Partida Rol por web

- Garth, el madlito no lo mató... - Miro a Mailen con una sonrisa cruzada por la tristeza de saber que no siempre vivir es lo mejor en ciertos momentos. - Espera un segundo. ¿Cómo demonios sabes eso? ¿O me vas a decir que tu también tuviste cruces con la sombra? Esa sombra solo trae la muerte a quienes la tienen cerca. - Maldita sea, para que demonios hablé, me lo hubiera callado. - Ese orco me salvó la vida en un momento crítico, arriesgando la suya y yo dándolo por muerto en ese momento. - Ahora mi mirada se cruza con la de Edgar. - Espero que no me estés mintiendo, realmente espero que no lo hagas. -

Miro a Jose María extrañado.

Yo solo se lo que he visto, no puedo saber si es verdad o no. El jefe decía que lo quería mantener vivo puesto que así aparecerías para liberarlo.

Después me cruzo de brazos mientras sigo mirando a José María.

Tampoco me gusta tu tono, ¿cómo iba a saber yo que ibas con un orco?, ¿para que te querría mentir?... si quisiera hacerte daño ya lo hubiera hecho, tengo gran confianza en mi fuerza pero no voy pegando a todo el que se cruza por medio.

Un gran poder conlleva una gran responsabilidad.

- Si, yo también vi Spiderman... - Me paro firme ante ella y dejo de lado ese comentario de sus habilidades de combate que dice tener. No creo que venciera a Garth ni en el mejor de sus días... - Mailen, sabes lo que pienso hacer y él también lo sabe. Mismo lugar, distinto tiempo supongo. -

Mailen se acerca a Jose Maria notablemente nerviosa.

Pero...pero tu le viste morir, no?! Me dijiste que habia muerto!

Se gira hacia Edgar para continuar hablando.

Chico, por lo que dices has tenido una vision. Quiero que me cuentes exactamente que es lo que viste.

- Garth estaba bajando sus espadas sobre el cuando estaba corriendo. Hasta me dedicó una sonrisa desdeñosa disfrutando el momento, pero la muy rata se acuerda de la vergüenza que le hice pasar al humillarlo delante de toda su guardia. - Bajo la mirada un momento. Sabe que iré, la muy basura sabe que no puedo negarme... - Me quiere a mi, no a Gaulf y yo le daré el gusto. - pero Mailen me interrumpe con una pregunta que le hace a Edagar y espero que se la conteste.

Miro a Emily, tras haber permanecido callado y le susurro

-Vamonos…esto no me gusta nada

-Pero, Matth, tenemos que ir a la taberna donde decía el viejo...Y aunque de José y la mujer no me fío, Dafne y Edgar han estado con nosotros, no podemos dejarlos de lado. Y también están los dragoncillos, tenemos que cuidarlos, ¿recuerdas?

Me acerco a él bajando aún más la voz.

-Si quieres, en cuanto la mujer nos venga con las de llevarnos al emperador ese nos vamos. Pero primero la taberna.

Suspiro

-Me quedaré porque tu también te quedas…y porque Dafne y Edgar podrían estar en peligro si se quedan también

Camino, apoyándome en el bastón mientras busco al dragoncillo azul.

-Gracias, Matth. Dafne y Edgar nos han ayudado mucho, no me gustaría dejarlos de lado.

Me encojo de hombros ante la pregunta de Mailen.

Me parece que no recuerdo nada más, también he visto a un hombre que me resultaba familiar en la misma visión. Pero no he logrado reconocerlo y mira que lo he intentado.

Además, tampoco está claro que sea una visión.

Dafne se impone con cierta firmeza.

- Dejad de discutir, por favor. Vayamos cuanto antes a la posada y, una vez allí, podremos hablar cuánto deseéis.

Maldigo para mis adentros, pero Dafne tiene razón, debemos aclarar las cosas antes de seguir. Esto ya se está tornando caótico y no estamos avanzando a ningún lado. - Vamos entonces. - Digo finalmente, con la frente cruzada por lineas de preocupación y las piernas que pesan toneladas ahora por el dolor que tengo dentro al saber que Gaulf está vivo, pero bajo las garras de este maldito comandante.

Mailen asiente ante la reaccion de Dafne.

Tienes razon. No estamos llegando a ningun sitio comportandonos asi. No tardaremos demasiado en llegar a la posada, descansaremos y pondremos nuestros problemas al dia. Mañana sera otro dia y podremos continuar el camino.

Durante un rato que se hace eterno seguis caminando en silencio cruzando la gran avenida en ruinas. Durante el recorrido os cruzais con un par de viajeros que avanzan en la misma direccion que vosotros. Uno de ellos avanza en un carromato tirado por dos mulas viejas y lleva a cuatro pasajeros con cara de amargura en la parte posterior. Pasan por vuestro lado como si no existierais, pero podeis oir las quejas y protestas de alguno de los personajes.

-... y asi pude salir de alli, pero Celodan ha quedado completamente destruido.

- Yo vengo de mas al sur y ocurrio exactamente lo mismo. El mundo se esta yendo al infierno.

Al momento desaparecen en la lejania.

No tardais mucho mas en divisar el final de la "ciudad", dando paso al camino de tierra ya tan familiar para vosotros. A poco mas de medio kilometro se levanta una gran casa de piedra, por fin llegais a la posada

Escucho atentamente a los pasajeros del carromato, pero por más que Maileen lo intente no puedo creer que todo sea culpa nuestra, al fin y al cabo no vinimos aquí por voluntad propia.

Cuando llegamos al fin, me adelanto unos pasos contenta de haber llegado. Ya era hora...este viaje se hace eterno.

-Genial, ya hemos llegado. Creo que antes que nada deberíamos hablar con el dueño de la posada, el que conocía al viejo.

La posada no dista mucho de nuestros pasos, pero cada paso que dejamos atrás, desata el caos en este mundo y seguramente en el nuestro. - Pregunta al que quieras. - Le digo en tono amable a Emily, después de todo, un posadero debe saber que clientes tiene. ¿O no?

Decidido camino junto con mis compañeros haciala posada.

Si logramos ocultar los dragones por fin tendremos un momento de respiro.

Intrigado me acerco a Jose.

¿Qué harás cuando estemos dentro de la posada?, ¿irás a rescatar a tú amigo?, ¿si es así como lo encontrarás?

- Es el mismo lugar que hace muchos años, se donde me esperará, no es la primera vez que nos enfrentamos en todo este tiempo. - Me doy cuenta de que seguramente el no entenderá nada de lo que digo, si después de todo, solo hemos estado un par de días.

Abro la puerta de la posada, sin saber que esperar dentro, pero así fue todo para mi en este viaje.

Jose Maria abre la puerta y entrais en lo que parece mas una taberna. La sala esta llena de mesas y sillas abarrotadas de gente hablando de sus cosas. A la derecha unas escaleras de caracol suben al piso superior, a la izquierda hay una barra de bar tras la cual se oculta un pequeño hombrecillo calvo y barbudo mientras limpia con un paño humedo la superficie donde sirve las bebidas. Colgado de una pared hay un cartelito mugriento en el que se lee "habitaciones libres".

Cuando entrais, el barman se queda mirandoos como esperando a que vayais hacia el. Mailen se acerca en silenciohasta alli y espera a que los demas la sigais.

Me rasco la cabeza y asiento cuando escucho a Jose.

Ah...que ya sabes como localizarle.

¿Ha dicho hace años?, yo creía que había venido cuando nosotros pero...no lo acabo de entender.

Una vez dentro de la taberna saludo con la cabeza al entrar pero al volver a mirar veo que solo hay una persona. Sigo los pasos de Mailen para acercarme al tabernero.

¿Mucho trabajo hoy?