Partida Rol por web

Dejo mi rifle en el suelo, cargo la munición de aguja en mi pistola, la enchufo a mi conector neural y la devuelvo a la cartuchera. Entonces me pongo de pie y desciendo hasta el campamento lentamente y con las manos en alto, con la intención de acercarme a uno de los hombres armados con rifles.

-Voy para allá -digo con voz algo temblorosa.

Bajas hacia el campamento, manos en alto, y con cuidado. Los dos hombres de los rifles, que eran lo más preocupados en vigilar la zona, son los primeros en verte, y la primera reacción es apuntarte. Hablan entre ellos, pero uno de los de la lanza, el jefe seguramente, les hace un gesto con la mano. Al menos parece que no te van a disparar sin más. Aunque por tu ropa y tu equipo es obvio que no eres un nativo cualquiera, les queda la duda de lo que puedas querer allí.

Cuando llegas al borde del campamento, los dos nativos con los rifles te mantienen fijos en sus puntos de mira. El supuesto líder te indica que pares.

- ¿Quién eres y qué quieres?

Seco y directo.

Rodrigo baja caminando con las manos en alto hasta el borde del campamento. Cuando le ven, los nativos le apuntan con los rifles. Pero uno de ellos les dice que esperen. Aunque no bajan los rifles, le permiten acercarse. Y comienzan a hablar.

El silencio se mantiene en el comunicador.

Me detengo, con las manos quietas y a la vista, aunque sin llegar a levantarlas por encima de la cabeza.

-Soy el Patrullero Watanabe, de la Patrulla Nativa de Poseidón -digo en voz alta y clara, y con toda la firmeza que puedo-. He sido enviado para investigar lo sucedido con estas instalaciones científicas. ¿Quiénes son ustedes y qué están haciendo aquí?

Sin dejar de apuntar, aguzo el oído para evitar que me cojan desprevenido. Puede que haya más indígenas que no hayamos visto. Y sería bochornoso que me cogiesen desprevenido.

Daniel se mantiene en su posición, completamente quieto y en silencio, esperando que sus compañeros diesen señales de vida. Mira por el rabillo de ojo a Irina, esperado posibles órdenes.

El líder te mira de arriba a abajo.

- Márchate. Aquí no se te ha perdido nada.

Parece un poco indeciso. Pero el que te superen en número cinco a uno compensa tu autoridad. Además, es probable que lo consideren su territorio. Y que aquel campamento fuese una intrusión en él.

-Debo insistir -respondo en tono firme pero respetuoso-. Mi equipo y yo tenemos instrucciones de averiguar lo que ha pasado aquí, y no nos marcharemos sin cumplir nuestra misión. Si ustedes han visto u oído algo, les agradeceríamos que lo pusieran en nuestro conocimiento. Entiendan que la destrucción de unas instalaciones de GEO es un asunto grave, y el comisario no vería con buenos ojos que obstruyeran la investigación.

La mención del comisario les hace dudar un momento. Se miran entre ellos, como dudando. Pero luego se envalentona al ver que es sólo una amenaza.

- Márchate. No queremos tener que matarte.

Miran alrededor, buscando a "tu equipo", pero no hay nadie.

- No lo voy a repetir.

Mejor me voy, no me apetece empezar una pelea contra cinco tíos, aun teniendo a Kraken cubriéndome. Ya he tenido suficientes experiencias cercanas a la muerte esta semana.

-Bueno, pues nada, hasta luego -digo, a falta de una respuesta mejor.

Retrocedo sin quitarles ojo hasta quedar fuera de su vista, y entonces uso el comunicador.

Los nativos se quedan expectantes mientras te retiras. Aunque no quieran dejar que te inmiscuyas en sus asuntos, tampoco parecen querer que la GEO se meta de por medio.

-Parece que no quieren cooperar. Se niegan incluso a identificarse, y me han amenazado. De momento me he retirado porque estaba en clara inferioridad. ¿Qué hacemos?

Creo que lo mas conveniente sería dejarles en paz- dijo Daniel por el comunicador- no nos han atacado y sino hacen nada hostil, lo mejor será dejarles atrás. 

Estan en el objetivo. Repito. Cinco nativos en el objetivo. ¿Ordenes?

Retiraos- responde Daniel- es absurdo iniciar un combate. Solo en caso de que vayan a por vosotros, responderéis al fuego.

-Soldado Wilds -digo ignorando deliberadamente al médico-, los nativos no me permiten inspeccionar las instalaciones. Espero sus instrucciones.

Sigo apuntando. Mientras Rodrigo siga en zona "hostil" no me retiraré de la zona. Todavía esperaba ordenes de la Cabo Wilds pese a que el médico había dejado claro que nos retirásemos.

No lo desobedecería a él salvo orden expresa de la Cabo, pero no abandonaría a Watanabe. A fin de cuentas... yo no me encontraba en una zona de la que debiese retirarme.

Negativo Doctor -susurro por el comunicador -hombre en zona hostil. Mantengo posición.

- Rodrigo, vuelve - digo por el comunicador ligeramente molesta. Las órdenes habían estado claras a mi entender, averiguar qué hacían allí, no acercarse a ellos y allí nadie me hacía caso. - No queremos comenzar con bajas, habéis conseguido averiguar qué buscan? - pregunto. 

Hago gestos al doctor para acercarnos y voy preparandome para el combate por el camino, nunca se sabía lo que podía suceder.