Escupo a un lado con una mueca. La chicana ha vuelto a sacar a pasear su increíble capacidad para tocarme las pelotas.
- Doc, revisa al alien y búscale algún otro agujero antinatural aparte del que tan graciosamente ha hecho Vásquez, hazme el favor -me giro hacia Wolf y le señalo al novato- Cúbrele, anda. Y tú, Vásquez, quédate unos metros más atrás, cierra el pico y apunta hacia la puerta. Todavía estoy preguntándome para qué vas a servir cuando el contador de tu consolador llegue a cero.
Me fijo en que la piloto ya está haciendo de sí misma y revisando los paneles y la maquinaria. A mi me suena a chino pero todas las naves sirven para lo mismo ¿no?
Paseo la mirada por la habitación y miro la puerta destrozada ¿Está forzada hacia adentro o hacia afuera?
Motivo: Observación
Tirada: 1d20
Dificultad: 9-
Resultado: 20 (Fracaso)
Estamos que lo tiramos, topito total.
Ozzy se acerca al cadáver y lo va mirando con detenimiento, abriendo el traje para ver el cuerpo - Al menos parece que murió hace muchos años. Vamos a ver...
Motivo: p. auxilios
Tirada: 1d20
Dificultad: 14-
Resultado: 3 (Exito)
Tanto la inspección del cadáver por parte de Castro como la de la maquinaria por Cloe resultan infructuosas. El raiano puede llevar muerto desde el dia D, hace más de sesenta añor y su cuerpo no e smás que un pellejo seco que se desmorona ante el mínimo contacto. Del mismo modo, los aparejos distribuidos por la sala son completamente desconocidos y no podríais ni imaginar su utilidad. Lo único que os llama la atención son unos aparejos parecidos a arañas que reposan sobre un tablero; son unas cápsulas del tamaño de un puño de las que surgen seis filamentos similares a las patas de una araña.
La puerta que examina Ripley conduce a una sala contigua y, parece haber sido destrozada desde dentro: en sus restos se aprecian marcas de garras y golpes varios. Lo que fuera que estaba encerrado ahí dentro, escapó hacia el exterior.
Pero de pronto, un sonido deslizante os llama la atención y vuestras miradas se dirigen a la puerta por la que habéis entrado, la cual acaba de cerrarse y en el otro lado del cristal podéis ver el rostro de un niño que os sonríe.
Sin saber muy bien por qué, la sonrisa del niño me da escalofríos. ¿Qué hace ese niño ahí? ¿Por qué sonríe?
-Eh, ¿ese...? ¿Ese es el niño que visteis en la jungla? -pregunto al médico con la mirada clavada en el chaval. Antes de que responda, me dirijo al niño-: Oye tú, ¿quién eres? ¿Por qué has cerrado la puerta? -pregunto mientras guiño el ojo involuntariamente.
¡Me han pillado como a un puto novato! ¡Tenía que haber dejado a Wolf, a Vásquez o a la piloto ahí afuera!
- No sé quién cojones es -mascullo- Pero me juego las pelotas a que no es un crío
Con bastante mala leche levanto la voz y mi arma.
- ¿Quién eres y qué quieres? -enarco una ceja y le espeto- ¿Eres un alien o algo así?
Miro a mi alrededor, nervioso, buscando una salida.
Suelto una sonora colleja a Ripley:
¡Plas!
-¿No ves que es un crio?
Luego me acerco al cristal y le digo:
-Hola guapo, ¿dónde está tu papá? si nos dejas salir lo buscaremos juntos e iremos en las motos, ¿qué te parece?
¿Salió mi instinto materno? :D
Nada de lo que veo me resulta familiar, queda confirmado que se trata de una nave totalmente diferente a las nuestras. Algo me llama la atencion. Las capsulas que hay encima del tablero desencadenan de nuevo mis fantasias que siguen siendo desquiciantes.
...Estaba equivocada, es esto. Estas capsulas se adhieren al cuerpo humano, sus filamentos penetran en el cerebro y lo que sea que haya dentro de ellas domina al individuo que las lleva. A saber cuantos de los que hemos visto estan dominados por ellas
Instintivamente doy un paso atras y me alejo de ellas sin tocarlas. La voz de los demas me sobresalta y miro hacia la puerta.
-El tambien, por eso no vuelve! Que alguien vuele esa puerta con una granada, quiero salir de aqui!- empieza a ser dificil controlar mis nervios. La sonrisa del niño me hiela la sangre. Bebo un poco de liquido, me queda poco ya y necesitare rellenarla pronto.
Ozzy levanta la vista del cadáver al darse cuenta del revuelo en torno al niño, pero prefiere no unirse al alboroto para no atosigarle más. Aún así, mantiene su mano cerca de su pistola, por si acaso. Después de todo lo que han visto...
El niño se mantiene estático con su inexpresiva sonrisa al otro lado de la puerta. No parece reaccionar ante vuestras palabras y cuando cree conveniente, se da la vuelta y se marcha por el pasillo por el que habíais entrado, dejandoos encerrados en el interior. Al marcharse, podéis ver cómo una de esas criaturas arácnidas está pegada en su nuca, brillando con un tenue resplandor rojizo.
No tenéis ni idea de como habrá cerrado la puerta el niño, ya que desde el otro lado no visteis ningún panel o similar, pero en estos momentos solo tenéis dos opciones: Volar la puerta como bien había propuesto Cloe, o seguir avanzando hacia la sala contigua en la que un rápido vistazo revela una extraña máquina de la que penden unas cápsulas de cristal.
Al ver como se va le crio les digo:
-¿veis?, lo habéis asustado y ahora nos hemos quedado aquí encerrados.
Saco el machete y comienzo a clavar en el a las arañas que hay sobre la mesa. -Chas, chas, chas...-
-Deben ser parásitos, como garrapatas gigantes, el niño tenía una y seguro que le molesta. ¿vamos a la cámara contigua y si no podemos salir volamos la puerta y nos refugiamos en ella?
Apunto a la chicana con mi arma. Ya no me tiene hasta los cojones, ha llegado mucho más allá.
- Suelta eso, imbécil -gruño con cara de pocos amigos- Ponernos una de esas cosas podría ser la única forma de salir de aquí ¿alguien más quiere que le pegue un tiro entre ceja y ceja a esta tarada? ¿O sería mejor que cogieras uno de esos bichos y te lo probaras, a ver cómo te queda?
Esto... lo dicho, y quien avisa no es traidor, como sigas de ese palo, Vásquez, mi pj te cose a tiros y santas pascuas. Vale que tenga una personalidad peculiar, pero esto ya (y que conste que lo de la colleja es como si no hubiera pasado)... ¿no te has parado a pensar que a lo mejor la única forma de entender lo que hay alrededor es que alguien se ponga uno de esos bichos bajo el control de los demás? De hecho ya estoy pensando en una voluntaria. XD!
Y dire, si su respuesta es intentar dispararme a mi, que conste que ella lo que tiene en la mano es un machete y no su cacharro, así que eso debería darme ventaja. Y encantado de aprovecharla.
- ¡Eh! Tranquilos los dos - dice Ozzy levantando las manos y mirando a Ripley y Vásquez - Si esas arañas eran la forma de salir, no creo que ninguno hubiéramos estado muy dispuestos a usarlas... Parece un mecanismo de control, el niño no actuaba de manera normal, su padre está desaparecido y aún así no ha vuelto hacia el pueblo. Baja el arma, Ripley, nos vas a matar a todos. Y tú -dice señalando a Vásquez - acerca tu manita a tu rifle, y te la arranco yo mismo. Ahora dejad de pelearos y vamos a intentar salir. Veamos, -dice pasando tranquilamente entre Vásquez y Ripley, justo por delante del cañón del arma de éste - ¿Qué coño es esa máquina? ¿Hay algo en esas cápsulas?
Empiezo a sudar. La cabeza me da vueltas, busco una pared y apoyo la espalda en ella. Abatida me deslizo hasta quedar sentada en el suelo apoyada en la pared de la nave. Todo esto me supera. Decidi ser civil, aprendi un oficio que no se me da mal y he acabo en un planeta que no significa nada para mi, rodeada de chupacabras, ancianos extraños, niños con capsulas adheridas a la cabeza y encerrada en una nave de la que sera complicado salir. Por si fuera poco aun no tengo un condensador con el que reparar mi nave. Sonrio ironicamente, y esto no es todo, estan tambien mis propios problemas. Sentada en el suelo y sin ganas de discutir miro a Ripley convencida de que ha perdido la razon.
-En serio piensas que una de esas cosas nos abrira la puerta?- niego con la cabeza- Habeis visto esa maquina, creo que ire a ver que hay en esas capsulas.
Me levanto lentamente poniendo mi mano en las heridas, aun siento molestias cuando me muevo.
Me gustaria saber cual es el tamaño de las capsulas de cristal. Tan grandes como para que dentro quepa un chupacabras por ejemplo?
Escupo a un lado y bajo ligeramente el cañón del arma, aunque sin perder de vista a la tarada.
- Solo es una idea -mascullo todavía cabreado- Si falla todo lo demás. Pensadlo, ese niño parecía... poseído. Si al ponerte una de esas cosas te controlan los aliens, es posible que podamos comunicarnos con ellos, y hasta obligarles a sacarnos de aquí.
Le lanzo una mirada feroz a Vásquez y ensayo una sonrisa lobuna.
- Y se me ocurre el conejillo de Indias perfecto.
Luego dirijo la vista hacia el cadávez del alien.
- Porque esa cosa estará más allá de las posesiones ¿verdad?
La sala contigua a la vuestra es algo inferior en tamaño y en su centro está la extraña máquina de las cápsulas, que penden como los frutos de un árbol artificial. Hay cinco cápsulas en total, en las que podría caber un niño y poco más; cuatro de ellas están abiertas y su interior vacío; la quinta contiene lo que parece ser un tejido negro, brillante, rematado con la cabeza de un chacal, que parece latir con vida propia. Recuerda vagamente a los chupacabras.
-¡No lo toquéis! -Grita una voz angustiada de hombre cuando os acercáis a examinar el contenido de la cápsula.
Al mirar en esa dirección podéis ver a un hombre, con el uniforme arrugado y sucio de la Mileto que se oculta detrás de un panel apagado. Está hecho un ovillo y parece estar fuera de sus cabales. A su lado hay tres uniformes más, tirados en el suelo.
Ozzy se sobresalta al oír al hombre. Mira hacia él y se acerca despacio, sonriendo tranquilo - Eh, hemos venido a buscarte - Se agacha cerca del hombre, pero no junto a él para no asustarle demasiado - Dime, ¿Sabes qué ha pasado?
Por cierto, sabemos cuántos iban en la Mileto? Porque 3 uniformes + el pirao + el muerto de fuera ya son 5
No soy el colmo de la diplomacia, así que me mantengo en segundo plano mientras observo detenidamente los extraños aparatos. Los uniformes, las cápsulas... parece que alguien ha transformado a los de la Expedición Mileto en esos Chupacabras. Aunque siguen sin cuadrarme las fechas. Tal vez durante todos estos años solo ha habido uno... hasta que llegaron los de la Expedición. Eso explicaría por qué Turner estaba convencido de que solo había un bicho. Pero ¿quién los ha convertido en esas cosas y por qué?
Me juego mi caja de puros a que ha sido el niño, poseído por el espíritu o lo que coño sea de un alien, tal vez ése que está ahí tumbado. Ahora bien ¿qué gana con ello? Tal vez sea un intento de reclutar un ejército y "limpiar" la zona de humanos, o un sistema de seguridad independiente de la nave que se ha activado a destiempo.
O a lo mejor a ese niño/alien también se le han ido las cosas de las manos.
De todas maneras, más vale esperar ahora a ver qué nos cuenta el superviviente, aunque por el brillo de sus ojos dudo que podamos sacar mucho en claro.
- Estás entre amigos -intento parecer tranquilizador, sin mucho éxito- Pero para poder sacarte de aquí necesitamos saber qué cojones está pasando.
Desde una distancia prudencial observo las capsulas. Que haya 4 vacias me preocupa, parece claro que los chupacabras han salido de ellas.
Intento sacar conclusiones de forma razonable.
Los de la Mileto llegaron, los metieron alli y se transformaron, no sabemos ni quien los metio, ni porque. Queda uno dentro que puede salir en cualquier momento.
Cuando escucho la voz del hombre lo miro. Lleva el uniforme de la otra expedicion, pero no estoy segura de que sea uno de ellos, puede que sea el padre del niño, yo misma podria ponerme uno de los uniformes que hay tirados en el suelo. Con desconfianza me acerco a el y trato de ver su nuca, si el niño lleva una de esas cosas pegadas es posible que este hombre tambien la lleve. Mientras tanto espero que nos de una explicacion.
Que conste que miro la nuca del hombre por si lleva una capsula pegada.
Abandono la sala y me voy a la de la cristalera.
Alucino con todo lo que está pasando. Mi mente se esfuerza por recomponer un rompecabezas con las piezas del niño, los chupacabras, las máquinas con forma de araña, el alienígena muerto... y espero a que el hombre asustado responda a las preguntas que tal vez lo resuelvan todo. Mientras espero la respuesta, y con los ojos muy abiertos puestos en la puerta de cristal ahora cerrada, mantengo las pistolas dirigidas hacia la primera sala. Deberíamos salir de aquí cuanto antes -pienso, muy agitado-. Deberíamos salir de aquí ya mismo... -una gota de sudorfrío me resbala por la sien.