diferente al que yo recordaba, era mas alto tenia el pelo de otro color pero tenia unas facciones que si podian recordar a mi y sin embargo cuanto mas me miraba mas seguro estaba de recordar que era yo.

- Entonces creo que tienes que tener mas de una profecia por que yo conozco a mas de 1 persona que puede recordar todo lo sucedido aqui cuando deja este mundo, a uno de ellos es a quien venga a buscar -

Las letras de la hoja de la espada cambiaron y formaron un nombre. El guerrero lo comprendió mientras oía las palabras del joven.

-Daraen, el que camina entre los mundos.

Dijo y se arrodilló como quien rinde pleitesía.

-Mi Señor, te hemos estado esperando. Díme quién ese otro que puede recordar todo. Muchos mortales pueden pero a medias, tú... el de la profecía, realmente puedes recordar todo. Esa es la diferencia.

El guerrero dijo ésto y luego se volvió a parar, esperando que el muchacho conteste su pregunta.

- No soy tu señor ni quiero ser el señor de nadie - tampoco pensaba revelarle el nombre del chico al primero que se me presentara asi como asi y tampoco desvelaría el de Alba asi como asi, no era tan tonto como para arriesgarme a cometer el error de decirles que ellos recordaban y que les atacaran... bueno a el ya le habian atacado pero ella podria correr peligro y por alguna razón yo queria protegerla a toda costa.

El guerrero siguió con sus ojos cerrados, oyendo a Daraen. A sabiendas que no le gustaba su pleitesía se levantó del suelo.

-Señor, no es que tú seas mi señor porque yo me arrodillo ante cualquiera. Yo he esperado en esta fortaleza a aquel que la profecía enviara para salvar este mundo.

El guerrero sacó su propia espada que estaba guardada en su funda, en un cinto que pendía de su armadura.

-Si no estás satisfecho con mis deberes o no confías en mi lealtad, toma -el hombre le dio su espada a Daraen -puedes matarme con mi propia hoja. No lucharé contra ti pero preciso de tu confianza o el señor de las llamas habrá ganado. Porque, ¿por eso has venido no? A rescatar al niño del señor oscuro.

- No necesitas servirme para tener mi confianza si quieres acompañarme y ayudarme no me opondré pero no quiero que me sirvas como a tu amo y señor -

Algo raro en lo que habia dicho no me gustaba, si no sabia a por que venia como sabia que venia a rescatar a un niño del señor oscuro, por que yo le habia dicho que venia a por alguien pero no que era un niño, solo dije que venia a por alguien que era capaz de recordar sus sueños al despertarse, así que si sabia que era un niño es por que me estaba engañando y ocultando algo.

- Pero si sabes donde esta el chico guiame por favor, necesito encontrarle - sabia que me traicionaria y que aquello seria una trampa pero si me llevaba hasta el, tendria que valerme de su engaño.

-Lo tiene encerrado en un sitio llamado Castillo Oscuro.

Dijo el Guerrero.

-No es que tú quieres que te sirva. Yo estoy para eso, tú me has creado hace tiempo. Es díficil de explicar.

El Guerrero bajó las escaleras hasta ponerse en el centro del cuarto cuyo piso ahora era barro, agua, pasto y algunas flores. Señalando todo alrededor, dijo:

-Para poder rescatar al niño que no puede despertar debes aprender a usar tu gran poder. ¡Contempla este lugar! Hace tiempo fue un cuarto suntuoso, símbolo de tiempos mejores.

El hombre miró a Shiert y agregó:

-Usa tu voluntad e imagina este cuarto antes de hoy, siente que tu magia es tan poderosa para moldearlo a voluntad y así hazlo. Mueve tus manos y, como si esto fuese una pintura, pinta este lugar. Hazlo como te gustaría que fuese. Si crees en ti la magia volverá. Si no... pocas posiblidades tendremos de rescatar al niño.

Aquel tipo era cada vez mas raro pero aquello era el mundo de los sueños donde tecnicamente cualquier cosa podia pasar y aunque yo no confiaba en el y de seguro no le daria la espalda si habia usado antes el poder del que el hablaba, cuando las olas casi nos amtan y las sujete, se que se referia al poder de manipular el mundo onirico, el poder del subconsciente frente a lo cambiante e inestable, así que tecnicamente podria hacer lo que el queria, podia fiarme de el, aunque fuera temporalmente.

Cerre los ojos y me centre en devolver aquel cuarto a como estaba antes, jamas lo habia visto asique lo imagine como me dio a mi la gana, como un cuarto grande de un castillo lleno de muebles antiguos y bien cuidados, con una gran chimenea.

El hombre de la profecía intentó imaginar el cuarto con muchos muebles y una gran chimenea. Era díficil, en medio del proceso, que la cabeza no te juegue una mala pasada y las ideas se amontonen o se divaguen para otro lado.

Cuando abrió los ojos Daraen vio el resultado de la metamorfosis del cuarto pensada por él:

Era un lugar enorme. No había logrado una chimenea pero sí llenar el techo con arañas llenas de luces y hacer que el suelo se restaura completo. Enormes ventanales con cortinas rojas decoraban el fondo de la sala.

El Guerrero se le acercó.

-Mi Señor, no es fácil controlar la voluntad en Oniria pero habéis tenido suerte. Si vuestra cabeza hubiese divagado hacia otros lados podríais haber creado un dragón que volara por aquí y fuese un peligro para nosotros.

El caballero se sentó en medio de esa enorme sala.

-Ahora tomad asiento y relajad vuestra mente. Respirad hondo y primero imaginad una pantalla en blanco y allí empezad a poned las cosas que pensaísteis en el cuarto anterior. La paz de la mente trae la coherencia y los nervios ocasionan el caos. Esa es la primer lección que debéis saber.

Nuevamente aquel guerrero parecía saber mas de lo que yo le decia osea que o bien leia la mente o algo extraño estaba pasando, pero bueno estaba en el mundo de los sueños lo extraño alli tendria que ser lo normal en el resto del mundo al fin y al cabo.

Hice lo que me dijo y cerrando los ojos trate de imaginar un cuadro en blanco en el que colocar las cosas tal y como las imaginaba, centrandome en el lugar exacto donde se situaba cada objeto como queria que fuera hasta de vez en cuando me permitia el lujo de pensar en darle tonos mas claros a algun color de alguna cosa.

El joven volvió a intentarlo. Prestó suma atención a tranquilizarse e imaginó como si tuviera delante a una pantalla blanca sobre la que pusiera los distintos objetos que quería. Entonces abrió los ojos. La habitación había nuevamente cambiado haciéndose ahora la de un castillo señorial con una enorme chimenea ornamentada, muebles lujosos y cuadros que ostentaban gloria de tiempos mejores.

-Éxitos, mi amigo.

Dijo el Guerrero. 

-Lo has hecho realmente bien. Ahora debes saber que el otro sabe usar esos poderes y podrá crear cosas horribles a las que, para combatir, debes enfrentar con tus propias creaciones mentales.

Daraen vio su obra y estaba satisfecho con ella.

-Ahora podemos partir, la idea es que igual lo evadamos para rescatar al niño. ¿Te parece bien?

- Antes de partir... Por que tengo claro que eres un traidor o algo parecido, sabes lo que pienso antes de que yo lo diga incluso lees mi mente y lo dices aviertamente, sabes que si realmente tengo poder lo usare en cuanto te des la vuelta por que no me fio de ti, así que ¿Por que no me cuentas las cosas ya? ¿Que y quien eres? -

El guerrero se quedó un momento quieto antes de responder. Parecía sorprendido, claro que tampoco se podía saber mucho de solo mirar sus ojos cerrados.

-Soy un heraldo. He sido puesto en ese sitio, en este en donde has creado una sala sorprendente, durante mucho tiempo esperando al Elegido. Sé de la profecía, y te conozco. 

Se alzó de hombros como en parte rindiéndose ante la desconfianza de Daraen y luego se dio vuelta.

-Si no crees en mí puedes acabar con mi vida. No te oculto nada. Sé sobre el niño porque lo he visto en sueños, desde que has empezado a entrar más firmemente en este mundo yo veo por tus ojos. Es por eso que los míos se mantienen cerrados. Así también veo lo que tú no ves, como el niño. Lo tiene encerrado en un cuarto espantoso, un cuarto con llamas.

La espada de guerrero se clavó en el suelo con fuerza.

-Y si no confías en mí quizás no puedas salvarlo, pues yo conozco a tu enemigo y él usará todo lo que tu mente le deje usar. Solo busco paz en mi mundo, terminar con esta incesante pesadilla...

- Precisamente por tus palabras desconfio mas de ti - no esperaria que confiara en un tipo que dice que ve atraves de mis ojos y que me va llevar hasta la guarida de mi enemigo para ayudarme por que solo no podria conseguirlo, aunque soy el tipo de leyenda que puede hacer lo que quiera, evidentemente eso no tenia sentido alguno.

- Pero dejare que me guies por que necesito saber donde esta quien busco aunque se que ocurrira despues -