Genial, me encantan las misiones en las que tengo que hacer de niñera. dice Illümatar con tono sarcástico. El elfo oscuro observa a sus dos compañeros. Pongámonos en marcha! cuanto antes dejemos a estos dos imbéciles en las catacumbas mejor. Solo tener cerca a estos brutos me pone enfermo.
Darnasil palmeó el cuello de su montura tratando de calmarla ante la inquietud que sentía. Apenas prestó atención a los ladridos del orco.
Escoltas de ogros, suena divertido -pensó el elfo oscuro mientras miraba fijamente a su nueva compañera vampira- Pese a que conocía desde tiempo a estas criaturas siempre había sentido cierta curiosidad por ellas. Las palabras de su otro nuevo compañero rompieron sus pensamientos. Talonó a su caballo obligándolo a dar la espalda a las criaturas que acompañaban a los diabolistas y asintió al otro elfo oscuro.
-A las catacumbas pues, por lo menos ya tenemos voluntario para cambiar los pañales a este par de pequeñines, -anunció Darnasil también en tono sarcástico
Vayamos, pues -digo con voz suave y seductora, encaminándome hacia las catacumbas. Niñera de ogros estúpidos, si no estuviera tan cansada de ir sola, me negaría rotundamente- Vamos, Kira, hay que dejar a éstos dos en su lugar antes de que se pierdan,...
- ¡Ogros no estú… pidos! ¡Orejas largas estúpidos si hablar de ogros estúpidos frente a….! ¡¡¡Aplastar a orejas largas si decir ogros estúpidos otra vez!!! –amenazo gruñendo el más cercano de los ogros, que al parecer tenia buen oído y el suficiente seso para lograr entender que los habían insultado.
Sin darle importancia lo anterior, los elfos oscuros azuzaron a sus monturas y partieron, dejando atrás las puertas que se abrían para darles paso al vasto Yermo que los separaba de las Catacumbas, seguidos por la vampira, los dos seres abismales y el par de brutos, que viajaban en último lugar.
El Yermo se presentaba tan desnudo y estéril como lo recordaban. Un paisaje de diversas formaciones rocosas que se extendían hacia el este. Cañones, pilares rocosos, hondas depresiones y accidentadas cuestas era todo cuanto su vista podía distinguir.
No hay agua, ni vegetación de ningún tipo. Se dice que esto es debido a que durante el último enfrentamiento entre las diosas, su poder desatado acabo con todo, dejando solamente este erial, donde hasta los buitres y escorpiones tienen problemas para sobrevivir.
En lo alto, pueden avistar ocasionalmente algún mensajero que viaja sobre un reptil gigante, o patrullas de jinetes alados conformados por guerreros montados sobre lagartos alados o grifos. Sin embargo, casi todos los miembros del grupo no tienen más remedio que hacer el recorrido a la manera antigua, sobre la tierra.
Cuando falta una hora para el amanecer, aun les queda toda una jornada para alcanzar el puesto de avanzada, un fortín edificado a medio camino entre las Catacumbas y la Fortaleza de la Perdición para que las tropas descansen o puedan reaprovisionarse. La temperatura en el Yermo es muy fría, pero no hay nada de madera cerca para hacer una fogata.
Los elfos oscuros están un tanto cansados por el largo trecho a caballo y hasta los ogros parecen necesitar un respiro, pero tras apenas desmontar, pueden ver algo muy raro de encontrar en un sitio como este.
Una figura se mueve en la distancia, y podrían jurar por la forma de la silueta y la gracia de sus movimientos, que se trata de una elfa de la luz.
- ¡Orejas puntiagudas blanca! ¡Comida sabrosa! – grito uno de los ogros, soltando lo que llevaba en la espalda y corriendo torpemente tras la figura.
¿No hay ningún sitio donde pueda esconderme del sol? Porque si no lo hay adelantaré volando hasta encontrar alguna cueva donde pasar las horas de luz.
El largo viaje amenazaba con mermar la condición física de Darnasil, por lo que el elfo oscuro llegó a agradecer que se detuvieran a descansar. Acababa de desmontar de su caballo cuando divisaron la extraña silueta en el horizonte.
¿Una maldita elfa sóla, por la noche y en territorio hostil?, o el cansancio empieza a provocarme ilusiones, o esa elfa es una auténtica insensata? -pensaba Darnasil cuando el ogro soltó el fardo y comenzó a correr hacia la silueta.
-Por todos los demonios, ¿qué cree que hace? -dijo Darnasil sobre el ogro- podría ser una trampa... Tampoco vamos a pedir que los ogros tengan un mínimo de inteligencia, esto sería pedir demasiado -dijo para sí mismo el elfo observando la reacción de la otra mole que les acompañaba
-Vosotros -dijo a la vampira y al otro elfo oscuro mientras volvía a montarse en el caballo sin ninguna gana- ¿dejamos que a ese insensato lo maten?, quizá debamos enviar a alguna de vuestras criaturas por delante del ogro. Digamos que no me fío de ese bruto.
Bastante cansado por el viaje, Illümatar no da crédito a lo que ven sus ojos. A lo lejos ve la figura de una elfa de la luz y antes de que pudieran reaccionar él o sus compañeros, observa como uno de los ogros sale corriendo detrás de la elfa. Ante la pregunta de Darnasil, el diabolista contesta:
-Se suponge que tenemos que escoltar a los DOS ogros hasta las catacumbas... creo que dejarlo morir no es una opción Por muy tentadora que sea.
Illümatar observa a su abisario, Shax, una especie de bestia de cuatro patas, cola y cuernos, de pelaje rojizo. También ha visto a la elfa y desde luego que, al igual que el ogro, también tiene ganas de provar la carne de esa "delicada" elfa. Tan solo está esperando una señal de su amo.
-Adelántate y hazla picadillo le dice al abisario nosotros te seguiremos y cubriremos la retaguardia.
Miro con estupefacción al ogro Pero mira que es bruto y tonto. -Kira, anda ve, diviértete con la elfa y procura que no pase nada al ogro ese, por favor- le digo con amabilidad. Es una petición, no una orden
Ya he puesto una imagen para Kira, pero no sé si te parecerá la adecuada. Tú me dirás.
- ¿Hacerla picadillo? – repito con voz ronca y una rara entonación en las palabras, mientras observo de reojo al elfo oscuro al cual estoy vinculado.
- No creo que valga la pena, ni que sea tan fácil como piensas, Illümatar.
- ¿Has dicho una elfa, Alyssa? – digo sonriendo ligeramente, mirando divertida la escena, para después desviar la vista y observar la expresión en el rostro de la vampira.
- De acuerdo. Como quieras. Pero no puedo prometerte que ese bruto sin sesos regrese de una sola pieza – añado, antes de extender las alas y alzar el vuelo.
Hay diversas oquedades, algunas cuevas y formaciones rocosas donde podrias ocultarte durante el dia. O podrias arriesgarte a volar hasta el puesto de avanzada.
Ojo, Kira: quiero que te diviertas, no que salgas mal parada. Ten cuidado, por favor. -le digo serena. Sé perfectamente que no se arriesgará demasiado. Mientras localizo una bonita cueva donde esconderme, cerca de donde estamos- Compañeros -me dirijo a mis compañerosde grupo- Por mi... naturaleza, debo esconderme de la luz solar, así que ¿qué os parece montar el campamento en esa cueva de allí? De esa forma no estaremos lejos si pasa algo y estaremos a la sombra. Yo, de todas formas debo esconderme dentro. Si no queréis, dormiré de día y, si salís antes de que despierte, Kira y yo os alcanzaremos en cuanto podamos -les comento, con la intención de no separar ni retrasar al grupo. Prefiero dejarles a ellos la decisión. Pormucho que avancen después de descansar, podría alcanzarles volando.
Kira y Shax siguen al ogro que va persiguiendo a la elfa, alejándose cada vez más del resto del grupo. Finalmente, los pierden de vista tras un promontorio de rocas.
Transcurre un momento y entonces se escucha un grito estridente. Kira reaparece entonces, volando con dificultad, mientras que Shax también va de regreso, con una pata menos. Del ogro, no hay ni rastro.
Darnasil esuchó la proposición de la vampira mientras veía como las criaturas de los diabolistas se perdían en el horizonte. Sabía de la necesidad de los vampiros de refugiarse de la luz solar y era consicente del handicap que representaba viajar con criaturas de este tipo. El elfo echó un vistazo a la cueva a la que se refería su compañera y asintió.
-Antes de montar el campamento debemos asegurarnos de que sea segura, y si una elfa de la luz camina por estos parajes tal vez el lugar no sea del todo seguro -el elfo oscuro se detuvo al escuchar el estridente grito y volvió la vista hacia sus dos compañeros.
Poco después, cuando vio volver a las criaturas seriamente heridas, desenfundó su espada de asesino y la mantuvo en la mano. Esperó a que las criaturas dieran su informe de lo ocurrido a sus respectivos amos.
-Sabía que era una trampa... ogros... -pensó para sí mismo mordiéndose el labio inferior
Illümatar escucha lo que tenía que decir la vampira con respecto a refugiarse de la luz del sol, mientras Shax y Kira se marchaban junto al ogro.
No creo que sea buena idea descansar en esta zona. Al menos nuestros abisarios y el ogro darán su merecido a esa elfa solitaria. Cuando hayamos asegurado la zona, entonces podremos descansar.
A continuación escucharon un grito estridente y Illümatar vio como los abisarios volvían mal heridos. Sobre todo Shax, al que le faltaba una pata.
Maldición! exclamó el elfo a tiempo de desenvainar su espada Shax, que os ha pasado? Qué ha ocurrido con esa elfa?
Bien, vayamos a ver qué tan seguro es ... -le comento agradecida, pero luego llegan Kira y Shax- ¿Qué ha pasado? ¿Estás bien? ¿Qué ha pasado con la elfa y dónde está el ogro?
- ¿Elfa, Alyssa? – repito de nuevo con una sonrisa torcida, divertida a pesar de la situación y de la herida que he recibido en una de mis alas.
- Deberías ser más perceptiva, después de todos estos años de conocernos. ¿O no reparaste en el tono de mi voz? En fin. A veces no tienes remedio.
- No hay ninguna elfa – les explico. - Es alguna clase de bestia, una de las Pesadillas de la diosa de la oscuridad. Nos ataco por sorpresa y se llevo al estúpido ogro dentro de su madriguera, un agujero pestilente repleto de huesos. Para este momento ya no debe quedar nada de él.