Partida Rol por web

Shiert abrió los ojos. Alba lo estaba sacudiendo con cuidado, cuando lo vio reaccionar, suspiró aliviada.

-¡Estás bien! Estaba asustada. Gracias Shiert, sea lo que sea, lo hiciste bien. Salvaste a mi hermanito, mira.

El chico observó la cama y Marty estaba sentado en su borde con algunas ojeras bajo sus ojos pero bien.

-Despertó hace unos segundos, y me decía que te tenía que traer de nuevo. Me dijo sobre el hombre, ese hombre horrible.

Alba abrazó a Shiert en un impulso y el chico sintió como una chispa, como si algo en ella fuese familiar, sentía que no era su primer abrazo.

-¿¿¿¿que??? - al principio estaba un poco desorientado, abria los ojos y seguia medio atrapado en mis sueños dandole vueltas a todo lo que habia ocurrido.

Tarde un poco en fijar la vista en Alba que me hablaba tan rapido que apenas si entendia que me decia, pero sobro su abrazo para despertarme por completo, aunque era extraño aquel abraza no es como si fuera el primero de todos.

- Esto... yo... no se muy bien que hice pero me alegro de que funcionara -

El doctor vino a la tarde a ver al niño y comprobó, con mucha alegría, que estaba completamente recuperado. Alba se encontraba todo el tiempo junto a Shiert mientras el médico lo examinaba. Cuando se fue los tres se reunieron en la mesa del comedor de la casa de Alba: Shiert, Marty y ella.

-Bueno Marty, dile a Shiert lo que me has dicho.

-Shiert, ese hombre malo tiene encerrada a una princesa. Sé que ella es Alba, es como... Mmm... una persona del mundo de Oniria me explicó que es como si tuviese preso a su cuerpo astral.

-Lo cierto,- interrumpió la chica -es que hace varios días que me cuesta dormir bien, me levanto siempre agotada, como sin energía. Antes no creía en estas cosas pero con todo lo que ha pasado.

Alba tomó la mano del muchacho y de nuevo él sintió esa conexión.

-Creo que tú puedes ayudarme, es más siento que ya te conocí alguna vez... en otro tiempo.

No sabia por que, pero creia todo lo que me decian ademas lo encontraba logico, estaba muy claro que ciertamente estaba encerrada y cada vez que yo habia visto a su yo onirico habia sentido que estabamos unidos de alguna manera, pero claro una cosa era saber que era cierto y otra muy distinto asimilarlo realmente.

- Veras... yo no estoy seguro de si podria hacer algo, logre salvarle a el y casi no lo consigo, quizas con tiempo o con ayuda lograra algo pero ahora mismo... -

Claro estaba todo eso no eran mas que escusas de un yo con miedo a lo que podria ocurrir.

- Pero, lo intentare aunque... tengo que pedirte algo -

Alba miró a Shiert. Sus ojos eran muy bonitos, incluso tras las gafas.

-Díme... díme ¿qué necesitas...?

Marty se quedó cerca pero leyendo un comic. Se lo veía mucho mejor y se le notaba una alegría como si él estuviera seguro de que realmente no sólo Shiert era el indicado, sino que todo saldría bien.

- Esto -

Cuando no se lo esperaba y estaba cerca de mi me lance de golpe para acercarme y darle un pequeño beso en los labios, uno pequeño muy corto pero suficiente como para que sintiera mi ternura.

- Perdona - dije tras separarme de ella - Pero le dije a alguien que no podia pagarle con un beso por que te pertenecia y no podia mentir -

Alba no se lo vio venir, pero tampoco Shiert, en el sentido de no entender lo que realmente iba a suceder cuando diera el beso.

Se produjo una conección entre ambos como si a partir de sus labios dos mundos se encontraran. Shiert vio a su yo onírico de la mano de la princesa de cabellos de oro. Ambos estaban enamorados, se encontraban a orillas de un lago cristalino entre besos y caricias.

Alba también lo vio. En ambas miradas, encontradas, se halló esta nueva realidad. 

Luego el cielo se oscureció y alguien separó la Tierra, la de Oniria. La princesa fue presa en una torre que surgió de la misma tierra.

Shiert volvió a la realidad, Alba se había quitado los lentes.

-Lo ví... sé que te pertenezco y tú me perteneces.

Respiró hondo, embelesada pero triste.

-Pero una parte de mí ha quedado allí... él la tiene. Dile a quién te ha traído que "gracias". Sé que entre ambos encontraremos la manera.

Luego lo abrazó, en otra conección tierna que hizo que ambos corazones se sintieran llevados en el aire por una melodía cósmica.

Por alguna razón lo sabia, mi yo de ensueño lo tenia claro sabia que sus besos solo eran de una persona, sabia que todo el pertenecia solo y exclusivamente a alguien aunque no pudiera recordar quien era, pero ahora lo habia visto habia recordado por fin, era ella la princesa a la que seguia, la bella princesa a la que no podia alcanzar.

Estaba claro que todo cobraba sentido, como en los cuentos de hadas donde todo empezaba a suceder de golpe y encajaba rapidamente.

- Tengo que conseguir volver alli y traerte de vuelta -

-No... no tan pronto. Él te estará esperando.

Comentó Marty.

-Por alguna razón él necesita a la Princesa, es como si la quisiera a su retorcido modo. No siempre fue horrible. Sé eso porque la escuché a ella. Ella vino a visitarme un momento, a veces se escapa por minutos pero él vuelve a hacerla desaparecer.

Shiert recordó que la primera vez que entró a Oniria fue la princesa la que lo llamó para alejarlo de la playa.

-Tienes que prepararte primero, tenemos que... estar juntos en esto. La princesa me dijo que todo mundo en Oniria tiene un doble en la tierra, entonces...

- Si averiguamos quien es el ser oscuro en este mundo sera mas facil derrotarlo en el mundo de los sueños, pero hay algo que no estoy dispuesto hacer, no te pondre en peligro ni dejare que vuelvas a intentar algo como ir a rescatarla, ya e tenido que sacarte una vez y casi no lo contamos, no lo volveras a intentar -

Ademas no dejaria que el se perdiera por rescatar a una princesa que estaba encerrada por mi culpa, bueno no exactamente por mi culpa, pero si yo no podia proteger a quien amaba entonces....

Amaba... como narices habia dicho eso hasta hacia unos dias ni tan siquiera la conocia, era tan absurdo pero a la vez tan cierto, yo... yo amaba a esa chica, estaba tan seguro de aquello que no podia creermelo de verdad, como era posible saber algo así con tan solo ver a una persona, pero aquel beso lo dejaba claro yo le pertenecia y ella a mi eramos parte del mismo ser, un alma separada y unida por el amor.

Marty entendió que Shiert estaba intentando protegerle y su hermana le hizo una mirada, tierna pero firme, para que no se pusiera en peligro.

-¿Conoces a alguien más que esté en ambos mundos, Shiert? Alguien que quizás nos conecte al Señor Oscuro...

El joven se acordó de la profesora Dorothea que aparentemente conservaba la misma forma en Oniria que aquí, pero ella seguramente era otra persona que él había visto en los dos planos. Lo que desconocía era si la profesora tendría consciencia de ello, por su reacción en esa prueba en la que él había respondido cualquier cosa, no lo parecía.

-¿Sí...? ¿Lo... haces? Hay alguien más, ¿verdad? Lo veo en tus ojos...

La verdad es que no estaba seguro de saber si habia alguien mas o no, ella parecia ver en mis ojos que conocia a mas gente, pero como podria yo saberlo si hasta hace poco ni siquiera era consciente de ello, es cierto que algunas personas me sonaban pero realmente no podia decir un nombre con seguridad.

- La verdad es que no estoy seguro... pero sea quien sea tiene que estar relacionado contigo directamente y sentir... bueno sentir algo por ti -

Shiert no le dijo a Alba sobre Dorothea, en cambio le preguntó si había alguien en este mundo que sintiera por ella alguna cosa similar al Señor de los sueños.

-Mmm...- la joven se puso a caminar en el comedor, con la cabeza en alto, la mano apoyada en su barbilla... pensando. Marty, sentado, la seguía con la mirada. Luego de unos momentos se detuvo y dijo.

-Bruce...

Alba chasqueó sus dedos y repitió -Bruce... es un compañero de clase, el hijo del carnicero. Siempre me regala una mirada que me asusta... es una sonrisa pero, no me gusta. El padre lo suele echar de la carnicería cuando yo entro. Siempre dice que su hijo es un vago. Antes era un alumno aplicado pero si hasta ha quedado libre... 

De momento era la unica persona que podia ser posiblemente el señor oscuro, claro que evidentemente no podiamos asegurarlo de ninguna forma... o tal vez si, siempre hay una forma de averiguar las cosas solo tenia que pensar con mas claridad, de momento se me ocurria que si estaba despierto no podria estar en el mundo de los sueños... no era mucho.

- Podemos intentar averiguar si es el, aunque si lo es despues no e que podremos hacer -

Alba aceptó ir a averiguar pero al otro día. Shiert tuvo que volver a su casa lleno de experiencias nuevas, cosas que le hacían ver que la vida es mucho más que respirar o comer. Para bien o para mal había un mundo nuevo que se le había abierto al chico así como la idea, o mejor dicho la certeza, de que el amor de su vida estaba allí. Shiert se sentía feliz.

Cuando volvió a su casa su madre había salido y le había dejado una nota.

"Los fideos están en el congelador, ponlos en el microondas por unos 5 minutos y sírvete de cenar. Perdón por no estar, tengo que trabajar hasta tarde. Te quiere. Mami."

Shiert estaba solo en su casa, y era ya casi de noche. Mañana irían a ver al carnicero luego de las clases. Un mundo de posibilidades se abría ante sus ojos... Así también era el saber que pertenecía a dos planos, dos mundos, dos realidades. Todos lo hacíamos.

Hasta su madre debería tener un propio Yo en Oniría.

No tenia las ideas muy claras y mi cabeza no dejaba de dar vueltas de una cosa a otra así que rapidamente calente mi cena y me sente con poca luz a tomarmela, dejando que mi mente debagara sola y sin ninguna ayuda.

No tarde mucho en terminar mi cena y centrarme aunque solo fuera un poco, esa noche tendria que volver al mundo de Oniria y tenia muchas cosas que hacer y poco control sobre mi mismo tenia que pensar en tantas cosas que quizas solo por una noche lo mejor fuera cerrar mi mente y no saber que ocurria.

Pero no, tenia que luchar por ella por que... la amaba y no podia hacer mas que luchar por salvarla.

Shiert terminó de cenar. Luego dejó todo ordenado y limpio y se acostó. Aunque cansado, intuía que no iba a dormir realmente sino volver a viajar a esa tierra llamada Oniria en donde su princesa esperaba su rescate. 

Cuando despertó, o mejor dicho mientras su cuerpo dormía y su espíritu vagaba libre en Oniria, de nuevo se halló en una playa. Una joven miraba el mar.

Tenía el cabello rubio y largo aunque vestía ropa casual, como la de su mundo. Las olas se movían con dulzura y ritmo en el fondo y el aroma a sal llenaba el aire.

-Aun no estás listo... ¿lo sabes?

Dijo la chica sin darse vuelta.

-Si lo enfrentas él ganará... pero puedes hablar con ella, de otras formas. Mas rescatarla no está en tus manos hasta que te prepares.

La chica se desvaneció en el aire, quedando en su lugar una caracola. Sin embargo el océano seguía allí. Shiert volvía a ser Daraen. A lo lejos no se veía el barco del Señor Oscuro ni nada relacionado con él.

La caracola entonces habló.

-Ven aquí si quieres, al mundo de tu amiga la Sirena. Ella puede mostrarte como hablar con la Princesa. O parte hacia el Sur, allí hay una ciudad interesante...

Tenia razón no estaba preparado para rescatarla, no aun, pero eso implicaba que tenia que darme prisa en mejorar y ser mas fuerte si queria rescatarla cuanto antes, el problema es que ahora mismo no sabia muy bien como fortalecerme ni como hacer casi nada, mis recuerdos de ese mundo se habian borrado o bien nunca habian existido realmente o yo que sabia el caso es que no tenia mucha idea de que hacer y las alternativas que aquella voz me daba me parecian de lo mejor.

Pero si tenia que escoger lo primero era lo primero me acerque hasta la playa junto a la caracola, queria hablar con ella cuanto antes.

Daraen eligió intentar hablar con la princesa. Al tomar la caracola fue la Sirena la que lo guió.

-Hola Guerrero.

Dijo con su musical voz.

-Para hablar con su Majestad imagina un lugar en el que ella se sienta protegida, crea un cuarto. El que tú sientas, ponle muros de mar, de cielo, de estrellas. Nada es imposible aquí siempre y cuando tú lo creas fervientemente. Luego tendrás unos minutos antes de que ella se tenga que ir. No puede alejarse del Señor Oscuro tanto sin que él note su ausencia, pero cinco minutos en Oniria es más tiempo que en otro lugar. Aprovéchalo, encanto.

La sirena luego calló, esperando que Daraen se ponga en acción. Pronto el mar desapareció y todo a su alrededor se volvió blanco, como una hoja de papel.

- Creo que ahora tengo una nueva deuda contigo que espero poder pagarte en otro momento, gracias -

El lugar se quedo en blanco completamente y aquello era el lugar perfecto para poder pintar con mi imaginación, necesitaba un sitio donde poder estar seguros un lugar perfecto para que ella y yo estuvieramos solos y pudieramos hablar aunque tan solo fuera durante unos instantes.

Necesitaba un lugar seguro y que lugar podria ser mas seguro que la mayor fortaleza jamas creada... pero claro queria un lugar seguro pero tambien un lugar bonito para ella y para mi, así que una fortaleza no... queria otra cosa.

Y entonces se me ocurrio una isla lejana en medio de la nada, un lugar perfecto alejado de todo el mundo solo una isla pequeña con un cielo azul claro y precioso, con el sol brillando a nuestra espalda sin llegar a quemas, con aguas claras a nuestro alrededor y arrecifes de corales por todas partes, un lugar precioso donde instalarse.

La isla llena de plantas y flores, pajaros que volaban de un lugar a otro por toda la isla, un paraiso tropical que deciamos en el mundo real pero con cosas inimaginables en aquel mundo, fenix volando por todas partes, aves magestuosas salidas solo de mi imaginación, platas que cambiaban de color dependiendo del estado de animo, color por todas partes.