Partida Rol por web

Otra de Superhéroes

Capítulo III: Muerte o salvación. El fin de todos los caminos.

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27/09/2017, 20:44
Robson Scott

Robson no fue lo suficientemente rápido.

Ese Crack sonó como un eco dispersado por toda la eternidad en la cabeza del policía. Su hubiera sido energía, Robson lo habría absorbido. Si hubiera sido un golpe ta,bien. Pero no. Fue el puto sonido del cuello de Debb al partirse. No podía dejar de mirarla, viendo como su delgado cuerpo resbalaba como si fuera de gelatina hasta caer al suelo, quedando allí tendida como un muñeco de trapo en un escorzo lastimero.

Ese hijo de puta la había matado!

Y Robson se quedó mirándolo con lo ojos fuera de las órbitas sin poder hacer nada. Sin poder absorber nada. Ni siquiera el dolor que empezaba a acumularse por dentro. Oyó como una voz lejana le decía que golpeara, pero todo ocurría a cámara superlenta, y no era debido que que aun quedaban los efectos residuales de la hipervelocidad.

La había matado y no había sido capaz de hacer nada.

Tan solo la voz de Carolina fue capaz de traerlo de vuelta, ligeramente. Miró a su alrededor y vio como Victor intentaba hacer de las suyas contra Metálico. Hugo se incorporaba del suelo tocando al Polichinela de palo ese y decía algo que sus oídos no conseguían distinguir. Solo veía como su boca se movía, pues el eco del Crack aun seguía en su cabeza, con retales de la voz de Carolina, pegada a su cuerpo. E inevitablemente su vista pasó a encontrarse con sus ojos, como si buscara un refugio e intentase olvidar esta puta mierda de día.

-Acaba con el- Esta vez lo oyó claro, unas palabras cargadas de posibilidades salían de sus tiernos labios.

Como si despertara de un sueño, como por instinto, miré a Hugo y vi al saltimbaki empezar a cristalizarse. Y entonces supo lo que había que hacer.

Robson giro su cuerpo poniéndolo entre el enemigo y Carolina, en un esfuerzo por protegerla a ella también, mientras su mano la abrazaba para pegarla a su pecho. No dejaría que la pasara nada! Notó como Carolina activaba su poder y éste los envolvía ambos, así que hizo lo mas lógico en este caso. Si golpeaba a ese tio, lo atravesaría, sin mas.

Sacó la pistola lo mas rápido que pudo y apuntó al cristalizado saltimbanki. La pistola y ellos eran intangibles, pero en el momento que Robson disparase, la bala saldría por el cañón, y tan pronto dejase de estar tocándolo, la Bala Fantasma, dejaría de ser intangible.

-Di adiós, gomoso hijo de puta!!

Bang!

 

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04/10/2017, 13:58
- Director -

Notas de juego

Dado que solo Robson ha posteado, espero para el siguiente turno.

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04/10/2017, 17:25
"Metal Ardiente"

Por el momento, el ser metálico se las estaba arreglando para esquivar los ataques de su oponente pero... ¿cuánto duraría?

Ni siquiera sabía cómo iban sus compañeros. Deseo que bien.... pero no podía despistarse ni un sólo momento.

La parte buena es que notaba como el fuebo iba recobrándose en su interior, entonces, una vez supo que su interior volvía estar al rojo vivo, sabía la única salida que tenía. Intentó ver la pauta de ataques de su formidable oponente. No debía fallar, tenía que atrapar las manos de su atacante con sus manos metálicas como tenazas... sólo necesitaba unos segundos para que se estuviera quieto. Entonces desataría el infierno sobre él.

- Tiradas (1)

Tirada oculta

Motivo: Ataque

Tirada: 1d100

Resultado: 29

Notas de juego

Sorry, semana malísima.

Mi idea es sencilla. Atrapar una o las dos manos/brazos y luego derretirsela/s sin dejar de mirarle ni perder la vista de sus ataques.

 

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11/10/2017, 12:35
- Director -

Y en efecto, tal y como Robson había supuesto, la bala que disparó se volvió tangible y dio en pleno pecho al Saltimbanky. Hugo lo había congelado, pero no lo había vuelto de cristal. Una bala golpearía un bloque de hierro y lo perforaría hasta cierto punto, pero no lo rompería en mil pedazos como imaginaban que sucedería. 

El Saltimbanky sintió el dolor en su pecho por el impacto, pero su cuerpo estaba tan duro y rígido que vio como se resquebrajaba provocándole una fisura que llegaba hasta una parte bastante profunda de su cuerpo. Pero no lo había llegado a matar, ni tan siquiera le había hecho sangrar. Su cuerpo congelado lentificaba el flujo de la sangre, por lo que a penas perdía líquido vital. 

El acróbata que había cerrado los ojos por el miedo que había sentido los volvió a abrir y vio que aún seguía con vida. Por desgracia, seguía sin poder moverse, ahora estaba herido y congelado. 

Mientras tanto Metal Ardiente seguía luchando contra Tic Máster. Ambos seguían en una pelea prácticamente a muerte, hasta un momento en el que el coloso agarró sus brazos y le prendió fuego. Pensaba que ya lo había conseguido, pero se equivocaba. Tic Máster sonrió al ver que lo que pretendía no funcionaba, y con agilidad y fuerza, logró zafarse para evitar que le siguiera agarrando. Le dio una patada en el pecho y lo envió varios metros hacia atrás. ¿Acaso Tic Máster era invulnerable al calor y a los golpes?

Estaban ante un verdadero enemigo, era el líder de toda aquella organización y no estaba dispuesto a rendirse tan fácilmente. Ahora volvió a agarrar sus katanas y se movió a gran velocidad sobre Metal Ardiente. Había llegado su hora.

- Tiradas (1)

Motivo: Ataque Katanas

Tirada: 2d100

Resultado: 40, 26 (Suma: 66)

Notas de juego

Debes hacer dos pruebas para esquivar los golpes, Metal Ardiente. Los demás pueden intentar ayudarte para que lo evites, pueden intentar hacer algo contra Tic Máser, ¿el qué? Eso ya depende de ellos.

Tú debes sacar menos de 40 y de 26 respectivamente. 

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12/10/2017, 08:44
Maria Diez

Una falsa María, Deb la amiga de Rob ( aunque María sospechaba que la mujer sentía algo por su compañero, pero como finalmente era hombre y rara vez se dan cuenta de las cosas, era muy probable que el solo la viera como su compañero con tetas) estaba muerta, el saltimbanqui horrible congelado, y Metal ardiente luchando con el hombre que les quería robar sus poderes, todos hacían valer sus habilidades, todos menos ella, por alguna razón el humo de los sueños se negaba a proyectarse, lo necesitaba, en verdad, María miraba con cierto temor a Hugo, Carolina y Robson haciendo lo suyo, Metal ardiente luchando cuerpo a cuerpo con el maniatico de las katanas, solo ella se limitaba a morderse de manera nerviosa el chal de encaje que llevaba, y a suplicar a los cielos que su poder se hiciera presente, una sola vez...

Fue entonces cuando Ticmaster logró safarse del abrazo de Malcolm, cogió sus katanas y se abalanzó sobre el, ambos hombres se encontraban enfrascados en la lucha.

El cigarro se habia apagado hace mucho, María encendió nerviosamente uno más, dió una honda calada, "Si estás ahi...por lo que mas quieres ahora en verdad te necesito!!.- Exhaló el humo de sus labios en dirección a Ticmaster, si estaba vez funcionaba, no tardaria mas que escasos tres segundos para que el humo que lenta, muy lentamente comenzó a exhalar de sus labios, cambiara a los fantasticos tonos pasteles del arcoiris...con un unico objetivo en mente: Ticmaster.

- Tiradas (1)

Tirada oculta

Motivo: Canalizar poder

Tirada: 1d100

Resultado: 44

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13/10/2017, 10:11
"Metal Ardiente"

Aquel oponente era como una auténtica pesadilla de la que uno no puede despertar. El ser de metal y fuego se maldijo por no haber tenido más tiempo por entrenar aquellas capacidades que le habían sido otorgadas. Una cosa estaba clara: sus poderes en manos de aquel psicópata le harían aún más formidable. Se hacía fundamental detenerle en ese preciso momento. No habría más oportunidades porque si lograba su objetivo, sus compañeros lo tendrían verdaderamente complicado.

Su plan de paralizarle o quemarle había sido inútil. El fuego no le hacía nada y su fuerza parecía equipararse a la suya. De no haber tenido un cuerpo blindado, aquella patada seguramente le habría perforado el pecho.

Viendo que se Tic Master volvía a la carga, sólo pudo esperar el momento justo. Dirigió todo el calor hacia su brazo y, en el momento oportuno, se lo arrojó al rostro mientras saltaba esquivando sus katanas. Quizá no le haría daño, pero era imposible que pudiera seguir viendo y dirigiendo sus golpes con fuego en su cara...
 

- Tiradas (2)

Tirada oculta

Motivo: Combate I

Tirada: 1d100

Resultado: 9

Tirada oculta

Motivo: Combate II

Tirada: 1d100

Resultado: 41

Notas de juego

He preferido dotar de más dramatismo a mis acciones. Lo de sólo esquivar no va conmigo ;-P.

Si hay que morir, que sea dejando una bonita escena ^^.

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18/10/2017, 12:11
Carolina Méndez

Sintió cierto brillo de victoria al ver el Santimbanky quedarse rígido gracias a los poderes de Hugo, pensando que por fin iban a acabar con él con el disparo, sobresaltándose por el ruido del arma.

Esta vez no apartó la mirada. Quería ver con sus propios ojos cómo aquél feriante se desplomaba, inerte, tras el fulminante tiro, una pequeña venganza por todo lo que les habían hecho pasar ya que él, pionero o no, había formado parte de aquél plan. ¿Había sido quién les había dado las entradas? Pensarlo le provocaba nauseas, saber que entró en su casa cuando su hermana estaba allí, desprotegida, solo por este momento.

Por eso al ver que seguía allí de pie vivito y coleando aunque sin poder moverse supo lo que tenía que hacer.

Cogió el cuchillo que anteriormente había escondido en la espalda de Robson, agarrado en el cinturón bajo su camisa y, pensando en su hermana, le asestó una puñalada en el pecho, en el mismo lugar donde había alcanzado la bala.

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18/10/2017, 17:32
- Director -

El humo gris que expulsó María al inhalar el cigarro se convirtió en un conjunto de colores que iluminó la zona. Como si fuera controlado por la mente de su propietaria, éste fue a parar directamente a las fosas nasales de Tic Máster. Segundos después, el guerrero de las katanas se quedó unos segundos paralizados, como si estuviera sintiendo el poder mental que ejercía ese vapor en su interior.

Y aquellos segundos fueron cruciales para la vida de Tic Máster. Metal Ardiente vio ese instante como la oportunidad perfecta para acabar con él. Concentró toda su energía en acabar con él, calentó su cuerpo hasta fundir su brazo y tomara forma de aguijón afilado. Jamás había logrado hacer aquello, era como si la presión del momento hubiera generado en Metal Ardiente un extraño poder aún más fuerte que el que había tenido hasta ahora. Y así, sin que su rival pudiera reaccionar, lo atravesó de parte a parte provocando que cayera al suelo complemente inerte. Gracias al poder de María, Malcolm había conseguido derrotar al enemigo que durante tantas horas les había hecho la vida imposible. 

Carolina fue la que puso el broche final a aquel asunto. Armada con el cuchillo que habían arrebatado a los gemelos, usó su poderpara atravesar el cuerpo del saltimbanky y dejarlo en el interior del agujero creado por la bala. Cuando sacó el brazo, dejando el arma en el lugar donde debía estar el corazón, el saltimbanky se descogeló y segundos después cayó al suelo tan muerto como lo había hecho Tic Máster. 

Muchos habían muerto por el camino, pero aquellos cinco habían logrado derrotar a Tic Máster y sus secuaces. Tic Máster, antaño Víctor Courso era un gran policía y uno de los mejores amigos de Robson. 

2Victor no tenia familia conocida, por lo que las fiestas o fechas señaladas las pasaba con la familia de Robson. Partidos, cenas familiares... para ellos era uno mas de la familia. Se desconoce el motivo, pero su carácter cambio radicalmente y, actualmente , se desconoce el motivo.

Empezó a faltar al trabajo ocasionalmente y la relacción con Robson se enfrió. Un dia sin mas Victor desapareció. Meses mas tarde un criminal, al que la prensa apodó "Tic Master", sembrába el caos en la ciudad al ritmo de una explosión por semana con varias victimas mortales. Esto puso en jaque el sistema policial de la ciudad y el Ayuntamiento tuvo que contratar a mas efectivos para la investigación y mantener el orden publico.

Una llamada a Robson confirmó que "Tic Master" era Victor.

Tras un par de meses de inactividad Victor/Tic Master volvió a la carga poniendo trampas explosivas a los propios policías del cuerpo.

Robson se lo tomó como algo personal, al fin y al cabo era su amigo. Pero cuando Victor supo de ello, llamó amenazándole para que dejara el caso. Robson le persiguió y apunto estuvo de atraparle ya que, quien mejor que un amigo que sabe como funcionas. 

La razón por la que Víctor cambió y pasó a ser Tic Máster, la que hasta ahora era desconocida, vino cuando encontró el cuchillo y las katanas que poseía. Cuando aún era policía se encontró con un traficante de armas y logró detenerle. Entre el alijo que poseía, estaban las katanas y el cuchillo robapoderes, no eran las únicas con esas capacidades, había muchas más. Por el mundo había un metahumano capaz de crear armas con la habilidad de absorber los poderes, y el traficante había logrado arrebatárselas. Víctor se hizo con el alijo y aprendió a usarlas. Así fue como consiguió súper fuerza, invulnerabiliad, creación de ilusiones y otra serie de poderes relacionados con la energía que creaba las explosiones de las que Robson había oído hablar.

En uno de los múltiples ataques que provocó Víctor, conoció a un hombre que le informó que "un ser de fuego que vivía en Europa" acabaría con él y con todas sus intenciones. Víctor trató de encontrar a ese "ser de fuego" robando los poderes de un metahumano que era capaz de localizar a más metahumanos como él. Víctor lo localizó y cortó los frenos de su coche para acabar con él, por desgracia, solo mató a todos sus familiares, pero no fue capaz de eliminarle.

La ultima bomba de Tic Máster fue una trampa para Robson. Victor secuestró a las hija y mujer de Robson y las encerró  junto a varios civiles en una planta química. Después llamó a Robson para darle la opción de salvarlas a ellas o a los civiles.

Era una trampa que Robson no vio a tiempo. Quiso desactivar la bomba pero era un señuelo. La bomba real acabó  con todos los rehenes, incluida su familia y la explosión lo envió a un tanque de plasma experimental.

Cuando lo encontraron estaba en coma. Despertó 3 meses después con deseos de venganza.

Y aquel día, tomó la firme decisión de recurrir a sus poderes de localización para encontrar a más metahumanos cuyos poderes robar. Necesitaba que aprendieran a usarlos, para que cuando los robasen estuvieran algo más desarrollados y no tener que partir desde cero. De ahí que organizase toda aquella parafernalia. El objetivo, tal y como les había comentado, era acabar con ellos y absorber sus poderes, aunque obteniendo los poderes de Hugo, sería como tenerlo absolutamente todo.

Pero había fracasado. Tal y como habían premonizado, el ser de fuego derrotó a Víctor impidiendo que se saliera con la suya y acabando así con todos sus planes. Por desgracia, para Deb, Andrés, Matthew y otros, ya era demasiado tarde...

Con Tic Máster y el resto de su séquito muerto, no tardaron en lograr escapar del estadio. Ahora volvían a ser libres, pero lo que había sucedido en aquel lugar, era probable que nadie les creyese. Al menos ahora, tenían toda su vida por delante, es como si hubieran vuelto a nacer.3

Notas de juego

1Me he tomado esta licencia poética para finalizar la partida.

2 Tomo la historia del personaje de Robson para no tener que hacer ni un resumen, ni una interpretación, ya que él lo tiene claramente explicado en su ficha.

3Bueno, pues la partida ha llegado a su fin. Podéis poner un post final. Solo habéis quedado cinco vivos, aunque a punto he estado de matar a Hugo y a María.

La partida, no sé si os habéis dado cuenta, la hemos ido construyendo entre todos, me refiero al argumento. Tíc Másterun PNJ de Robson, y el poder de Hugo es lo que más ansiaba el hombre. Pero sin vuestras ideas en vuestras fichas, no habría podido realizarse la partida, al menos no de esta forma.

Por eso estoy decidido a montar esta misma partida de nuevo, solo que muchos detalles podrán cambiar ya que los modificaré en función de los personajes que me envíen.

Muchas gracias por compartir este tiempo conmigo, y muchas gracias por, a pesar de mi larga ausencia, hayáis aguantado hasta el final. ^^

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18/10/2017, 21:34
Robson Scott

Post final de Robson

Robson llevaba media tarde dándole vueltas y vueltas.

El teléfono móvil había estado dando bailando en sus mano todo ese tiempo, y frente a él, en su escritorio, el informe que tenía que entregar con lo que había pasado.

En su oficina el papeleo se le amontonaba, y la silla vacía cercana a su cubículo le traía recuerdos. Bueno y malos. Cuando solía mirar a través del cristal siempre encontraba la cabellera rubia de Deb, y casi como si fuera un impulso eléctrico, ella giraba la cabeza como si lo notara. Un guiño, una sonrisa y luego vuelta al trabajo.

Ahora la mesa estaba llena de flores y tarjetas de condolencias de sus compañeros y eso no hacía mas que hacer mas culpable a Robson. Puede que su relación con ella no fuera todo lo sincera que se esperaba. Seguramente no llegarían juntos a ningún lado a la larga, pero su muerte era peor que cualquier ruptura. Sobre todo después de que ella descubriera, antes que el propio Robson, que ya no la necesitaba... "sentimentalmente", y que otra había ocupado su lugar.

Su vista volvió a posarse en el papel que estaba escrito frente a él. Recién impreso y listo para estampar su firma en él. El informa sería concluyente: Atentado terrorista en el Circo del Sol.

Robson así lo pactó con el resto de los superviviente. Era lo mejor para todos.

"Varios terroristas Islamistas asaltaron el Circo del Sol, cogieron reenes y acabaron con varios de ellos. Entre el publico retenido había un par de policías de paisano que intentaron detenerlos. En su huida prendieron fuego a la Carpa Central muriendo en el proceso por el fuego.

Uno de los agentes murió y el otro consiguió poner a salvo a los supervivientes"

Básicamente.

El fuego de Metal Ardiente se encargaría de las pruebas y de dar veracidad a la historia. Si solo se encontraban los cuerpos calcinados nadie los haría pruebas extrañas y ninguno tendría que dar explicaciones de mas. Era una buena cortina de humo.

Veremos lo que aguanta esta mierda de versión de los hechos antes de derrumbarse.

La muerte de Victor no le hacía a Robson sentirse mas afortunado. Pero si como si se hubiera quitado un peso de encima. Pasar página. Poner una fotografía de su hija y su mujer cerca de la pantalla del ordenador del trabajo haría que nunca las olvidara. Al igual que a Debbie cuando le apeteciera un café en plena tarde de mucho trabajo. Pero ahora tenía mas cosas en las que pensar.

Había gente como él en el mundo. Metahumanos. Esos supervivientes no solo eran civiles a lo que proteger. Tampoco eran un puto grupo de superheroes con mallas. Pero a partir de ahora estaban vinculados. Solo se tenían los unos a los otros para protegerse de lo que estaba por venir. Porque desde luego, eso lo sabía Robson todas las mañanas que al levantarse se miraba el brazo aún con las marcas de los mordiscos del Lagarto. Al final las reabsorbería, pero quizá el que esas pequeñas marcas de dentelladas quedaran allí le harían recordar todo lo sucedido.

- A la mierda! - Masculló Robson mientras marcaba un teléfono y esperaba a que alguien al otro lado lo cogiera.- ¡Hola! ¿Que tal, cielo? Lo se, he tardado demasiado, tenia que hacer aún el informe. No, no... no pasa nada, tranquila es solo que... estaba pensando en ti y... ¿ qué te parecería ir a tomar algo? Si claro, los dos, solos. Entendido: Nada de ir al Circo, lo prometo-

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20/10/2017, 10:02
Malcolm Holmström

Epílogo de Malcolm Holmström / Metal Ardiente

El agua de la ducha pareció despejar la mente del ingeniero y aportar algo de claridad a la noche que había pasado prácticamente en vela. Así llevaba cuatro días desde lo ocurrido en aquella tarde fatídica. Las escenas de lo ocurrido se pasaban una y otra vez por su cabeza que desgranaba cada una de las situaciones una y otra vez, intentando ver si hubiera tenido otra oportunidad o forma de hacer las cosas y sus posibles consecuencias.

Se miró en el espejo un momento y se afeitó. Tenía que volver al trabajo, en el cuál habían tenido cierto margen... Su trabajo. Aquello por lo que había vivido toda su vida. La invención, el diseño de máquinas que mejoraran el mundo, todo eso parecía haberse quedado en algún rincón apartado de si mismo. Todo sustituido por sus nuevas capacidades, las que había desarrollado desde el accidente en el que había muerto sus personas más amadas. ¿Y todo por qué? Por el ansia de poder de un individuo.

Cerró los ojos y volvió a sentir como atravesaba el cuerpo de aquel bastardo con su brazo convertido en un arma improvisada. El agente Robson le había explicado quién era aquel tipo que había jugado con sus vidas y había arrebatado otras tantas. El que había convertido aquella visita en un infierno de pesadilla. Pero en el fondo, Malcolm no era un asesino... ¿o si? ¿Ese era el legado que le había otorgado su poder? ¿Tendría que acabar con la vida de todo aquel que ahora pretendiera interponerse en su camino?

El sabor agridulce de la venganza le había durado poco. Aquel tipo estaba muerto. No volvería a hacer daño, pero eso no le devolvería a su hermano ni a su cuñada ni a sus sobrinos. Todos ellos estaban en la tumba, con la vida arrebatada por un monstruo que sólo había querido poseer lo que él tenía y ni siquiera estaba seguro de querer.

No le gustaba. Abrió los ojos, se puso la camisa y volvió a encontrarse con su reflejo.

Ya no era él mismo. Lo sabía. Había cambiado. ¿Cuánto era Malcolm y cuánto era aquel ser de metal fundible? No lo sabía. Quería saberlo. QUizá volver a la rutina sería de ayuda, pero, en el fondo nada volvería a ser igual. Había matado, había usado sus poderes para acabar con toda prueba de lo ocurrido... ¿se había vuelto un asesino y un mentiroso? ¿un criminal?

La otra opción era aún más peligrosa. Quizá el mundo no estaba preparado para descubrir que había seres como él... o como sus compañeros. No, definitivamente tendría que cargar con aquel peso. Era lo mínimo que podía hacer por ellos puesto que, sin quererlo, se había establecido un extraño vínculo entre los supervivientes, no sólo por lo vivido, sino porque todos compartían aquella bendición... ¿o quizá era una maldición?

Miró el reloj. Quedaba poco para la hora de entrada al trabajo. Fue hacia la habitación para terminar de cambiarse y no pudo evitar lanzar una mirada hacia un altillo del armario, donde descansaba una de las katanas que había quitado a su enemigo. Habían hablado de dividir las tres armas y esconderlas. Tenía que buscar un buen sitio para la suya y esperar a que quien quiera que las hubiera creado no volviera a hacerlo... pero ni siquiera sabían qué hacer con su vida ahora cómo para ponerse a buscar a un tipo que había forjado espadas roba-poderes.

Todo parecía sacado de un relato fantástico y Malcolm siempre había sido un hombre de razón y ciencia.

Terminó de colocarse el traje, se puso las gafas de sol y se miró una última vez al espejo.

No. Definitivamente no era el mismo. Quizá el trabajo le devolviera parte de la esencia, pero en el fondo, Malcolm sabía que eso serviría para mantener su mente ocupada en lo que verdaderemente le gustaba. Ver a sus compañeros, centrarse en su trabajo... eso no respondería sus respuestas. La noche, como venía siendo habitual desde hacía tiempo, traería más respuestas, puesto que era el momento en que Malcolm dejaba de ser ese hombre para ser... Metal Ardiente.

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26/10/2017, 15:28
Carolina Méndez

POST FINAL DE CAROLINA

Desde que acabó aquél “secuestro” cada noche revivía en sus pesadillas los recuerdos, retazos inconexos en forma de flash backs donde todos terminaban de la misma forma: El dolor, la rabia inundando cada centímetro de su ser incapaz de racionar como había hecho hasta ahora, cogiendo el cuchillo con tanta fuerza que se notaban las venas en su mano y cómo se hundía en su pecho lentamente separando piel y carne.

Dicen que la primera vez que matas a un hombre nunca la olvidas y era algo que le perseguiría el resto de su vida a cada paso que diera, pero era él o yo, víctima o asesino, el bien contra el mal. Sin embargo era algo que no quería explicar a la policía y agradeció que sus compañeros no mencionaran, sería otro secreto al igual que la condición extraordinaria que todos compartían, uno que se había prometido resolver.

Por eso se llevó la prueba del crimen antes de que la involucraran, aquél cuchillo mágico capaz de arrebatar los poderes que tanto quería Tic Máster pero Carolina sólo lo veía como una fuente inalcanzable de sabiduría. ¿Cuánto podría albergar dentro de su fundición? Había pasado gran parte de su tiempo frente el arma investigando su composición, el pasado o quién la fabricó, dispuesta a desentrañar el misterio... Hasta que recibió la llamada.

¡Hola! ¿Que tal, cielo? Lo se, he tardado demasiado, tenia que hacer aún el informe. No, no... no pasa nada, tranquila es solo que... estaba pensando en ti y... ¿ qué te parecería ir a tomar algo? Si claro, los dos, solos. Entendido: Nada de ir al Circo, lo prometo

 

La voz de Robson le hizo despegarse de su trabajo un minuto, recordando sensaciones encontradas con el hombre que no sabía cómo describir. ¿Podría perderse en la vorágine de extraños sentimientos que estaba descubriendo o de nuevo interpondría las pesadillas ante su felicidad? Lo supo cuando sonrió ante su broma del circo, aliviando la tensión del momento.

 

Dos golpes en la puerta en el despacho de Robson y un carraspeo de garganta para llamar su atención antes de apoyarse en el marco de la puerta, sugerente. Ya no había medias tintas, había apostado por él y sabía que, de alguna forma era mutuo.

- ¿Alguien pidió una copa?

 

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26/10/2017, 19:39
Hugo Laos

Epilogo de Hugo Laos

Aquello nos afectó a todos de una manera u otra. Habíamos matado queramos reconocer o no a dos personas, aunque fueran malas, villanos o como quieran llamarlo cada uno. Nunca pensé que las llamas de Metalico se extendieran tan rápido, ni nunca pensé que seriamos complices de encubrir la verdad en sucesos paranormales, pero de algo si que me di cuenta aquel día... Los sucesos paranormales no están en las casas encantadas o lugares malditos, están esperando allí donde quiera que mires.

Empezamos siendo tantos que tenían poderes... para acabar saliendo tan pocos. Puede que seamos gente con suerte, o maldita, pero no estamos solos pues hay más gente por ahí igual o eso esperaba... pero por ahora tendría con lo que me quedé al salir de allí, algunos compañeros que recordar o igual volver a reunirnos y, con ella.

Como todos cada uno quería regresar a la seguridad y eso hicimos.

A los días siguientes parecía todo haber cambiado. Un nuevo día, de nuevo a trabajar. Todo parecía normal pero realmente no lo era. No sé por qué esperaba que todo hubiera cambiado, nada cambió externamente era yo el que había cambiado. Por una vez había llegado bien al trabajo y no me estaba quejando, bueno quizás porque no llegaban pacientes. Eso me dió tiempo para pensar y sacar el móvil.

Para: Maria

Hey, soy Hugo. Estaba pensando en lo que ocurrió aquel día y en los que sobrevivimos y... en ti. Bueno salimos de allí sanos y salvos, como te dije. Te debo un café, o una cerveza si lo prefieres. Bueno si te apetece claro, estaría bien poder hablar más tranquilamente sin distracciones tan peligrosas.

Parecía que en aquella situación peligrosa me era más fácil decir cualquier cosa... pero por algún lado hay que empezar aunque sea algo corto, y esperaba que fuera el inicio de algo duradero.