Partida Rol por web

Deja todo lo que estás haciendo y acude a mi despacho de inmediato. No aceptaré un no por respuesta.

M

Una misiva escueta y que no admitía ningún tipo de réplica... digno de M, sin lugar a dudas... pero no por ello menos sorprendente. Hacía tiempo que la jefa del MI6 se ponía en contacto directo contigo, además estabas disfrutando de un agradable periodo vacacional... sabías que si había acudido a tí era porque el asunto era serio y a pesar de las miles de excusas que se te ocurrían para declinar la orden... todas ellas legítimas... acudiste sin rechistar a la cita movido por tu curiosidad. Al hacerlo te sorprendiste aún más al comprobar que otros agentes también habían recibido el mismo tipo de misiva, era todo muy extraño pero M era tu jefa y ya no había forma de echarse atrás, además ese no era precisamente tu estilo, de manera que tras pasar los controles básicos de seguridad accedistéis uno por uno al último punto de control que daba a las oficinas personales de M, para poder entrar debíais hacerlo mediante identificación digital.

Alfa code... put your finger into the fingerprint reader... please wait a moment... procesing scaner...

Scaning process complete... you can enter.

Tras acceder todos a la habitación vuestro olfato os comunicó rápidamente que algo no andaba bien, pero no tuvísteis tiempo de reacción posible, de la nada surgieron unas fuertes manos que os redujeron y en apenas unos segundos sentísteis un pinchazo en el cuello que os hizo caer de rodillas mientras todo se volvía negro a vuestro alrededor.

Poco a poco comenzásteis a abrir los ojos, al hacerlo os encontráis tumbados en camas individuales, vestidos con traje de chaqueta y corbata, en una amplia habitación, no sabéis quienes sois... no recordáis nada, el pánico os atenaza... pero no estáis sólos, os encontráis todos juntos... no sois capaces de reconoceros ni siquiera entre vosotros, pero al comprobar que todos estáis en vuestra misma situación os da fuerzas para incorporaros y tratar de resolver el primer misterio... quienes sois y que hacéis allí.

 Al abrir la puerta del dormitorio accedéis a una especie de sala de estar bien iluminada, ricamente ornamentada y hasta con bebida y tabaco, sin embargo todas las ventanas y la puertas están cerradas, parece que al menos tendréis tiempo de hablar o tratar de organizar ideas...

Lo único que había claro era el dolor, el dolor punzante que aún permanecía en mi cuello, quizás no como una sensación real, sino como un dolor fantasma.

Miré a mi alrededor sin saber realmente qué estaba sucediendo, me sentía extraño. Me miraba las manos y parecía que no me resultaban ni siquiera algo propio, fue entonces cuando entre tanto lujo y comodidad di importancia a mi entorno: no estaba solo.

A mi alrededor había más personas, no me sonaban de nada, o al menos eso creía. Todos parecían estar tan confundidos como yo, pero eso no debía consolarme, no era un tonto... o al menos prefería aferrarme a esa idea.

No tardé en localizar un mueble bar, ¡era estupendo! no había nada mejor que un chispazo de alcohol para reactivar la iniciativa.

Abriéndome paso entre mis compañeros busqué un vaso de Whisky y me serví aquella bebida cuya etiqueta resultase más atractiva, porque era horrible comprobar que había olvidado hasta cual era mi bebida favorita.

- Cheers - dije alzando el vaso mientras sonreía irónico.

Había sido un día como otro cualquiera o al menos hasta que M llamo, esa forma de llamar tan típica de ella hacía que se sintiese que no podía rehusar a ir, por lo que tras apenas un corto espacio de tiempo después fue cuando estaba allí, todo era normal hasta que el agente cruzo la puerta en ese momento todo paso a ser negro.

Al despertar el agente vio donde estaba, una habitación que no recordaba en un lugar que no recordaba

- Donde estoy? un momento y como he llegado aquí?

El agente no recuerda nada, sabe que es un agente al servicio de su majestad, pero nada más, tras la confusión inicial puede ver que hay más personas, una de ellas parece tranquilo y toma una copa, al verle retoma la compostura dándose cuenta que esta elegantemente vestido dice:

- Vaya, parece que quien nos atraído aquí nos quiere bien elegantes, aunque por otro lado tal vez ya veníamos así vestidos ya que no lo recuerdo

Se acerca al hombre y le tiende la mano para saludarle, no había que perder la formas y a fin de cuentas era ingles.

- Le diría mi nombre para presentarme correctamente, pero por desgracia en estos momentos no lo recuerdo.

Pese a todo una vez le ha dado la mano camina hacia la ventana, allí contempla el paisaje ya que nunca se sabe, pero en muchas ocasiones una ventana dice mucho más de lo que parece a primera vista

Una primera imagen de una estancia amplia llena de camas me viene a la cabeza. Vuelve la oscuridad. No soy capaz de comprender la situación, me siento aturdido, fatigado. Una vez más veo la estancia, esta vez por unos segundos más. Nuevamente se desvanece, sustituida por el vacío. Y dolor, un pinchazo en el cuello, una pequeña herida, no más de un punto. No debería estar en mi cuello.

Por fin logro mantener los ojos abiertos, observando la estancia en la que me encuentro tumbado. Varios hombres y mujeres, vestidos de forma elegante, me rodean tumbados en sus respectivos colchones. Me llevo las manos a la cabeza, tratando de despejar el aturdimiento. 

El resto de los hombres salen de la habitación y entran en una estancia lujosa. Los sigo como un zombi, tratando de recordar que hago aquí. Soy un agente secreto, de eso no hay duda alguna, fiel servidor de su Majestad. Pero ¿que más?

Veo como dos de mis compañeros se acercan al mueble bar y se intentan presentar. Lo absurdo de la situación, de los hábitos sociales impuestos por nuestra educación emergiendo en momentos extraños, de lo que me han robado. Todo ello solo me provoca una intensa rabia. No, yo no debo estar aquí, no si aún queda algún trabajo por hacer.

Toda la rabia que siento se traduce en una observación sistemática de la habitación. Mi rostro no muestra expresión alguna, solo la cara de alguien que trata de ubicarse. Finalmente decido andar hacia el armario, fijándome en la zona de cristal, en la vitrina. No me interesa lo que oculta, solo el cristal. Golpeo el frágil vidrio con lo primero que encuentro, un libro, y recojo uno de los restos caídos, el más grande, con un pañuelo de tela. Ahora ya estoy armado.

Bien, ya podemos charlar ¿quienes sois? -pregunto mirando al resto mientras me coloco la pared a la espalda y el vidrio, mi arma, en la mano.

Poco a poco los aturdidos hombres comenzaron a hablar entre sí y a interactuar con aquella sala, el más decidido de ellos quiso romper el cristal con uno de los libros que encontró, pero a pesar de que el libro en cuestión era de tapa dura no consiguió romper el crital que estaba especialmente pensado para que aquellos hombres no escapasen. Al recoger el ejemplar del suelo todos pudieron ver de que clase de manuscrito se trataba

Mierrrrrrrrrrrda, dijo el hombre al incorporarse con un fuerte dolor de cabeza y entumecimiento en todos sus miembros... ¿en todos? Sip, en todos... si algo caracterizaba a este caballero eran sus despertares entumecidos.

Bajó la mirada y observó el gran bulto en sus pantalones de etiqueta. ¿Quien demonios le había puesto esa ridícula ropa?, parecía un puñetero Lord. El hombre bajó sus manos e intentó disimular la erección, se encontraba en una habitación desconocida, con varios desconocidos, todos vestidos igual, pero él por lo visto era el único al que el despertar le había "dado reacción". Una vez la sangre volvió a su sitio, el hombre miró a su alrededor, una habitación lujosa y limpia, varios hombres aparéntemente todos con los mismos síntomas de resaca y confusión.... ¿Confusión?... ¿Que cojones de confusión...? El hombre tenía claro como había... ¿llegado allí? ¿Un taxi? ¿Coche negro? ... ¿Que lugar era aquel? No lo recordaba. ¿Y quién era aquella gente...? ¿y yo...? ¿Que hago yo aquí?

El hombre cada vez que intentaba buscar un dato, un nombre, una dirección, un personaje, su cerebro le devolvía una única respuesta... nada! Y eso solo conseguía una cosa... enfadarlo más.

Joderrrr, me he quedado gilipollas!!! Giró la cabeza hacia los otros hombres. EH! Vosotros!! Alguno sabe que mierda hacemos aquí!???!!

En ese momento vió a uno de los tipos que intentaba romper un cristal con un libro... Bueno, alguno por lo que parece tiene peores despertares... 

No pude evitar mostrar una carcajada aunque la disimulé tanto como pude. Agité el vaso de lo que parecía ser Whisky y le di un trago largo.

- Creo que tenéis demasiada ira acumulada amigos míos - comenté de manera relajada mientras ahora buscaba un lugar donde sentarme.

- Está claro que todos estamos en la misma situación, y parece ser que quien haya preparado todo esto ha pensado en cada uno de los detalles - dio un último sorbo y dejó la copa en la mesa más cercana.

- No recordar lo que ha sucedido tiene sus ventajas, igual hemos dejado atrás remordimientos o pesares que ahora se han disipado de nuestras vidas. Me encantaría poder presentarme al igual que el resto pero parece que nuestros nombres han terminado por convertirse en algo secundario - me sentía cómodo con la ropa de etiqueta, de hecho estaba expectante por saber qué era lo que iba a pasar a continuación.

- ¿Un ejemplar de Sherlock? Vaya, no se podía esperar menos. O tenemos a alguien con buen gusto detectivesco o realmente no hemos salido de Gran Bretaña - 

Durante una fracción de segundo en mi rostro se puede adivinar el rostro de una ira no contenida. Pero, tras ese breve pestañeo, vuelvo a mostrar una mirada fría y un gesto sereno, como si nada hubiese ocurrido.

Si todos los cristales fueran así de resistentes el mundo sería un lugar mucho más seguro -comento para nadie en especial, una simple broma sin gracia. Hojeo el libro, buscando algo que pueda darnos más detalles de nuestra situación o, al menos, algo que distraiga mi mente.

No se vosotros pero a mi esto no me hace ninguna gracia -afirmo mientras paso las hojas sin detenerme demasiado en ninguna, buscando marcas o algo distintivo -pero, dado que no he encontrado nada mejor para defenderme -comento mostrando el libro -creo que lo ideal sería que nos organizáramos. Es obvio que si alguien nos quisiera muertos ya lo estaríamos, hemos estado a su merced. Ello es un regalo, nuestras vidas son valiosas para nuestro captor. Debemos intentar escapar y, para este fin, que mejor que comenzar dándonos una designación. Así gestionaremos mejor el tiempo y la acción. Yo seré uno, si nadie está en contra -concluyo mirando la primera hoja, buscando alguna dedicatoria.

Me despierto en una sala con colchones donde otras personas duermen, mientras que otros parecen vacíos. Me sorprende la sensación de profundo sueño de la que acabo de salir.

Este sitio se ve bien iluminado por luz natural, es decir ¿estamos en pleno día y yo durmiendo como una marmota? Alto alto alto... ¿Que cojones hago aquí? ¿Quien es esta gente? Esto no es típico de mí. Un momento, típico de... ¿mí? ¿Pero quién soy? Por el amor de dios, no recuerdo ni mi nombre...

Todavía confuso y atolondrado, procurando controlar un acceso de pánico por el desconocimiento total incluso de mi propia identidad, unos ruidos procedentes de una sala contigua me sacan de mis reflexiones. Es entonces cuando me fijo en mi atuendo: Un buen traje, parece hecho a mano por un sastre de buena calidad. ¿Así que reconoces un traje hecho a medida pero no tu puñetero nombre? Muy bien campeón, eso es memoria selectiva y lo demás tonterías...

Me incorporo y decido entrar en la habitación de la que proceden los ruidos. Veo a dos personas hablando junto a un mueble-bar, otra recogiendo un libro del suelo (tal vez el ruido de su caída haya sido lo que me ayudó a despertar) y una cuarta persona con semblante más bien enfadado. Creo que ha sido su voz, un poco elevada por el mal humor que parece mostrar, la que llamó mi atención desde la sala dormitorio.

Aunque en diferentes estilos, todos parecen llevar atuendos parecidos a los que yo mismo llevo puestas en estos momentos, así que no estoy muy confiado en que la pregunta que voy a formular tenga alguna respuesta:

-Buenos días... supongo. Disculpen mi aturdimiento, pero ahora mismo tengo graves problemas para recordar... cualquier cosa. Ni siquiera podría presentarme, porque no les sabría decir mi nombre. Por favor, ¿alguien de ustedes sabe que estamos haciendo aquí? 

Intercambio una mirada de ayuda entre los presentes en la sala. Decido acercarme a los que están en el mueble-bar. Cojo un vaso y miro a ambos.

-Mientras tanto, ¿me podrían acercar esa botella de ginebra? Tal vez un poco de alcohol ayude a refrescarme la memoria.

El agente observa como lanza el libro y rebota, no pudo evitar una leve sonrisa, estaba claro que no sería todo tan sencillo, por el momento ya tenían al agente mas impulsivo de todos, solo quedaba que el resto terminara de ver cómo eran, cuando este demanda que se presenten sonríe levemente mientras en un tono tranquilo dice:

- Eso es algo que me encantaría hacer... puedes llamarme no sé, 6 por ejemplo?

Al comentario del otro agente asiente y dice:

- Claro, estamos aquí porque alguien nos ha traído y no nos acordamos de cómo hemos llegado y supongo que en poco tiempo sabremos el motivo por el que estamos aquí, ten paciencia mi elegante compañero

Mira al autodenominado 1 y se queda unos instantes pensando y dice:

- No, creo que te pega mas ser numero 2, si, va mas contigo

Camina por la sala tranquilamente mientras habla:

- Porque tanta prisa? no tendrás algo de sangre americana no? tranquilo, somos ingleses al servicio de su majestad, comportémonos como tales, además si estamos así vestidos sin duda será para una ocasión mucho mejor que una simple pelea en un hermoso lugar no os parece al resto?

Acabo de leer en alguna nota que has comentado de uno de mis compis, y es que a mí también me está confundiendo un poco que algunos de los presentes hablan como si recordaran ya que son agentes especiales y otros no. Es que como tu al principio dijiste que no recordábamos nada de nada... Yo he actuado como si no me acordara ni de mi nombre, literalmente.

La luz vuelve a iluminar mis ojos y enseguida noto un intenso dolor en la cabeza más parecido a una resaca que a un golpe. Enseguida me doy cuenta de que algo no va bien no soy capaz de recordar que hago en aquel colchón pero lo que me preocupa todavía más es que no soy capaz de saber quien soy. Tan sólo vagos recuerdos confusos me dicen que un día fui un niño correteando. Me incorporó con una mezcla de ansiedad y temor por no saber lo que sucede, buscó un espejo en la estancia al que me asomó con la esperanza de encontrarme a mi mismo, pero el espejo se convierte en ventana donde contempló a un desconocido, la ansiedad crece pero de alguna manera no parece afectarme demasiado, como si fuera una sensación que acostumbrara a sentir. Rebuscó entre mis elefantes ropas intentando buscar una identificación o algún objeto que me devuelva mi propio ser. Puedo escuchar unas voces en la habitación contigua, por lo que puedo escuchar no soy el único en esta situación lo que parece aliviarme un poco. Al cruzar la puerta puedo ver a varios hombres vestidos de igual forma y aunque me gustaría podía intuir que nadie sería capaz de presentarse. Supongo que dejaremos las presentaciones para más adelante, alguien ha conseguido recordar algo?

Cuando el hombre que había tratado de romper la ventana ojeó el libro del famoso detective, sus ojos se posaron al azar en una de las citas de Holmes. Sin ser consciente de lo que hacía la leyó en voz alta.

- "Es un error capital el teorizar antes de poseer datos. Insensiblemente, uno comienza a deformar los hechos para hacerlos encajar en las teorías en lugar de encajar las teorías en los hechos"

Por lo demás aquel libro no parecía tener nada extraordinario, era un ejemplar que recogía la mayoría de los casos de la obra más famosa de Conan Doyle... por lo tanto bastante volumono y pesado.

Con la incorporación del sexto hombre a la sala, se dieron cuenta de estaban todos... seis hombres en total, algunos con la convicción de que eran agentes y otros sin ni siquera tener aquella certeza, el ambiente en general era de tensión... una tensión fría al verse privados de sus conocimientos más básicos... sus propias identidades.

Entonces algunos de ellos cayeron en la cuenta de que había un elemento que no pegaba con las cortinas... ni por supuesto con los muebles, se trataba de un pequeño dispositivo pegado en el suelo... una cámara de seguridad con un piloto rojo parpadeante... estaban siendo observados...

Yo estoy con mudito y con tristón... gruñó el hombre. Es evidente que no vamos a ir a ningún lado hasta que mamá blancanieves nos venga a hacer una visita, pero lo que es de idiotas es ponerse a romper el mobiliario así por las buenas.

Miró el libro que sostenía el hombre alterado en la mano. ¿Así que Sherlock Holmes?... Hace un minuto hubiera jurado que no sabías ni leer.

El hombre se incorporó intentando estirarse aunque la ropa le ajustaba mucho.

Joder. ¿Qué le han cogido las medidas a un puto Hobbit para hacer este traje? Me siento como un jodido elefante. El hombre intentó acomodarse un poco la ropa mientras escuchaba a los otros intentar autonumerarse.

¿Uno?, pues por mis Dos que están aquí! Dice agarrandose los genitales, acaba usted de ser degradado a 3! Era cojonudo, acababan de despertar y ya un trepa pretendía autoproclamarse lider del comando de las bellas durmientes....

A mi me podéis llamar "gruñón", pero si preferís no llamarme nada entonces mejor para vosotros y para mi, yo no sé vosotros pero yo me siento más cómodo sin tener que andar cargando con nadie. Y lo digo sobre todo por esos dos que parecen esponjas... !manda cojones!, ¿os acabáis de levantar resacosos y lo primero que hacéis es darle al bebercio...? Ya, ya....

Y tú, por cierto...dijo dirigiéndose al autodenominado 6, Tengo un wibbly wobbly timey wimey considerable en la cabeza, tampoco tengo claro al servicio de quien estoy,.... pero desde luego si una sola cosa tengo clara y eso te lo puedo asegurar es que yo Inglés no soy!

Y por cierto... saludar a la cámara, porque nos están observando... dijo señalando al bulbo de cristal que colgaba en una de las esquinas del techo de la habitación.

Parece que el traje no contiene nada en los bolsillos pero sin duda son trajes de sastrería, buscó la etiqueta a fin de ver el sastre en cuestión y poder hacerme una idea de donde estamos. Para completar esta información miró por la ventana fijándome en la arquitectura de la casa, algo que pueda resultante familiar o al menos darme una idea de en que ciudad estamos. Compruebo los pestillos de la ventana los cuales están cerrados como era previsible, no tengo intención de escapar de aquel lugar pues no tengo duda que alguien capaz de capturarlos a todos tendrá bien previsto cualquier vano intento... Además si quisieran hacernos daño ya lo habrían hecho y no nos habría n vestido así. Esta claro que estoy aquí por quien soy, aunque ni yo mismo lo sepa ahora mismo. Intento fijarme en mi mismo para obtener información, veo que no tengo anillo de casado y puedo notarme muy bien físicamente esta claro que es algo importante en lo que hago, mi propia mente esta analizando toda esta información de manera analítica y conceptual lo que me hace pensar en que he sido bien adiestrado o enseñado. Miró mis manos sutiles, estoy bien afeitado y desde luego no es la primera vez que llevó un traje, mi edad es de unos 40 años y un buen cuerpo lo que me lleva a pensar que mi profesión no me permite mantener relaciones estables. Desde luego estoy en forma por lo que empiezo a sacar conclusiones quizá algún tipo de guardaespaldas o investigador? No lo tengo claro pero empiezo a estar seguro de que mi profesión es lo que me ha llevado a mi y al resto de la sala. Alguien sabe a que os dedicáis? Quizá guardaespaldas, investigador privado, espionaje os cuadraría a alguno? Podéis llamarme 4 al menos de momento

El hombre observa al tipo que hablaba de forma tan agresiva, le observa unos segundos pero decide no decirle nada parecía que quería tener enfrentamientos con todos, muy bien, eso era algo que le dejaría a él, no le gustaban demasiado es clase de personas, pero siempre tenía que haber alguien así en el grupo, por fortuna se dio a conocer pronto, cuando se dirige a él le sonríe levemente y tranquilamente responde:

- Ummm pues señor gruñón parece que usted recuerda algo más que el resto o puede incluso que sea algo que le han hecho creer y realmente sea el único ingles aquí

Sin una palabra más alta que la otra observa la cámara que indicaba gruñón y dice:

- Parece que sí que nos observan, por lo que cuando consideren oportuno contactar con nosotros lo harán, si nos han metido aquí tan fácilmente a siete hombres como nosotros sin duda no son unos aficionados, por lo que yo al menos prefiero esperar

Busca algún asiento y se sienta observando el lugar a la espera de lo que pudiera suceder, la cita que había leído uno de los hombres del libro era una buena cita y sin duda tenia razón, todos daban por hecho que les habían secuestrado y que sería peligroso, pero y si era todo lo contrario?, de la misma forma todos daban por hecho que habían perdido la memoria, pero, tal vez no la tenían desde un principio, con una leve sonrisa por poder desenredar el misterio observa el lugar tranquilamente sentado

Reí sin dudarlo ante el comportamiento de mis ¿compañeros?

- Realmente sois dignos de estudio. Si su majestad nos está observando seguramente se lo esté pasando bomba ¿no creéis? - finalmente me levanté y me acerqué al resto.

- A mi podéis llamarme "Pí", así nadie creerá que quiero el liderazgo por autoproclamarme número uno, aunque dudé entre usar éste o el "0", que en el fondo tiene su encanto - en el fondo le parecía interesante todo lo que estaba sucediendo, se lo tomó como un gran juego donde había sido invitado, a fin de cuentas la vida siempre ofrecía oportunidades para descubrir situaciones nuevas.

- En cuanto a la profesión, 100% que payaso no soy, aunque no sé si alguno de los aquí presentes sí lo será - bromeé para luego zanjar el asunto. - Es solo una broma, no intentéis tirarme el libro de Sherlock a la cabeza que os veo venir - finalmente comencé a mirar a la cámara.

- Esperaremos con paciencia la resolución de este encuentro tan singular, amigo desconocido - en el fondo no sabía si tras la cámara había un hombre o una mujer.