Partida Rol por web

La hora había pasado como todos los días, ni cuenta se daban cuando sólo son paredes las que rodean su espacio. Las luces comenzaron apagarse como hace unas horas, era obvio que algo malo estaba apunto de suceder y nadie podía hacer nada mas que esconderse o esperar el inevitable castigo.

Los estantes y muebles adyacentes se movían bruscamente, no sabía si eran algunos de los internos al correr a esconderse o algo más que se encontraba merodeando. 

- Ahhgg... ¡AAAAAAAAAHHHHHHHH! - Un grito marcó la línea entre el suspenso que se vivía en la sala, un grito que parecía desgarrar las cuerdas vocales de la persona, y no podía saberse si por su locura o incredulidad de lo que estaba sucediendo, comenzó a reír. - ¡AAAHHH! ¡HA... HA... HAHAHAHAHAHAHAHA! - La risa se apagó poco a poco declarando la posible muerte de alguna persona.

Cuando las luces volvieron a encenderse, un saco en medio de la sala permanecía colgando, sólo que este no era un saco, sino Alan Nicholson que se encontraba desnudo y colgando amarrado por pequeños mecates y una sonrisa dibujada en su rostro, una gran sonrisa.

Al ver al payaso colgado y sin vida, Bridget Kearns comienza a temblar atónita sin apartar la vista del cadáver, no lo puede creer, no lo puede... No puede ser cierto. 1,2,3... 1,2,3... 

La mujer se sujeta el pecho y comienza a sollozar, más fuerte, más fuerte. La mujer cayó al suelo sin apoyo alguno, rápidamente y sin pensarlo volvió a reincorporarse tomando un cuadro que adornaban la sala y lo reventó contra el suelo para romper el cristal que protegía la pintura, acto seguido presionó uno de los cristales en su muñeca derecha y continuó con su muñeca izquierda, dejando brotar la sangre como un río imponente...

La mujer fue decayendo poco a poco entre llantos, 1,2,3... 1,2,3...

Las muertes se sucedían una tras otra sin siquiera dar tiempo a reaccionar. El payaso colgado, la calva desangrada en el suelo. Xavier se acercó a ellos para confirma lo evidente. -¡Están muertos! Tapo la boca con sus manos para ahogar un chillido agudo.

Afectado como estaba al verse rodeado de aquellos locos miro al grupo, entre ellos había un asesino o varios. Uno era la señora marcada por el rojo, Francesca. ¿El otro?... De pronto allí estaba, como no lo había visto antes, un marcado por el negro. -El negro se vincula con lo desconocido, lo aterrador, lo oscuro e incluso lo maligno.  Susurro mientras lo miraba.

Con mi muñeca en brazos, abro los ojos de repente al escuchar aquella estruendosa risa que me resulta familiar, rápidamente al descubrir que Alan fue atacado intercambio miradas con Molly y niego con la cabeza. No sé que ha pasado, pero esto es muy cruel, así que me incorporo del suelo y voy caminando con una lágrima que pasea por la mejilla derecha hacia donde se encuentra el cuerpo de aquel compañero. 

Sólo dejo un beso en esa sonrisa, acariciando con dulzura lo poco que se puede tocar, y giro sobre mi misma para observar a los presentes, en especial a Bridget que comienza a hacer cosas raras. - Está loca. - dice Molly mientras me encojo de hombros y regreso a mi pequeño lugar donde estaba anteriormente. De repente la mujer parece que ese quiere cortar las muñecas, ha perdido la poca cordura que tiene y mi muñeca me tapa los ojos con su manita. - No veas esto, no lo veas cariño. Estamos juntas. - susurra en mi oído, yo asiento y la abrazo muy muy fuerte. 

- ¿Quién está marcado de negro?- pregunto curiosa. 

Era de esperar que alguien iba a morir, pero lo que la señorita Anderson no se esperaba que murieran dos personas una después de otra. Estaba a punto de explicarle a la contadora que cortarse las venas no era la forma más agradable de suicidarse pero para entonces, ella ya se había cortado las venas bruscamente. Ante gente decidida la señorita Anderson tenía bastante respeto, así que no se interpuso y se giró. Ver a la gente no es su hobby favorito.

Buena pregunta, joven. ¿Quien es el marcado por el negro, acusica afro?

        Norman seguía mirando lo que había quedado del tal Alan mientras musitaba -  hmmmm también sangre roja...

_{no tiene nada que ver con el} color de pelo _entonces...

      _{ni las pequeñas} cosas _{con alas} se pueden ver...

     Y realmente no iba hacer mucho mas de momento, pero en cuanto la vieja comienza a romper cosas y hacer ruido, hasta el distraído hombre de mirada errática se debe girar para observar la escena con total curiosidad - Ohhhh... ¿ ehhh... ? - preguntando al resto - ¿ alguien sabe por que hace esto... ?

tal vez _{crea que le sobra aquel liquido...}

      _{pero no} lo necesita para vivir... _{¿ verdad ?~¿ verdad ?}

     Normal luego de eso solo guardo silencio hasta que la señora se termino de desangrar en el suelo.

Confirmo..

  y solo volvió a abrir la boca una vez que el hombre con un nido azul en la cabeza comenzaba a hablar y todo el mundo se ponía expectante a sus palabras.

    B..bueno... si tienes teoría... c..como el resto s.sera mejor decirla..

¿ verdad ?

_{¿ verdad?}

Fuera en los pasillos provienen extraños sonidos, la mayoría puede reconocerlos como personas corriendo y objetos impactando contra el suelo. Un grito se escucha a la lejanía y luego de un fuerte estruendo este se apaga...

Las hermanas no tenían repertorio suficiente para cantar y el cerebro del grupo, un perrito chihuahua que ganaron en la tómbola de una feria, no estaba con ellas en el manicomio. Al pobre decidieron echarle cuando intentó morder a uno de los celadores por decir que dios no existía… desde entonces es un gran profeta con marcas de dientes en su nalga derecha.

Dos muertes más y seguimos como antes (como antes yeah) – Todas mecieron sus cuerpos en un delicado baile, iniciando una balada lenta. Sin embargo una de ellas parecía querer algo más marchoso, ya que prefería hacer un disimulado twerk que pasó desapercibido por el resto de hermanas.- Estoy segura de que Dios tendrá un plan para nosotras (siempre tiene un plan), sólo debemos confiar (sólo en Dios confiar).- Se acercó al resto, uno a uno, intentando que cantaran con ellas.- Las canciones ayudan al alma, únanse hermanos. Dios nos salvará (o sino en el infierno te pudrirás, yeah) - Detuvo su canto al escuchar un ruido a lo lejos, esperando a que alguno fuera lo suficientemente valiente como para averiguar su procedencia.

-¡¿Hola?! ¿Acaso no lo ven?. Se acerca al Doctor y mirando al resto lo señala efusivamente moviendo los brazos. -¡Él es el marcado por el negro! Suspira defraudado porque nadie parece seguirle.

-Yo he matado al primer Woopy. -Comentó de forma solemne sin siquiera alzar la voz, a fin de cuentas no hacía falta decir nada gritando, ya había demasiados locos en el lugar como para que el Doctor en Historia Azteca también comenzara con los improperios-Y además, aún puedo hacer otra cosa que haré cuando los Woopy ataquen a alguien más... Lo haría con alguno de los dos caídos... pero... ¿Acaso eso no me haría ver como un hipócrita?.

Rascándose la espalda, el Doctor notó una marca.

-Y creo que alguien me ha marcado...

La puerta fue tocada tres veces y luego forzada como si alguien quisiera entrar. Una de las integrantes de Flos Mariae se aproximó a investigar por la ventanilla, pero no logró dar con nadie y se aseguró que la puerta estuviera cerrada a cal y canto.

Un hombre apareció de pronto frente a uno de los cristales de la puerta haciéndola gritar brevemente, afortunadamente estos eran a prueba de fugas. El hombre miraba fijamente a través del cristal hasta abrir la boca de par en par y poco a poco fue haciendo presión contra la superficie de la puerta, su nariz había pasado lentamente como si de un fantasma se tratara, sin embargo este era muy despacio, bloqueando su visión mientras esta no pasara a través de la superficie. Las luces se volvieron apagar y el horror en la cara de las hermanas era tangible.

Al ver como esa silueta se planta frente al cristal de la puerta Xavier da un pingo hacia atrás y corre por la sala hasta refugiarse tras las integrantes de intento de grupo coral.

Cierra los ojos esperando que no se muevan y permanecer oculto tras el grupo de chicas. No cuenta con que puedan moverse y dejarle vendido...

La señorita Anderson tenía experiencia evtiando gente como los testigo se Jehová. Para su desgracia, esa esperiencia se le borró de la memoria como a quien se le borra sin querer esa carpeta tan importante en el escritorio del ordenador. Por lo tanto, la señorita Anderson decide que lo mejor es esconderse detrás de una lámpara diez veces más fina que ella.

Por su parte, el Doctor en Cristalografía decidió esconderse detrás de una camilla volcada, a fin de cuentas, estar detrás de camillas volcadas era un lugar en donde nadie buscaría. Y esto cualquiera podría confirmarlo, a fin de cuentas, ¿Cuántas veces has encontrado lo que buscabas detrás de una camilla volcada?. Exacto.

       Parecía que Norman intentaban con todas sus fuerzas entender las palabras de aquel nido azul a cual le crecía una persona en su base -  P..pero.. ¿ s..seguro estas de...

         Antes de siquiera terminar la frase o notara el ritual que estaba intentando llevar el grupo aquel de mujeres... Norman simplemente comenzó  a corretear por la sala intentando evitar a toda cosa que aquella presencia diera con el, tal asi, que tomando el cadáver de la anciana calva, lo uso como si una barricada se tratase mientras Norman en cuclillas esperaba que todo esto acabase

Al ver aquello, mis ojos se abren de par en par y rápidamente me incorporo con Molly para buscar un escondite. - Hay un woopy. ¿Qué hacemos? - pregunto mientras mis brazos mantienen a la muñeca muy quieta en su lugar. 

- Solo aguarda silencio, solo eso. - asiento ante el consejo de Molly e intento respirar muy suave, me da mucho nervio ver el bicho o persona, o alienígena. Así que me mantengo en silencio y expectante. 

El grito de la hermana de la Flos fue el más afinado que dio nunca, sorprendiéndose tanto todas que terminaron por aplaudir, felicitando a la cotilla del grupo.

¡Te dije que podías con un la bemol! (Dios te dio voz, voz) – Pero claro, se acababan de dar cuenta que no tenían tiempo de llamar a su profesor de canto porque se quedó sordo en un concierto íntimo a capella, eso por no contar que había uno de esos "woopy” que parecía querer saludar al personal.- No os preocupes, Dios os protegerá. Sólo tenéis que rezar (rezar e ir a misa, paganos) – Creían fielmente que su señor iba a protegerlas, arrodillándose en un círculo y juntando sus manos, simulando una especie de pesebre hecho a tamaño real. Sí, su mejor escondite era fingir que eran figuras de cerámica mientras el manto de su señor la protegían, encomendándose a Él.

Rainbow seguía torpemente oculto. Todos parecían haberle escogido como el blanco de las votaciones, pero él estaba tranquilo.

-Bueno parece que os asusta lo que no comprendéis. La verdad, me he cansado de explicaros como funcionan los colores. Lo intente, pero sois duros de mollera. Suspira resignado.

-Le sienta bien esa marca Doctor. El negro le favorece. Le guiña un ojo.

El voto de las hermanas si le dolió en el alma, porque soñaba con ir de gira con ellas. Después de ese acto de traición tendría que ir por libre, en plan cantautor.

El Doctor en Estudios Afroamericanos resopló cansado de las intromisiones del payaso, aunque pese a todo, este parecía lo suficientemente calmado como para dar lugar a un par de declaraciones, como un científico que busca obtener la verdad o un torturador que busca... lo mismo pero con más dientes y uñas arrancadas.

-Vamos a suponer que tus "colores" son ciertos, cosa que evidentemente no lo es. A fin de cuentas, acusaste a Francesca Anderson de ser la culpable con el rojo, y ahora me acusas a mi de... algo a saber qué, de ser negro... Si eso que cuentas fuera cierto, ¿Por que no insistir en Francesca?.

-No he perdido de vista a la señora de rojo. Tampoco me da buena espina, pero usted Doctor... Sus argumentos no me convencen en absoluto, su afán de ser un solista al que todos tenemos que hacer los coros me cansa... Pienso que es un Woopy por eso lo marque. Jugaba con su pelo.

-El payaso y la señora calva lo acusaron... Ahora han perdido todo su color. ¿Casualidad? Opino que no. Explica al resto. -Se merece la marca. Se merece todo lo malo que le pase. Añade como queriendo excusarse con el grupo.