Partida Rol por web

Me agacho rápidamente caundo todo comienza, mirando los mensajes al móvil.

Menudo modo de liarla... engañar a dos organizaciones... la inmortalidad. Loca, lo que está es loca.

Mascullo. Me fijo mejor y, aunque a uno me gustaría agradecerle y al otro maldecir su oportunismo... decido darle prioridad a lo que debe ser prioritario. Miro a Sacaramanga.

Sácala por la puerta 3. Es segura. Id al apartamento. Nos veremos allí.

Mi mente trabaja rápido... pero no sé si lo suficiente. Me hecho a un lado para facilitarles los primeros pasos, pero con la mirada busco a los bond. En particular, a MI bond. O a la señorita Lange en su defecto.

Y al contrario de lo que sería sensato... voy a ir a tratar de ayudarle.

El discurso de la mujer hizo que Pierce esbozase una leve sonrisa, realmente no podía creerse lo que estaba pasando delante de sus ojos, pero no pensaba mostrarlo a los allí presentes, así que la mujer había usado tanto al MI6 como a Spectra, aquello sin duda era algo que había que reconocerle, cuando la gente se separó un poco con una sonrisa y aun con su copa en la mano dice:

• Vaya quería, he de reconocerle el mérito…ha sido realmente inteligente

Pero lo que vino después ya no le gusto demasiado, algunos matones se acercaban dispuestos sin duda a reducirles, un chino con complejo de Bruce Lee y el extraño compañero de Daniel haciendo caer focos. Con su eterna sonrisa Pierce aun con la copa en la mano camina directamente hacia uno de los matones mientras dice:

• No debería de mostrarse tan agresivo, va a conseguir que el ambiente de la fiesta se estropee, debería tomar algo

Mientras decía esto lanza el contenido de su copa y su copa misma contra el hombre para distraerlo lo suficiente como para aprovechar la situación y hacerle una llave para arrebatarle el arma y zafarse de él.

Daniel seguía ensimismado en su partida imaginaria, cuando la Doctora Lange decidió enseñar sus cartas en una especie de órdago.

Vaya!, pensó Daniel. No es que la revelación le cogiera desprevenido, pues era evidente que algo ya se olía hacía un tiempo, por eso tampoco había acudido desarmado a la fiesta.

Al verse destapada su coartada, Daniel miro alrededor esperando el ataque de algún sicario, este apareció por el frente en la persona de un oriental alterado que resultaba bastante cómico a la vista. Daniel sopesó la situación y entendió que aquel personaje podía ser tan cómico como letal, así que decidió tomar en serio aquella amenaza. Desde luego lo más sencillo era sacar la Walter y pegarle tres tiros, pero en aquél local abarrotado no sería una opción demasiado aconsejable empezar un tiroteo y más teniendo en cuenta que estaban en EEUU, ya sabía como se las gastaba la policia de New York.

La reacción del doctor le sorprendió y el estruendo que causó la lampara al caer sirvió de distracción para obtener una ventaja en la pelea. También llamó la atención de Daniel el pequeño mando que utilizó aquel hombre para detonar la carga explosiva sujeta al anclaje de la lámpara. Desde luego el Doctor se había adelantado colocando trampas en la sala, eso significaba que ya sabía o tenía sospechas de la verdadera identidad de la doctora Lange. Aquel hombre era todo un misterio, pero en aquel momento era un posible aliado.

Daniel observó como Pierce aprovechaba el tumulto y se encaraba con el chino. 

- Bien, un problema menos!. Pensó Daniel.

De inmediato se giró hacia el doctor y le ordeno incosncientemente.

- Doctor! Saque a Vesper de aquí, coja mi coche, les localizaré luego en el Hotel!! Dijo, al tiempo que le lanzaba la ficha del aparcacoches, sin prestar atención a que había usado un nombre poco adecuado para referirse a la señorita Green.

Una vez, encauzada la solución al segundo problema, observó al tercero, a la Doctora Lange observandoles desde el estrado con una mirada de suficiencia. Daniel decidió que la mejor solución era afrontar diréctamente el problema, así que recordó lo simpático que podría ser una silla con el asiento recortado, unas cuerdas y un grueso cabo de amarre, sencillo, simple, doloroso y tal vez en el caso de la Doctora eficaz.

Daniel se sacó la chaqueta y se dirigió hacia el estrado dispuesto a reducir a la doctora Lange, el chino que se interpuso recibió la chaqueta abierta en la cara...

Sujétamela! Dijo daniel. Según cogía el chino la chaqueta, Daniel le propino una contundente patada en los "cataplines" que habría tumbado a un Yak.

Aunque me dirijo a Scaramanga, al ver que éste no se escuentra, bufo por su ímpetu... y falta de control.

Qué falta de decoro.

Recrimino. Miro a mi compañera y le tiendo la mano con una sonrisa.

Sígame, conmigo estará a salvo.

Y entonces desenfundo mi arma -por que un buen caballero siempre tiene alguna por si se tercia la situación- y camino con cuidado hacia la salida, mientras escucho cómo los bonds se ponen en plan héroes... y no puedo evitar que me traiga recuerdos y, casi, las ganas de unirme a su cruzada. Pero no... no sería caballeroso por mi parte. Por otro lado, debo reconocer que, como dice Pierce, aquella mujer tenía mérito... jugar con el fuego y con las brasas.

Silva, pese a todo pronóstico había decidido pirarse de allí para rescatar a la bella mujer que llevaba a su lado.

Pierce con su imperturbable sonrisa en el rostro llevó a cabo una maniobra del despiste antigua, pero eficaz... estampando todo el contenido de su copa sobre el careto de uno de los matones generando así un eficaz alboroto que les brindaría unos segundos preciosos.

Sin embargo al quinto Bond le crecieron los enanos... o más bien los matones, puesto de tras reducir al primero le salieron tres más que comenzaron a rodearlo con cara de muy malos amigos.

Mientras tanto el chino... que se deshizo de la chaqueta de Daniel de un manotazo fijó su atención en el Bond rubio, que hasta había tenido la desfachatez de lanzarle una patada a sus honorables bolines asiáticos... que de no ser por la dedicación a su fibroso cuerpo y todas esas horas de entrenamiento se habrían quedado más planos que una tabla... Que falta de honorabilidad... pensó muy endado... Así pues ni corto ni perezoso le lanzó una patada karateka con muy mala intención y peor saña...

- ¡¡¡KYYYAAAAAAA!!!- exclamó el chino interrumpiendo el plan que había elaborado Daniel a quien no le quedaba otra que esquivar y derrotar al chino primero antes de tratar de secuestrar a Lange... quien viéndoles venir, había emprendido como quien no quiere la cosa una pequeña plan de huida del estrado rodeada de cinco armarios empotrados con patas.

El psicópata fue guiando a Roger entre el gentío hacia una de las salidas... sin embargo cuando parecía que iban a poder salir Scaramanga se dio cuenta de algo.

- Está cerrada...- declaró enarcando una ceja y mirando a Roger de soslayo- pero eso es algo sin importancia- añadió sacando del bolsillo una ganzua- cúbreme- le dijo mientras se ponía a maniobrar con la puerta.

En ese momento apareció un matón que le había echado el ojo a Roger y que sin dudar se fue hacia él con la mano abierta.

Silva que había decidido ser caballeroso y poner a salvo a la dama... vió por el rabillo del ojo como Daniel se enzarzaba en una pelea contra el chino... como a Pierce le salían tres amantes... y como a él... que no podía ser de otra forma se le ponían por delante dos armarios empotrados con gafas oscuras y cara de no querer dejar pasar a nadie y menos a él

Aquello sin duda no era su estilo... pero algo tendría que hacer si quería salir de aquel entuerto sin despeinarse y con la dama en apuros ilesa...

De momento la cosa marchaba bien, Scaramanga no me había intentado apuñalar por la espalda.

Fue mala suerte que las puertas estuviesen cerradas, eso cambiaba por completo nuestra ruta de escape pero... ¿cómo?¿una ganzúa?

- Eres una caja de sorpresas, no te veía como una persona que se dedicaba a hacer trucos de ratero - bromeé para picarle sin darme cuenta que un gorila venía a pararnos los pies.

- Oh vaya, parece que hay compañía ¿intenta date prisa mientras le doy la bienvenida vale? - dicho aquello me remangué y busqué la manera de parar el ataque. Tenía que hacer tiempo y sobre todo, no debía quedar como un blandengue delante de mi ex-rival.

El chino sorprendentemente había esquivado la patada a los huevos y había contratacado con una patada karateka. Daniel no tuvo excesiva dificultad para esquivar el ataque y se revolvió para propinarle un fuerte sopapo en toda la "face".

Cuando dos matones se plantan frente a mí, niego con la cabeza.

Señores... ¿no podemos arreglarlo por las buenas? Verán, sólo se trata de acompañar a la dama fuera... además, estoy seguro de que sus madres agradecerían que volviesen a casa con todos los dientes en su sitio ¿cierto?

Y pese a que he intentado ser... diplomático, no he podido evitar amenazar al final.

Se le habían acercado tres tipos, más o menos los estaba manteniendo, aunque le costaba, el primero de los atacantes tuvo bastante suerte, sin duda porque le pillo por sorpresa y le dio un buen golpe, tal vez por pura casualidad o suerte debido al golpe se movió a un lado lo que le permitió esquivar los otros dos ataques, mientras se recuperaba dice:

• Vaya, no se si agradecerte el que me hayas terminado de despertar para esquivar a tus compañeros o darte aún más fuerte por haberme pegado.

Cuando los matones se acercaron a Pierce con toda la mala intención del mundo este los esperaba dispuesto a partirle los morros... eran muchos los años que había dedicado al servicio de su majestad y muchas las peleas en las que se había visto envuelto, además tenía ganas de estrenar su recién estrenada nueva juventud... una cosa era ser el Bond más guapo y expulsar glamour por cada poro de su piel... y otra no saber disfrutar de la adrenalina de una buena pelea... y vaya si comenzó a disfrutarla...

 Cuando el segundo matón que apareció como oponente para Pierce trató de reducirlo con un puñetazo en el estómago, Pierce giró sobre sus talones cogiendo impulso para propinarle un rodillazo bien dado en sus cataplines, haciendo que el pobre desgraciado quedase fuera de combate durante unos minutos. Entonces el siguiente matón no dudó en atacar al quinto Bond que no tuvo más que volver a esquivarlo y darle un revés torciéndole el brazo y aplicándole una llave de judo que lo tumbado en el suelo.

Sin embargo Pierce no esperaba que el tercer matón en discordia... una china karateka le propinase una patada en plena boca del estómago que terminó por hacerlo caer de bruces dejando al quinto Bond fuera de combate resoplando en el suelo.

Mientras Daniel más quemado que el palo de churrero con el chino karateka, esquivó como un felino la ágil patada del aspirante a Bruce Lee villano, para con toda su mala leche acumulada darle con la mano abierta en todos los morros... con semejante fuerza... que un poco más y le arranca la cabeza al desdichado oriental.

El chino pues quedó fuera de combate, temblando en el suelo y al borde de la inconsciencia mientras Daniel lo miraba despectivo, resoplando como un toro.

- A ver si tienes huevos y te levantas...- le dijo con su chulería innata

Por otro lado, Silva... que tras us intentona de salir de rositas con la chica decidió darse la vuelta y acercarse nuevamente a los dos Bond combatientes... trató de recapacitar inutilmente con sus dos matones... estaba claro que Lange les había pagado bien y ellos querían su ración de sangre... mala suerte para Silva... quien tuvo que soltar a la chica y esquivar los puños de los armarios empotrados... con éxito para su sorpresa y regocijo.

- Ops... sorpresa- dijo en plan gallito orgulloso de su hazaña tras efectuar satisfactoriamente un giro hacia un lado.

Envalentonado, el ex agente procedió a golpear a uno de ellos en el rostro con la fuerza suficiente para tumbarlo y dejarlo fuera de combate... sin embargo al tratar de hacer lo propio con el segundo el gorila esquivó el puño para acertar por su lado en el rostro de Silva, a quien el impacto le costó un diente... que decidió salir volando para conocer mundo.

Roger miró de mediolado a su oponete... cuando esquivó el primer derechazo que le propinó ¿sería algún nieto de Cocoliso? el parecido era más que razonable... pero dado que aquel musculitos estaba dando muestras de hostilidad... a él no le quedaba más remedio que responder. Le dedicó cierta mirada de suficiencia, ya se había enfrentado a varios enemigos recientemente antes que a él... entre ellos el Barón Samedí y su insufrible cancioncilla ritual... no veía por que no iba a poder con ese matón.

Sin embargo aquel cocoliso musculado se movió con mucha rapidez... tanta que el puñetazo con dedicatoria que le propinó el tercer Bond se lo llevó de recuerdo el viento, con tan mala fortuna que el derechazo de aquel Cocoliso si que se encontró de lleno con la boca del estómago de Roger, que se quedó sin respiración, le temblaron las piernas y se quedó de rodillas en el suelo.

- Joputa- pensó sin llegar a articular palabra... porque ya bastante tenía con respirar y porque no hubiera quedado bien tamaña falta de buen gusto en su exquisito vocabulario.

Abrí los ojos de par en par en cuanto recibí aquel puñetazo en la boca del estómago ¿es que ya no respetaban a sus mayores?

Me quedé sin aire, sin dignidad y por supuesto sin esperanzas a corto plazo de darle la vuelta a la situación. Si hubiese tenido alguno de mis maravillosos gadgets quizás habría remontado la jugada pero... ahora tocaba jugar a la defensiva... y la única manera de hacerlo era arriesgarlo todo.

Caí al suelo de rodillas pero poco después hice como que caía redondo al suelo, mi intención era hacer creer a mis contrincantes que habían acabado conmigo, que ya no era una amenaza, que estaba inconsciente. Quizás con un poco de suerte bajaban la guardia o me llevaban a su guardia... tan solo tendría que recuperar un poco el aliento o buscar un punto débil para contraatacar... o escaparme claro.

Aunque... ¿y si me intentaban disparar para así rematar la faena? quizás era un riesgo que debía correr...

Está bien...

Digo, incorporándome tras notar que un diente ha decidido ir a ver mundo. Con cierto enojo en la cara.

Quería solucionarlo como un caballero, sin embargo, me parece que tendré que enseñarle los modales que su madre nunca le enseñó.

Y entonces dirijo mi puño directo a la boca de su estómago pretendiendo noquearlo de un golpe.

Desde el suelo Pierce observa a la china que le había dado aquel golpe, observa a su alrededor si hay algo que pueda coger mientras dice:

• Vaya, parece que las cosas cambian por china y ya las chicas son más duras ¿no?

Daniel había dejado fuera de combate al chino de un certero "soplamocos", tan bonico que habría hecho enorgullecerse al mismísimo "Bud Spencer" (que en su gloria tenga el señor). Miró de nuevo al estrado y vió como la doctora Lange había puesto pies en "polvorones" aprovechándose de las distracciones que habían puesto en práctica sus matones orientales. Sin embargo había aún posibilidades de alcanzarla, solo haría falta un poco de ejercicio físico y unas pequeñas nociones de "parkour", nada que el gran Daniel no pudiera afrontar.

Sin embargo cuando iba a salir tras la doctora, observó como Pierce era noqueado por una china con cara de que le hubieran metido un palo por el culo, y hablando de palos y culos... Daniel no había prestado atención al otro extremo de la sala donde otro personaje libraba su particular pelea, pero en este momento pudo verlo.... y no, no le hizo ni puta gracia!

La situación se había complicado considerablemente, había tres posibles acciones a tomar:

a) Ignorar cualquier distracción y centrarse en la misión que era perseguir y atrapar a la doctora Lange.

b) Ayudar al compañero caído y posponer todo lo demás.

c) Dejarse llevar por los sentimientos e ir a saludar a un viejo amigo, al que hacía un tiempo que no veías.

El deber mandaba, pero Daniel no había destacado precísamente por ceñirse literalmente a cumplir órdenes, así que decidió centrar su atención en aquel extraño personaje, y se dirigió hacia donde Silva seguía peleando, aún así no desaprovechó la ocasión para echarle una mano a su compañero Pierce, y con una mano agarró por un asa una gran fuente de cristal llena de ponche, que con un rápido movimiento usó de "cachiporra" contra la cabeza de la china con una acción absolutamente FEA. (Fast, Easy and Accurate)

Roger tampoco es que hubiera tenido muchas opciones, tenía todo un tablado flamenco bailando en su estómago por soleares y la cabeza embotada. Los malotes no tardaron en reunirse en torno a él y levantarlo como si fuera un saco de patatas, uno de ellos... su "querido cocoliso" lo agarró por el cuello mientras que un bigotes lo aferró por la pechera mientras trataba de meterle algo en la boca que olía raro... un narcótico... y el otro... pues parecía un extra que había decidido unirse a la fiesta ¡para quitarle sus zapatos! por que ni siquiera era bueno estorbando

El tercer Bond trató de revolverse, debía evitar caer en la inconsciencia o tenía toda la pinta que lo iban a secuestrar... con lo poco que le gustaban a él los secuestros... siempre que lo secuestraban lo despertaba una chica guapa para después meterlo en un sitio chungo... lo de la chica guapa tenía un pase... pero los sitios chungos, eran chungos porque podían salirle de todo... desde psicópatas asesinos, a cocodrilos... serpientes... enanos con mala sangre... a saber... sólo tenía una cosa clara ¡TENIA QUE ESCAPAR!

La china se llevó la hostia más grande que había visto en su vida... cayendo de bruces al suelo contando ruiseñores que volaban a su alrededor... con los restos de la fuente a modo de aureola.

- ¡Hola!- saludó efusivo Pierce al ser consciente de la maniobra de Daniel- no sabes como me alegro de verte- le dijo de un humor excelente disimulando los retortijones que le recorrían todo el cuerpo por efecto de los golpes que le había dado la china sin dientes del suelo.

- Será mejor que cojamos un par de ellas- comentó poniéndose de pie rápidamente del suelo y señalando un par de armas que se le había caído a alguien... un par de matones seguramente.

Pierce, veloz como un felino se parapetó tras una mesa tras haberle arrojado una pistola a su compañero y coger él mismo otro arma. Mientras Daniel... que decidió guarescerse de los posibles tiros... que era cuestión de tiempo que empezasen a hacerse de notar... tras unas columnas. Sin querer... o más bien queriendo... su inquisitiva mirada azul se posó en Silva.

Este, parecía tener más éxito como villano pensante que como villano matón... vamos que no se comía una rosca repartiendo leña, porque el intento de asestarle un mamporro al adversario que tenía delante sólo sirvió para que Silva reciviera un derechazo en toda regla.

- Q...qu... que improcedente...- dijo en un hilo de voz medio nockeado y a punto de caer al suelo...

Entonces el caos que no había dejado de ser caos... se atenuó... otra tanda de matones unos cuatro, pareció querer unirse a la fiesta... sólo que estos portaban armas... y claro las balas comenzaron a danzar. Con Silva cayendo hacia atrás, Roger desaparecido, la rubia fuera de la habitación y un par de Bond con armas decidiendo por donde ir.

Desde el principio sabía que el plan no iba a funcionar... pero siempre me gustó arriesgarme ya que así la victoria sabía más dulce... pero aquello no llegó, no a corto plazo puesto que noté como empezaban a moverme y eso era peligroso muy peligroso.

¿Seguía haciéndome el inconsciente o me defendía?¿Y si me tiraban al mar con los pies atados a una roca? El mero hecho de pensarlo erizó mis vellos.

No podía abrir los ojos para no delatar mi farsa, pero allí no había una sola persona, ¡había por lo menos tres! Escuchaba sus pasos, sus comentarios, sus risas triunfales... ¡eso me hacía hervir la sangre! 

Estaban intentado drogarme, notaba ese fuerte olor químico... casi me asfixiaba notando ese fuerte brazo en mi cuello... ¡tenía que liberarme o perdería el contacto con mis camaradas!

Así que abrí los ojos de manera repentina.

- ¡Bof afefembifeif be ebzto! - grité en una vacía amenaza mientras hacía todo lo posible para usar la presa que me habían hecho a mi beneficio. Tenía que deshacerme de ellos uno a uno... ¡o usar la tecnología!